#desAnudando #korapilatzen #16 Cultivar los afectos, caminar los cuidados

Entrega número dieciseis del cómic #desAnudando Alex Orbe y Asier Gallastegi. Y en esta ocasión y de manera especial con mi amigo Fernando de la Riva

Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones

Este post se publicó como articulo en junio de 2019 en el número 73 de la revista Mosaico. Tenía pendiente su publicación en el blog. Este es un tema que me interesa y quiero seguir profundizando.

“No hay fronteras, creedme, no hay civilización y del otro lado bárbaros: existe únicamente el borde de la mutación que va avanzando, y que corre por dentro de nosotros. Somos mutantes, todos algunos más evolucionados, otros menos: hay quien está un poco retrasado, hay quien no se ha dado cuenta de nada, quien todo lo hace por instinto y quien es consciente, quien hace como que no lo sabe y quien nunca es consciente quien hace como que no lo sabe y quien nunca lo va a comprender, quién clava los pies en el suelo y quien corre alocadamente hacia delante. pero estamos ahí, todos nosotros, a punto de emigrar hacia el agua. (…) el destino incierto y la esquizofrenia irrevocable de los primeros mutantes es el mandato, jovial, que nos aguarda”

Alessandro Baricco “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”

Puerto Rican Boys Playing Softball in Brooklyn’s Hiland Park … 07/1974

Introducción: Tiempos de paradoja

La sensación es la de vivir en tiempos de paradoja. Escribe Baricco “esquizofrenia” (“Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”) y hay algo de ésto en el ambiente. Las crisis económicas han roto la fantasía de crecimiento lineal y la función controladora de la realidad de los ejercicios de planificación. La digitalización y la conectividad nos colocan en la posibilidad de aumentar la realidad que vivimos como cotidiano con una capa de interacción y acceso a información cómo solo la ciencia ficción había podido describir.

Con la capacidad de ver las conexiones invisibles, acceder a la complejidad con el gesto de un “click”, acceder a una mirada y la complementaria, y la contraria. Continuar fijado a una única perspectiva de la realidad es un ejercicio que implica tozudez o rendición ante la infoxicación y la decisión de seguir banderas. 

Tiempos de incertidumbre. De transición. Todavía conviviendo con cierta esperanza de encontrarnos en un salto entre estabilidades y teniendo la sensación que será tan largo el trayecto que la vida tiene más de desequilibrio que de equilibrio. Y ésto, para el modelo que elegimos para conversar con la realidad (la perspectiva sistémica), tiene sus implicaciones. 

En este texto buscamos comprender el momento actual, las demandas que se contradicen y las posibles estrategias de un operador de cambio en organizaciones profesionales. 

La paradoja como demanda

Las personas, organizaciones y comunidades que acompañamos se desarrollan en este contexto en mutación. En esta vivencia de transición los mensajes mezclados, ambiguos, contradictorios y paradójicos están muy presentes.

Las organizaciones quieren que sus trabajadores y trabajadoras sean más responsables y libres, a veces haciendo lo que sus jefes necesitan y quieren. En un tiempo donde la palabra “laboratorio” sirve de apellido a muchos proyectos impulsados por instituciones públicas y privadas, las lógicas” políticas” necesitan protegerse de los riesgos y cualquier atisbo de vulnerabilidad. 

El nuevo “Sé espontáneo” es el “Experimentemos acertando” o el “Siéntete libre de obedecer”. 

Las nuevas y viejas paradojas comparten, desde mi opinión, algunas pautas:

  • Detrás de estas construcciones hay realidades. Quien así se expresa vive la tensión de la dos partes de la frase. Intuye algo importante en las nuevas maneras de hacer y relacionarse y aún se siente atrapada en la anterior. Necesita construir frases donde las dos partes de esta realidad tengan lugar.
  • La pauta de relación con la que nos conectan es muy probable que sea parte de un patrón más global y repetido. Están contándonos su manera de relacionarse. Estamos accediendo, sin que sean conscientes, a una información más profunda. Nos conecta con una hipótesis si la percibimos como un síntoma. 
  • Nos congelan. En el primer momento no sabemos a cuál de las dos partes de la frase responder. Desde la lógica decimos o una cosa o la otra. El impacto es la rigidez. Un doble vínculo que nos paraliza y hace pensar que no somos capaces. Nos bloquean. No sabemos a cuál de los dos mensajes contradictorios debemos de atender. Es imposible acertar, siempre lo haremos mal.
  • Y luego, repetidas, las solicitudes paradójicas nos vuelven locos y locas. Nos lanzan a una trampa de la que solo podemos salir cuerdos cogiendo distancia.

“Toda la frontera real es difusa. Toda la frontera inventada es nítida”

Jorge Wagensberg

Boy at Bat in a Softball Game in Hiland Park of Brooklyn … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la lógica

Este juego es, a veces, parte de la encomienda que recibimos como facilitadores de procesos de cambio. Nos piden una cosa y la contraria. 

En este lugar hay una magnífica oportunidad de realizar una primera intervención en la aclaración de la demanda. Hacer explícito este mensaje doble nos puede ayudar a entender mejor las dos partes de la solicitud. 

Revelar el juego también normaliza la paradoja en el contexto de las tensiones sociales, organizacionales y personales. Y, además, ayuda a entender cómo, a veces, teniendo muchas consignas de por dónde deberíamos de avanzar no lo hacemos. Comprender las contradicciones es una manera de atender a las tensiones clave en la organización. Lo que nos permite avanzar. Atender la necesidad tras lo que llamamos “resistencia” y situarlo como parte del objetivo/reto.

En algunos proyectos esta primera definición, antes del comienzo del proyecto o en sus primeras fases, ayuda a todas las partes implicadas a entender mejor lo que ocurre y puede ser la intervención más liberadora y clave del éxito del resto de acciones. 

Otra intervención en el marco de la lógica tiene que ver con acompañar en la definición de frases, peticiones y objetivos que puedan rescatar aspectos de ambas necesidades y puedan ser más claros, integrados y matizados. En el ejemplo de “Experimentar acertando” sería interesante plantear qué significa “experimentar” y qué “acertar”, qué miedos pueden estar detrás, cuáles pueden ser los límites, dónde debemos de protegernos y dónde podemos probar a hacer nuevo,… 

En este contexto se revela especialmente interesante el ejercicio de dibujar los límites. En procesos donde la creatividad es clave hay personas que mantienen la importancia de volar libres sin obstáculos. Nuestra experiencia nos dice que definir en el comienzo estas líneas rojas permite definir, paradójicamente si me dejáis hacer el juego fácil, todo lo que queda fuera de lo prohibido y por tanto es pertinente y está permitido cuestionar y evolucionar.

Explicitación, normalización de la tensión, defensa ante los mensajes que nos bloquean, tangibilización de los miedos/límites y formulación más clara e integradora de las demandas.

Enfoque centrado en solución

Otras veces, y en ese primer momento, levantamos el dedo y afilamos una ceja para pronunciar la frase: “Resistencia al cambio”. Caricaturizo la situación porque tengo la sensación de que, a menudo, nos colocamos en el lugar del detective que busca síntomas y patrones. Creo que a veces contribuimos a fijar algunas dinámicas del problema y nos cuesta colocarnos en itinerarios de exploración de soluciones. Nos declaramos personas expertas en dinámicas y eso mismo acaba hipnotizandonos. Un enfoque centrado en soluciones se aparta de una construcción épica de nuestra función. Escribía Steve de Shazer; “Es un trabajo duro el ser simple”. 

Lo que fue problema se disuelve como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Otro ejercicio contraintuitivo. El cambio a veces pasa por no contribuir con nuestras palabras a hacer más presente y rígido la vivencia negativa. Desde el lugar que me corresponde en esta relación no invierto más energía en excavar más en búsqueda de las raíces.

Además entramos en un terreno donde es pertinente recordarnos la necesidad de desenfocar del detalle y los contenidos para conectar con la totalidad y el sistema. Cuando trabajamos desde esta perspectiva lo relevante no se mueve en el mundo de los contenidos y las decisiones. Allí nos perdemos. Necesitamos entrenar nuestra manera de escuchar. Comprender la estructura. Si escuchamos el contenido trabajamos con el contenido. Una solución no es un contenido, es una manera de acceder a los recursos, de aumentar la perspectiva. 

Aceptación como estrategia para el cambio 

A veces en el trabajo con equipos nos topamos con una inversión importante de energía en la defensa de lo que somos. Nos sentimos amenazadas por información más o menos fiable, que está más o menos decidida. Son equipos que están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver o admitir. Y como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y en las siguientes negociaciones deciden protegerse y poner límites a su implicación y entonces dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adaptativas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, compañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, las organizaciones,…

Se trata de la defensa como estrategia inconsciente de construcción de la realidad que temíamos. Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a explorar los límites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las dinámicas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. Rescatando nuestros potenciales desarrollados con anterioridad y en el tiempo presente para avanzar hacia futuros que emergen.

Young Man with His Leg in a Cast in Hiland Park of Brooklyn New York City … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la paradoja y la contraparadoja

Y dando un paso más, y como exploraban en la escuela de Milán, cuando la paradoja se parece a la frase: “¡Cámbianos sin cambiarnos!”- ¿Cómo es hoy la actualización o concreción de aquellas intervenciones contraparadójicas del estilo: “¡Sólo podemos cambiaros con la condición de que no cambiéis!”-

A veces probamos con este tipo de formulaciones. No son muy habituales en el contexto de la empresa. Yo las utilizo con más naturalidad en el “setting” de coaching individual pero, también a veces, me doy el permiso en contextos formativos o de acompañamiento a equipos.

Hay en el trabajo de acompañamiento en el contexto laboral, y desde mi experiencia y perspectiva, una cultura de la escucha y la conversación más “instructiva”. El marco es el de la lógica y la hipótesis que, una vez descubiertas las dinámicas, podemos compartir nuestra visión como expertos externos y las personas comenzarán a desenredar sus nudos. El foco es la funcionalidad y las claves en el acompañamiento son el respeto y la certeza de una capacidad limitada por nuestra parte de incidir en la realidad. Lanzamos las preguntas y las personas conectan con sus recursos. 

Utilizamos el lenguaje del cambio y las estrategias, permitidme la expresión, más contraintuitivas, cuando la sensación es de bloqueo, de malestar en el estancamiento, cuando diferentes datos nos reafirman en nuestras hipótesis y las estrategias más lógicas no acaban de aportar movimiento a la situación.

Considero que esta manera de provocar cambio sirve como marco en el trabajo desde estrategias más verbales, incluyendo también otras maneras de hacer en el terreno del psicodrama, la metáfora, las esculturas o las configuraciones espaciales. 

Cuatro ideas en relación a esta manera de intervenir:

  • Aceptar la defensa de una creencia como manera de formular la realidad, es una buena manera de contribuir a su cuestionamiento. Pelearnos levanta las murallas. Aceptar ayuda a bajarlas. De una manera estratégica y también profunda, entendiendo que hay algo importante que está debajo de la superficie que no hemos sido capaces de escuchar aún y que, quizás, hemos irritado antes de tiempo. 
  • Aliarnos con las personas que traen esta información y declaran su intención de permanecer viendo la realidad de una manera diferente al resto de personas, incluidas el facilitador. Pedimos a estas personas que no cambien de lugar. Que permanezcan protegiendo esta idea. Les necesitamos para traer una información valiosa para el sistema que, de otra manera, perderíamos. 
  • No está en nuestras manos la solución. Nuestro foco no está en el contenido. No focalizamos en los resultados, allí nos perdemos. Los conflictos no son el hecho. Son la manera en la que nos relacionamos con el hecho. El encuentro es siempre un proceso, no es un estado. Es posible que se quede congelado, pero es un proceso. Se trata de hacer fluir algo que se congeló. Nuestras intervenciones buscan hacer más líquido lo que quedó solidificado.
  • Una trampa a la trampa. Y ésta la conocemos bien porque hay mucha literatura. En algunos casos de batalla más abierta con el facilitador, lanzar un mensaje como : “No cambies” coloca a la persona en otro dilema diferente. Si sigo manteniendo esta posición, hago caso al facilitador y si no le hago caso, cambio mi posición. 

Hay muchos puentes aún por explorar entre el mundo de la psicoterapia y la consultoría sistémica. El reto sigue siendo importante. En tiempos de mutación, de transición y de paradoja, necesitamos de otras palabras, de otros lenguajes. Lenguajes de cambio. 

Bibliografía

  • Bateson, G (2011) “Espíritu y naturaleza” Ed Amorrortu
  • Ferrari, E (2017) “Solucionar conflictos” Ed. Ferrari Media
  • Garcés, M (2017) “Nueva Ilustración Radical” Ed. Anagrama
  • Hudson, W (1993) “Raíces profundas: Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson” Ed. Paidos Terapia Familiar 
  • McDermott, I, O’Connor, J (1998) “Introducción al pensamiento sistémico” Ed Urano
  • Nardone, G (2010) “Problem Solving Estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles” Ed. Herder 
  • Sparrer, I. (2007) “Enfoque centrado en solución en constelaciones sistémicas” Ed. Herder 
  • Von Schlippe, A, Schweitzer, J (2003) “Manual de terapia y asesoría sistémicas” Ed. Herder
  • Watzlavick, P (1967) “Teoría de la Comunicación Humana”  Ed. Herder

Diez ideas sobre 2.0 y organizaciones

Ha coincidido, no soy un gran experto en la materia, incluso hay quien diría que esto es intrusismo profesional, en las últimas semanas ando de lleno introduciendo algunas herramientas dospuntoceristas en un par de organizaciones amigas.

Llevo tiempo recopilando información de cara a una sesión formativa en un curso online con la gente de bolunta dirigido a entidades del tercer sector. Cuando tenga algo más escrito lo compartiré. De hecho es vuestro, espero devolverlo más o menos ordenado, limpio y suficientemente provocador.

La experiencia que he ido acumulando en los últimos años como “usuario trasteador” y las lecturas de vuestros blogs, twitters, presentaciones,… me han ayudado a hacerme con un pequeño mapa de herramientas y una gran red de personas en movimiento. Herramientas, personas y… valores. En esta manera de entender nuestra presencia en internet he encontrado un ejemplo enorme de ganar-ganar. Pensar en hace unos años, quién encontraba un documento interesante accedía a una información que lo diferenciaba de los demás y lo ponía en un lugar de más poder. Compartirlo era perder.

atea by gallas
atea by gallas

Estamos destrozando esta manera de entender el vínculo información-poder con una práctica cotidiana de construcción colectiva de conocimiento. Aprendemos más, más rápido, desde ejercicios de debate llenos de matices y visiones subjetivas y el dar y recibir se compensa con un equilibrio muy interesante.

Hace unas semanas escuchaba a Lorena en el programa “NikdutNick” una reflexión sencilla pero expresada con mucha rotundidad:  “Se habla de herramientas colaborativas, (…) primero tiene que haber un cambio de concepto, de mentalidad para que empiecen a usar esto. (…) “Vamos a poner un wiki” pero realmente ¿la gente sabe trabajar colaborativamente son necesidad del wiki?. Si no sabe hacerlo en la vida en la vida “offline” tampoco lo va saber hacer online”

Quiero compartir algunas reflexiones que se derivan del trabajo en estas iniciativas y también de la transcripción de los apuntes (si literal, mientras él hablaba y echábamos un café yo escribía en mi cuaderno) que tome hace unos meses en una conversación con Paul Ríos. En estos días vuelven con mucha fuerza esas ideas. Lo dicho, diez ideas resultado de esa conversación y además otras producto de experiencias de acompañamiento en las ultimas semanas:

  1. Transmitir que supone esta inversión en otra manera de entender la presencia y navegación en internet es complejo y a menudo existen pocos puentes por dónde acceder a lugares conocidos por la persona a la que acompañas. Hablábamos de los valores que sostienen esta manera de estar, creo que a veces es más prosaico todavía. Es una virtud de los electrodomésticos. Hay gente que no sabe poner una lavadora, otra programar un dvd, quien quema camisas con la plancha, algunos no saben abrir un adjunto de un mail,… Otros compramos por internet, no hemos comprado un periódico en papel en los últimos 2 años, en nuestros favoritos hay un porcentaje importantísimo de bitácoras personales,… Hablamos en lenguajes distintos. Busquemos referencias offline. A mí me ayuda este video o este otro. No siempre es suficiente.
  2. Obviamente optar por esta manera de estar exige estar en sintonía y hacer propios los valores más 2.0. Me refiero a la idea de trabajar compartiendo, colaborando… La gran revolución de esta historia. Si hay resistencias de este tipo no hay nada que hacer. Pero es muy difícil que te hayan llegado a conocer tan siquiera. ;D Nos llevan también a otras maneras de participar alejadas de aquellas de nuestra época de «militantes». Significa estar abiertos a diferentes maneras de estar, niveles e intensidades,…
  3. La pregunta principal, una vez más, es ¿Paraqué?. Aquí Paul fue muy rotundo. A veces saltamos a la caja de herramientas sin saber si queremos martillear o atornillar y le damos con los primero que tenemos a mano. Queremos difundir, tener mayor presencia, crear red, hacer participes a colaboradores y clientes de nuestro proyecto, … La planificación es clave absoluta del éxito de nuestras iniciativas. Esta el www lleno de paginas abandonadas y blogs sin visitas.
  4. Estas herramientas no pueden sustituir a las de “todalavida”. Son complementarias. Estaríamos perdiendo a esas personas que no viven en esta “ciudad de cristal”. Además sabemos que las conexiones que realizamos en internet se pueden potenciar con una presencia actualizada en web a través de redes sociales y otras plataformas. Y también tenemos experiencia de lo contrario. Del contacto más personal complementado al que se da en la red.
  5. Es una actividad que requiere frescura, dinamismo, ganas por estar presente de manera cotidiana,… A veces esto es un problema en estructuras grandes dónde la comunicación externa tiene varios responsables y hay distancia entre la actividad final y el resto de servicios internos. Internet, y más su versión 2.0, es una red de personas. Creo, y también me lo contaba Paul, que los perfiles personales son más agiles. ¿Que historia quiero contar?. Conectas mejor con otros interlocutores y además, siendo responsable de lo que cuentas, no necesitas de la aprobación de un tercero. Incluir en la reunión un apartado de ¿Qué vamos a comunicar esta semana? e incluir estas herramientas como vías de difusión es una manera interesante que debería de complementarse con permitirnos cierta interacción más autónoma con la red. Las posibilidades de los blogs internos y el microblobbing son harina de otro costal. Creo que esto si está más desarrollado aunque sea vía intranets.
  6. La red de redes tiene la virtud de romper con las barreras más físicas e incluso las del prejuicio en un primer momento. Me explico poniendo un ejemplo. No es necesario conocer a un político de un determinado partido político para interactuar con él sí ha abierto un blog o un perfil en una red social. Puedes acercarte, leer sus opiniones, aportar las tuyas y discutirlas. Este ejercicio es impensable en este país sin mediar una pantalla de ordenador. Que la experiencia sea de encuentro o de desencuentro responde a diferentes factores. Corremos el riesgo de optar por blogosferas que se retroalimentan y evitar otros vientos que pudieran llevarnos a lugares diferentes. Como siempre hay inercias y luego apuestas por una manera de estar.
  7. A veces estas herramientas pueden desestabilizar un poco. Son nuevas e invitan a algo nuevo. Además a veces todo lo que se hace con un ordenador parece que depende del equipo de informáticos cuando son realmente TICs y a disposición de cualquier usuario.  Esta propuesta si es algo es un viaje colectivo. Antes o después hay que sentarse y pensar en cómo queremos utilizar esta línea de trabajo. Yo soy más partidario de lanzar un prototipo, comenzar por un par de iniciativas pequeñas, ligadas a motivaciones personales, con toda la información a quien corresponda y encuentros para aprender desde las experiencias y retomar las iniciativas.
  8. Una pregunta importante es la de ¿esto me va a llevar mucho tiempo?. Habrá sonrisas entre lo/as lectores/as. La respuesta es sí, todo el que tú quieras dedicarle. La blogosfera y redes sociales son inabarcables. Hace poco leíamos en microsiervos la pirámide la “jerarquía de distracciones digitales” . Buenísimo. Encontrar el equilibrio es una meta interesante y seguro que hay valientes testimonios, yo no sé mucho de eso. Lo que sí observo es que hay un equilibrio importante entre lo que das y recibes. Si dedicas tiempo, compartes calidad y aportas, recibes.
  9. Lo comentaba hace poco en otro post. En este zoco del siglo XXI se puede hacer de todo. Tiene un potencial absoluto para ayudar a crecer mentes y corazones. Compartes conocimiento y también es un excelente lugar para comenzar y afianzar alianzas. Para tejer relación.
  10. Como último aprendizaje. Relativicemos esta apuesta que nos parece tan interesante. La vida continúa y está llena de gente desconectada. Como nos recuerdan en http://www.toby-ng.com/graphic-design/the-world-of-100/ si el mundo fuera un pueblo de cien habitantes solo siete tendrían ordenador.

club by gallas
club by gallas

Al final ha salido un decálogo ;D Seguro que otros/as habéis abordado el tema desde otro lugar y llegado a ideas similares. Estas han sido las mías, ayudado de las organizaciones, las personas y aquel café con Paul. Hasta aquí por hoy. ¿Quién da más?. ¿Recomendáis otros enlaces?. ¿Alguna reflexión más?

Culpa, inocencia y crecimiento

Estos días una de las luces que mantengo a mi alrededor es la reflexión que Bert Hellinger hace de las relaciones y los procesos de premio y castigo que se dan para que los sistemas permanezcan. Sobre todo me resuena el sentimiento de culpabilidad que acompaña cada decisión que nos aleja de los caminos y las relaciones de “toda la vida”, separarnos de lo que conocemos y pisar otros terrenos.

equlibrio sistémico by gallas
equlibrio sistémico by gallas

Ahonda en la premisa sistémica de homeostasis. Los sistemas, las personas, las organizaciones, vivimos en un equilibrio precario bombardeado de nuevas y provocadoras experiencias. La decisión –por decirlo de alguna manera- tiene dos posibles salidas: Aceptas la nueva información, revolucionas tus creencias, entras en crisis y recolocas todo en un nuevo equilibrio más amplio, más matizado, integrando ideas que parecían contradictorias, abandonando alguna idea mágica y creciendo, o cierras las puertas a eso que consideras una distorsión y decides permanecer, más estrecho pero permanecer.

Hellinger matiza este proceso, necesario para el crecimiento, explorando la parte más intuitiva y los posos más “emocionales” de las apuestas que rompen con lo que éramos. Vuelvo a compartir un texto que traslada la experiencia en contenido y forma mucho mejor de lo que yo pueda hacerlo hoy.

“En el trato con personas y grupos nos vincula un “sentido que sabe” que nos mantiene en relación con ellos, impulsándonos y dirigiéndonos constantemente. Es comparable a aquel otro sentido sapiente que, en contra de la fuerza de gravedad, nos impulsa y dirige constantemente para mantener nuestro cuerpo en equilibrio. Bien podemos, si queremos caernos hacia delante o hacia atrás, hacia la derecha o hacia la izquierda, pero un reflejo nos obliga a buscar la compensación antes de producirse la catástrofe, centrándonos a tiempo.

Asimismo, existe un sentido superior a nuestra voluntad y a nuestros deseos, que vela por nuestras relaciones. Al igual que un reflejo, tiende a la corrección y a la compensación en cuanto nos desviamos de las condiciones necesarias para una relación lograda, poniendo en peligro nuestra pertenecía al grupo. Al igual que nuestro sentido del equilibrio, este sentido relacional percibe al individuo junto con su entorno, distingue el espacio libre y los limites, y nos guía a través de los sentimientos de placer y desplacer.

Culpa e inocencia, por tanto, se experimentan en relaciones y se refieren a relaciones, ya que todo actuar que repercute en otros va acompañado de un sentimiento sapiente de inocencia o de culpa. Comparable al ojo que, al ver, constantemente distingue entre claridad de la oscuridad, este sentimiento en cada momento distingue si nuestro actuar perjudica o favorece la relación. Así, pues, sentimos como culpa aquello que perjudica la relación y, como inocencia, lo que la favorece.”

Y en otro momento recuerda que “Inocencia y culpa no son lo mismo que “bueno” y “malo”. Frecuentemente es más bien al revés”. Crecer significa coger distancia de algo que fue bueno, que fue nuestro, mío. Hay una idea mágica que yo compré hace mucho tiempo; haciendo bien las cosas y cuidando a las personas, estas me van querer más. Mágica en la medida que hay parte de la premisa que no está en mis manos y por lo tanto jamás podré controlar y además porque santifica al equilibrio, al que las cosas permanezcan como están y me imposibilita hacer el «daño suficiente» para seguir creciendo.

De momento estos son mis dolores. En el libro de los “ordenes del amor” y sobre la evolución del libro de “la psicología de las masas” de Le Bon a otro del mismo autor “La psicología de las elites” dice Hellinger que la diferencia está en que “no buscan culpables, sino que en seguida se hacen cargo de las consecuencias de su propio comportamiento. De esta manera, siempre disponen de la capacidad de actuar. Pero desgraciadamente, sólo unos pocos pertenecen a la élite”.

Entornos colaborativos y estructura

Han pasado ya muchos años. En el contexto de una formación sobre comunicación y escucha con uno de mis maestros; Jesús Hernández Aristu. Habíamos realizado un pequeño ejercicio por parejas. Elegíamos un papel y sin hablar y utilizando los dedos para expandir diferentes pinturas, creábamos una obra de arte compartida.

txoria by gallas
txoria by gallas

Tras el proceso más creativo fuimos hablando sobre las diferentes resultados siempre desde la perspectiva de que lo que allí encontrábamos definido era un diálogo. Hubo gente que hizo hincapié en los colores, otros en el proceso, había quién completaba dibujos inacabados de su pareja, quién respetaba escrupulosamente lo del otro,…

Hubo uno en el que nos detuvimos un poco más. Una de las personas había dividido con una línea roja en dos partes iguales la cartulina. La imagen sugería división y desencuentro si no fuera porque a lo largo de la “frontera” habían ido construyendo dibujos casi simétricos y reconvirtiendo a la línea en un rio lleno de meandros.

Jesús nos ayudo a reflexionar sobre lo que había ocurrido en el dibujo. No puedo rescatar las ideas concretas pero si el poso convertido en aprendizaje. Algo así como que la definición de nuestros lugares, (cada uno el suyo) son un camino excelente hacia el encuentro y la creación común.

Hace unos días le explicaba a mi hija algo parecido. Le decía que iba a dibujar una línea roja y no iba a poder pasarla. Ella se sintió al otro lugar de una pared. Cuando se lo explique (si, suena raro estas metáforas usadas con una niña de 5 años pero este es el padre que tiene) comencé diciendo que para mí las líneas rojas no significaban “no querer estar con ella” sino poner encima de la mesa lo que yo necesito para estar mejor. Le estaba dibujando un mapa (el mío claro) para compartirlo y encontrarnos mejor.

harriak by gallas
harriak by gallas

Hablaba en otras profundidades con otra persona sobre la necesidad de diferenciarnos. “Yo aquí y tu allí”, “Esto es mío y eso tuyo”, “Este es mi lugar”,… Son frases que resonarán en algunos estómagos y en otros no. En el mío con muchísima fuerza.

Cuando pienso en organizaciones y recuerdo alguna propuesta de “trabajo colaborativo extremo” como las que últimamente provoca Julen Iturbe en su excelente blog, sale desde mis entrañas esta necesidad de definición de lugares, roles, funciones,… Solo así, desde la claridad que otorgan ciertas escalas y distribuciones (incluso físicas en el espacio) me puedo lanzar a la aventura de la transversalidad y la gestión de lo significativo. (Por cierto precioso post de Fernando sobre el efecto de los afectos). Para mi construir el nosotros tiene que ver mucho con construir el yo.

Quizás es que provengo de lugares con cierta necesidad de estructura y las provocaciones se dirigen a realidades más rígidas y rectilíneas y necesitadas de flexibilidad y curvas.

Por cierto a Jesús Hernández Aristu lo encontrais en www.gingko.es y también en universidad publica de navarra.