Modelo de cambio de Virginia Satir

Las personas que estamos enredados en la reflexión continua sobre esto del cambio y el equilibrio vamos llenando nuestra mochila con modelos, autoras, referencias… Hace muchos años que conocí el trabajo de Virginia Satir. El trabajo con esculturas familiares fue una introducción clave para mucho del trabajo que realice más tarde con organizaciones. Esta terapeuta llevo a una gráfica una conversación que de otra manera otras personas habían esbozado y lo hizo, desde mi punto de vista, con una didáctica y representación más que interesante.

Utilizo el modelo muy a menudo y hasta hoy no había escrito nada al respecto. De nuevo uso mi blog como un espacio de apuntes para no olvidar, guardar y compartir reflexiones. Espero que os sea inspirador.

Equilibrio

Los sistemas; personas, equipos, organizaciones… nos mantenemos en un equilibrio precario donde repetimos más que innovamos. En relación con nuestro entorno vamos construyendo una identidad y una manera de hacer e interaccionar. Construimos modelos mentales o culturas que filtran la realidad y nos ayudan a responder de manera más rápida y eficiente a los retos. 

A menudo surge una nueva información que cuestiona nuestras inercias. Algo que nos cuesta integrar. Una experiencia o una aportación que no podemos asumir sin hacerle lugar ni cuestionar el resto de lo que somos o nos decimos ser. Tenemos dos opciones: obviar esta información y cerrarle el paso o escucharla y darle lugar. 

Resistencia

Cerrar la puerta a esta información es una reacción lógica, protege el equilibrio y una manera de responder que a corto plazo parece eficiente y con un grado de rendimiento importante. A veces esta energía de resistir a la nueva mirada se alarga en el tiempo e invertimos tiempo y fuerza en defendernos. 

Caos

Si damos espacio a esta nueva información el primer paso no es sencillo. La energía que sin más reflexión se situaba en la acción ahora se invierte en integrar esta nueva información. El primer impacto, dependiendo del tamaño del cuestionamiento al que nos invita el cambio, es de caos y crisis. Si habéis tenido una experiencia de formación reciente lo tenéis fresco. Pensábamos que sabíamos y ahora conectamos con todo lo que aún está fuera de nuestra comprensión. Es una sensación que de alargarse es incómoda y nos coloca en la duda y una sensación de paso atrás. 

Por esto mismo en algún caso hemos pretendido volver atrás y rechazar el viaje por el que acabamos de comenzar a transitar. Buscamos refugio y queremos volver al mismo lugar donde estábamos. El modelo nos recuerda el pago que pagamos. Esta digestión realizada a medias no es gratuita. Puede haber frustración o incluso una reacción de defensa ante la nueva idea (esa que había pasado el corte inicial y por tanto parecía sugerente). Siguiendo la metáfora de la gráfica nos situamos en un nuevo equilibrio que estaría por debajo del nivel de rendimiento anterior al del punto de partida. 

Esta idea de rendimiento la vinculamos con la capacidad de aumentar nuestros recursos desde el ejercicio de coger distancia, tener más información, más detalles, comprendiendo mejor las dinámicas… Ampliando el mapa sobre el territorio.

Es clave en este momento conversar, explorar, permitirnos cierta retirada o al menos permiso para no ir tan rápido ni tener que acertar. 

Integración

Tras el caos llega el momento de la integración. Para los amantes de la teoría U nos gusta sentir y pensar sobre ambos modelos y como en el momento de inflexión entre el caos y la integración podemos recordar ese momento de girar la cámara, reflexionar sobre nosotros como colectivo o individuo y conectar con el nosaber de una manera activa. Qué dejamos ir y que comienza a coger formar y permitimos llegar. Cuando Satir habla de Idea transformadora se refiere a conectar con la funcionalidad de una propuesta que en el comienzo era disruptiva o desestabilizadora. 

En la integración vamos incorporando mayor capacidad para activar respuestas y por tanto se trata de un viaje menos doloroso, más satisfactorio. Seguimos necesitando permitirnos algunos errores y dudas. Experimentar, practicar y reflexionar es fundamental. 

Nuevo equilibrio

El tiempo invertido en esta fase nos permite llegar a otro lugar de equilibrio que,  esta vez sí, nos coloca de nuevo en un modo más o menos automático y sin energías invertidas en grandes cambios pero con más recursos y perspectiva gracias al trabajo realizado. Y así hasta el próximo contacto con una realidad suficientemente provocadora o inspiradora. 

Ya he hablado de la conexión con la Teoría U pero ya conocemos el modelo de Janssen y sus cuatro habitaciones del cambio. Probad a cruzarlo y veréis las conexiones.

Definición de Propósito evolutivo: algunos aprendizajes en el camino

Escribíamos hace unos meses sobre el acercamiento que vamos construyendo entorno al propósito en las organizaciones. Hacíamos hincapié en la historia y una digestión de la misma que nos hiciera mas consciente de patrones y potenciales.

En aquel momento volví a usar este blog para pensar. Comenzaba un proyecto y quería investigar y unir ideas que había explorado en lecturas y otras experiencias. Escribo hoy para recuperar parte de los aprendizajes cosechados en dos proyectos de construcción de propósito y esbozo de estrategias. Lo hago también porque nos embarcamos en otra propuesta y quiero destilar más aún lo que he ido escribiendo. 

Image from page 123 of “The traditional games of England, Scotland, and Ireland, with tunes, singing-rhymes, and methods of playing according to the variants extant and recorded in different parts of the Kingdom;” (1894)

Siempre me costó apostar por la estructuración de estrategias muy rígidas. La actual situación nos hace habitar la incertidumbre con una fuerza que no soñábamos. Con todo su dolor, vértigo y potencial.  

Hace unas semanas cerramos sesión de “pensamientos estratégicos” con el grupo NER. Quiero dar un paso atrás y compartir aprendizajes en el trabajo de definición del propósito con esta misma organización. 

En una sesión de trabajo previa con las personas que coordinan las organizaciones del grupo coconstruimos una serie de ideas o claves que me parecen lúcidas en relación a este ejercicio de definición de propósitos:

  • La redacción es resultado de un proceso. Lo importante, de nuevo, es encontrarnos y conversar sobre nuestra cultura y lo que nos une.
  • Las palabras que usamos en la redacción son importantes. Una misma palabra puede expresar muchas cosas y una idea puede encontrar matices desde diferentes palabras. Lo importante es conversar sobre estas.
  • Esta frase tiene que servir como elemento aglutinador y alineador en el interior y también de puente con el exterior, sobre todo con el ecosistema más cercano; proveedores, clientes,…
  • Es importante que sirva como motor, que nos coloque en algo que queremos ser, que nos inspire. Por otro lado nos tenemos que sentir reconocidos, no puede ser algo tan alejado que no sintamos como propio. 
  • En la construcción de un propósito compartido podemos sentir algo de frustración porque algo que parece importante desde una visión más particular no se está teniendo en cuenta en la redacción final. Es importante que la redacción nos acerque, si nos aleja, al menos a una parte de lo que somos es importante que sigamos trabajando.
  • Lo que nos une igual no es exactamente lo que nos define. Es importante que estemos atentos/as a no ceder a la necesidad del consenso. Es importante mirar lo que se repite y también a lo que puede faltar. 
  • Hay una parte de lo que queremos hacer que no podemos hacer solos desde cada organización. Ese debe de ser nuestro compromiso. 
  • En relación a los propósitos particulares y lo construido. A veces necesitamos diferenciarlos para una vez expresados volver a juntar aquellos que queremos y con más conciencia. Es importante que una vez definamos lo compartido podamos respetar desde lo particular esta idea colectiva y también desde lo compartido respetar miradas más parciales. 
  • Hablamos de ser respetuosos irreverentes. Este propósito es importante que vaya evolucionando desde el contexto y las aportaciones particulares que se encuentran, conversan y avanzan. Ademas una vez definido en su esbozo puede ayudarnos como acuerdo transitorio desde el que mirar y tomar decisiones.
  • Hay un riesgo de caer en el “buenismo” y lo aterrizamos. Es importante que no escribamos una frase bonita en la que no creamos y no vayamos a llevar a la práctica.
  • Otra preocupación tiene que ver con cómo trasladar este trabajo al resto de la organización. ¿Cómo conseguir que nos toque a todos/as?
  • Cuándo leemos algunos propósitos de otras organizaciones nos llegan algunas ideas o sensaciones:
    • Destilan un grado de madurez alto
    • Las redacciones son abiertas, no hablan de sectores ni de productos
    • No hablan de lo que hacen. La ecuación sería PARA QUÉ + CÓMO – QUÉ
    • Son capaces de conectarnos

Son ideas recogidas en la sesión inicial que más tarde nos sirvieron para compartir con el resto de las personas que fueron invitadas a un encuentro más abierta con este objetivo de definición de propósito evolutivo. Me gustan especialmente porque ayudan a aterrizar el ejercicio. 

Aquí tenéis el video de esta sesión compartida para la definición del propósito. Creo que destila muy bien parte importante del trabajo realizado. Miramos a la historia, le preguntamos y para definir las ideas que luego nos permitieron trabajar con el propósito en esta ocasión trabajamos en talleres paralelos de creación. 

Unas semanas más tarde elaboramos una propuesta de redacciones que contrastamos de manera colaborativa testando e incorporando claves que la hicieran más aterrizada y atractora. Colocamos estas definiciones en el suelo como si se tratarán de marcadores o referencias y nos situamos más cerca o más lejos de cada una de estas utilizando el espacio y nuestros pies. La pregunta con la que trabajamos ¿Cuánto de conectado me siento a esta redacción del propósito? ¿Que necesita modificarse en esta redacción para que sea un propósito más completo? ¿Que necesita la frase para que transmita con más fuerza el propósito compartido de esta organización? No pretendemos consensuar 100%, si recoger sentires que mejoren la redacción en fondo y forma. 

Estos son algunos ejemplos que Laloux recoge en su texto y que nos ayudan a atrapar el espíritu de esta redacción:

  • “Ayudar a los pacientes en el hogar a ser sanos y autónomos” Buurtzorg, organización de salud, Holanda
  • “Utilizar los negocios para inspirar e implementar soluciones a la crisis ambiental” Patagonia, minorista de ropa al aire libre
  • “Dos objetivos fundamentales: el primero es proporcionar un trabajo significativo en el área de hallencourt, una zona rural en el norte de francia donde el buen trabajo es raro, y el segundo es dar y recibir el amor de los clientes” Favi, fundición y empresa de ingeniería.

Y si la organización pudiera hablar ¿Qué diría de su propósito?

Escuchaba a Laloux en este video que os comparto a continuación sobre las técnicas y metodologías que puedan ayudarnos a trascender de miradas parciales. Nombra explícitamente la teoría U de Otto Scharmer. Ya sabéis que es el marco conceptual para procesos que más uso. Un proceso que nos conecta de una manera diferente necesita de un momento de vacío generativo y nosaber. Un lugar de MA. Permanecer presentes para que el siguiente paso no sea exactamente el que queríamos dar. Pernitir espacio a lo que emerge, un lugar donde mi intención está empapada de la realidad que va cristalizando y cogiendo forma. 

Hay algo en el trabajo que realizamos con las organizaciones de ayudar a volar. Estamos muy pegados al cotidiano, al detalle, a lo que queremos que ocurra, a lógicas de lo inmediato…

Cuando preguntamos a las personas por el propósito de la organización con facilidad nos responden con lo que a ellos y ellas les gustaría que fuera la orientación del colectivo para los próximos años. Sin descartar que en esa respuesta su rol profesional y su apuesta por lo colectivo son motores principales a veces perdemos la perspectiva de la propia organización. Como compartimos en el post anterior, no se trata de construir de la nada. tenemos toda la fuerza de la historia y de nuestra especialización. Una pregunta que uso con regularidad en este tipo de escenarios es esta:

Si esta organización pudiera hablar, ¿cómo definiría su propósito?

Es una pregunta que repito y si descubro que alguien habla desde su perspectiva se lo señalo. ¿Y la organización? ¿Qué diría de su propósito? ¿Que está llamada a realizar?. Incluso hay momentos en los que reservó una silla para la organización. La dejamos vacía y pedimos a las personas que cuando quieran hablar como organización se sienten en ella y antes de hablar esperen y piensen y sientan si esas palabras las están diciendo ellas o realmente es algo más compartido y colectivo. 

A veces también trabajamos con lenguajes más plásticos, más metafóricos. Hay detalles realmente importantes que solo se pueden atrapar de esta manera. 

Hay otro video donde contamos algo del trabajo que realizamos con NER group entorno a los pensamientos estratégicos. Cuando se comparta en su canal contribuiré a difundirlo. Mientras seguimos trabajando poco a poco generando más lugares y más lentos, que nos permitan conectar con lo que somos como organización y nuestros potenciales. Ante la incertidumbre que nos atraviesa más escucha, conversación, reflexión, líneas y propósitos compartidos, acciones que abran posibilidades y menos excel que pretendan doblegar la realidad.

Proyectos profesionales en presencia

Sigo afectado por el salitre. No se acaba de limpiar la sangre y quiero seguir disfrutando de esta infección de descanso. ¿Como haremos para seguir conectados? Algo así me preguntaba estos días a través de dibujos y palabras.

Comenzaba mi verano leyendo a Mike Boxham sobre trabajar desde la quietud. Me hacía mucho sentido. Si en ese momento lo tenia desde el cansancio, en este momento lo tiene desde el recuerdo de la vida conectada y la necesidad de ser más consciente de las decisiones que me conectan y las que hacen todo lo contrario.

Ya he compartido esta sensación. Cuando el personaje laboral es tan abierto como el que mantengo, lo que soy y dejo de ser como profesional cambia en función de los proyectos que acepto y los que rechazo.

No es fácil decidir. Los retornos y la retribución es clave cuando no hay dinero. Estos momentos no coinciden con inactividad. Yo no sé lo que es la inactividad laboral. Si sé lo que es tirar de un crédito mientras llegan los pagos. En ese momento, aunque haya un dinero que va a llegar, estas más inseguro y es difícil negarte. La necesidad y la debilidad abren los brazos. No siempre ayuda que el proyecto sea más lucrativo a medio plazo.

Leatrice Jackson blows a bubble balloon - Panama City Beach (más…)

#tecno_blandas o la organización tras el 15m

Mediados de Julio. Ya nos hemos bañado en el mar y el cuerpo ha comenzado a recordar. Le sobran centímetros de pantalón y citas en la agenda. Y a la vez mi cabeza bullendo de ideas que han comenzado a ser semillas de otras ideas y de algunos proyectos.

En esta transición aparece la oportunidad de aprender junto a Ideatomics y Colaborabora dentro de la escuela de verano de la UPV-EHU #tecno_blandas

Los que habéis trabajado conmigo, compartido momentos de conversación profunda o excavado en un par de textos en forma de posts en este blog creo que vais a disfrutar como yo de las lineas que vienen a continuación. Me gustaría que fuera un hilo propuesto por mi pero me limito a entretejer las frases de Amador Fernández-Savater que recogí durante unas horas en la sesión de apertura de este encuentro.

Confio en aportar algo al esquema que ha trabajado Txelu Balboa 😀

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Nos convocaba la organización como proceso. De una manera que cuestionaba la interfaz más clásica. Y conscientes de que estas palabras y propuestas se lanzaban desde un estrado por unas horas antes de las dinámicas más participativas. Para mi era una metáfora de la convivencia de dos maneras de acercarnos a la organización. (más…)

“SOY VERANISTA” A lomos de una tortuga II. REFLEXIONES VERANO 2025.

No recuerdo quién me lo dijo pero sé que lo he utilizado varias veces este año. Soy veranista. Hay personas más de navidades, otras de septiembre, primavera… mi momento favorito del año es el verano. Ya sé que no voy a contracorriente ni soy demasiado rupturista. 

Terminaba de leer estas semanas el libro de Parisi sobre los sistemas complejos, la ciencia y las metáforas que ayudan a construir modelos. Hay un capítulo donde se para a describir los procesos de creación y vuelve a recordarnos que junto a una exploración rigurosa, contraste de fuentes, experimentación y profundización en un tema, necesitamos, para lograr un salto en la investigación y creación de nuevas posibilidades, que nuestra mente divague, se pasee por otras realidades de manera abierta. En una pequeña conversación u observación relajada puede emerger la forma en las que, por ejemplo, ideas dispares pueden encontrarse. Steven Jhonson hablaba de “colisiones de corazonadas” en aquel libro que tanto nos gustó “Las buenas ideas”. 

El maestro Julen Iturbe acuñó hace años el neologismo “Trabacaciones” para hablar de este tiempo de descanso y actividad. En nuestra familia hace años que procuramos alargar este tiempo de descanso en verano aunque suponga mantener cierta actividad “laboral”. Cada año lo he llevado de una manera distinta y ha tenido que ver, entre otras cosas, con la carga y la exigencia. Este año ha sido más baja y me ha permitido conectar también con el placer de mantenerse activo en tiempo de descanso. 

Bajo mucho el pistón en julio y agosto. La lectura, los paseos, jornadas de playa, conversaciones con amigas, fiestas populares del entorno… tienen prioridad frente al resto. Y esto no me ha impedido leer algunos ensayos, escribir algunas notas, redactar un informe y adelantar parte del trabajo que me espera en septiembre. 

Me he quitado de Instagram en agosto. Todavía no soy consciente de lo que significa pero creo que es bueno y me ha permitido dedicar parte de ese tiempo para otras actividades.

Este estado de “descanso activo” o “actividad relajada” me gusta mucho. ”Vindicación de la vida holgada” subtitula Valls Boix su libro “El derecho a las cosas bellas”. Disfruto de esta suerte de duermevela. Cuando duermo ligero (o mucho) sueño y recuerdo lo que sueño. A veces me despierto con ideas que me parecen maravillosas. En algunas ocasiones son más bien ruidos que me impiden conciliar el sueño. En otras ocasiones las veo más como semillas con todo el potencial que pudieran germinar en diferentes formas y tamaños, solo con la atención adecuada. Suelen ser distintas maneras de contar algo que rumiaba hace tiempo. Posibles proyectos de futuro. Lugares donde me gustaría estar un tiempo el curso que comenzará dentro de unas semanas… Esto es para mi el verano: Vivir, soñar, registrar, rumiar, compartir… 

(más…)

Frases, tensiones y reflexiones tras la lectura del libro “Contra el desarrollo personal de Thierry Jobart

Quiero compartir algunas notas desde la lectura del libro escrito por Thierry Jobart, que se titula Contra el desarrollo personal y que publica la editorial Txalaparta.

Imagino que si el autor leyera mis notas las quemaría por apropiación y asimilación. Hago spoiler cuando traigo una frase del texto:  “El capitalismo procede según un modo de desarrollo dialéctico que le permite integrar la contradicción para apropiársela: él es la revolución permanente.” Yo lo hago en el contexto de abrazar mis contradicciones y viviendo todas y cada una de las tensiones. No es un salto de malabarismo exento de riesgos. Esta lectura me ayuda a poner atención en algunas claves e inercias en las que, desde el rol que ocupo profesionalmente, a veces puedo caer o contribuir sin conciencia.

Voy a apoyarme en algunas frases literales del texto y me voy a permitir una pequeña reflexión. No sin antes recomendaros ir al texto original y hacer vuestra propia digestión.

El autor desmonta piedra a piedra la literatura del Desarrollo Personal y las prácticas “buenrollistas” del acompañamiento personal y organizacional. Digo que con detalle aunque muchas veces usa material de demolición como cuando utiliza adjetivos como “especialistas de la felicidad”. Me gusta que comience reconociendo que “Es cierto que no todo lo que dicen es falso”. Continúa advirtiendo que “El problema es que a menudo se contentan con reformular, en una jerga sentenciosa y pomposa, todo lo que simplemente —y en el mejor de los casos— es sentido común.” Para apuntillar: “Es la ventaja de una buena formación intelectual: se puede hablar de manera brillante de cualquier cosa usando clichés.”

Me gusta la idea de ser “profesionales del sentido común” a años luz de esa idea de “especialista en felicidad” aunque es un dardo que me llega. La gestión del conflicto es el contexto en el que desarrollamos una buena parte de nuestra actividad. Necesitamos dar un lugar al malestar sin saltarlo, obviar ni aplacarlo. Se trata de dar espacios de encuentro para conversar, compartir mapas sin correr a buscar soluciones mágicas y construir acuerdos que nos permitan continuar trabajando. A veces se trata solo de dar los espacios y esto parece sencillo, de sentido común. 

Más adelante y denunciando a un autor que ha construido un personaje realmente arquetipo de todo lo que el texto denuncia, Robbins (Si no te ríes a carcajadas, o te quedas congelado por su exageración, con “No soy tu Gurú”, este no es tu libro), nos escupe “Todo esto, o realizado como una gran misa, con muchas bromas y gesticulaciones, desde un arte exasperante por estar permanentemente en escena.” La construcción del personaje y la energía invertida en la seducción daría para un libro. El equilibrio entre cuidar la ritualización necesaria para el impacto y la desnudez que permite estar presente, conectado con la experiencia, necesidades y deseos (que pudieran ser reivindicaciones) es clave. 

Y es aquí donde describe la tensión que atraviesa toda experiencia de colaboración “Es simple, es hermoso, es falso. Inmediatamente percibimos la paradoja que reposa en dos afirmaciones contradictorias: ser autónomo y querer crear vínculos.” Este es el foco de nuestro trabajo. Confieso que a veces nos escoramos hacia la responsabilidad personal y esto a veces suena a culpabilización y a otras a esto del “tu puedes”. (Trabajar en el círculo de incidencia decía Covey y Belen Gopegui le dedicaba unas páginas en otro texto que hay que leer en estas lógicas de revisión crítica). “Ahora, siempre hay algo que hacer, una solución que encontrar, al igual que siempre hay un responsable de lo que pueda ocurrir.” escribe.

Otras veces también exageramos el poder de los patrones, las estructuras y la complejidad. Escribiendo este post camino por lugares de frontera y sutileza tengo la sensación que una determinada redacción de una frase me puede llevar a caer un por una ladera o por la otra. Creo que es una sensación muy real y, diría, que necesaria. 

En esta necesaria adaptación de lo individual a lo colectivo y viceversa denuncia las estrategias que invitan a “No reconectarse con su (nuestro) ‘yo profundo’, sino hacerlo más maleable, para lo que se espera de él”. Y continua “Por un lado, está nuestro Yo (en mayúsculas), suficientemente plástico como para que, al ejercerlo, podamos hacerlo cambiar y evolucionar. Y, por el otro, nuestro cerebro”. 

En este momento el autor trae al último grito en el desarrollo personal, la Neurociencia. “Ahora, en el mercado de las verdades, la hegemonía es ejercida por las neurociencias.”

Sobre las identidades líquidas, la plasticidad y la invitación a cambiar en lugar de profundizar volverá más tarde. Antes nos recuerda el para qué de estos relatos. Para que la eficiencia y al servicio de quienes. Os recuerdo que traigo aquello que me tensiona. Entended por tanto que detrás de estas frases literales descubro valor y además necesito seguir profundizando y contrastando con otras ideas que también siento importantes y que igual son contradictorias. Sumo un par de párrafos para comprender la denuncia que hace el autor en relación a los efectos y objetivos detrás de este management con el que colaboramos. 

“Según Adam Smith, el trabajo libre es más rentable que el trabajo de los esclavos. De hecho, estos últimos tendían a carecer de motivación.” (…) “olvidarse del management por la coacción y dar lugar al management con la confianza. ¡Yupi! Hay resultados evidentes en la productividad y en la calidad de compromiso del personal. Hay menos bajas médicas, menos absentismo, menos rotación de personal y, por lo tanto, mejores resultados económicos.” (…)  “Aquí, el uso de una simplicidad bíblica: si le anuncia al trabajador que se le confía un proyecto, si le asigna un objetivo y magnánimamente se le otorga toda la autonomía que requiera para lograrlo, puede reformular las cosas a su manera (incluso es deseable que lo haga, con el fin de apropiarse completamente del proyecto), a sentirse más responsable de su éxito. En teoría, es la obligación del logro. Sin embargo, sería imprudente llevar este estímulo a la autonomía hasta dejarle decidir sobre el objetivo. Eso sería pasar de la confianza a la ceguera.”

Hace tiempo que encadeno lecturas que sostienen esta perspectiva crítica al trabajo que desarrollamos en el acompañamiento a organizaciones desde la formación, consultoría y esto que cuesta ya nombrar; “coaching”. Lo hago espoleado por una reacción personal a las “Tazas wonderful” y al buenrollismo. No comparto esa mirada, me mantengo alerta y la combato. He sufrido, por ejemplo, los mensajes de ánimo cuando no tocaban. 

Queriendo profundizar en una práctica que de manera insistente quiere seguir bebiendo de la Teoría General de Sistemas, procuro comprender los mecanismos detrás de todo lo que se alía para que las cosas permanezcan como están (a pesar a veces de nuestro sufrimiento). Me he encontrado a colegas y clientes que desconfían del enfoque centrado en soluciones, por ejemplo, y su apuesta por los recursos y lo que funciona. Para mí es una perspectiva que avanza desde una comprensión compleja de la psicología social y en la que quiero seguir profundizando. No me olvido de las críticas y la necesidad de evolucionar en el malestar.

Resumamos: Hay una tensión entre el yo y el nosotros, la identidad es algo adaptable, está en nuestras manos movernos y “el capital” ha descubierto que es más rentable seducir que obligar. 

Jobart continúa bajando a tierra esta suma de tesis: “De ahí que la personalidad misma del trabajador se haya convertido en un problema, y que el desarrollo personal desempeñe un rol en la empresa.” (…)  “Las empresas organizan formaciones idóneas o recurren a formadores, consultores o coaches que juegan el rol de mercenarios.” (Sabe qué palabras usar para que duela) “Por supuesto, en ambos campos, privado y profesional, no se trata de obligar, sino de incitar, sugerir, persuadir. La obligación es externa, impuesta desde fuera; la necesidad puede ser interna y aparecer como emanando de uno mismo.”

Habla de la noción de empowerment, de empoderamiento, término utilizado en los años 70 en un contexto de luchas feministas y sociales, reciclado, y manipulado, en un sentido diferente por el management. Me parece muy interesante cómo evoluciona en el pensamiento del crecimiento profesional como una especie de especulación o venta de uno mismo permanente. Como si hubiera que invertir en el potencial para seguir siendo. Une, como no pudiera ser de otra manera, esta tensión con el cansancio y el deterioro. Creo que hay ideas interesantes a tener muy presente en esta aproximación. “Ahora todo es capital: se invierte en su vivienda (que debe revalorizarse y revenderse con pluralidad), sus estudios, sus relaciones sociales y, por lo tanto, en sí mismo, desarrollando sus competencias y empleabilidad. (…) Como muestra el filósofo Michel Feiger, nos hemos convertido en ‘invertidos’, es decir, ‘proyectos que tratan de hacerse apreciar’. (…) Entonces conviene fabricar un yo, una identidad que convenga a los inversores. El desarrollo personal es una ayuda para este proceso.”

Necesitamos revisar esta realidad y ver cuánto de lo que hacemos contribuye a esta locura. Nuestras conversaciones en Redes Sociales aumentan esta realidad. La siguiente sentencia me parece espeluznante: “De ahora en adelante, el régimen que se impone es el de la coincidencia de uno mismo, lo ilimitado del deseo y la inmediatez de su satisfacción.”

Rumiar durante un rato esta idea creo que puede ser un buen ejercicio como rutina. Conecta con el texto de Gopegui y otro maravilloso que es “No seas tu mismo” de Eudald Espluga. De lo que aprendí con Espluga me gustaría escribir algún día. 

Imagino que aquí hay algo de escribir sobre lo que escribo o hablar sobre lo que hablo. Me dedico a esta industria del management. Necesito estas lecturas. Creo que necesitamos conversar con otras maneras de entender lo que está en evolución. No se trata de dar espacio al terraplanismo. No escribo ni pierdo el tiempo sobre lo que no tiene sentido. Soy consciente de que las perspectivas sobre los temas importantes son muchas y diversas. Necesito, necesitamos, ir a este gimnasio. Este es el lugar en el que construimos nuestra capacidad de atención, alerta y pensamiento crítico. Dice el autor terminando la obra: “El sentido crítico no se enseña en ninguna parte. La participación en el desarrollo personal profesional sin duda irá creciendo, al igual que lo políticamente correcto y la intolerancia frente a todo lo que no reproduce lo idéntico.” 

Me pregunto sobre cómo seguir facilitando espacios seguros donde entrenar estos músculos. Defiendo que la apertura a otros marcos y la construcción de modelos mentales que dialoguen con las realidades e incluyan otras perspectivas nos ayuda personal y colectivamente. Pero quizás incluso esta es una idea que debo de soltar. 

Y termina Jobart situando este debate en su contexto. En nuestra sociedad y planeta. Porque nuestro trabajo es uno con la deriva y el futuro de lo que construimos juntas. “Mientras la creencia en recursos ilimitados nos siga llevando al caos, será la misma visión del mundo, individual y envuelta en malvaviscos, la que vacíe nuestro imaginario. Solo hay una cosa para crear otra: el tiempo. Justamente es lo que nos va a faltar.”

Vuelvo a escribir y utilizar mi blog para sistematizar algunos aprendizajes, compartirlos y seguir conversando. ¿Cómo te suena esto que comparto?

La fantasía de mejora por amputación

Este post se publico en el blog de Emana Formación el 22/06/22

Hace unos días, hablando de los equipos y de su eficiencia en el marco del Programa de Coaching de Equipos, mencioné la fantasía de mejora por amputación«¿Podrías explicar mejor qué hay detrás de esa idea?», me preguntaron. Aquí va la respuesta.

Cómo nace la idea

Recuerdo cuando escuché hablar por primera vez de la campana de Gauss como la gráfica resultante a las preguntas que realizamos a nuestros equipos.

Esta metáfora hace referencia, según Wikipedia, “a una de las distribuciones de probabilidad de variable continuaque con más frecuencia aparece en estadística y en la teoría de probabilidades”.

Solemos recurrir a la imagen para responder a la frecuencia con la que nos encontramos personas implicadas, motivadas, comprometidas… en los equipos o empresas.

Si nos preguntan, por ejemplo, cuántas personas están comprometidas en un equipo podemos responder evocando la metáfora de la campana:

  • en el extremo izquierdo de la campana habrá un porcentaje mínimo que decimos que no está muy comprometida;
  • en el extremo opuesto, a la derecha, otro porcentaje mínimo que tendrá un compromiso muy por encima de la media.
  • Y en el centro, formando esa campana, tendremos a la inmensa mayoría con un nivel de compromiso medio.

¿Qué tiene que ver la campana de Gauss con “la fantasía de mejora por amputación”

Nuestra manera habitual de mirar a los equipos y organizaciones puede estar relacionada con esa imagen de la campana.

Y con esta idea en nuestra cabeza, podemos correr el riesgo de poner el foco en las personas del extremo derecho de la campana, más alineadas con nuestra idea de producción, más motivadas, etc. A veces, cargamos tanto peso en ese lugar que esas personas dejan de ser tan eficientes y apasionadas.

Un ejemplo lo encontramos en políticas salariales que —reconociendo mediante incentivos económicos ese plus que aportan algunas personas— acaban por desplazar la motivación intrínseca a extrínseca haciendo mermar la primera.

La fantasía de la amputación

En ocasiones, nuestro foco lo ponemos en el porcentaje mínimo que está menos comprometido, o menos motivado o menos alineado. La parte izquierda de la campana. E invertimos nuestras energías en activar, mover y cambiar a las personas más “desconectadas”.

Aquí corremos el riesgo de pensar en “amputar” esa parte de la campana menos eficiente.

¿Y qué sucede? Que& es una fantasía.

Con esta atención corremos el peligro de poner en marcha estructuras y dinámicas de control para que ese porcentaje mínimo mejore, actuamos sobre él para querer “eliminar” esa parte

Y esto puede tener varias consecuencias.

  • Por un lado, nuestra energía y acción deja de estar orientada a los potenciales perdiendo oportunidades.
  • Por otro lado, las estrategias de control suelen despertar respuestas de defensa y consolidación de identidades que no nos interesan reforzar.

Además, —siguiendo con la imagen de la gráfica—, quienes se encontraban en la parte izquierda de la curva desaparecen, otros se desplazan para ocupar su lugar. Es decir, quienes estaban en el centro se desplazan hacia la izquierda y, de nuevo, nos encontramos con la campana completa.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Volviendo a la curva con la que comenzamos este post, la invitación es a desplazar la gráfica entera a valores más altos.

Podemos mirar al equipo y la organización como un colectivo diverso que contribuye a un propósito compartido. Podemos mirar a todas las partes como necesarias y a la suma de relaciones como el pegamento que hace única nuestra propuesta.

Desde esa mirada sistémica, podemos seguir haciendo palanca en todos los potenciales de las personas independientemente del lugar en el que se encuentren en esa imagen de la campana.

Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones

Este post se publicó como articulo en junio de 2019 en el número 73 de la revista Mosaico. Tenía pendiente su publicación en el blog. Este es un tema que me interesa y quiero seguir profundizando.

“No hay fronteras, creedme, no hay civilización y del otro lado bárbaros: existe únicamente el borde de la mutación que va avanzando, y que corre por dentro de nosotros. Somos mutantes, todos algunos más evolucionados, otros menos: hay quien está un poco retrasado, hay quien no se ha dado cuenta de nada, quien todo lo hace por instinto y quien es consciente, quien hace como que no lo sabe y quien nunca es consciente quien hace como que no lo sabe y quien nunca lo va a comprender, quién clava los pies en el suelo y quien corre alocadamente hacia delante. pero estamos ahí, todos nosotros, a punto de emigrar hacia el agua. (…) el destino incierto y la esquizofrenia irrevocable de los primeros mutantes es el mandato, jovial, que nos aguarda”

Alessandro Baricco “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”

Puerto Rican Boys Playing Softball in Brooklyn’s Hiland Park … 07/1974

Introducción: Tiempos de paradoja

La sensación es la de vivir en tiempos de paradoja. Escribe Baricco “esquizofrenia” (“Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”) y hay algo de ésto en el ambiente. Las crisis económicas han roto la fantasía de crecimiento lineal y la función controladora de la realidad de los ejercicios de planificación. La digitalización y la conectividad nos colocan en la posibilidad de aumentar la realidad que vivimos como cotidiano con una capa de interacción y acceso a información cómo solo la ciencia ficción había podido describir.

Con la capacidad de ver las conexiones invisibles, acceder a la complejidad con el gesto de un “click”, acceder a una mirada y la complementaria, y la contraria. Continuar fijado a una única perspectiva de la realidad es un ejercicio que implica tozudez o rendición ante la infoxicación y la decisión de seguir banderas. 

Tiempos de incertidumbre. De transición. Todavía conviviendo con cierta esperanza de encontrarnos en un salto entre estabilidades y teniendo la sensación que será tan largo el trayecto que la vida tiene más de desequilibrio que de equilibrio. Y ésto, para el modelo que elegimos para conversar con la realidad (la perspectiva sistémica), tiene sus implicaciones. 

En este texto buscamos comprender el momento actual, las demandas que se contradicen y las posibles estrategias de un operador de cambio en organizaciones profesionales. 

La paradoja como demanda

Las personas, organizaciones y comunidades que acompañamos se desarrollan en este contexto en mutación. En esta vivencia de transición los mensajes mezclados, ambiguos, contradictorios y paradójicos están muy presentes.

Las organizaciones quieren que sus trabajadores y trabajadoras sean más responsables y libres, a veces haciendo lo que sus jefes necesitan y quieren. En un tiempo donde la palabra “laboratorio” sirve de apellido a muchos proyectos impulsados por instituciones públicas y privadas, las lógicas” políticas” necesitan protegerse de los riesgos y cualquier atisbo de vulnerabilidad. 

El nuevo “Sé espontáneo” es el “Experimentemos acertando” o el “Siéntete libre de obedecer”. 

Las nuevas y viejas paradojas comparten, desde mi opinión, algunas pautas:

  • Detrás de estas construcciones hay realidades. Quien así se expresa vive la tensión de la dos partes de la frase. Intuye algo importante en las nuevas maneras de hacer y relacionarse y aún se siente atrapada en la anterior. Necesita construir frases donde las dos partes de esta realidad tengan lugar.
  • La pauta de relación con la que nos conectan es muy probable que sea parte de un patrón más global y repetido. Están contándonos su manera de relacionarse. Estamos accediendo, sin que sean conscientes, a una información más profunda. Nos conecta con una hipótesis si la percibimos como un síntoma. 
  • Nos congelan. En el primer momento no sabemos a cuál de las dos partes de la frase responder. Desde la lógica decimos o una cosa o la otra. El impacto es la rigidez. Un doble vínculo que nos paraliza y hace pensar que no somos capaces. Nos bloquean. No sabemos a cuál de los dos mensajes contradictorios debemos de atender. Es imposible acertar, siempre lo haremos mal.
  • Y luego, repetidas, las solicitudes paradójicas nos vuelven locos y locas. Nos lanzan a una trampa de la que solo podemos salir cuerdos cogiendo distancia.

“Toda la frontera real es difusa. Toda la frontera inventada es nítida”

Jorge Wagensberg

Boy at Bat in a Softball Game in Hiland Park of Brooklyn … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la lógica

Este juego es, a veces, parte de la encomienda que recibimos como facilitadores de procesos de cambio. Nos piden una cosa y la contraria. 

En este lugar hay una magnífica oportunidad de realizar una primera intervención en la aclaración de la demanda. Hacer explícito este mensaje doble nos puede ayudar a entender mejor las dos partes de la solicitud. 

Revelar el juego también normaliza la paradoja en el contexto de las tensiones sociales, organizacionales y personales. Y, además, ayuda a entender cómo, a veces, teniendo muchas consignas de por dónde deberíamos de avanzar no lo hacemos. Comprender las contradicciones es una manera de atender a las tensiones clave en la organización. Lo que nos permite avanzar. Atender la necesidad tras lo que llamamos “resistencia” y situarlo como parte del objetivo/reto.

En algunos proyectos esta primera definición, antes del comienzo del proyecto o en sus primeras fases, ayuda a todas las partes implicadas a entender mejor lo que ocurre y puede ser la intervención más liberadora y clave del éxito del resto de acciones. 

Otra intervención en el marco de la lógica tiene que ver con acompañar en la definición de frases, peticiones y objetivos que puedan rescatar aspectos de ambas necesidades y puedan ser más claros, integrados y matizados. En el ejemplo de “Experimentar acertando” sería interesante plantear qué significa “experimentar” y qué “acertar”, qué miedos pueden estar detrás, cuáles pueden ser los límites, dónde debemos de protegernos y dónde podemos probar a hacer nuevo,… 

En este contexto se revela especialmente interesante el ejercicio de dibujar los límites. En procesos donde la creatividad es clave hay personas que mantienen la importancia de volar libres sin obstáculos. Nuestra experiencia nos dice que definir en el comienzo estas líneas rojas permite definir, paradójicamente si me dejáis hacer el juego fácil, todo lo que queda fuera de lo prohibido y por tanto es pertinente y está permitido cuestionar y evolucionar.

Explicitación, normalización de la tensión, defensa ante los mensajes que nos bloquean, tangibilización de los miedos/límites y formulación más clara e integradora de las demandas.

Enfoque centrado en solución

Otras veces, y en ese primer momento, levantamos el dedo y afilamos una ceja para pronunciar la frase: “Resistencia al cambio”. Caricaturizo la situación porque tengo la sensación de que, a menudo, nos colocamos en el lugar del detective que busca síntomas y patrones. Creo que a veces contribuimos a fijar algunas dinámicas del problema y nos cuesta colocarnos en itinerarios de exploración de soluciones. Nos declaramos personas expertas en dinámicas y eso mismo acaba hipnotizandonos. Un enfoque centrado en soluciones se aparta de una construcción épica de nuestra función. Escribía Steve de Shazer; “Es un trabajo duro el ser simple”. 

Lo que fue problema se disuelve como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Otro ejercicio contraintuitivo. El cambio a veces pasa por no contribuir con nuestras palabras a hacer más presente y rígido la vivencia negativa. Desde el lugar que me corresponde en esta relación no invierto más energía en excavar más en búsqueda de las raíces.

Además entramos en un terreno donde es pertinente recordarnos la necesidad de desenfocar del detalle y los contenidos para conectar con la totalidad y el sistema. Cuando trabajamos desde esta perspectiva lo relevante no se mueve en el mundo de los contenidos y las decisiones. Allí nos perdemos. Necesitamos entrenar nuestra manera de escuchar. Comprender la estructura. Si escuchamos el contenido trabajamos con el contenido. Una solución no es un contenido, es una manera de acceder a los recursos, de aumentar la perspectiva. 

Aceptación como estrategia para el cambio 

A veces en el trabajo con equipos nos topamos con una inversión importante de energía en la defensa de lo que somos. Nos sentimos amenazadas por información más o menos fiable, que está más o menos decidida. Son equipos que están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver o admitir. Y como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y en las siguientes negociaciones deciden protegerse y poner límites a su implicación y entonces dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adaptativas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, compañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, las organizaciones,…

Se trata de la defensa como estrategia inconsciente de construcción de la realidad que temíamos. Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a explorar los límites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las dinámicas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. Rescatando nuestros potenciales desarrollados con anterioridad y en el tiempo presente para avanzar hacia futuros que emergen.

Young Man with His Leg in a Cast in Hiland Park of Brooklyn New York City … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la paradoja y la contraparadoja

Y dando un paso más, y como exploraban en la escuela de Milán, cuando la paradoja se parece a la frase: “¡Cámbianos sin cambiarnos!”- ¿Cómo es hoy la actualización o concreción de aquellas intervenciones contraparadójicas del estilo: “¡Sólo podemos cambiaros con la condición de que no cambiéis!”-

A veces probamos con este tipo de formulaciones. No son muy habituales en el contexto de la empresa. Yo las utilizo con más naturalidad en el “setting” de coaching individual pero, también a veces, me doy el permiso en contextos formativos o de acompañamiento a equipos.

Hay en el trabajo de acompañamiento en el contexto laboral, y desde mi experiencia y perspectiva, una cultura de la escucha y la conversación más “instructiva”. El marco es el de la lógica y la hipótesis que, una vez descubiertas las dinámicas, podemos compartir nuestra visión como expertos externos y las personas comenzarán a desenredar sus nudos. El foco es la funcionalidad y las claves en el acompañamiento son el respeto y la certeza de una capacidad limitada por nuestra parte de incidir en la realidad. Lanzamos las preguntas y las personas conectan con sus recursos. 

Utilizamos el lenguaje del cambio y las estrategias, permitidme la expresión, más contraintuitivas, cuando la sensación es de bloqueo, de malestar en el estancamiento, cuando diferentes datos nos reafirman en nuestras hipótesis y las estrategias más lógicas no acaban de aportar movimiento a la situación.

Considero que esta manera de provocar cambio sirve como marco en el trabajo desde estrategias más verbales, incluyendo también otras maneras de hacer en el terreno del psicodrama, la metáfora, las esculturas o las configuraciones espaciales. 

Cuatro ideas en relación a esta manera de intervenir:

  • Aceptar la defensa de una creencia como manera de formular la realidad, es una buena manera de contribuir a su cuestionamiento. Pelearnos levanta las murallas. Aceptar ayuda a bajarlas. De una manera estratégica y también profunda, entendiendo que hay algo importante que está debajo de la superficie que no hemos sido capaces de escuchar aún y que, quizás, hemos irritado antes de tiempo. 
  • Aliarnos con las personas que traen esta información y declaran su intención de permanecer viendo la realidad de una manera diferente al resto de personas, incluidas el facilitador. Pedimos a estas personas que no cambien de lugar. Que permanezcan protegiendo esta idea. Les necesitamos para traer una información valiosa para el sistema que, de otra manera, perderíamos. 
  • No está en nuestras manos la solución. Nuestro foco no está en el contenido. No focalizamos en los resultados, allí nos perdemos. Los conflictos no son el hecho. Son la manera en la que nos relacionamos con el hecho. El encuentro es siempre un proceso, no es un estado. Es posible que se quede congelado, pero es un proceso. Se trata de hacer fluir algo que se congeló. Nuestras intervenciones buscan hacer más líquido lo que quedó solidificado.
  • Una trampa a la trampa. Y ésta la conocemos bien porque hay mucha literatura. En algunos casos de batalla más abierta con el facilitador, lanzar un mensaje como : “No cambies” coloca a la persona en otro dilema diferente. Si sigo manteniendo esta posición, hago caso al facilitador y si no le hago caso, cambio mi posición. 

Hay muchos puentes aún por explorar entre el mundo de la psicoterapia y la consultoría sistémica. El reto sigue siendo importante. En tiempos de mutación, de transición y de paradoja, necesitamos de otras palabras, de otros lenguajes. Lenguajes de cambio. 

Bibliografía

  • Bateson, G (2011) “Espíritu y naturaleza” Ed Amorrortu
  • Ferrari, E (2017) “Solucionar conflictos” Ed. Ferrari Media
  • Garcés, M (2017) “Nueva Ilustración Radical” Ed. Anagrama
  • Hudson, W (1993) “Raíces profundas: Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson” Ed. Paidos Terapia Familiar 
  • McDermott, I, O’Connor, J (1998) “Introducción al pensamiento sistémico” Ed Urano
  • Nardone, G (2010) “Problem Solving Estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles” Ed. Herder 
  • Sparrer, I. (2007) “Enfoque centrado en solución en constelaciones sistémicas” Ed. Herder 
  • Von Schlippe, A, Schweitzer, J (2003) “Manual de terapia y asesoría sistémicas” Ed. Herder
  • Watzlavick, P (1967) “Teoría de la Comunicación Humana”  Ed. Herder

ABeCedario sistémico con Emana

Si aún no has visto el video que abre este post dedícale unos segundos. No es nada y es todo. Puro “work in progress”. Maria pregunta, Iker graba y Jhonny edita. Yo oscilo entre la claridad, la certeza, la duda y el balbuceo.

Cada vez que facilito un espacio formativo para acercarnos a la mirada sistémica y sus implicaciones en el acompañamiento a organizaciones modifico la propuesta. Y ahora cada una de las personas que habéis leído esta última frase estáis conversando con vosotros mismos sobre vuestra propia vivencia creyendo que lo hacéis conmigo: “¿No podrá standarizar de una vez su propuesta?”, “Ese es el problema de leer tanto. Le convendría dejar de complejizar algo que no es tan dificil”, “Tener como objetivo la integración de perspectivas tan diferentes no puede ser sencillo”…

Hace tiempo leía y compartía que hoy la palabra “sistémica” se ha convertido en una especie de test proyectivo. Teoría general de los sistemas sociales, Terapia Familiar Sistémica, Teoría General de Sistemas, Constelaciones, …

Quizás lo que a mi me ocurre también es una proyección. Cada vez que me acerco a la tarea soy un poco diferente, puede ser que el marco con el que cruzamos la propuesta para llegar a un foco varía y hay que adaptarse, en este ejercicio de exploración continua encuentro matices nuevos y las quiero incorporar en mi compromiso por compartir mis últimos aprendizajes, creo que es una mirada compleja y necesito mejorar la didáctica, …

El año pasado llegué al mes de Diciembre con ganas de descansar. Navegando por twitter, como quién abre las velas sorprendiendose por las rachas de viento, me encontré una invitación de Ramón Besonias a un nuevo reto: “Dibujemos una letra al día durante el mes de Enero”. #Dibucedario le llamaron. Dibujar era una buena opción para descansar. Compré un cuaderno y dos rotuladores. Comencé con varias letras recordando las horas que dediqué en mi adolescencia a copiar el muestrario de Letraset de mi tío y luego busqué un hilo conductor. Lo hago siempre que cuento algo, como encontrar las fotografias para el powerpoint. Como cuando quiero transmitir algo que es difícil atrapar con las palabras.

Juego, descanso y exploración. Decidí permitir cruzar el dibujo con esta pregunta que me atraviesa de manera permanente sobre aprehender y compartir una mirada que a veces descubro como contraintuitiva; la mirada sistémica.

Cuando nos reunimos con el equipo de Emana a grabar un par de videos para contaros que este año proponemos un taller de Mirada Sistémica, trabajo con Figuras y Desarrollo Organizacional en Barcelona surgió la posibilidad de hacer algo más. ¿Y si grabamos el Dibucedario? Y de esta manera fuimos grabando pequeñas píldoras sobre un juego de exploración que todavía estaba inconcluso.

Y le hemos dado forma. Editado, cortado, pegado, postproducido. Vais a encontrar en este curso un listado de conceptos vinculados con la mirada sistémica y explicados con mis palabras. Una propuesta incompleta como jugaba a corregirme en el video.

El próximo lunes abrimos el curso gratuito en el aula virtual de Emana.

https://emana.net/abecedario/ Durante la semana del 25 al 29 de marzo os enviaremos un vídeo diario en el que compartiremos nuestro Abecedario Sistémico abierto a vuestras aportaciones.

Os contaremos y escucharemos. Estoy seguro de que fruto de este juego vamos a ampliar este glosario. Prometemos afinar la escucha para explotar el saber colectivo. Ya sois más de 350 personas las que os habéis apuntado a este juego. Queremos llegar a más personas. Se trata de un pequeño ejercicio de Inteligencia colectiva.

Estas son nuestras palabras ¿Cuáles son las vuestras? ¿Cuales vuestras definiciones?

Nos vemos solo en unos días.