Notas sobre usos de la Inteligencia Artificial en mi vida profesional: Las reflexiones también son para el verano

Este post es una suma de 10 publicaciones parciales que compartí en Linkedin entre finales de julio y comienzos de agosto de 2025. Hoy terminando este mismo mes ya he incorporado la lectura de varias perspectivas que modificarían algunas de las ideas que compartí. 

Cada nota generó su conversación y os invito a que buceeis en ellas y sigais construyendo conocimiento desde el diálogo. 

Escribo para esto, para seguir indagando en la práctica y en las tensiones que esta me genera. Reuno todas estas ideas en un único post para que sean más accesibles y volver a ellas para descubrir los itinerarios y los relatos que voy construyendo en el directo de este trastear con la Inteligencia Artificial Generativa.

En los últimos meses he ido experimentando con diferentes usos de diferentes herramientas de lo que se ha venido a llamarse Inteligencia Artificial Generativa. Siempre he sido un trasteador en esto de lo digital y un poco ciberoptimista o ciber iluso. Cuándo miro a mi actividad en Redes Sociales y mis esperanzas creo que estuvieron ajustadas hasta un momento y que luego quizás me faltó perspectiva crítica para hacerlo mejor.

Voy a compartir una serie de textos que buscan compartir mis prácticas, reflexionar sobre mis experiencias y construir músculo en un mejor uso de estas posibilidades incorporando una mirada crítica. No pretendo hacer análisis profundos ni aportar guías de uso. Son algunas notas desde la experiencia. Cada nota procurará enfocar un uso o una rutina concreta y trataré de compartir no solo qué hago, sino también cómo lo hago, qué dudas me genera y qué precauciones tomo. 

Con la intención de abrir conversación, y quizás de acompañar también los recorridos de otras personas u organizaciones que estén explorando estas herramientas. 

Nota 01 sobre usos de IA generativa: Grabar notas, transcribirlas y pintarlas para aumentar la escucha y estructurar ideas y conversaciones.

Una de las primeras reflexiones que quiero compartir tiene que ver, precisamente, con esto mismo qué estoy haciendo ahora: utilizar una inteligencia artificial para atrapar y dar forma a ideas. En los últimos tiempos, he ido incorporando una rutina que combina mi forma tradicional de tomar notas con el uso de herramientas generativas. Me gusta tomar notas a mano, en papel, especialmente durante videollamadas o conversaciones telefónicas. Ahí hago un esfuerzo por escuchar activamente, por recoger lo que se dice y también por recoger cómo me lo cuento a mí mismo, cómo lo espejo. Esa manera de parafrasear, de hacer de espejo en directo, la intento trasladar también al plano documental.

Lo que hago habitualmente es leer esas notas en voz alta y grabarlas. A veces utilizo una aplicación de grabación específica, otras simplemente dicto el contenido con la herramienta de voz a texto de Google Drive. A partir de ahí, si he usado la app de grabación, paso ese audio por Whisper (gracias infinitas Asier Amezaga por recomendarme la herramienta) para obtener una transcripción bruta. Si he dictado directamente al Drive, tengo ya ese primer texto.

En cualquiera de los dos casos, el siguiente paso suele ser trabajar con GPT u otras herramientas para mejorar, revisar o transformar ese contenido. Esta parte es clave. A veces, lo que necesito es que el texto tenga forma de acta. Otras veces, que adopte la estructura de un correo electrónico. Depende del uso que quiera darle al documento. 

Pero en ambos casos, me interesa que el tono sea fiel a cómo pienso y me expreso. Y aquí hay una tensión: cuando le pido a GPT que imite mi estilo a partir de otros textos que le he proporcionado, no me gusta el resultado. No me gusta cómo me copia. Por eso, procuro hacerlo de forma más artesanal, ajustando yo mismo el tono y la forma del texto una vez generado.

Otra cosa que he probado es jugar con la aplicación para que vaya aprendiendo conmigo. Modifico algunas palabras, corrijo ciertas frases y observo si va interiorizando matices o giros que uso habitualmente. No siempre ocurre, pero es un campo que sigo explorando.

En resumen, esta primera rutina que comparto tiene que ver con cómo combino una práctica analógica —tomar notas en papel— con un proceso digital que incluye grabar, transcribir, limpiar y dar forma al contenido con ayuda de herramientas de IA. No tanto para que la herramienta me sustituya, sino para que me ayude a ordenar, clarificar y transformar lo recogido en algo compartible. Manteniendo siempre una actitud activa, de intervención, de contraste y de cuidado en el tono.

Nota 02 sobre usos de IA generativa: Explotar datos y redactar informes: intuiciones, limitaciones y contrastes necesarios.

Otra de las maneras habituales en que utilizo IA generativa es para trabajar con información y extraer conocimiento de textos ya escritos. Cuando me acerco con materiales propios, tengo la sensación de que puedo controlar mejor el proceso. Si son textos cortos y con información muy situada, el resultado suele ajustarse mejor a lo que busco. Pero cuando le pido a la IA que trabaje con información más amplia o diversa, aparece con fuerza su faceta generativa, y ahí es donde surgen algunas precauciones.

Una de las cosas que he aprendido es que puede ofrecer respuestas o resultados muy distintos sobre un mismo material. La manera en que organiza, prioriza o resume cambia de una vez a otra. De alguna forma es lo que nos ocurre como humanos cuando nos acercamos a un ejercicio de estas características. Tengo un acercamiento doble a este fenómeno: 

  • Por un lado relativizo la idea de que haya una única forma correcta de “explotar los datos”. El contenido está, los patrones se señalan y, si lo hacemos bien, se trata de descripción ordenada de una manera u otra. Me ha ayudado a soltar la idea de control absoluto. 
  • Por otro lado me despierta desconfianza, inseguridad y la necesidad de desarrollar una práctica de contraste sistemático. Y ese contraste lleva tiempo. No se trata solo de leer lo que genera, sino de cotejar si eso que ha resumido o listado realmente aparece en los documentos de origen. Porque, si no estás atento, la herramienta “alucina” (Sobre esto os comparto en otra nota)

Otra idea más. Me ha ocurrido en algunas ocasiones que con los proyectos guardados y anidados (usando la opción de algunas IAs de generar carpetas por proyectos que es muy útil) y cuando la suma de prompts o solicitudes se acumula, la herramienta se bloquea y comienza a dar fallos. Me ha funcionado salir de ese proyecto y comenzar en uno limpio. Además en la medida de lo posible, como explicaba antes, troceo los textos.

Y, por último, algo que me funciona especialmente bien es trabajar al detalle una parte del texto y usarlo como referencia. Trabajo mucho una parte del texto, cuido las extensiones, la forma, el tipo de preguntas, títulos, listado… y cuando me gusta el resultado lo propongo como modelo para el resto del texto. Esto es valioso en aquellos documentos con estructuras recurrentes.

Nota 03 sobre usos de IA generativa: Sobre las alucinaciones.

Recuerdo especialmente un momento al principio de mis exploraciones, cuando le pedí a GPT una lista de libros de un autor que yo conocía muy bien. Me sorprendí al ver varios títulos que no reconocía. Mi reacción fue pensar que quizá me estaba perdiendo algo. Pero no: eran invenciones. Y ahí comprendí que este tipo de herramientas no están diseñadas para parar o decir “no tengo esa información”, sino para seguir generando contenido, aunque no sea real.

Me ha pasado también con contenidos sensibles, como la preparación de materiales que van a llegar a un cliente. En esos casos, un error puede ser grave. Por ejemplo, si le pides que resuma las intervenciones de una mesa redonda sin haberle proporcionado esta información como punto de partida, la herramienta tiende a inventarlas. No devuelve un “no sé”, sino una ficción plausible. Y eso es peligroso si no lo detectas.

En un par de ocasiones he preguntado a estas IAs si se imaginan un futuro y una evolución donde estén diseñadas para mostrar sus límites y no lo tienen claro. 😀

Esto conecta con una cuestión más amplia sobre el papel que estamos dando a estas herramientas en la construcción del conocimiento. Hace una década, las críticas a Wikipedia eran constantes: se decía que estaba llena de errores, que no era fiable. Sin embargo, se demostró que la inteligencia colectiva que la sostiene era capaz de corregir rápidamente cualquier desvío o bulo. Hoy, con las IAs generativas, no tenemos esa comunidad vigilante. Y el algoritmo que define estas operaciones no es algo que podamos modificar, ni conocer, de momento.

Estas herramientas siguen generando contenido incluso cuando no tienen los datos, incluso cuando no entienden del todo el contexto. Inventan, suponen, rellenan vacíos. Por eso, cada vez que utilizo la IA generativa como espejo, tengo presente que ese reflejo puede estar deformado. Puede decirme lo que quiero oír, aunque no sea cierto. Y si no soy yo quien contrasta, no habrá nadie más que lo haga.

El trabajo de contraste y debate desde estos textos es clave. Antes de compartir con cliente y con este. Además hago hincapié en reuniones de entrega de documentación donde el compromiso es de lectura previa y construcción final del documento de manera participada. Para mí es una  de las claves. Os presentamos un texto para seguir discutiendo.

Nota 04 sobre usos de IA generativa: Asistentes como herramienta de apoyo y prototipo compartido.

Uno de los descubrimientos más interesantes en este recorrido ha sido la posibilidad de configurar asistentes personalizados, una forma de interacción más avanzada y dirigida con la inteligencia artificial. Llegué a esta práctica gracias a una pista que me dio Juanma Murua, que fue la primera persona que me habló de esta posibilidad. 

En este camino he tenido también la oportunidad de aprender de otras personas. Ramón Besonías, por ejemplo, ha hecho un trabajo muy sugerente desarrollando asistentes aplicados al ámbito de la educación formal. Ese enfoque me ayudó a ampliar la mirada sobre las aplicaciones que pueden tener estos dispositivos. 

A partir de ahí, comencé a alimentar un asistente con materiales generados en mi blog, construyendo un espacio que me permitiera consultar y contrastar contenidos de manera interna.

Este asistente personal funciona como una especie de IA entrenada únicamente con los textos que tu aportas, en este caso, mis propios textos. La lógica era clara: podía configurarlo para que respondiera exclusivamente en base a los datos que yo le había introducido, incluso al 100%. Esto me permitía obtener respuestas mucho más coherentes con mi propio marco de pensamiento, experiencia y contenido.

La experiencia con este tipo de asistente fue tan interesante que empecé a explorarlo también como posible producto. En algunos procesos con clientes, lo utilicé como beta para contrastar información, como una forma de prototipo que podíamos testear y mejorar. No solo como una herramienta interna, sino también como un posible resultado de un proceso compartido. Una herramienta para explorar sobre el conocimiento construido. 

Esta práctica me ha llevado a pensar en los asistentes no solo como herramientas de consulta personal, sino también como espacios que pueden albergar conocimiento compartido. Como lugares donde se acumula contenido generado colectivamente y desde donde se pueden activar nuevas preguntas. 

Al trabajar en equipo, por ejemplo, nos dimos cuenta de que los prompts que diseñábamos para interactuar con el asistente eran casi siempre individuales, aunque el contenido fuera colectivo. Eso nos llevó a preguntarnos: ¿cómo diseñar prompts y rutinas que permitan una interacción verdaderamente compartida con una IA?

Actualmente, estoy participando en procesos de configuración de asistentes dirigidos por personas que saben mucho más que yo, y ahí estamos experimentado directamente con cómo se pueden vincular a la explotación de información generada de forma colaborativa.

Nota 05 sobre usos de IA generativa: Inteligencia colaborativa o cómo generar construir colectivo con estas herramientas.

Este cambio de foco, del uso individual al uso colectivo, me parece un tema importante y al que igual no le prestamos atención. No se trata solo de tener un asistente vinculado a una organización, sino de generar entornos de interacción conjunta. De encender un ordenador, sentarnos varias personas, y conversar juntas con el conocimiento construido y las posibles interacciones con una interfaz que nos permite interactuar con este. De abrir una ventana para el debate, la conversación y el aprendizaje colectivo. La pregunta que nos hacemos es: ¿cómo hacer esto posible desde las herramientas que ya tenemos?

Hasta ahora, la mayoría de nuestras interacciones con estas herramientas han sido individuales. Consultamos, preguntamos, generamos contenido en solitario. Incluso cuando el conocimiento que volcamos en ellas es colectivo, el canal de entrada sigue siendo personal.

Esto se hace evidente cuando configuramos asistentes vinculados a procesos colaborativos. Por ejemplo, si hemos generado un corpus de conocimiento sobre el propósito de una organización, los prompts que solemos diseñar para consultarlo siguen respondiendo a lógicas individuales: ¿esta acción está alineada con el propósito?, ¿esta decisión encaja con el marco estratégico?, etc. 

Lo que falta, además de seguir incidiendo en unos algoritmos con perspectivas sistémicas entre otras cosas, son formas de interacción que permitan a varias personas dialogar con ese conocimiento al mismo tiempo.

Aquí aparece una pregunta clave: ¿cómo generar prompts o dinámicas de consulta que fomenten la conversación colectiva con la IA? Ya no se trata solo del contenido o del diseño del asistente, sino del contexto de uso. ¿Qué ocurre si varias personas se sientan juntas frente a un ordenador para interactuar con el asistente? ¿Qué nuevas formas de conversación y aprendizaje pueden emerger de ahí?

Esta línea de exploración apunta hacia una inteligencia artificial más relacional. No cómo un oráculo que responde a preguntas individuales, sino como herramienta que activa procesos grupales. Eso implica repensar no solo la interfaz, sino también las rutinas, los tiempos, los acuerdos y los modos de escucha compartida. En mi experiencia, cuando lo hemos intentado, aparecen preguntas nuevas, se abre el debate y se fortalecen las decisiones conjuntas.

Lo interesante de este enfoque es que cambia el papel de la herramienta: ya no es un soporte que uso yo, sino un entorno que compartimos. Eso exige cuidado, diseño y una cierta pedagogía sobre cómo interactuar. Pero también tiene un potencial enorme para procesos organizativos, deliberativos y de construcción de conocimiento compartido. También, y lo pienso mientras escribo, lo veo como otra oportunidad para seguir desarrollando músculo crítico.

Nota 06 sobre usos de IA generativa: ¿Conversaciones con una IA? Entre el espejo complaciente y el pensamiento crítico.

Hace unos días conversaba con la hija adolescente de unos amigos sobre el uso que hacía de esta tecnología. Además de hablar de algunos contrastes y tareas académicas me contaba que contrastaba temas de conflicto y de manejo de relaciones con su grupo de amigas. En ese contexto me contó que en una ocasión fue consciente que ante una situación de tensión la “máquina” siempre le daba la razón a ella. En un ejercicio que me sorprendió por maduro, esta joven cuestionó este punto a la IA con una frase del estilo “¿No crees que mi amiga también puede tener razón en este punto?”. La respuesta la siguió alabando como interlocutora y poniendo en valor su capacidad de empatía. 

Esta viñeta nos podría llevar a muchos sitios; la IA como psicólogo de cabecera es un tema apasionante. Voy a centrarme en esta sensación de empatía, a veces excesiva, y mi experiencia. 

Hace unos meses usé durante unos días una IA que te permitía discutir sobre el tema que te propusieras. Me pareció una manera interesante de entrenar algunos músculos. No recuerdo la herramienta concreta y navegando veo que hay diferentes posibilidades. 

Por otro lado, podemos pedir a cualquiera de las IAs generativas que juegue a un rol. Definiendo lo que buscas la IA puede interaccionar con nosotros como ese personaje. Amigos me han mostrado este tipo de “entrenadores” para experimentar por ejemplo con un enfoque centrado en soluciones en el setting personal. Creo que es bien interesante. 

Normalmente, cuando le pides una lectura crítica de un texto o perspectiva, suele devolver una respuesta amable, incluso complaciente. He intentado utilizarla como contraste de mis propios textos. A veces le doy materiales y le pido una devolución, una mirada crítica. Pero no está diseñada para eso. Tiende a responder con una especie de hiperempatía, como si no pudiera entrar en conflicto con lo que dices. 

En este sentido, estas IAs generativas funcionan más como un espejo que como un interlocutor exigente. 

Leí hace unas semanas que pacientes que habían sido atendidos por IAs generativas sentían que no solo el diagnóstico había sido más certero sino que habían sentido más empatía. Es un terreno que me apasiona. Creo que hay un valor muy importante en escuchar y hacer sentir a la otra persona escuchada. Por otro lado considero que hay una parte del límite y del rigor que estas tecnologías no están abordando en esta relación tan “íntima” y “personal” que se está generando y que puede tener sus riesgos al seguir ampliando los sesgos más personales. 

Lo que se pone en juego aquí no es solo el uso técnico de la herramienta, sino una forma de estar ante el conocimiento: pasiva o activa, crítica o conformista.

Nota 07 sobre usos de IA generativa: Decisiones, algoritmos, sesgos, estructuras y acompañamiento desde lo profesional.

Pesando la verdura el otro día en un supermercado la máquina reconocía con un margen de acierto importante el producto que pesaba y me daba a elegir entre, por ejemplo, calabacín y pepino. El chat que se abre en la página web y el “ente” con el que interactúas para contrastar un producto, esa llamada vendiendo algo con acento robótico… Son muchos los territorios donde se está haciendo cada vez más evidente la presencia de las inteligencias artificiales. 

Me interesa especialmente el potencial de estas herramientas en la toma de decisiones personales pero sobre todo colectivas. Y en este sentido tengo una inquietud sobre cómo estas herramientas pudieran ayudarnos a enfrentar retos complejos y de impacto social. En este tiempo de lemas populistas que prometen soluciones simples a retos complejos me gustaría pensar en estas herramientas como una interfaz dinámica con la realidad. He experimentado son arquetipos sistémicos, por ejemplo, y da mucho juego (esto será otro post en Septiembre) Sin buscar causas aisladas y de implicación directa, sino permitiéndonos observar las relaciones, patrones y dinámicas que, en su interacción, generan los fenómenos que queremos comprender o transformar.

En nuestra práctica directa y en muchas de las organizaciones a las que acompañamos, cada vez más herramientas algorítmicas evalúan, priorizan o seleccionan información para orientar decisiones estratégicas, especialmente en ámbitos como los recursos humanos.

En el libro “El algoritmo paternalista: Cuando mande la inteligencia artificial” de Ujué Agudo Díaz y Karlos g. Liberal  abordan este tema de una manera exquisita. Allí se habla de todo esto. Solo os hago un spoiler; Hemos interiorizado una narrativa que idealiza la automatización como solución a problemas humanos. Se asume que la tecnología es más racional y objetiva que las personas, lo que favorece la delegación acrítica de decisiones.

Aunque no trabajemos directamente en ese nivel técnico, creo que tenemos que estar atentos. Entender cómo funcionan estos sistemas, qué datos utilizan, qué sesgos pueden incorporar. 

Desde esa conciencia, uno de los aportes que podemos hacer es generar herramientas y rutinas críticas de acompañamiento: que ayuden a detectar distorsiones, a equilibrar miradas, a contrastar los criterios que están en juego. No solo desde una lógica de eficiencia u optimización, sino con una mirada más amplia, que considere también a las personas y los efectos a largo plazo.

Aquí también aparece la dimensión estructural: quién diseña los algoritmos, con qué fines, con qué acceso a los datos. Las decisiones sobre qué se entrena, con qué fuentes, y con qué propósito tienen consecuencias.

Nota 08 sobre usos de IA generativa: Infraestructuras y ecosistemas: pensar en alternativas públicas y abiertas.

GPT de openAI fue la primera herramienta que probamos muchas personas. Se ha convertido en una especie de estándar, en una interfaz familiar. Pero eso no significa que sea la única, ni que debamos quedarnos ahí. Además de otras herramientas diseñadas para diferentes objetivos tenemos otras IAs más generalistas bien interesantes. 

La entrada de Deepseek fue una bomba. Tecnología china con un desarrollo más eficiente de los recursos que puso en jaque a la industria (Impresionante la cantidad de dinero que está moviendo este desarrollo solo en los últimos meses. ¿Olemos la burbuja?). 

Tengo como tarea explorar la versión de pago de Mistral, una propuesta que por europea, cumple con una legislación que la regula de una manera más protectora. Creo que esta es una clave. 

La reflexión aquí no es solo sobre resultados o prestaciones, sino sobre infraestructura. ¿Dónde están los datos? ¿Quién decide qué se entrena y cómo? ¿En qué legislación se enmarca cada modelo? ¿Qué derechos tenemos como usuarios y como ciudadanía? Estas preguntas importan por muchas razones y son las claves sobre qué tipo de tecnología elegir para nuestro trabajo, conscientes de los impactos que tiene a corto y plazo en esta capa digital que no deja de ser una dimensión de nuestra sociedad. 

Me parece clave pensar en infraestructuras públicas o, al menos, de código abierto.

Espacios y herramientas donde la innovación tecnológica no se separe de la innovación social, donde podamos explorar y experimentar sin renunciar a principios de protección de derechos y retorno social. En el origen de muchas de estas tecnologías está el apoyo público. La explotación de nuestros datos, qué es el verdadero negocio hace tiempo, se explota de manera muy lucrativa desde entidades privadas. Esta búsqueda del máximo beneficio es la que ha dado forma a esta economía de la atención que está teniendo semejantes impactos en la calidad de la información y nuestro bienestar. 

La gestión abierta de datos es una de las realidades que con más fuerza vislumbramos como oportunidad y que más lejos de las expectativas ha quedado. No hay una reflexión compartida ni liderazgo en este sentido por parte de la administración pública, salvo honrosas excepciones. Y es clave. La apuesta por desarrollos de código abierto e infraestructuras público-privadas que nos protejan de la manipulación y la exposición para utilizar los datos de una manera más global y ayudarnos a tomar buenas decisiones se ha convertido en una utopía. 

No se trata solo de elegir herramientas, sino de imaginar qué tipo de relación queremos establecer con estas tecnologías, de reclamar el derecho a participar también en su diseño, en sus límites y en sus objetivos. Ojalá. 

Nota 09 sobre usos de IA generativa: La ilustración como collage virtuoso del trabajo de millones de artistas.

En los primeros momentos de exploración, usaba herramientas como DALL·E. Aquellas primeras versiones ofrecían resultados que, aunque rudimentarios, tenían un punto divertido: figuras deformes, composiciones que parecían fantasmas, una especie de Frankenstein digital hecho de recortes. Sé en qué proyecto utilice por primera vez estas imágenes, no lo pensé demasiado. 

Con el tiempo, la calidad de las imágenes generadas ha dado un salto enorme. Hoy es posible transformar una fotografía, generar variaciones estilísticas, aplicar efectos visuales con solo un clic. Muchos hemos jugado ya con esas funciones: subir una imagen, cambiar su estilo, explorar posibilidades gráficas. Es bastante impresionante. 

Gran parte del mundo de la ilustración está en batalla contra estas herramientas que se basan en su trabajo para ofrecer otros resultados que comienzan a ser “competitivos”, es decir, a sustituir a precio ridículo el trabajo de un sector ya precarizado. Como amante del cómic y la ilustración en todas sus formas me siento absolutamente solidario con esta sensibilidad. Sigo apostando por el trabajo hecho por personas, por el oficio y la creación manual. 

Esta amenaza no pende sólo encima de este colectivo, lo hace de manera transversal, por ejemplo, también sobre el que escribe, sobre mí. Cada salto tecnológico supone la amortización de una serie de roles, funciones, puestos, oficios… Las quinielas ya echan humo. Hace unos años eran los robots los que iban a quitarnos el trabajo, ¿recordáis a Gates proponiendo que pudieran cotizar como los humanos?. 

En estas reflexiones también conversábamos sobre la competencia a desarrollar no sólo en el manejo de tecnología. Hablábamos de “aprender a trabajar con robots”. Pues ya han llegado los “robots incorpóreos”. 

Muchos profesionales de la ilustración (y de la fotografía, del video…) han incorporado herramientas de IA a sus procesos. Si me lo permitís diría que como en el salto del vinilo al CD; echando de menos ese ruido de la aguja rozando con los surcos. 

Yo a veces me apoyo en estas herramientas. Sobre todo para materiales más internos, documentos visuales que acompañan procesos con clientes, ilustraciones que no tienen una vocación pública ni comercial. Pero incluso en esos casos intento mantener un cierto cuidado: saber cuándo y cómo usarlas, y sobre todo, no dejar que lo automatizado sustituya a lo sensible. Procuro trabajar con imágenes con licencias abiertas que rescato de distintas páginas webs y cito, soy especialmente adicto a las fotografías vintage. Por cierto, es más que interesante el debate sobre si estas imágenes generadas por IA tienen copyright o no. 

De manera tensionada, la imagen de esta nota está generada en una IA. 

Nota 10 sobre usos de IA generativa: Cajón de sastre y algunas fuentes.

Pretendía compartir unas reflexiones y aprendizajes desde la experimentación con la IA en los últimos meses. Me he acercado ligero y sin presión. 

Podría continuar hablando sobre, por ejemplo: 

  • Qué ocurre con los datos que llevamos a estas IAs y cómo aseguramos la protección de esta información, 
  • compartir algunas dudas y sugerencias para el uso de esta tecnología en la producción de píldoras formativas; videos con avatar, podcasts desde nuestros textos, 
  • cómo gestionar de una manera más virtuosa la tensión entre las exageraciones en la posiciones tecno-optimistas y tecno-alarmistas, 
  • sobre el arte de preguntar no ya como un diseño de prompts acertado sino como una suerte de juego de ping pong donde vamos matizando los resultados, 
  • la falsa sensación de supereficiencia que da el trabajo apoyado en estas herramientas y cómo distinguir lo rutinario y aquellas tareas en las que aportamos más valor, 
  • una fantasía de si esta era de la IA nos va a colocar con más distancia de los artefactos que entendamos que están construidos apoyados en estas herramientas (¿leemos menos informes porque los sabemos redactados con apoyo de IAs?) , 
  • el impacto ecológico del uso de estas herramientas de una manera extensiva, 
  • sobre si el ejercicio de unir palabras y trazos por parte de un humano es tan diferente del ejercicio propuesto por una red de manejo de datos programada …

No he necesitado tener seguridad ni justificar las ideas. Ha sido un pequeño “juego serio”. Un rosario de notas que sé que caducarán relativamente pronto.

Desde el principio, como cuando en el comienzo de la pandemia compartimos pequeñas estrategias y herramientas para digitalizar nuestras propuestas, he mantenido la curiosidad y he trasteado. He compartido mis reflexiones desde la práctica. Y este ejercicio ha estado también cruzado por un momento de desencantamiento importante por esta internet de la economía de la atención. 

Tengo muchísimas más preguntas que respuestas, permitidme que comience por la práctica, algunos aprendizajes y reflexiones. 

Acercarme con curiosidad, experimentar, contrastar, aprender desde la práctica, sistematizar algunos aprendizajes y compartirlos de manera abierta para seguir aprendiendo. La capa digital ha sido, hasta hace unos años de manera natural hoy buscando resquicios “insistencialistas”, una aceleradora de la curiosidad y la construcción de conocimiento. 

Os comparto un enlace a mi marcador en diigo donde sigo recogiendo algunas lecturas que sobre la IA me ayudan a pensar. 

https://www.diigo.com/user/asiergallastegi?query=%23ia

En la página web tenéis más enlaces a los temas que me interesan junto a imágenes que también me ayudan a conectar con la mirada sistémica, los equipos, la innovación, la ciudadanía activa, la educación y los ejercicios de escucha y construcción de relatos.

www.korapilatzen.com 

Seguimos conversando.

La fantasía de mejora por amputación

Este post se publico en el blog de Emana Formación el 22/06/22

Hace unos días, hablando de los equipos y de su eficiencia en el marco del Programa de Coaching de Equipos, mencioné la fantasía de mejora por amputación«¿Podrías explicar mejor qué hay detrás de esa idea?», me preguntaron. Aquí va la respuesta.

Cómo nace la idea

Recuerdo cuando escuché hablar por primera vez de la campana de Gauss como la gráfica resultante a las preguntas que realizamos a nuestros equipos.

Esta metáfora hace referencia, según Wikipedia, “a una de las distribuciones de probabilidad de variable continuaque con más frecuencia aparece en estadística y en la teoría de probabilidades”.

Solemos recurrir a la imagen para responder a la frecuencia con la que nos encontramos personas implicadas, motivadas, comprometidas… en los equipos o empresas.

Si nos preguntan, por ejemplo, cuántas personas están comprometidas en un equipo podemos responder evocando la metáfora de la campana:

  • en el extremo izquierdo de la campana habrá un porcentaje mínimo que decimos que no está muy comprometida;
  • en el extremo opuesto, a la derecha, otro porcentaje mínimo que tendrá un compromiso muy por encima de la media.
  • Y en el centro, formando esa campana, tendremos a la inmensa mayoría con un nivel de compromiso medio.

¿Qué tiene que ver la campana de Gauss con “la fantasía de mejora por amputación”

Nuestra manera habitual de mirar a los equipos y organizaciones puede estar relacionada con esa imagen de la campana.

Y con esta idea en nuestra cabeza, podemos correr el riesgo de poner el foco en las personas del extremo derecho de la campana, más alineadas con nuestra idea de producción, más motivadas, etc. A veces, cargamos tanto peso en ese lugar que esas personas dejan de ser tan eficientes y apasionadas.

Un ejemplo lo encontramos en políticas salariales que —reconociendo mediante incentivos económicos ese plus que aportan algunas personas— acaban por desplazar la motivación intrínseca a extrínseca haciendo mermar la primera.

La fantasía de la amputación

En ocasiones, nuestro foco lo ponemos en el porcentaje mínimo que está menos comprometido, o menos motivado o menos alineado. La parte izquierda de la campana. E invertimos nuestras energías en activar, mover y cambiar a las personas más “desconectadas”.

Aquí corremos el riesgo de pensar en “amputar” esa parte de la campana menos eficiente.

¿Y qué sucede? Que& es una fantasía.

Con esta atención corremos el peligro de poner en marcha estructuras y dinámicas de control para que ese porcentaje mínimo mejore, actuamos sobre él para querer “eliminar” esa parte

Y esto puede tener varias consecuencias.

  • Por un lado, nuestra energía y acción deja de estar orientada a los potenciales perdiendo oportunidades.
  • Por otro lado, las estrategias de control suelen despertar respuestas de defensa y consolidación de identidades que no nos interesan reforzar.

Además, —siguiendo con la imagen de la gráfica—, quienes se encontraban en la parte izquierda de la curva desaparecen, otros se desplazan para ocupar su lugar. Es decir, quienes estaban en el centro se desplazan hacia la izquierda y, de nuevo, nos encontramos con la campana completa.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Volviendo a la curva con la que comenzamos este post, la invitación es a desplazar la gráfica entera a valores más altos.

Podemos mirar al equipo y la organización como un colectivo diverso que contribuye a un propósito compartido. Podemos mirar a todas las partes como necesarias y a la suma de relaciones como el pegamento que hace única nuestra propuesta.

Desde esa mirada sistémica, podemos seguir haciendo palanca en todos los potenciales de las personas independientemente del lugar en el que se encuentren en esa imagen de la campana.

Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones

Este post se publicó como articulo en junio de 2019 en el número 73 de la revista Mosaico. Tenía pendiente su publicación en el blog. Este es un tema que me interesa y quiero seguir profundizando.

“No hay fronteras, creedme, no hay civilización y del otro lado bárbaros: existe únicamente el borde de la mutación que va avanzando, y que corre por dentro de nosotros. Somos mutantes, todos algunos más evolucionados, otros menos: hay quien está un poco retrasado, hay quien no se ha dado cuenta de nada, quien todo lo hace por instinto y quien es consciente, quien hace como que no lo sabe y quien nunca es consciente quien hace como que no lo sabe y quien nunca lo va a comprender, quién clava los pies en el suelo y quien corre alocadamente hacia delante. pero estamos ahí, todos nosotros, a punto de emigrar hacia el agua. (…) el destino incierto y la esquizofrenia irrevocable de los primeros mutantes es el mandato, jovial, que nos aguarda”

Alessandro Baricco “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”

Puerto Rican Boys Playing Softball in Brooklyn’s Hiland Park … 07/1974

Introducción: Tiempos de paradoja

La sensación es la de vivir en tiempos de paradoja. Escribe Baricco “esquizofrenia” (“Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”) y hay algo de ésto en el ambiente. Las crisis económicas han roto la fantasía de crecimiento lineal y la función controladora de la realidad de los ejercicios de planificación. La digitalización y la conectividad nos colocan en la posibilidad de aumentar la realidad que vivimos como cotidiano con una capa de interacción y acceso a información cómo solo la ciencia ficción había podido describir.

Con la capacidad de ver las conexiones invisibles, acceder a la complejidad con el gesto de un “click”, acceder a una mirada y la complementaria, y la contraria. Continuar fijado a una única perspectiva de la realidad es un ejercicio que implica tozudez o rendición ante la infoxicación y la decisión de seguir banderas. 

Tiempos de incertidumbre. De transición. Todavía conviviendo con cierta esperanza de encontrarnos en un salto entre estabilidades y teniendo la sensación que será tan largo el trayecto que la vida tiene más de desequilibrio que de equilibrio. Y ésto, para el modelo que elegimos para conversar con la realidad (la perspectiva sistémica), tiene sus implicaciones. 

En este texto buscamos comprender el momento actual, las demandas que se contradicen y las posibles estrategias de un operador de cambio en organizaciones profesionales. 

La paradoja como demanda

Las personas, organizaciones y comunidades que acompañamos se desarrollan en este contexto en mutación. En esta vivencia de transición los mensajes mezclados, ambiguos, contradictorios y paradójicos están muy presentes.

Las organizaciones quieren que sus trabajadores y trabajadoras sean más responsables y libres, a veces haciendo lo que sus jefes necesitan y quieren. En un tiempo donde la palabra “laboratorio” sirve de apellido a muchos proyectos impulsados por instituciones públicas y privadas, las lógicas” políticas” necesitan protegerse de los riesgos y cualquier atisbo de vulnerabilidad. 

El nuevo “Sé espontáneo” es el “Experimentemos acertando” o el “Siéntete libre de obedecer”. 

Las nuevas y viejas paradojas comparten, desde mi opinión, algunas pautas:

  • Detrás de estas construcciones hay realidades. Quien así se expresa vive la tensión de la dos partes de la frase. Intuye algo importante en las nuevas maneras de hacer y relacionarse y aún se siente atrapada en la anterior. Necesita construir frases donde las dos partes de esta realidad tengan lugar.
  • La pauta de relación con la que nos conectan es muy probable que sea parte de un patrón más global y repetido. Están contándonos su manera de relacionarse. Estamos accediendo, sin que sean conscientes, a una información más profunda. Nos conecta con una hipótesis si la percibimos como un síntoma. 
  • Nos congelan. En el primer momento no sabemos a cuál de las dos partes de la frase responder. Desde la lógica decimos o una cosa o la otra. El impacto es la rigidez. Un doble vínculo que nos paraliza y hace pensar que no somos capaces. Nos bloquean. No sabemos a cuál de los dos mensajes contradictorios debemos de atender. Es imposible acertar, siempre lo haremos mal.
  • Y luego, repetidas, las solicitudes paradójicas nos vuelven locos y locas. Nos lanzan a una trampa de la que solo podemos salir cuerdos cogiendo distancia.

“Toda la frontera real es difusa. Toda la frontera inventada es nítida”

Jorge Wagensberg

Boy at Bat in a Softball Game in Hiland Park of Brooklyn … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la lógica

Este juego es, a veces, parte de la encomienda que recibimos como facilitadores de procesos de cambio. Nos piden una cosa y la contraria. 

En este lugar hay una magnífica oportunidad de realizar una primera intervención en la aclaración de la demanda. Hacer explícito este mensaje doble nos puede ayudar a entender mejor las dos partes de la solicitud. 

Revelar el juego también normaliza la paradoja en el contexto de las tensiones sociales, organizacionales y personales. Y, además, ayuda a entender cómo, a veces, teniendo muchas consignas de por dónde deberíamos de avanzar no lo hacemos. Comprender las contradicciones es una manera de atender a las tensiones clave en la organización. Lo que nos permite avanzar. Atender la necesidad tras lo que llamamos “resistencia” y situarlo como parte del objetivo/reto.

En algunos proyectos esta primera definición, antes del comienzo del proyecto o en sus primeras fases, ayuda a todas las partes implicadas a entender mejor lo que ocurre y puede ser la intervención más liberadora y clave del éxito del resto de acciones. 

Otra intervención en el marco de la lógica tiene que ver con acompañar en la definición de frases, peticiones y objetivos que puedan rescatar aspectos de ambas necesidades y puedan ser más claros, integrados y matizados. En el ejemplo de “Experimentar acertando” sería interesante plantear qué significa “experimentar” y qué “acertar”, qué miedos pueden estar detrás, cuáles pueden ser los límites, dónde debemos de protegernos y dónde podemos probar a hacer nuevo,… 

En este contexto se revela especialmente interesante el ejercicio de dibujar los límites. En procesos donde la creatividad es clave hay personas que mantienen la importancia de volar libres sin obstáculos. Nuestra experiencia nos dice que definir en el comienzo estas líneas rojas permite definir, paradójicamente si me dejáis hacer el juego fácil, todo lo que queda fuera de lo prohibido y por tanto es pertinente y está permitido cuestionar y evolucionar.

Explicitación, normalización de la tensión, defensa ante los mensajes que nos bloquean, tangibilización de los miedos/límites y formulación más clara e integradora de las demandas.

Enfoque centrado en solución

Otras veces, y en ese primer momento, levantamos el dedo y afilamos una ceja para pronunciar la frase: “Resistencia al cambio”. Caricaturizo la situación porque tengo la sensación de que, a menudo, nos colocamos en el lugar del detective que busca síntomas y patrones. Creo que a veces contribuimos a fijar algunas dinámicas del problema y nos cuesta colocarnos en itinerarios de exploración de soluciones. Nos declaramos personas expertas en dinámicas y eso mismo acaba hipnotizandonos. Un enfoque centrado en soluciones se aparta de una construcción épica de nuestra función. Escribía Steve de Shazer; “Es un trabajo duro el ser simple”. 

Lo que fue problema se disuelve como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Otro ejercicio contraintuitivo. El cambio a veces pasa por no contribuir con nuestras palabras a hacer más presente y rígido la vivencia negativa. Desde el lugar que me corresponde en esta relación no invierto más energía en excavar más en búsqueda de las raíces.

Además entramos en un terreno donde es pertinente recordarnos la necesidad de desenfocar del detalle y los contenidos para conectar con la totalidad y el sistema. Cuando trabajamos desde esta perspectiva lo relevante no se mueve en el mundo de los contenidos y las decisiones. Allí nos perdemos. Necesitamos entrenar nuestra manera de escuchar. Comprender la estructura. Si escuchamos el contenido trabajamos con el contenido. Una solución no es un contenido, es una manera de acceder a los recursos, de aumentar la perspectiva. 

Aceptación como estrategia para el cambio 

A veces en el trabajo con equipos nos topamos con una inversión importante de energía en la defensa de lo que somos. Nos sentimos amenazadas por información más o menos fiable, que está más o menos decidida. Son equipos que están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver o admitir. Y como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y en las siguientes negociaciones deciden protegerse y poner límites a su implicación y entonces dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adaptativas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, compañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, las organizaciones,…

Se trata de la defensa como estrategia inconsciente de construcción de la realidad que temíamos. Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a explorar los límites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las dinámicas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. Rescatando nuestros potenciales desarrollados con anterioridad y en el tiempo presente para avanzar hacia futuros que emergen.

Young Man with His Leg in a Cast in Hiland Park of Brooklyn New York City … 07/1974

Encuadres e intervenciones desde la paradoja y la contraparadoja

Y dando un paso más, y como exploraban en la escuela de Milán, cuando la paradoja se parece a la frase: “¡Cámbianos sin cambiarnos!”- ¿Cómo es hoy la actualización o concreción de aquellas intervenciones contraparadójicas del estilo: “¡Sólo podemos cambiaros con la condición de que no cambiéis!”-

A veces probamos con este tipo de formulaciones. No son muy habituales en el contexto de la empresa. Yo las utilizo con más naturalidad en el “setting” de coaching individual pero, también a veces, me doy el permiso en contextos formativos o de acompañamiento a equipos.

Hay en el trabajo de acompañamiento en el contexto laboral, y desde mi experiencia y perspectiva, una cultura de la escucha y la conversación más “instructiva”. El marco es el de la lógica y la hipótesis que, una vez descubiertas las dinámicas, podemos compartir nuestra visión como expertos externos y las personas comenzarán a desenredar sus nudos. El foco es la funcionalidad y las claves en el acompañamiento son el respeto y la certeza de una capacidad limitada por nuestra parte de incidir en la realidad. Lanzamos las preguntas y las personas conectan con sus recursos. 

Utilizamos el lenguaje del cambio y las estrategias, permitidme la expresión, más contraintuitivas, cuando la sensación es de bloqueo, de malestar en el estancamiento, cuando diferentes datos nos reafirman en nuestras hipótesis y las estrategias más lógicas no acaban de aportar movimiento a la situación.

Considero que esta manera de provocar cambio sirve como marco en el trabajo desde estrategias más verbales, incluyendo también otras maneras de hacer en el terreno del psicodrama, la metáfora, las esculturas o las configuraciones espaciales. 

Cuatro ideas en relación a esta manera de intervenir:

  • Aceptar la defensa de una creencia como manera de formular la realidad, es una buena manera de contribuir a su cuestionamiento. Pelearnos levanta las murallas. Aceptar ayuda a bajarlas. De una manera estratégica y también profunda, entendiendo que hay algo importante que está debajo de la superficie que no hemos sido capaces de escuchar aún y que, quizás, hemos irritado antes de tiempo. 
  • Aliarnos con las personas que traen esta información y declaran su intención de permanecer viendo la realidad de una manera diferente al resto de personas, incluidas el facilitador. Pedimos a estas personas que no cambien de lugar. Que permanezcan protegiendo esta idea. Les necesitamos para traer una información valiosa para el sistema que, de otra manera, perderíamos. 
  • No está en nuestras manos la solución. Nuestro foco no está en el contenido. No focalizamos en los resultados, allí nos perdemos. Los conflictos no son el hecho. Son la manera en la que nos relacionamos con el hecho. El encuentro es siempre un proceso, no es un estado. Es posible que se quede congelado, pero es un proceso. Se trata de hacer fluir algo que se congeló. Nuestras intervenciones buscan hacer más líquido lo que quedó solidificado.
  • Una trampa a la trampa. Y ésta la conocemos bien porque hay mucha literatura. En algunos casos de batalla más abierta con el facilitador, lanzar un mensaje como : “No cambies” coloca a la persona en otro dilema diferente. Si sigo manteniendo esta posición, hago caso al facilitador y si no le hago caso, cambio mi posición. 

Hay muchos puentes aún por explorar entre el mundo de la psicoterapia y la consultoría sistémica. El reto sigue siendo importante. En tiempos de mutación, de transición y de paradoja, necesitamos de otras palabras, de otros lenguajes. Lenguajes de cambio. 

Bibliografía

  • Bateson, G (2011) “Espíritu y naturaleza” Ed Amorrortu
  • Ferrari, E (2017) “Solucionar conflictos” Ed. Ferrari Media
  • Garcés, M (2017) “Nueva Ilustración Radical” Ed. Anagrama
  • Hudson, W (1993) “Raíces profundas: Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson” Ed. Paidos Terapia Familiar 
  • McDermott, I, O’Connor, J (1998) “Introducción al pensamiento sistémico” Ed Urano
  • Nardone, G (2010) “Problem Solving Estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles” Ed. Herder 
  • Sparrer, I. (2007) “Enfoque centrado en solución en constelaciones sistémicas” Ed. Herder 
  • Von Schlippe, A, Schweitzer, J (2003) “Manual de terapia y asesoría sistémicas” Ed. Herder
  • Watzlavick, P (1967) “Teoría de la Comunicación Humana”  Ed. Herder

#desAnudando #korapilatzen #11 Los órdenes de la ayuda

Undecima entrega del comic #desAnudando Alex Orbe y Asier Gallastegi

Coaching en tiempos de incertidumbre: Lucha y aceptación.

Hemos hablado tanto de la incertidumbre ya. Es nuestra amiga, nos acompaña allá donde vamos.

Soy autónomo. Es verdad que hace ya años despreocupado de la venta de proyectos y la estabilidad. Un poco porque las cosas van bien y otro poco porque somos expertos malabaristas.

Me dedico a acompañar a personas, equipos y organizaciones a bailar esta nueva música. Soy el rey de la pista, pinchen duda y bailo, emergencia y salto, creatividad y hago el “spagat”. Cuando una persona me contrata y me pide que trabaje trayendo ideas como proactividad, responsabilización, activación de saberes y poderes, esquivando las quejas,… entiendo fácil. ¿Se puede trabajar en otra línea? Tengo una experiencia y me dice que la energía es finita y que esta en nuestras manos decidir dónde invertirla. Para mi tiene sentido una mirada y acción más naturalista, atenta a los potenciales. Luchar domesticando la selva no me atrae ni como canción de guerra.

Waaghalzerij, bobslee뮺 Een moedige man springt met de slee (slede) van een springschans naar een veilige landingsplaats, Alexandra Palace, Londen, Groot Brittanni묠1933.

A veces tengo mis crisis. Me revuelvo y creo que hay que recuperar ciertas reivindicaciones. Ciertas batallas. Es cuando hago un poco más de caso a los textos y voces que hablan del coaching como un invento del malvado, la terapia como un desmovilizador y el mindfulness como un bypass.

En los tiempos de plomo solía pasearme por mi Bilbao con El Pais y Egin bajo del brazo. También en esto de las fronteras tengo cierto músculo. Y también sobre la necesidad de elegir o no bandos se puede discutir. Las veces que me he puesto en una trinchera he acabado necesitando aire que respirar y cielo para sentir vértigo.

Hoy he compartido estas ideas con un equipo. Incertidumbre es el apellido común a cada empresa que conozco. Asisto a dobles saltos con tirabuzón de organizaciones con un tamaño importante. Es como si los elefantes también supieran saltar. El gimnasio es tan exigente y común que la flexibilidad y elasticidad se nos supone como antes hacíamos con la valentía.

Las personas se mueven de áreas, procesos y funciones, un aprendiz tras un año de formación acaba en otra planta en otro lugar del mundo, los equipos se disuelven en otros equipos, cerramos una vía abierta hacia dos años, la inversión que iba a ampliar nuestras oficinas acaba sirviendo para abrir otra en otro lugar del mundo, los procesos cambian de nombre y el mapa de forma,…

Ya mi todo me parece normal y lo acompaño. El famoso entorno VUCA exige esta cintura.

Y es cuando llego al equipo y vuelvo a escuchar las energías en la defensa de lo que somos. Amenazados por información más o menos fiable que esta más o menos decidida. Equipos que están centrados en la tarea y además dedican parte de sus, limitadas, energías en la pelea. De alguna forma señalan lo que nadie parece querer ver. Y como dedican tiempo a la reivindicación acaban etiquetados y las siguientes negociaciones deciden que si y que no pueden hacer y entonces dejan de estar disponibles para lo que emerge y las competencias más adaptativas acaban arrolladas por las defensivas. Y les pasa a ellos y a sus jefes, compañeros/as, se convierten en una característica de las relaciones, los equipos, las organizaciones,…

Este el nudo, al menos visto desde mi perspectiva. Nunca había compartido esta lucha interna con un equipo y me parece interesante. Tiene un poco de intervención paradójica, de vencer resistencias y además de autenticidad. Esto es lo que soy.

Esta mirada hoy, no sé lo que será mañana, me invita a explorar los limites de la aceptación, a entender nuestras realidades como un mar y a nosotros mismos como un pequeño velero buscando rachas de viento. Centrados en nosotros y en lo que va cogiendo forma. Escapando de las dinámicas que polarizan y contribuyendo a las que disuelven posiciones y certezas. Rescatando energías del pasado para avanzar hacia futuros que emergen.

Recientemente en Argentina, en una semana en la que el peso seguía en caída libre, un compañero nos decía que le sorprendía escuchar la palabra de bocas europeas. Incertidumbres de peso e incertidumbres de dólar. Quizás, incertidumbres de coaching e incertidumbres de lucha.

Coaching virtual

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Sé que el titulo puede invitarnos a diferentes historias y todas serían divertidas 😀

Utilizo la palabra “coaching” para referirme esas conversaciones sobre nuestro lugar en las organizaciones y desarrollo profesional donde el que escucha, desde su particular caja de resonancia labrada por experiencias, lecturas, marcos,… acompaña y guía. Uso la palabra “virtual” acercándome a la experiencia de la relación en la distancia y las tecnologías que hacen posible esta conexión y la que esta cogiendo forma.

Recuerdo, hace ya más de 15 años, sesiones telefónicas de supervisión/coaching con mi maestro Jesus Hernández Aristu. No era que nos llamáramos para consultar y conversar, se trataba de sesiones con toda su estructura e intención. Valiosas como el oro.

Esta semana acompañaba a dos personas del programa de Coaching de equipos a preparar sus sesiones de practicas. Lo hacíamos usando Hangout. A las palabras le sumábamos contexto, expresión, gestos,… Además, mientras conversábamos yo iba dibujando mis notas en un papel que más tarde fotografío y envío por mail/whatsapp.

(más…)

Conversaciones sobre la practica del Coaching de Equipos y Liderazgo

El próximo 15 de Diciembre en las instalaciones de Innobasque en el parque tecnológico de Zamudio, vamos a conversar sobre la practica del Coaching de Equipos y el Liderazgo desde estas claves. Aprovecharemos para presentar una nueva edición del programa de Coaching de Equipos impulsado por Emana.

Han pasado ya unos años desde los primeros dibujos en unos folios, desde los primeros postits en un papelógrafo y las primeras conversaciones sobre los fondos y las formas.

Ha sido un tiempo de profundo aprendizaje. Un equipo diverso, experimentado, conectado con la exploración y el aprendizaje continuo, fiel a sus fuentes y perspectivas, … Hemos cambiado cada uno y en relación. Y parte de este viaje resuena en la propuesta formativa.

Compartimos hace unas semanas uno de los resultados del viaje. Una publicación que llamamos “Coaching de equipos; apuntes para una formación desde la practica”. Un documento inacabado que quiere servir de excusa para la reflexión sobre nuestras prácticas, las de los que escribimos y las de las que lo lean.

También abrimos el espacio en Linkedin en el que cada 15 días lanzamos una idea sobre la que trabajar. Nos gusta sentir, pensar y hacer.

Hace unos días nos reunimos, una vez más, para conversar tranquilamente. Esta vez pedimos que nos grabaran. Creo que hay algo de todo lo que escrito que cobra más sentido tras escuchar algunas frases, tras ver algunas miradas, concatenar algunas ideas,… Es un vídeo largo, beberlo sorbo a sorbo.

¿Como lo veis, escucháis, sentís? Continuamos conversando

 

 

  • Lugar: INNOBASQUE, Agencia Vasca de la Innovación
    Parque Tecnológico de Bizkaia -C/ Laida 203, 48170 – Zamudio
  • Horario: 17:00 – 19:00
  • Fecha: 15 de Diciembre

Anton de Kroon. Experiencias como Coach Sistémico

Hace unos días que, de la mano de Emana, volvimos a disfrutar de la compañía y la maestría de nuestro amigo y profesor Anton de Kroon. Otra vez, cuando nos íbamos a despedir, callo, nos miro y se dejo emocionar dándonos un lugar en su corazón.

Traía esta vez consigo en la maleta el libro sobre Coaching Sistémico del que nos había hablado ahora hace un año en Uruguay. Un libro en el que recoge varias experiencias de Coaching Sistémico Fenomenológico (Me gusta como respeta los orígenes diversos de esta mirada. Terriblemente sistémica incluso cuando conecta con aspectos de raíz fenomenológica) ordenándolas para ilustrar los conceptos que se repiten en su practica y son propios de esta mirada en el trabajo más individual.

“Nuestro norte es el Sur”, declaraba en 1936 el pintor uruguayo Joaquín Torres García.
“Nuestro norte es el Sur”, declaraba en 1936 el pintor uruguayo Joaquín Torres García.

Un texto corto, que se acaba demasiado rápido (congruente con su manera de trabajar, bebiendo de la tradición de la Terapia Breve Sistémica y el enfoque centrado en soluciones), sencillo en apariencia y con una gran profundidad y personalidad. Leia el texto estos días envuelto en una cadena de sesiones de coaching relacionadas con un proyecto formativo y ha sido un privilegio ver como en conversación la lectura y la practica iban enriqueciéndose mutuamente. Echamos de menos este tipo de literatura de caso en el mundo de la consultoría y el coaching.

En el contexto individual los aspectos más familiares aparecen con mayor frecuencia que en el trabajo más de equipo u organizacional. Además cuando aparecen en este contexto la intimidad y la protección permiten trabajar con más atención y profundidad. Anton desgrana un montón de conversaciones donde explora estos patrones personales, las lealtades infantiles que se vuelven carga en un momento dado y la necesidad de mirarlas con reconocimiento.

Me permito rescatar algunos textos del libro con algunas ideas propias.

En este trabajo, con perspectiva sistémica, hay palabras que suenen repetirse y a veces se parecen a cierta oración de creyentes para calmar la furia de los dioses. Una de estas es “Totalidad”, en los sermones suele aparecer en frases del estilo “Conectados con el todo”. En el texto Anton nos cuenta como hace para estar atento a que fotografía más grande pertenece la historia con la que esta conectando nuestro cliente:

“Al ser multipartidario, me conecto como coach con todas las partes que intervienen en la totalidad. No me mantengo al margen ni soy neutral: me pongo en el lugar de cada uno de los elementos del sistema, incluso en el de aquellas partes olvidadas o excluidas.

Cuando escribimos y mantenemos la importancia de “No saber” en este tipo de procesos nos cuesta acertar con las palabras que explican la apuesta por esta manera de permanecer “ignorantes” a posta:

“En cuanto me doy cuenta de que pierdo interés por los detalles o emociones, digo por ejemplo: Te agradezco todo lo que me cuentas; necesito saber si has experimentado algo similar con anterioridad. ¿Es así?” “Si comienzo a preguntar de qué se trata exactamente, corro el riesgo de distraerme de mi orientación sistémica”

Sobre los silencios, su pertinencia, claves para entendernos en la relación e impactantes en el proceso de “darse cuenta” de nuestro cliente:

“Con frecuencia me alegra el efecto que consigo al guardar silencio. He aprendido a mantenerme callado en los momentos que no sé como seguir (…) En los casos en que no logro tolerar el silencio, me pregunto qué dice esta situación sobre mí. ¿Será que no puedo controlar mis ansias de ayudar?

Sobre los juicios, los prejuicios, las transferencias, contratransferencias, hipótesis,… hay ríos de tinta describiendo procesos personales, de equipos y organizacionales. Yo cada vez vibro más con esta manera de estar dónde me uso como antena, como dedo húmedo al aire, …

“Mi propia experiencia como coach es una curiosa fuente de información: ¿Siento que me convierto en niño, dependiente, paternal o maternal por la conducta o palabras del cliente? (…) ¿Que esta sucediendo conmigo aquí y ahora? ¿Será acaso una repetición de lo que el cliente me está diciendo que es su problema?”

“¿Para que otro problema es este problema solución?” Son muchos años trabajando con la fuerza del beneficio secundario en el mantenimiento de situaciones dolorosas. Acercándome al síntoma como una llamada de atención sobre cierta fisura en el equilibrio funcional, entre la suma y la resta de estas situaciones. Escuchar esta frase y desde el lugar desde el que la lanza Anton de Kroon le ha dado una fuerza extra a esta mirada y manera de trabajar con personas.

“-Cuándo comenzó- o -desde cuándo existe el problema y que sucedía entonces- son preguntas relativas a los hechos y a las circunstancias. No pregunto por qué surgió el problema. Eso es trabajo de averiguación de la policía, que pretende encontrar explicaciones y posibles culpas. Yo planteo preguntas para descubrir si el problema presentado es una respuesta a una necesidad sistémica dentro de la organización” ¿Para que problema sería una buena solución? Supongamos que el “problema” esta resuelto, ¿que empezaría a hacernos falta? Si el problema deja de existir, que partes del sistema podrían evocarlo de inmediato?”

Tras los primeros relatos nos cuenta una pequeña reflexión. Una conversación con colegas dónde muestra pequeñas fisuras, caminos posibles que podría haber cogido el trabajo. Cuando aprendemos de la practica corremos el peligro de pensar que lo que ha ocurrido es la única manera de hacer posible e intentamos poner todo de nosotros para atrapar esta manera de hacer. De nuevo, en este texto, conecta con la humildad, la curiosidad y las ganas de aprender al servicio de las personas.

El texto desborda humanidad, como Anton.

Habría otro post sobre este libro. El que puede mirar al libro desde su indice y rescatar esas frases que nos ayudan cuando lo que esta ocurriendo es una cosa u la otra. No lo descarto. Estoy volviendo a escribir y aun no sé muy bien como se hace. O quizás tu que estas leyendo este post puedes leer el libro y complementar estas lineas con las tuyas. Te espero.

Gracias Anton de Kroon.

Korapilatzen abierto al cuadrado


Esta semana hemos terminado el curso “Empresa abierta y emprendizaje” Liderado por Julen y David en el marco de una colaboración entre la universidad de Mondragon y la EOI. Julen, Juanjo y Alvaro han escrito ya sobre el encuentro. Fue realmente significativo. Una de esas experiencias que te hacen creer que no hay otra forma de tomarse el trabajo que conectar con las pasiones, lanzarte en solitario y tejiendo red.

Quiero compartir mi presentación. Buscaba parar, reflexionar, contrastar y aportar más estructura a mi manera de compartir y construir en abierto. En el camino he reconectado, gracias también a la reflexión en el marco del curso, con una dimensión de la apertura más ligada con la actitud, con mi forma de afrontar los proyectos.

Esto es lo que cuento en esta presentación, de nuevo dibujada, otra tallada a medida para este momento y con una pequeña sorpresa que se desvela en la penultima diapositiva.

Comienzo con una aproximación a esto de KORAPILATZEN. Cuando buscas “korapilo” en el diccionario lo traduce con diferentes voces; nudo, enredo, embrollo, lío, problema, complicación,… La terminación “-tzen” en euskera conjuga el verbo en gerundio. Puede coger diferentes formas, a mi me ha gustado hablar de enredar pero liar es también una imagen propia, habla de mi marca. Soy un experto en lios, a veces hasta contribuyo a crearlos y casi siempre soy capaz de escuchar y devolver la complejidad con algún tipo de metafora que ayuda a entenderla. Esto es lo que mejor sé hacer.

Esta es mi manera de trabajar. Conversamos en la intimidad de la relación personal, grupal o de equipo. Es difícil, a veces contraproducente, llevar algo preparado a priori. La destreza a desarrollar tiene mucho que ver con la palabra “abierta”. La caja de resonancia bien labrada, con todos los matices de lo observado, vivido, aprendido,… atento a lo que viene.

Algo de todo esto conté y comparto ahora. Es un viaje sin terminar y además creo que este estar abierto para bailar con la incertidumbre es un aprendizaje interesante en los tiempos que vivimos.

 

Los grandes nos hacen grandes, los pequeños intentan hacernos pequeños

No saco tiempo para escribir.  Mucho trabajo (bienvenida tarea a espuertas en unos hombros más organizados y “musculados”), diferente, enredado con gentes de las que aprendo continuamente, aprendiendo a abrir proyectos a otras personas, … Últimamente tengo cierta sensación de bombardear en Twitter y Facebook con propagandas varias. Me gusta contar lo que voy haciendo, creo que es parte de mi valor añadido y además hay cosas en las que ando metido que me gusta contar. Creo que son grandes ;D

Tengo pendiente responder a algunas ideas que me lanzó Enrique antes de verano. Algo así como explicar los “paraqueyovalgo”. Tengo un pequeño texto que tengo que pulir para hacerlo más fácil de entender. Lo complementaré con las tareas y proyectos en los que estoy enredado.

Ahora que me despego de la tarea unos días para participar en el congreso internacional de “constelaciones organizacionales” en México seguro que saco un rato para escribir.

También creo que cierto “bienestar” me aparta del blog. Tengo mis dificultades pero también los lugares dónde buscar las ruedas pequeñas que ayudan a los que estamos aprendiendo a andar en bici de dos ruedas. Y eso hace mucho.

Así que el enfado puede ser una buena manera de retomar plumas…. Esta tarde vuelven a confirmarme una creencia “Los grandes nos hacen grandes, los pequeños intentan hacernos pequeños”

Las personas seguras, con experiencia, centradas,… (pongan en este listado todas las virtudes deseadas) te acompañan escuchando, interesadas por lo que tu puedes aportarles, otras maneras de entender y complementar su “mundo”,… Y eso a mi me sienta bien. Alguien al otro lado de la conversación se interesa por mis cosas, ejerce de espejo+cajaderesonancia y aporta contando su experiencia y aprendizajes sin el tonillo del valientetestimonio.

Seguro que he escrito algo sobre esto en algún momento. Es obvio que soy un tío especialmente sensible a las conversaciones. No les ocurrirá a todos con la misma fuerza. Pero algo se nos mueve con unas y otras actitudes.

Otra obviedad, esto no es permanente. Hay personas más orientadas a una y a otra manera de estar pero a veces, siendo grandes (como somos los que nos pasamos por este ligar ;D) el contexto o el momento nos llena de inseguridades y corremos a defendernos, a aparentar altura inalcanzable y mirar desde esa distancia. El otro seguramente se sentirá pequeño. Lo hemos conseguido

En un tiempo me reí mucho con una amiga cuando hablaba del “buenrollismo” que veíamos como única herramienta de muchos coachers de nueva generación.  Y si, sigue haciéndome gracia. (Aquí alguien puede ver el video “Validation” y comprobar la fuerza del asentir)

Obviamente el limite y cierta confrontación son caminos perfectos a experimentar y madurar. No hablo de esto. Pienso en todo lo que se mueve en la propuesta de relación que dice algo así como “te respeto” y lo diferencia de otras posturas más irrespetuosas e infantilizadoras.

Cuando acompañamos personas y organizaciones desde cualquiera de las posiciones posibles esta sencilla diferenciación entre los que respetan y los que no, cobra un lugar fundamental.

Y si hubiera alguno de estos pequeños (o grandes con ataques de inseguridad) leyendo estas líneas… un secreto. Escuchen y respeten les hará grandes.

Abrazos

P.d: Permitanme la gracia de Jorge Negrete ilustrabdo el post. Me ha venido a la memoria esta tarde y le he aupado como avatar personal en redes sociales durante unos días.