Gestión del cambio, agilismo y coaching de equipos: Mis notas de la #CAS2024

Esta semana Isabel Fernández, Francesca Nogales y yo hemos participado del congreso de agilismo #CAS2024.. Teníamos ganas de estar juntas e inspirarnos con aproximaciones al mundo de los equipos y las organizaciones, complementarias a las que hemos ido construyendo durante casi 15 años diseñando, facilitando y adaptando el curso de Coaching de Equipos en Emana Formación. Estar juntas, escuchando y conversando, ha sido importante y catalizador. Estamos contentas.

Este congreso CAS, y el agilismo como contexto, es una propuesta que siempre he tenido cerca gracias a buenos amigos y amigas. Jorge Uriarte, en nuestras “sushi talks”, me ha compartido muchas lecturas, propuestas y reflexiones. Hay cosas que compartimos incluso antes de que ocurrieran en ediciones anteriores de este encuentro: la charla de Koldo Saratxaga, aquella entrevista del propio Jorge  a Cristóbal Colón de la Fageda y Pedro Serrahima de PepePhone… De forma más abierta, sobre esto del agilismo, también vi trabajar a Joserra Díaz cuando apoyé en Virtualware un impulso de estas metodologías. Con Maica Trinidad y Manu Martín  colaboré en un bootcamp en Kairos para coaches ágiles, trayendo la perspectiva sistémica al trabajo con equipos. Hace unos años, desde Emana, impulsamos un programa con Francesca y Pablo Domingo. Y, sobre todo, dentro del proyecto Bherria y acompañados por Asier Amezaga de Komunikatik, experimentamos con el mundo del kanban, los sprints y las retrospectivas.

Voy a permitirme compartir algunos flashes de mis experiencias en estos dos días de encuentro, sin orden ni rigor, como cuando escribía ligero en esta casa:

Hace años que no trabajo con pantallas ni PowerPoints en mis talleres. En este encuentro me han entrado ganas de volver a utilizarlos. La escenografía me ha parecido impresionante: pantallas de cine y, en muchos casos, talleres a pie de “la madre de todos los PPT”. Me ha resultado plástico y atractivo. A ver si somos capaces de jugar en este tipo de marcos en alguna ocasión, uniendo lo físico, el contacto y la kinestesia con la imagen en tamaño desbordado.

No me ha gustado el lugar persistente de las marcas y patrocinadores, aunque reconozco un acierto en la gamificación a través de sorteos para visitar los stands.

Añado a este «dislike» otro más: no soporto las invitaciones a la motivación a través de gritos tipo “uouououo”, “wow”, “arriba”, “¡somos los mejores!”. No estuvieron presentes en todos los momentos, pero sí en algunos. Cuando alguien necesita estas llamadas para venirse arriba, me hace reflexionar.

Me gustó mucho la primera ponencia marco con Xavier Albaladejo, que incluyó referencias explícitas a ciertos límites al desarrollo tecnológico. Señaló, por ejemplo, la psicología conductista al servicio de la economía de la atención, el scroll infinito y sus efectos en la salud mental. También me pareció interesante el guiño a que lo disruptivo siempre es contextual.

He vuelto a tuitear. Quién sabe si serán mis últimos mensajes en esa red social. Ya hemos migrado a Bluesky (por cierto, este es mi perfil por si alguien quiere continuar la conversación allí). Joserra Díaz me presentó a Jose Manuel Beas, pero realmente fue una desvirtualización. Coincidí con más personas con las que había conversado en esa red social en otros tiempos. A otras las conecté en LinkedIn. Hacía tiempo que no jugaba entre estas dos capas y de esta manera. Fue como rejuvenecer 😀

Beas nos llevó de la mano por los mapas de Wardley, una propuesta muy sugerente para acompañar la estrategia con claves de evolución y maduración de productos y procesos. No sé si seré capaz de profundizar lo suficiente para integrarlo en mi mochila de herramientas, pero saber que hay un mundo más allá de lo conocido ya es un buen disparador.

Me llevo algunas invitaciones a la acción y al hackeo cultural que nos aportó Raquel Gavilan; Gemba walks, Mind the gaps… Estrategias de hackeo de la cultura que operan por debajo del radar y contra las que es más difícil luchar. Os podéis imaginar mi conversación interna al respecto, o al menos parte de ella. En todo caso, despertó mi interés y me conectó con conversaciones pertinentes sobre estrategias de cambio.

Seguimos conectando gracias a otros ponentes. Lo hizo bien Juan Manuel Gómez al unir el cambio con una cita inicial. Apunté en mis notas: “Sentirnos cómodamente incómodos”. Tiene sentido para mí.

Hubo muchas claves que conectaron especialmente bien con mis marcos previos, sea esto bueno o regular. Volver a conectar con la resistencia como “una de las posibles respuestas al cambio” fue como llegar a casa. Joserra reflexionó sobre el diseño organizacional, con varias referencias a la perspectiva sistémica. Disfruté con los mapas de interdependencia y circularidad compleja. Conversar con Joserra, esto en el café, sobre la diferencia entre el concepto de complejidad de Snowden, donde no existe causa raíz, y la mirada sistémica, que reconoce múltiples causas raíces con una relación de circularidad compleja… ¿Qué os puedo decir? Me entusiasma 😀 También hablamos sobre la necesidad de iterar con la realidad a través de experimentos o buscar diferentes lugares para hacer palanca.

Diego Rojas e Israel Alcázar compartieron aprendizajes desde la práctica. Me conectaron con un par de proyectos de acompañamiento a organizaciones autogestionadas del grupo NER junto a Emana.

Michael Spayd trajo más sistémica y el modelo de la economía rosquilla de Kate Raworth. Otro refuerzo a mi apuesta personal por incorporar los límites físicos del planeta en la estrategia empresarial.

Pio Puig y Susanna Miquel compartieron ideas interesantes sobre nuestras competencias para innovar. Fue curioso encontrar tantas referencias a la categorización de estilos de comunicación y competencias. Soy consciente del mercado de estos tests y de su potencial. En los últimos años he trabajado bastante con Bridge, y me gustan las conversaciones que permite. Me llamó la atención la cantidad de propuestas que compiten en el mismo mercado.

El viernes disfruté especialmente del taller de Ángel Díaz-Maroto. Muchas referencias comunes a cómo trabajamos desde nuestra perspectiva el reto del ajuste de modelos mentales. Resaltó la importancia de mostrar el coste de mantener un modelo mental ineficaz y de estar atentos a los propósitos ocultos (nosotros hablamos de la ganancia secundaria).

Estas son algunas de mis notas. Realmente quien tomó apuntes fue Isabel. Ahora que ya he escrito el post con algunas notas y algo de memoria, le voy a pedir que comparta conmigo todo lo que escribió. Ha sido un placer de viaje que, sin duda, sostendrá más conversaciones y proyectos.

Insatisfacción por reconocimiento

Hace unas semanas, y conversando con varias personas de la dirección de una empresa, surgía de nuevo este tema que pudiéramos titular como “la insatisfacción por reconocimiento”. Y esta vez llegó desde un lugar suficientemente diferente para que se disparan otras ideas con las que he convivido de manera habitual pero a las que no había podido hacer el caso que, creo, se merecían. Empecé a cuestionar la necesidad y la pertinencia de “reconocer”.

En esta reunión la persona que lidera el proyecto y que, desde mi punto de vista, ha desarrollado una sensibilidad clara por una gestión cercana y de cuidado, compartía una frustración que puedo resumir en este momento como: 

“Cuando felicitó a unas personas es como si las otras se volvieran celosas y necesitarán de validación y reconocimiento también”

“A veces valoramos y reconocemos las acciones más visibles. Acabamos dando más recursos a estas partes más brillantes que siguen cosechando “éxitos”. En paralelo otras tareas, menos visibles pero igual de cruciales para la organización, no reciben la misma atención”

“Hay personas que se irritan cuando reciben un reconocimiento. Es como si les doliera. La sensación es que sienten como si te pusieras por encima de ellos cuándo valoras su trabajo. No es mi intención”

Dempsey [in ring] (LOC) / The Library of Congress

Hace unos días, cuando este post esperaba pacientemente que lo retomará, mi colega y amiga Elena Palma escribía este post en el blog de Emana. Citaba a Bowlby y a Adler. 

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La fantasía de mejora por amputación

Este post se publico en el blog de Emana Formación el 22/06/22

Hace unos días, hablando de los equipos y de su eficiencia en el marco del Programa de Coaching de Equipos, mencioné la fantasía de mejora por amputación«¿Podrías explicar mejor qué hay detrás de esa idea?», me preguntaron. Aquí va la respuesta.

Cómo nace la idea

Recuerdo cuando escuché hablar por primera vez de la campana de Gauss como la gráfica resultante a las preguntas que realizamos a nuestros equipos.

Esta metáfora hace referencia, según Wikipedia, “a una de las distribuciones de probabilidad de variable continuaque con más frecuencia aparece en estadística y en la teoría de probabilidades”.

Solemos recurrir a la imagen para responder a la frecuencia con la que nos encontramos personas implicadas, motivadas, comprometidas… en los equipos o empresas.

Si nos preguntan, por ejemplo, cuántas personas están comprometidas en un equipo podemos responder evocando la metáfora de la campana:

  • en el extremo izquierdo de la campana habrá un porcentaje mínimo que decimos que no está muy comprometida;
  • en el extremo opuesto, a la derecha, otro porcentaje mínimo que tendrá un compromiso muy por encima de la media.
  • Y en el centro, formando esa campana, tendremos a la inmensa mayoría con un nivel de compromiso medio.

¿Qué tiene que ver la campana de Gauss con “la fantasía de mejora por amputación”

Nuestra manera habitual de mirar a los equipos y organizaciones puede estar relacionada con esa imagen de la campana.

Y con esta idea en nuestra cabeza, podemos correr el riesgo de poner el foco en las personas del extremo derecho de la campana, más alineadas con nuestra idea de producción, más motivadas, etc. A veces, cargamos tanto peso en ese lugar que esas personas dejan de ser tan eficientes y apasionadas.

Un ejemplo lo encontramos en políticas salariales que —reconociendo mediante incentivos económicos ese plus que aportan algunas personas— acaban por desplazar la motivación intrínseca a extrínseca haciendo mermar la primera.

La fantasía de la amputación

En ocasiones, nuestro foco lo ponemos en el porcentaje mínimo que está menos comprometido, o menos motivado o menos alineado. La parte izquierda de la campana. E invertimos nuestras energías en activar, mover y cambiar a las personas más “desconectadas”.

Aquí corremos el riesgo de pensar en “amputar” esa parte de la campana menos eficiente.

¿Y qué sucede? Que& es una fantasía.

Con esta atención corremos el peligro de poner en marcha estructuras y dinámicas de control para que ese porcentaje mínimo mejore, actuamos sobre él para querer “eliminar” esa parte

Y esto puede tener varias consecuencias.

  • Por un lado, nuestra energía y acción deja de estar orientada a los potenciales perdiendo oportunidades.
  • Por otro lado, las estrategias de control suelen despertar respuestas de defensa y consolidación de identidades que no nos interesan reforzar.

Además, —siguiendo con la imagen de la gráfica—, quienes se encontraban en la parte izquierda de la curva desaparecen, otros se desplazan para ocupar su lugar. Es decir, quienes estaban en el centro se desplazan hacia la izquierda y, de nuevo, nos encontramos con la campana completa.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Volviendo a la curva con la que comenzamos este post, la invitación es a desplazar la gráfica entera a valores más altos.

Podemos mirar al equipo y la organización como un colectivo diverso que contribuye a un propósito compartido. Podemos mirar a todas las partes como necesarias y a la suma de relaciones como el pegamento que hace única nuestra propuesta.

Desde esa mirada sistémica, podemos seguir haciendo palanca en todos los potenciales de las personas independientemente del lugar en el que se encuentren en esa imagen de la campana.

Gunthard Weber o la oportunidad de aprender el lenguaje del cambio

Este post se publico en el blog de Emana Formación el 15/05/2018

La práctica roza, necesitamos seguir aprendiendo. Es la única manera de responder a los retos de acompañar personas, equipos y organizaciones. Se trata de permanecer conectados, con los pies en el suelo y al servicio de las necesidades que nos plantean.

En el comienzo de nuestra experiencia en la relación de ayuda funciona una idea mágica. Cuando se acerquen con preguntas, contestaremos. Cuando entendamos la lógica y seamos capaces de ver que es lo que nos hace daño, dejaremos de hacerlo. Vista la trampa será difícil caer de nuevo. Cuando de pronto no hacen caso a nuestras orientaciones comenzamos a hablar de resistencias al cambio.

Hay algo en el lenguaje del cambio que es contra intuitivo. Que escapa de las lógicas cotidianas y las conversaciones que se dan encima de la mesa y a la vista de todos y todas.

Estoy Leyendo a Milton Erikson. Hace unos meses moría Salvador Minuchin y volví a su material. Todavía no he encontrado mejor descripción del trabajo de acompañamiento a equipos que aquel que utiliza para explicar el trabajo de terapia familiar. Virginia Satir vuelve una y otra vez a mi vida. Hace una semana cerré la última página del libro “Psicoterapia de Dios” de Boris Cyrulnik. Las psicotrampas y psicosoluciones de Nardone y Watzlavick nos ayudaron a reflexionar hace unos meses en un taller con empresas. Trabajamos con la terapia breve sistémica y la aproximación de Mark Beyebach hace unos días en la formación avanzada de Coaching de Equipos.

Sigo desarrollando mi labor con equipos y organizaciones. No pretendo volver a la terapia familiar ni hacer terapia en el contexto laboral. Busco las fuentes de las pioneras y pioneros en el uso de un nuevo lenguaje, el lenguaje del cambio.

Dentro de una semanas vamos a tener la inmensa suerte de tener a Gunthard Weber en Bilbao gracias a Emana. Yo lo tengo subrayado en mi agenda. Es una oportunidad que no podemos dejar pasar.

Hace unos años, en su última visita a Bilbao que también fue su última visita a España y también de la mano de Emana, Enrique Sacanell y yo escribimos varios posts sobre la experiencia. Nos impactó.

Permitidme que rescate solo tres ideas de todas las que recuerdo de las dos ocasiones en las que he tenido la suerte de verle trabajar:

  • La intervención comienza en la entrevista. La intuición para trabajar con la relación del cliente, obviando y dejando en un segundo plano el contenido. Las primeras frases comienzan a trabajar en el reencuadre de esta relación. Apuesta por todas y cada una de las personas que se sientan en consulta. Detecta sus recursos y los pone a crecer.
  • Radical aproximación constructivista y sistémica. El trabajo en el espacio se convierte en una continuidad de la conversación. No se trata de dar con las descripciones más objetivas, sino que buscamos funcionalidad. Su presencia y sabiduría da la seguridad suficiente para dejarnos atrapar por la circularidad y la complejidad.
  • Trabaja con especial atención sobre el lugar que ocupamos en nuestras organizaciones y sistemas, incluido el familiar. Sensible a la fortaleza de ocupar nuestro lugar con todos los matices que tiene esta afirmación. La información sobre este patrón de relación, es precisamente sobre lo que a menudo trabaja en este reencuadre que describimos como primer paso dentro de la entrevista.

Para conocer más sobre Gundarth Weber estoy seguro que te interesan estos enlaces:

Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones

Este post se publicó como articulo en junio de 2019 en el número 73 de la revista Mosaico. Tenía pendiente su publicación en el blog. Este es un tema que me interesa y quiero seguir profundizando.

“No hay fronteras, creedme, no hay civilización y del otro lado bárbaros: existe únicamente el borde de la mutación que va avanzando, y que corre por dentro de nosotros. Somos mutantes, todos algunos más evolucionados, otros menos: hay quien está un poco retrasado, hay quien no se ha dado cuenta de nada, quien todo lo hace por instinto y quien es consciente, quien hace como que no lo sabe y quien nunca es consciente quien hace como que no lo sabe y quien nunca lo va a comprender, quién clava los pies en el suelo y quien corre alocadamente hacia delante. pero estamos ahí, todos nosotros, a punto de emigrar hacia el agua. (…) el destino incierto y la esquizofrenia irrevocable de los primeros mutantes es el mandato, jovial, que nos aguarda”

Alessandro Baricco “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”

Puerto Rican Boys Playing Softball in Brooklyn’s Hiland Park … 07/1974

Introducción: Tiempos de paradoja

La sensación es la de vivir en tiempos de paradoja. Escribe Baricco “esquizofrenia” (“Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”) y hay algo de ésto en el ambiente. Las crisis económicas han roto la fantasía de crecimiento lineal y la función controladora de la realidad de los ejercicios de planificación. La digitalización y la conectividad nos colocan en la posibilidad de aumentar la realidad que vivimos como cotidiano con una capa de interacción y acceso a información cómo solo la ciencia ficción había podido describir.

Con la capacidad de ver las conexiones invisibles, acceder a la complejidad con el gesto de un “click”, acceder a una mirada y la complementaria, y la contraria. Continuar fijado a una única perspectiva de la realidad es un ejercicio que implica tozudez o rendición ante la infoxicación y la decisión de seguir banderas. 

Tiempos de incertidumbre. De transición. Todavía conviviendo con cierta esperanza de encontrarnos en un salto entre estabilidades y teniendo la sensación que será tan largo el trayecto que la vida tiene más de desequilibrio que de equilibrio. Y ésto, para el modelo que elegimos para conversar con la realidad (la perspectiva sistémica), tiene sus implicaciones. 

En este texto buscamos comprender el momento actual, las demandas que se contradicen y las posibles estrategias de un operador de cambio en organizaciones profesionales. 

La paradoja como demanda

Las personas, organizaciones y comunidades que acompañamos se desarrollan en este contexto en mutación. En esta vivencia de transición los mensajes mezclados, ambiguos, contradictorios y paradójicos están muy presentes.

Las organizaciones quieren que sus trabajadores y trabajadoras sean más responsables y libres, a veces haciendo lo que sus jefes necesitan y quieren. En un tiempo donde la palabra “laboratorio” sirve de apellido a muchos proyectos impulsados por instituciones públicas y privadas, las lógicas” políticas” necesitan protegerse de los riesgos y cualquier atisbo de vulnerabilidad. 

El nuevo “Sé espontáneo” es el “Experimentemos acertando” o el “Siéntete libre de obedecer”. 

Las nuevas y viejas paradojas comparten, desde mi opinión, algunas pautas:

  • Detrás de estas construcciones hay realidades. Quien así se expresa vive la tensión de la dos partes de la frase. Intuye algo importante en las nuevas maneras de hacer y relacionarse y aún se siente atrapada en la anterior. Necesita construir frases donde las dos partes de esta realidad tengan lugar.
  • La pauta de relación con la que nos conectan es muy probable que sea parte de un patrón más global y repetido. Están contándonos su manera de relacionarse. Estamos accediendo, sin que sean conscientes, a una información más profunda. Nos conecta con una hipótesis si la percibimos como un síntoma. 
  • Nos congelan. En el primer momento no sabemos a cuál de las dos partes de la frase responder. Desde la lógica decimos o una cosa o la otra. El impacto es la rigidez. Un doble vínculo que nos paraliza y hace pensar que no somos capaces. Nos bloquean. No sabemos a cuál de los dos mensajes contradictorios debemos de atender. Es imposible acertar, siempre lo haremos mal.
  • Y luego, repetidas, las solicitudes paradójicas nos vuelven locos y locas. Nos lanzan a una trampa de la que solo podemos salir cuerdos cogiendo distancia.

“Toda la frontera real es difusa. Toda la frontera inventada es nítida”

Jorge Wagensberg

Boy at Bat in a Softball Game in Hiland Park of Brooklyn … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la lógica

Este juego es, a veces, parte de la encomienda que recibimos como facilitadores de procesos de cambio. Nos piden una cosa y la contraria. 

En este lugar hay una magnífica oportunidad de realizar una primera intervención en la aclaración de la demanda. Hacer explícito este mensaje doble nos puede ayudar a entender mejor las dos partes de la solicitud. 

Revelar el juego también normaliza la paradoja en el contexto de las tensiones sociales, organizacionales y personales. Y, además, ayuda a entender cómo, a veces, teniendo muchas consignas de por dónde deberíamos de avanzar no lo hacemos. Comprender las contradicciones es una manera de atender a las tensiones clave en la organización. Lo que nos permite avanzar. Atender la necesidad tras lo que llamamos “resistencia” y situarlo como parte del objetivo/reto.

En algunos proyectos esta primera definición, antes del comienzo del proyecto o en sus primeras fases, ayuda a todas las partes implicadas a entender mejor lo que ocurre y puede ser la intervención más liberadora y clave del éxito del resto de acciones. 

Otra intervención en el marco de la lógica tiene que ver con acompañar en la definición de frases, peticiones y objetivos que puedan rescatar aspectos de ambas necesidades y puedan ser más claros, integrados y matizados. En el ejemplo de “Experimentar acertando” sería interesante plantear qué significa “experimentar” y qué “acertar”, qué miedos pueden estar detrás, cuáles pueden ser los límites, dónde debemos de protegernos y dónde podemos probar a hacer nuevo,… 

En este contexto se revela especialmente interesante el ejercicio de dibujar los límites. En procesos donde la creatividad es clave hay personas que mantienen la importancia de volar libres sin obstáculos. Nuestra experiencia nos dice que definir en el comienzo estas líneas rojas permite definir, paradójicamente si me dejáis hacer el juego fácil, todo lo que queda fuera de lo prohibido y por tanto es pertinente y está permitido cuestionar y evolucionar.

Explicitación, normalización de la tensión, defensa ante los mensajes que nos bloquean, tangibilización de los miedos/límites y formulación más clara e integradora de las demandas.

Enfoque centrado en solución

Otras veces, y en ese primer momento, levantamos el dedo y afilamos una ceja para pronunciar la frase: “Resistencia al cambio”. Caricaturizo la situación porque tengo la sensación de que, a menudo, nos colocamos en el lugar del detective que busca síntomas y patrones. Creo que a veces contribuimos a fijar algunas dinámicas del problema y nos cuesta colocarnos en itinerarios de exploración de soluciones. Nos declaramos personas expertas en dinámicas y eso mismo acaba hipnotizandonos. Un enfoque centrado en soluciones se aparta de una construcción épica de nuestra función. Escribía Steve de Shazer; “Es un trabajo duro el ser simple”. 

Lo que fue problema se disuelve como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Otro ejercicio contraintuitivo. El cambio a veces pasa por no contribuir con nuestras palabras a hacer más presente y rígido la vivencia negativa. Desde el lugar que me corresponde en esta relación no invierto más energía en excavar más en búsqueda de las raíces.

Además entramos en un terreno donde es pertinente recordarnos la necesidad de desenfocar del detalle y los contenidos para conectar con la totalidad y el sistema. Cuando trabajamos desde esta perspectiva lo relevante no se mueve en el mundo de los contenidos y las decisiones. Allí nos perdemos. Necesitamos entrenar nuestra manera de escuchar. Comprender la estructura. Si escuchamos el contenido trabajamos con el contenido. Una solución no es un contenido, es una manera de acceder a los recursos, de aumentar la perspectiva. 

Aceptación como estrategia para el cambio 

A veces en el trabajo con equipos nos topamos con una inversión importante de energía en la defensa de lo que somos. Nos sentimos amenazadas por información más o menos fiable, que está más o menos decidida. Son equipos que están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver o admitir. Y como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y en las siguientes negociaciones deciden protegerse y poner límites a su implicación y entonces dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adaptativas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, compañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, las organizaciones,…

Se trata de la defensa como estrategia inconsciente de construcción de la realidad que temíamos. Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a explorar los límites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las dinámicas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. Rescatando nuestros potenciales desarrollados con anterioridad y en el tiempo presente para avanzar hacia futuros que emergen.

Young Man with His Leg in a Cast in Hiland Park of Brooklyn New York City … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la paradoja y la contraparadoja

Y dando un paso más, y como exploraban en la escuela de Milán, cuando la paradoja se parece a la frase: “¡Cámbianos sin cambiarnos!”- ¿Cómo es hoy la actualización o concreción de aquellas intervenciones contraparadójicas del estilo: “¡Sólo podemos cambiaros con la condición de que no cambiéis!”-

A veces probamos con este tipo de formulaciones. No son muy habituales en el contexto de la empresa. Yo las utilizo con más naturalidad en el “setting” de coaching individual pero, también a veces, me doy el permiso en contextos formativos o de acompañamiento a equipos.

Hay en el trabajo de acompañamiento en el contexto laboral, y desde mi experiencia y perspectiva, una cultura de la escucha y la conversación más “instructiva”. El marco es el de la lógica y la hipótesis que, una vez descubiertas las dinámicas, podemos compartir nuestra visión como expertos externos y las personas comenzarán a desenredar sus nudos. El foco es la funcionalidad y las claves en el acompañamiento son el respeto y la certeza de una capacidad limitada por nuestra parte de incidir en la realidad. Lanzamos las preguntas y las personas conectan con sus recursos. 

Utilizamos el lenguaje del cambio y las estrategias, permitidme la expresión, más contraintuitivas, cuando la sensación es de bloqueo, de malestar en el estancamiento, cuando diferentes datos nos reafirman en nuestras hipótesis y las estrategias más lógicas no acaban de aportar movimiento a la situación.

Considero que esta manera de provocar cambio sirve como marco en el trabajo desde estrategias más verbales, incluyendo también otras maneras de hacer en el terreno del psicodrama, la metáfora, las esculturas o las configuraciones espaciales. 

Cuatro ideas en relación a esta manera de intervenir:

  • Aceptar la defensa de una creencia como manera de formular la realidad, es una buena manera de contribuir a su cuestionamiento. Pelearnos levanta las murallas. Aceptar ayuda a bajarlas. De una manera estratégica y también profunda, entendiendo que hay algo importante que está debajo de la superficie que no hemos sido capaces de escuchar aún y que, quizás, hemos irritado antes de tiempo. 
  • Aliarnos con las personas que traen esta información y declaran su intención de permanecer viendo la realidad de una manera diferente al resto de personas, incluidas el facilitador. Pedimos a estas personas que no cambien de lugar. Que permanezcan protegiendo esta idea. Les necesitamos para traer una información valiosa para el sistema que, de otra manera, perderíamos. 
  • No está en nuestras manos la solución. Nuestro foco no está en el contenido. No focalizamos en los resultados, allí nos perdemos. Los conflictos no son el hecho. Son la manera en la que nos relacionamos con el hecho. El encuentro es siempre un proceso, no es un estado. Es posible que se quede congelado, pero es un proceso. Se trata de hacer fluir algo que se congeló. Nuestras intervenciones buscan hacer más líquido lo que quedó solidificado.
  • Una trampa a la trampa. Y ésta la conocemos bien porque hay mucha literatura. En algunos casos de batalla más abierta con el facilitador, lanzar un mensaje como : “No cambies” coloca a la persona en otro dilema diferente. Si sigo manteniendo esta posición, hago caso al facilitador y si no le hago caso, cambio mi posición. 

Hay muchos puentes aún por explorar entre el mundo de la psicoterapia y la consultoría sistémica. El reto sigue siendo importante. En tiempos de mutación, de transición y de paradoja, necesitamos de otras palabras, de otros lenguajes. Lenguajes de cambio. 

Bibliografía

  • Bateson, G (2011) “Espíritu y naturaleza” Ed Amorrortu
  • Ferrari, E (2017) “Solucionar conflictos” Ed. Ferrari Media
  • Garcés, M (2017) “Nueva Ilustración Radical” Ed. Anagrama
  • Hudson, W (1993) “Raíces profundas: Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson” Ed. Paidos Terapia Familiar 
  • McDermott, I, O’Connor, J (1998) “Introducción al pensamiento sistémico” Ed Urano
  • Nardone, G (2010) “Problem Solving Estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles” Ed. Herder 
  • Sparrer, I. (2007) “Enfoque centrado en solución en constelaciones sistémicas” Ed. Herder 
  • Von Schlippe, A, Schweitzer, J (2003) “Manual de terapia y asesoría sistémicas” Ed. Herder
  • Watzlavick, P (1967) “Teoría de la Comunicación Humana”  Ed. Herder

Sobre el arte del parafraseo

«If you talk too much, this man may die» Flickr commons

Terminando mi enésimo libro de Giorgio Nardone (Hay algo en este autor que me conecta a pesar de su repetición y algunas distinciones que no acabo de compartir o comprender) “Corrígeme si me equivoco” conectaba con un recurso que utilizo muchísimo en mi trabajo: el parafraseo

Mi primera gran escuela fue el trabajo con el maestro Jesús Hernández Aristu en la asociación Mitxelena. Su apuesta por la escucha es radical y allí aprendí el impacto de una verdadera actitud de escucha activa. Encontrar en el interlocutor a alguien que no cuestiona tu perspectiva, que la normaliza y busca comprender es sencillamente revolucionario. Esta manera de estar refuerza tus recursos, pero sutilmente, no tiene porqué reforzar tu posición.

Me explico. Comprendemos la situación de la persona en toda su complejidad incluyendo la parte del sufrimiento, las estrategias puestas en marcha que no han funcionado. Escuchamos y comprendemos lo que funciona y lo que no y que la persona con la que trabajamos quiere activar otras estrategias mas funcionales, que le funcionen mejor.

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Fútbol: Uso de metáforas, palabras y marcos para abordar temas complejos

No sé cuál fue la frase que utilicé para intentar condensarlo todo y llamar la atención en la cena familiar. Conseguí hacerlo pero enseguida tuve que empezar a matizarme. Quería transmitir algo de todo lo que me bulle en el cuerpo en relación a los límites en el crecimiento y los impactos a muy corto plazo en nuestras vidas. Y entonces me planteé utilizar algunas anécdotas futboleras que pudieran ayudarme de puente. Hoy escribo sobre esto. 

Women’s football. The team captains greet each other with a kiss. England, Preston, 1920.

La primera referencia fue la famosa rueda de prensa dónde Mbappé y Galtier del Paris Saint Germain francés se mofan de la propuesta de viajar en tren en vez de en avión. Ya habíamos hablado antes de este tema. Cuándo veo de nuevo el video conecto con la distancia. Es un abismo de clase, una brecha absoluta. Las formas destrozan cualquier conexión con el reto compartido. No va con ellos. Se ríen de la pregunta. 

Ante el recordatorio la conexión fue directa. “Si no hay petróleo, en el PSG lo van a pasar mal”. Mi hijo recordaba en manos de quién está este equipo de fútbol, el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al-Thani. 

Pensaba en las conexiones entre los contextos y la capacidad de conectar con una u otra información. Se trata de las burbujas y la distancia entre pobres y ricos. Tus rutinas de desplazamiento y el origen del dinero que te posee (por ejemplo), hace increíble y una fábula imposible (otro ejemplo) la desaparición del petróleo barato. 

Juan Bordera explica bien las razones por las que aún algunas personas se ríen ante la posibilidad de renunciar al coche, las empresas de automoción o vinculadas siguen apostando con las mismas cartas y las administraciones públicas apostando por infraestructuras y hormigón. 

Os recomiendo leer este texto. A riesgo de hacer spoiler. El documento que orientará sobre los siguientes pasos a dar en relación al cambio climático, realizado de manera colaborada entre decenas de científicos, es filtrado en una fase de borrador donde la imagen es muy clara y aterradora. Tras el trabajo de “cepillado” correspondiente y en un resumen ejecutivo dirigido a las personas que toman las decisiones, las referencias a esta realidad y la necesidad de apostar de manera decidida por el decrecimiento desaparecen. 

Si os quedáis con ganas de más os recomiendo leer el  “El otoño de la civilización”

Vuelvo al fútbol. Este video ya lo he utilizado en mi blog en esta entrada. Traigo de nuevo a este maravilloso partido entre filósofos alemanes y griegos de los Monthy Phyton.

Quizás es una imagen que no se corresponde exactamente con la realidad o tal como yo veo hoy la situación. Desde mi punto de vista la dificultad no está en que perdamos en tiempo en pensar. Quizás, el vértigo de tomar el balón y dar los primeros pasos, está demasiado condicionado por unas gradas que gritan para que todo siga igual, espoleadas por lobbys extractivos y desconectados del bien común.  

Seguimos conversando en aquella cena que es posible que el fútbol de las estrellas, los sueldos millonarios y  fichajes globalizados este tocando a su fin. Es difícil sostener esta idea cuando en unas semanas habrá un mundial que cambia de fechas para sostener el calor. No buscamos convencer a nadie en contra de lo que opina. Esto hace más rígida la posición y es lo que menos nos interesa. Aquí aposté por lo emocional. Quizás en ese nuevo Fútbol nuestro equipo, el Athletic, vuelva a tener oportunidades. Quizás haya algo en el decrecimiento que nos pueda conectar y enchufar. Puede ser que en el fútbol que se desplaza en autobús o tren haya algo de lo que algunos echamos de menos.

Me permito un bonus track. Por un lado algunas referencias que también han utilizado el futbol para explicar algunos contextos complejos:

Otro más y sobre el uso de las metáforas para transmitir información:

  •  “Los marcos son estructuras mentales que moldean nuestra visión del mundo. Un cambio de marco es un cambio social”. Así comienza Lakoff su libro “No pienses en un elefante”. Se trata de generar un marco, una idea, una marca, no tanto de construir grandes argumentos. Está contrastado que cuando la información que recibimos (los datos) no se conforman a los marcos inscritos en nuestro cerebro, nos quedamos con los marcos e ignoramos los hechos. Entonces la pregunta es: ¿Cómo contribuimos a construir otros marcos? ¿Cómo ofrecemos un marco dónde el decrecimiento se perciba a favor del bien común y de un desarrollo humano?. Si os interesa podéis leer una introducción en forma de artículo. En lenguaje futbolero se trataría de poner en valor el refuerzo del trabajo de cantera, la apuesta por recorridos profesionales plenos dentro de un club… Algo de esto escribí en otro post en mi blog
  • Reflexionamos también sobre las metáforas para transmitir conceptos o dinámicas más complejas. A veces lo que proponemos parece distanciarse mucho de lo que queremos contar pero en algunas ocasiones pone en marcha intensos procesos de descubrimiento de sentido. Describir no siempre ayuda a modificar la realidad y nuestro acercamiento a la misma. Nuestras palancas se encuentran más en el terreno de los relatos sobre lo que ocurre. Se trata de reconocernos en lo que escuchamos y también de extrañarnos suficientemente para comprender algo nuevo. La imagen de los filósofos jugando al fútbol puede ser una buena metáfora para hablar del tiempo derrochado y la urgencia por mover el balón ante el reto actual. 
  • Utilizar las mismas palabras. Desde nuestra experiencia cuando nos dirigimos a una persona y a un colectivo es importante que estas puedan sentirse reflejadas y escuchadas. Sin pretender hacer un “cajón de sastre” donde dar cabida a cada detalle pero sí usando expresiones e imágenes propias de estas personas. Si hablamos de fútbol sigamos el hilo y hablemos de “penalty”, “juego limpio”, “equipo”, “portería a cero”, “hacktrick”, “fuera de juego”. Los video de Líbero son un buen ejemplo.

¿Qué imagen toma forma en vuestra cabeza cuando leeis estas letras y veis estos videos? ¿Cómo transmitiriais vuestras ideas a través de una metáfora? ¿Con que canción os conecta? ¿Con qué obra de arte? ¿Cómo transmitir esto que te importa en lenguaje futbolero?

Pensamiento sistémico para comprender e incidir ante el colapso.

“Con el combate contra la credulidad aparece un nuevo problema: no basta con tener acceso al conocimiento disponible de nuestro tiempo, sino que lo importante es que podamos relacionarnos con él de manera que contribuya a transformarnos a nosotros y a nuestro mundo mejor” 

“Nueva Ilustración radical» (2017) Garcés, M Ed. Nuevos cuadernos Anagrama

Este verano me desplacé en un par de ocasiones compartiendo coche gracias a la aplicación BLABLAcar. La experiencia fue buena. En un momento la conversación con la conductora derivó hacia el precio del combustible. Estaba enfadada y pensaba que había que salir a la calle a pedir a nuestros gobiernos una respuesta más eficaz. Entre ingenuo y provocador pregunté si de esta manera pretendía resucitar yacimientos agotados. Continuamos conversando y profundizando hasta llegar a lo que supondría una asunción de esta nueva realidad. Esta persona tenía sus orígenes en un pueblo de Burgos y amaba el mar. Pensamos en qué momento fue la primera vez que sus padres se asomaron al mismo y cuándo lo habían hecho, si lo habían hecho, sus abuelos. Estábamos tocando el hueso. ¿Qué significaba asumir y afrontar el límite de un modelo de crecimiento que hasta ahora parecía mágico y eterno? 

Hace dos años leí Petrocalípsis de Antonio Turiel. Fue un golpe en el estómago, un caerme del caballo. Ha sido una lectura ancla que me ha acompañado de diferentes maneras estos meses. Esta semana escuchaba a Yayo Herrero en unas jornadas y a Turiel y Juan Bordera en otras. Estas personas y algunas más cercanas a las que respeto por trayectoria, afecto y saber, me colocan en este reto. Digo me colocan porque no siento que a mi alrededor haya conciencia. La sensación es que la pandemia antes y la guerra de Ucrania después sirven para responder rápidamente a la situación de crisis, inflación…

Es como si hubiéramos unido causa y efecto como en el video del gato que parece tirar de su moto a una persona al tocar el plasma donde se retransmite la carrera. 


Aquí más https://www.mundodeportivo.com/videos/otro-mundo/20220930/1001875562/jero-freixas-agradece-mundo-deportivo-articulo-opinion.html

Sobre esto reflexionaba desde el perfil de twitter @limites1972 (homenaje al informe de la pareja Meadows) en este hilo.

Me conecto mucho en la medida que traía el pensamiento complejo y sistémico como una puerta de acceso a la comprensión de un fenómeno como el que tenemos delante. 

En marzo o abril de este año la editorial Capitán Swing publicó por primera vez en castellano el libro “Pensar en Sistemas” de Donella Meadows. En mis talleres recomiendo también un texto que lleva más tiempo traducido “Introducción al pensamiento sistémico” de O´Connor. Rescato unas ideas sencillas en relación a esta aproximación (incompleta como todos los modelos pero suficiente dinámica para comprender una dimensión de la complejidad e incidir en ella) y las pongo en relación con un pensamiento más convencional:

En el pensamiento convencional:

  • La conexión entre los problemas y sus causas es obvia y fácil de rastrear.  
  • Otros, ya sea dentro o fuera de nuestra organización, tienen la culpa de nuestros problemas y deben ser los que cambien.  
  • Una política diseñada para lograr el éxito a corto plazo también garantizará el éxito a largo plazo.  
  • Para optimizar el todo, debemos optimizar las partes.  
  • Abordar agresivamente muchas iniciativas independientes simultáneamente.

Pensamiento sistémico: 

  • La relación entre los problemas y sus causas es indirecta y no obvia.  
  • Sin darnos cuenta, creamos nuestros propios problemas y tenemos un control o una influencia significativos para resolverlos mediante el cambio de nuestro comportamiento.  
  • La mayoría de las soluciones rápidas tienen consecuencias no deseadas: no hacen ninguna diferencia o empeoran las cosas a largo plazo.  
  • Para optimizar el todo, debemos mejorar las relaciones entre las partes.  
  • Solo unos pocos cambios clave coordinados sostenidos en el tiempo producirán grandes cambios en los sistemas.

Jugando a comparar modelos también os puede interesar este trabajo de 1975 donde se compara el enfoque analítico con el sistémico. Ayuda a comprender cuándo tiene más sentido aplicar una u otra perspectiva. 

Muchas personas nos encontramos con el objetivo de aprender a pensar sistémicamente. Hay mucha confusión con el concepto pero esto da para otro post. Yo agradezco mucho el trabajo de Emana para seguir conformando un lugar seguro y seguir experimentando diferentes perspectivas en este sentido. El trabajo de la Waters Center for Systems Thinking y de System Dynamics Society me parece muy significativo. La propuesta de hábitos de pensamiento sistémico me parecen una aportación muy interesante para la reflexión y sobre todo para personas que nos acercamos de una manera más mental (racional dirían otros)

También pienso en cómo transmitir la urgencia de la situación impactando sin tener que generar grandes discursos. Con la edad voy perdiendo capacidad o ganas de discutir o intentar convencer. Cuando conecto con esta situación me vienen dos ejemplos:

  • Me impactó cuando ví en el documental Abstract como Olafur Eliasson trae a la plaza de las ciudades grandes trozos de hielo. Lo hacía  para hacer tangible algo que está ocurriendo en estos momentos a kilómetros de distancia sin que tengamos la capacidad de hacernos sensibles. 
  • Este verano, soportando unas temperaturas y una sequía que ya debería de alertar a las personas más ajenas a esta situación, conocimos la existencia de “las piedras del hambre”. https://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_del_hambre Estas piedras se incrustaban en el cauce de un río durante las sequías para marcar el nivel del agua como una advertencia a las generaciones futuras de que tendrán que soportar las dificultades relacionadas con el hambre si el agua baja nuevamente a este nivel. 

Dejo aquí este texto. Continuaremos desde otras perspectivas contribuyendo a dar luz a las diferentes caras del poliedro. Te invito a que uses los instrumentos que tengas para contribuir a esta situación.

Modelo de cambio de Virginia Satir

Las personas que estamos enredados en la reflexión continua sobre esto del cambio y el equilibrio vamos llenando nuestra mochila con modelos, autoras, referencias… Hace muchos años que conocí el trabajo de Virginia Satir. El trabajo con esculturas familiares fue una introducción clave para mucho del trabajo que realice más tarde con organizaciones. Esta terapeuta llevo a una gráfica una conversación que de otra manera otras personas habían esbozado y lo hizo, desde mi punto de vista, con una didáctica y representación más que interesante.

Utilizo el modelo muy a menudo y hasta hoy no había escrito nada al respecto. De nuevo uso mi blog como un espacio de apuntes para no olvidar, guardar y compartir reflexiones. Espero que os sea inspirador.

Equilibrio

Los sistemas; personas, equipos, organizaciones… nos mantenemos en un equilibrio precario donde repetimos más que innovamos. En relación con nuestro entorno vamos construyendo una identidad y una manera de hacer e interaccionar. Construimos modelos mentales o culturas que filtran la realidad y nos ayudan a responder de manera más rápida y eficiente a los retos. 

A menudo surge una nueva información que cuestiona nuestras inercias. Algo que nos cuesta integrar. Una experiencia o una aportación que no podemos asumir sin hacerle lugar ni cuestionar el resto de lo que somos o nos decimos ser. Tenemos dos opciones: obviar esta información y cerrarle el paso o escucharla y darle lugar. 

Resistencia

Cerrar la puerta a esta información es una reacción lógica, protege el equilibrio y una manera de responder que a corto plazo parece eficiente y con un grado de rendimiento importante. A veces esta energía de resistir a la nueva mirada se alarga en el tiempo e invertimos tiempo y fuerza en defendernos. 

Caos

Si damos espacio a esta nueva información el primer paso no es sencillo. La energía que sin más reflexión se situaba en la acción ahora se invierte en integrar esta nueva información. El primer impacto, dependiendo del tamaño del cuestionamiento al que nos invita el cambio, es de caos y crisis. Si habéis tenido una experiencia de formación reciente lo tenéis fresco. Pensábamos que sabíamos y ahora conectamos con todo lo que aún está fuera de nuestra comprensión. Es una sensación que de alargarse es incómoda y nos coloca en la duda y una sensación de paso atrás. 

Por esto mismo en algún caso hemos pretendido volver atrás y rechazar el viaje por el que acabamos de comenzar a transitar. Buscamos refugio y queremos volver al mismo lugar donde estábamos. El modelo nos recuerda el pago que pagamos. Esta digestión realizada a medias no es gratuita. Puede haber frustración o incluso una reacción de defensa ante la nueva idea (esa que había pasado el corte inicial y por tanto parecía sugerente). Siguiendo la metáfora de la gráfica nos situamos en un nuevo equilibrio que estaría por debajo del nivel de rendimiento anterior al del punto de partida. 

Esta idea de rendimiento la vinculamos con la capacidad de aumentar nuestros recursos desde el ejercicio de coger distancia, tener más información, más detalles, comprendiendo mejor las dinámicas… Ampliando el mapa sobre el territorio.

Es clave en este momento conversar, explorar, permitirnos cierta retirada o al menos permiso para no ir tan rápido ni tener que acertar. 

Integración

Tras el caos llega el momento de la integración. Para los amantes de la teoría U nos gusta sentir y pensar sobre ambos modelos y como en el momento de inflexión entre el caos y la integración podemos recordar ese momento de girar la cámara, reflexionar sobre nosotros como colectivo o individuo y conectar con el nosaber de una manera activa. Qué dejamos ir y que comienza a coger formar y permitimos llegar. Cuando Satir habla de Idea transformadora se refiere a conectar con la funcionalidad de una propuesta que en el comienzo era disruptiva o desestabilizadora. 

En la integración vamos incorporando mayor capacidad para activar respuestas y por tanto se trata de un viaje menos doloroso, más satisfactorio. Seguimos necesitando permitirnos algunos errores y dudas. Experimentar, practicar y reflexionar es fundamental. 

Nuevo equilibrio

El tiempo invertido en esta fase nos permite llegar a otro lugar de equilibrio que,  esta vez sí, nos coloca de nuevo en un modo más o menos automático y sin energías invertidas en grandes cambios pero con más recursos y perspectiva gracias al trabajo realizado. Y así hasta el próximo contacto con una realidad suficientemente provocadora o inspiradora. 

Ya he hablado de la conexión con la Teoría U pero ya conocemos el modelo de Janssen y sus cuatro habitaciones del cambio. Probad a cruzarlo y veréis las conexiones.