Hace unos meses escribí unas líneas sobre liderazgo en el blog. Era un texto demasiado largo y lo dividí en tres partes. Tengo un recuerdo genial de aquellos días. Un montón de amigos conversando sobre algo que nos importa.
He vuelto a leer los comentarios. Esta semana participo junto mis compañeros Itzi Garay y Ander Mimenza en la dinamización de dos días de reflexión sobre estas ideas dentro del programa Bidera de Fundación EDE.
Me acerco a aquel texto y a las conversaciones de aquellos días con intención de seguir profundizando y sin buscarlo he acabado ligándolo con el mus (para el que no sepa jugar le recomiendo que vuelva a estudiar en un instituto en Euskadi) También pensaba que de esta manera igual os ayudo a leer por trozos y pasárnoslo aun mejor ;D
MUS. ¿liderazgo?
Esa fue la primera sensación. Había repartido unas cartas pero en la primera ronda todos pedían nuevas. No había juego, la palabra no nos servía.
Miquel apunta y dispara: “Un líder es un facilitador natural, que surge del propio grupo; un jefe es un cargo nombrado que surge de la jerarquía ajena al grupo. Aceptémoslo y optimicémoslo, pero antes hay que reconocer que eso es así y llamemos a las cosas por su nombre, sin épicas frustrantes.”
Pablo vuelve a incidir; “Lo de que muy pocos jefes son líderes es totalmente cierto y que en algunos sitios a los jefes se les llama líderes pero es simplemente una manera más “cool” de llamar al directivo, sin otro contenido, también es cierto”
Amalio nos propone otros nombres para la misma idea “Sigue siendo el tipo de semántica Top-Down que deberíamos cambiar. Prefiero hablar de “facilitadores”, “dinamizadores”, “inquietos”, porque expresa mejor la idea de que lo que llamáis “líder” es una persona que se dedica a crear las condiciones para que las personas participen y encuentren sentido a lo que hacen”
Y Alex nos regala una máxima que repite sin piedad y de una manera muy congruente: “Al líder básicamente lo hacen sus seguidores y será merito o demérito de ellos la presencia de un líder u otro. No creo en la “fabrica” de líderes. Lo que pasa es que es más fácil, y con muchos más intereses, vender esta idea de la fábrica de líderes”.
En el ultimo post de su blog le pide ayuda al gran Charlot en la ilustración de esta idea.
PEQUEÑA. Dibujando mínimos comunes.
Vale. Le hemos quitado el glamour. Ya no es “cool”. La figura del coordinador/facilitador de subequipos o procesos surge de una determinada manera de entender la producción y el reparto de tareas. ¿Podemos acompañar a estas personas a hacerlo mejor?
“No hagamos de esas figuras legendarias la norma, porque la mayoría de los mendas que tienen un grupo bajo su responsabilidad son gente común que mejor harían en, simplemente, plantearse el tema como un trabajo más, con sus métodos y técnicas, claro, pero prosaicos, que un día eres jefe y otro un tipo más.” Continua Miquel.
Lo comentaba Katia del Rivero estos días por Bilbao. “¿No se que problema tienen ustedes con la jerarquía?”. Nos contaba, con tono de antropóloga con sorpresa, algo así como que “en México entendemos que son la manera funcional de repartir las responsabilidades y asegurar el seguimiento de plazos y objetivos”.
El liderazgo formal suele ir acompañado de las funciones más ligadas a la supervivencia de la entidad-organización. Al menos en su dimensión más externa; alianzas, ventas,… Estas personas viven como ninguna la tensión entre necesidades personales y de la organización. Joseluis lo decía así “Debe de aunar ambas facetas, necesidades individuales y necesidades del colectivo”.
Hablando con Miquel le comentaba que sigo creyendo que en algunos contextos, y asumiendo el velo de carisma y pseudoestupidez que conlleva, hay algo de ese servicio que tiene algunos matices de heroicidad. Puede ser que me resuenen algunas soledades pero creo que algo de esto hay en estos lugares.
GRANDE. Más allá de los limites de la organizaciónn
Agustí Brañas nos recordaba al Castell como espejo dónde mirarnos. Yo comentaba que desconozco cual es el reparto de tareas en esta construcción humana tan alucinante. Me imagino que habrá un líder formal con muchos años en la faena y con un carisma muy ligado a los objetivos y también seguro a ideas y sensaciones más populares y/o culturales.
Obviamente hay un objetivo claro y es levantar la torre hasta el ultimo de sus representantes. Es una competición frente a otras agrupaciones y también contra la gravedad y las propias limitaciones.
A mi me impresiona aun más todo lo que se mueve en ese espacio, familias, integrantes, publico, comunidad en general, para aupar emocionalmente a las criaturas que suben hasta lo más alto. Creo que detrás de esta imagen hay ideas interesantes sobre el papel del entorno, proveedores, clientes, trabajadores en el desarrollo de nuestras organizaciones.
Entre PARES anda la historia
Y es que la sensación es que esto del liderazgo pasa por algo así como diluirlo para solo rescatarlo cuando no quede más remedio.
Fernando nos introducía en la búsqueda del liderazgo colectivo. “Por eso me parece que, especialmente a la hora de construir nuevas organizaciones horizontales, los lideres han de ocuparse fundamentalmente de motivar y movilizar la participación del resto. Y entonces tenemos que incorporar el concepto de “liderazgo colectivo”. O sea, que todo ese conjunto de capacidades/cualidades se comparten y reparten entre las personas que forman la organización. Todas cuidan al resto, todas se ocupan de crear las condiciones para sacar lo mejor de cada persona, por “crear un mundo al que las personas deseen pertenecer”. Unas son más buenas en lo relacional, otras en la anticipación, otras en enfrentar los riesgos o regular los conflictos…”
JUEGO
Manel apuntaba a las músicas, al fondo de la motivación personal: “… cada vez pienso más que lo que necesitan las personas en estos contextos es un sentido a lo que hacen. Quizás ahí está una clave del liderazgo…en dar un sentido a lo que hacemos, un sentido que trascienda al puro hecho de hacerlo… “
Jesús también lo recordaba “hablando de liderazgo, me parece fundamental y que suele olvidarse: tener un propósito, saber cuál es”
Para mi es clave mirar hacia quienes va dirigido nuestro trabajo, para quienes invertimos esta energía. Pensar en el cliente, en el usuario, en el ciudadano,… nos abre, rompe corrillos con historias apasionantes, dignas de telenovela venezolana y nos pone a trabajar en una misma dirección.
Con Alfredo hablábamos sobre funciones y las inercias más personales; Por un lado yo creo que hay gente más orientada a tarea y otra más a lo relacional. Si estas en un lado tendrás que aprender del otro, sin duda. A veces ocurre que la tarea tiene una dimensión que te saca de tu rol más cercano y relacional y ese suele ser un buen comienzo para conflictos y monstruos debajo de la cama.
Roberto se enganchaba también a un tema que me parece importante. La apología de la innovación: “Hay que arriesgarse para cambiar y mejorar las cosas, y no siempre aciertas. En ese ámbito de la mejora, la innovación…, hay que hacer ver a los colaboradores que el error es una condición inevitable para mejorar. Ahora bien, no debe confundirse con la falta de rigor en las tareas habituales. Ahí, poca tolerancia”.
Amalio iba aun más directo; “¿Y lo de aceptar el error como algo natural? ¡¡ni de coña!! Todavía se sigue creyendo que el líder es un tío/a infalible, always-successful, de currículo inmaculado. Eso es lo que se le pide… y con ese plan, nadie se atreve a salirse del guión”.
Y me iba a un lugar que me interesa muchísimo. La gestión de lo disruptivo, lo que rechina, lo que está en contra de los racionalmente optimo para la organización,… Este potencial de liderazgo a veces se siente como amenaza… Cortamos cabezas y amputamos iniciativas, una manera de seguir teniendo sensación de control.
ORDAGO
Finalmente mi amigo Pablo apunta a un lugar importante; crear las condiciones de posibilidad para que las personas con iniciativa y nuevas ideas puedan ayudar a crecer a la organización. “Ahora bien, yo creo que hay un aspecto clave a tener en cuenta: para que en una organización haya líderes en lugar de jefes, se tienen que dar una serie de condiciones, digamos, “ambientales”; no todo es cuestión de que las personas concretas tengan determinadas cualidades, sino de que la estructura de la organización permita la existencia de esos líderes… “
Volvemos dónde comenzamos. Esta es una aventura colectiva y si no, no es. Los jefes deberían de aprender a escuchar, ejercitar el músculo de la confianza, simplificar lo necesario para conocer y seguir lo que el resto de compañeros tienen entre manos, no juegan a adivinar el futuro, recogen ideas y las contrastan, implican a todas las partes de la organización, …
Seguimos profundizando
Gracias a todas las personas que habéis escrito este post.