7 ideas sobre la complejidad y la didáctica

(Publicado en el blog de REDCA en Mayo de 2024)

Hace unos días en los perfiles en RRSS de Emana compartían un video donde yo reflexionaba sobre la necesidad de simplificar lo que quería transmitir y colocarme con más fuerza al servicio de las personas y organizaciones. En el fondo es escapar un poco de esto que me decían “Me parece que escribes sobre cosas muy interesantes pero que no entiendo”.

Imagen de Florida Memory vía Flickr.

Queriendo ahondar en este viaje he encontrado unas notas que escribí como un post que no llegué a publicar hace unos meses. Retomo este borrador y lo comparto hoy como un listado de ideas ordenado:

  1. La realidad es compleja y a veces la quiero atrapar entera. Antes de nada, una confesión. Lo sé. He ido construyendo una manera de estar en el mundo donde me permito sentir y pensar por encima de lo que puedo digerir y expresar. En las conversaciones escucho lo que se dice y lo que se calla. Observo una familia en el transporte público y construyo castillos en el aire, me imagino intrahistorias con padres poetas y madres cazadoras… Cuando alguien comparte su película yo no puedo dejar de conectarla con otra y con otra. Me gusta dar tiempo a explorar las respuestas y no me gusta cuando alguien pasa rápidamente a otro lugar. Recuerden, que ahora hace 15 años, que a mi blog y luego a mi personaje laboral los llamé “korapilatzen”. 
  2. A veces cuesta entender los relatos circulares. Quiero pensar que hay parte de este cruce de historias que tiene que ver con una mirada que llamamos sistémica. Veo círculos, solo puedo ver círculos. No puedo describir sin hablar de cómo me implica y cómo creo que contribuyo a que esté ocurriendo lo que ocurre. Sé que en los terrenos lineales las descripciones más circulares se pueden percibir como ruido. Lo veo a veces en otras personas. Cuesta entender lo que quieres decir cuando estás tan envuelto en tus interpretaciones. 
  3. La confusión como oportunidad. Me gusta releer a Milton Erickson de vez en cuando y su “técnica de la confusión”. Buscaba “superar el pensamiento racional y consciente con la finalidad de facilitar la inducción”. Lanzaba “palabras vacías” que las personas podían llenar con sus propios significados. Habitando por completo esta estrategia debería de ir renunciando a explicar más y mejor. Olvidarme de ser instructor para bucear por los lenguajes del cambio y los inconscientes. A veces es una tentación. 
  4. Aumentar las fuentes para intuir y comprender. Leo compulsivamente. Cuando hay espacio lo ocupo con un libro. Los leo con el cuerpo, me ocupan. Y, sin embargo, me costaría mucho compartir lo que he aprendido en los últimos meses a través de la lectura. Es una sensación extraña, es como si las ideas fueran parte ya de mi manera de estar, mirar, proponer… No me interesa demasiado y, por tanto, me declaro bastante incompetente para generar argumentos que pretendan convencer a nadie de la perspectiva que voy sintiendo más mía. Me interesa mucho más comprender cómo va construyendo el otro su posición. 
  5. Balbucear las nuevas ideas. Así también me reconozco contradictorio y balbuceante cuando comparto una idea o sensación suficientemente nueva. En mi cabeza solo lo embrollado cobra valor de suficientemente real. Por supuesto que busco confirmación a mis aproximaciones, pero también disfruto mucho con los matices y contradicciones. Cuando facilito aprendizaje me cuesta mucho renunciar a esta nueva idea que empieza a coger forma. Tejemos un discurso que puede durar suficientemente en el tiempo. Podemos cambiar las formas para no aburrirnos, pero sería bueno conectar con más valor en las esencias hasta sustituirlas por otras o sus versiones matizadas. 
  6. Escribir más sencillo ayudará. Un día un buen amigo me dijo que para escribir bien debía leer más. No tengo dudas sobre el impacto de leer, además creo que tengo que escribir más. Estos dos últimos años he estado retomando mi segunda lengua. Me interesa mejorar mi capacidad de comunicarme en euskera. Esto da para otro post, pero en relación al que me ocupa traigo de esta experiencia la necesidad de simplificar mi manera de escribir para cometer menos errores. Leo mis redacciones en euskera y me parecen infantiles, simples, pero a veces descubro una idea que brilla por lo que es y no por su forma. Quiero traer este aprendizaje al castellano. 
  7. Trabajar con lo emergente. He apostado por aligerar las estructuras para ver dinámicas y trabajar sobre estas. Me gustan las sesiones ligeras de actividad. Me gustan especialmente las que comienzan con una ronda de llegada profunda y lenta contestando ya una pregunta significativa y continúan con una conversación que une la aportación más “teórica” con la práctica de cada cual en su organización. Y esta conversación comienza desde una técnica o actividad que yo propongo, pero no con una presentación al uso donde yo exponga nada. Quizás más preguntas para alimentar la conversación y algunas ideas provocadoras. El último paso cobra diferentes formas, una que me gusta especialmente es la del compromiso de un paso a llevar a la práctica con lo aprendido. 

Estas son mis ideas sobre el frágil equilibrio entre la realidad, su complejidad y la manera de simplificarla lo suficiente como para movernos de una manera más consciente. ¿Cómo es para ti?

#REDCA10 Madrid

«Consultoría artesana». A oídos de una persona con años de experiencia en el sector y que nos acompañaba ayer en Madrid; “un antónimo”. Dos palabras colocadas la una junto a la otra que pudieran entenderse casi como opuestas. Una pareja extraña que te obliga a parar y pensar. Y esta, a mi entender es la principal virtud y función de la declaración; “consultoría artesana” y la propia red. 

La diversidad entre las personas que conformamos este lugar hoy es muy grande. A veces, en muchos intercambios sobre nuestros proyectos y enfoques, tengo la sensación de utilizar palabras similares para referirnos a propuestas muy diferentes. Cada práctica y persona es un mundo. Biografías particulares, proyectos peculiares y personalidades fuertes. Planetas, hoy conocíamos un poco más sobre la composición del anillo de Saturno, parte de un sistema en longitudes y latitudes bien distintas.

 #REDCA10 en Madrid

REDCA son nuestros encuentros. No nos necesitamos. En este punto no nos sentimos “obligados” a afectarnos ni a construir en colectivo. Cada cierto tiempo recorremos una buena cantidad de kilómetros para compartir apenas unas horas de trabajo. En alguna ocasión compartiendo proyectos y aprendizajes concretos. En todas compartiendo viajes personales/profesionales. 

Nos encontramos primero en internet. Alguien proponía un contenido en su blog y las conversaciones se entrelazaban. Hoy también. A otro ritmo, con otra cadencia, con estilos más diferenciados y rutinas distintas. En estos viajes de uno hacia al otro y viceversa hay también modos y maneras. Confrontación, adulación, parafraseo, duda, reacción, lectura sin conversación, conversación sin lectura…

Algo que compartimos en nuestra mayoría es el uso que damos a nuestros blogs. Con diferentes palabras solemos compartir que escribimos para explorar los temas que nos ocupan. Gustamos de leer y gustamos de escribir. Se trata de un ejercicio de conversación con nosotros y nosotras mismas. Una suerte de bitácora o diario personal público. Subrayaba justo esta semana este párrafo de Ursula K Le Guin:

“Cuando puedo usar la prosa, como sucede en mis historias, como manera directa de expresar mi pensamiento, no para decir algo que sé o en lo que creo, no como vehículo para transmitir un mensaje, sino como exploración, como viaje de descubrimiento que resulta en algo que yo desconocía antes de escribir sobre dicho tema, entonces siento que la estoy usando correctamente”

URSULA K LE GUIN

En el mejor de los casos esta se amplia a través de los comentarios y la redacción de otros posts inspirados por el nuestro. Viajan y llegan a lugares insólitos a través de twitter principalmente. Sin descartar ni menospreciar toda la fuerza que tienen estos impactos, por ejemplo en una función prescriptora de nosotras mismas, el post ya cumplió su función cuando se publicó. 

En esta escritura nos mostramos en fondo y forma. No es solo el contenido que elegimos para compartir es como decidimos contarlo. Me atrevería a decir que es sobre todo aquí donde nos mostramos como profesionales y personas. Dejamos entrever patrones que se repiten, lecturas inspiradoras, influencias inconfesables, pasiones, filias y fobias. “Parte de mi recurso es mi singularidad”, tengo recogido en mi cuaderno como uno de los apuntes de la jornada.

Imaginaros esto en directo. Paramos, porque ya os he confesado que desde mi punto de vista REDCA es una manera de hackearnos. Nos contamos, compartimos momento, proyectos, dudas, intuiciones, algún dolor… En cómo nos contamos y escuchamos, como si fuera la música, vamos compartiendo nuestros enfoques y perspectivas. No es lo que decimos, es la forma. Recitamos nuestros posts, unos hipnotizadores, otros más balbuceadores, con música de swing, ranchera, canción protesta, son cubano… Nos escuchamos a nosotros y nosotras mismas cuando hablamos y cuando continuamos la conversación. Y no me parece mal. 

Sobre lo que dicen los demás la escucha deriva desde una especie de sordera cómplice hasta una afección absoluta pasando a veces por divertidas batallas de gallos y algún silencio sostenido.

Yo me llevo muchas pequeñas ideas y el ejercicio de haber construido dos o tres maneras de unirlas. En estos cuentos aparecen las palabras; silencio, política, noviolencia, trazabilidad, google site, sesgos, datos, lecturas, obligación, derecho, antiemprendizaje, caórdico y satisfyer. 

Gracias singulares que hacemos REDCA. Ganas de leer a mis compañeros y compañeras.

Pensamiento mágico y consultoría artesana #redca8

Zaragoza mediados de Julio. Son las 9 de la mañana y vamos saludándonos con verdadero afecto en torno a un café. Vamos a trabajar todo el día compartiendo nuestras experiencias en los últimos meses y desentrañando algunas claves de nuestra profesión. Somos consultores y consultoras y nos decimos artesanas.

Uno por uno, siguiendo las líneas que habíamos escrito con anterioridad en un documento compartido en la nube, fuimos compartiendo el momento en el que estamos, los proyectos en los que invertimos nuestra energía, luces y sombras.

Creo que fue a última hora de la mañana cuando una compañera señaló como algunas demandas de nuestros clientes solo se podían entender desde una suerte de Pensamiento Mágico: “Te piden que des una vuelta a su proyecto en un mes, que se duplique la venta, que las personas trabajen más motivadas,…” Se refería a encomiendas imposibles y yo escuchaba también la complejidad de los procesos, las expectativas que configuran realidades, los proyectos como una suerte de destino compartido entre cliente y consultor/a, el éxito como el resultado de apuestas personales, dinámicas colectivas y azar,…

Y entonces declaré ante mis compañeros y compañeras que mi propósito en estos momentos era desentrañar los secretos del Pensamiento Mágico para usarlo de manera más consciente en los procesos de acompañamiento a personas, equipos y organizaciones. Me recordaba una amiga esta tarde el primer libro de aproximación a las organizaciones desde la mirada sistémica, aquel “El mago sin magia” de Mara Selvini. Amalio que está entrenado, entre otras batallas, en la sistematización y paquetización de procesos complejos le dió un nombre a esta vocación: “Magic Thinking Officer”. (Un guiño a nuestro amigo Fernando de la Riva un verdadero “fan” de los anglicismos)

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Elaborando una propuesta

En estas vacaciones tengo pocas obligaciones y además, de momento, voy cubriendo los objetivos. Varios de los libros en el punto de mira han caído dejando un exquisito olor y sabor a cadáver, ese listado “comentado” de los trabajos de estos últimos meses esta esbozado y ando buscándole lugar, quiero escribir algunas líneas más para alimentar este blog, no engordar, rebajar el miedo a cabezudos y gigantes de mis hijos, ordenar el escritorio del portátil, reorganizar mi mesa de trastos en casa, … he dado con una estrella de mar, cientos de peces, muchos erizos, karramarros pero aun no he dado con ningún pulpo.

En ese listado imaginario, por no escrito, queda algún libro de los de subrayar y aprender y un par de propuestas para el curso que viene.

Cuando digo “propuesta” me refiero a ese pequeño documento que empieza por un titulo y termina con un presupuesto. Algo sobre lo que podamos trabajar antes de comenzar una nueva aventura con otra organización, un “siteheentendidobien” para tomar decisiones y cerrar una pequeña hoja de ruta.

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La reconversión de la demanda en consultoria

No sé si el concepto se entiende. En servicios sociales servía para hablar de esas veces que una familia te pedía una cosa y tu, como profesional, entendías que necesitaba algo diferente. Entonces comenzaba la batalla de las estrategias para este contrabando de expectativas y respuestas. Muy a menudo de la mano de estos conceptos y propuestas iban ligadas otras palabras; resistencia al cambio.

Una vez, hace unos cuantos años, cuando trabajaba como educador familiar en un servicio municipal, me encontré en la sala de una familia mirando montañas de ropa para planchar. Me costo darme cuenta de que era lo que esperaba aquella madre. Ella había pedido en los servicios sociales una ayuda a domicilio y le habían endosado un educador.

lorea by gallas

Por aquel entonces, algunos profesionales (no todos) llegamos a una conclusión; teníamos que responder a las demandas más explicitas si queríamos luego acompañar en otras aventuras más profundas y estructurales. Por supuesto no estaba en nuestras manos responder a todas las necesidades materiales pero ese era el objetivo en común con nuestros clientes.

Este viaje compartido, como todos los mínimamente exóticos y basados en el respeto mutuo, era el del encuentro, en el que nos íbamos conociendo, explicitábamos nuestros lugares, roles y objetivos. La palabra VINCULO nos servía para definir eso que construíamos y además le dábamos casi un valor absoluto. Me explico; era algo muy importante, estábamos construyendo puentes con las piedras que habían servido para construir muros. Y eso era el mayor cambio en el que podíamos colaborar; cogenerar un espacio, una relación significativa dónde podíamos experimentar con nuevas maneras de ser y estar más abiertas y adaptadas a la complejidad del día a día.

Y aquí estamos. 15 años más tarde poniendo al servicio de personas y organizaciones los músculos desarrollados en estas aventuras. Y algo de todo esto también nos lo encontramos en consultaría y en el trabajo personal.

En la relación más individual los limites los percibo muy rápido, en lo organizacional a veces si y a veces no.

En la primera entrevista escucho la demanda y todo lo que esta junto-ante-bajo-con de esta. Y lo devuelvo. A veces planteo una propuesta más amplia o centrada en otro foco que considero más radical (de raíz). No es estrategia comercial. No busco hacerme con más trabajo. Es algo parecido a haber elegido la pastilla azul en matrix. A veces no veo imágenes sino líneas de código verde a toda velocidad. ;D

Y en ocasiones ese es el contrato que acordamos, en otras rehago la propuesta para ajustarla a objetivos más instrumentales y menos provocadores.

Todo va bien en cada una de las situaciones. Solo ocurre en algunos casos que los subterfugios imaginados aparecen en una dinámica, por ejemplo, formativa. Y entonces protejo la encomienda y apunto para comentarlo en privado.

Escribir estas lineas me sirve para recuperar lo que ya sabía; respondamos a lo que nos piden y en ese camino podremos descubrir juntos otros alcances… o no.

Otra de las artes de este trabajo apasionante.

Enderezando cuadros y respetando ritmos

Hay semanas que parecen meses. Algunas por lo lentas que pasan y la sensación de que los martes se repiten tres veces. Otras porque es imposible que todo lo que hayas vivido tenga lugar en tan poco tiempo.

Esta es de las segundas; larga por intensidad.

Ahora me entran ganas de contaros todo pero entonces es muy posible que me pierda, que no cuente nada más interesante que una agenda. Quizás puedan ser material de otros posts porque uno sale de estos días con la fuerza necesaria, en modo certeza, para retomar la costumbre de escribir y compartir de manera más continua. Uno de los impactos de una intensa apasionada conversación con el gran Manel Muntada.

Soy consciente de todo lo que me da este espacio y a veces le dedico el rato que sobra. Probaremos a darle más tiempo y buscando compartir proceso y no tanto resultado redondo (que se descubre muy a menudo como aburrido). Comparto hoy una pequeña reflexión parte de un viaje consultoril.

Mucho escrito sobre el lugar que nos corresponde, ocupamos y debiéramos de ejercitar como consultores. Sobre el dentro fuera ya hemos escrito.

Irratia by gallas

Pienso ahora sobre mi manera de acercarme a algunas realidades con intención de colocarlas en un lugar mejor. Si, se que suena extraño. A veces lo hago. Como si quisiera colocar los libros de una estantería ordenados o enderezar cuadros torcidos.

Las claves, los prejuicios, las sensaciones, las intuiciones, mucha literatura del management, la planificación estratégica, las religiones, los dogmas, … son perfectos. Puedes adentrarte en los terrenos más desconocidos que no te vas a perder. Cuando encuentres alguien con una nariz que reconoces como la de un primo de tu madre atribuirás a él todo lo que recuerdas de este. Cuando entres en una habitación amarilla sabrás que de esta solo pueden escaparse los monos amaestrados… Es una sensación que me gusta. Me hace pisar seguro.

Pero también asusta y para eso uno se viste de inseguridad y de ritmos respetuosos. Provoca lo justo, sacude en lo obvio y dilata plazos para no molestar. Es mi cara más adaptativa, más blanda.

Y si. Soy un poco de lo uno y otro poco de lo otro. Y aprendo mucho yendo de un lugar a otro. Supongo que a veces será un poco extraño para la gente que acompaño pero no hace daño y a veces hasta sirve.

También sé que esta manera de estar es para un rato. En unos años habré visto y trasteado con tantas situaciones que me quedaré con las estructuras. Ya no me perderé en los detalles capote en los que ahora entro como un miura. Dejare de apuntar a personas de manera tan lineal. Apretaré y exigiré responder a los plazos y tareas dónde nos comprometimos. Escucharé los patrones con rapidez y atacaremos dónde hay que hacerlo sin invertir energías en grandes diagnosticos. Además seré consciente de dinámicas y antes de lanzarme tras ellas, las cuestionaremos y solo trabajaremos con lo que llega, con lo que la organización y mis clientes pueden entender en ese momento. La gramática de las situaciones me van a dar información pero en ningún caso me cegará, entendiendo que lo que «funciona bien, no se toca».

Bueno… Seguimos trabajando y con muy buenas sensaciones a pesar (o quizás gracias a) de esta repetida sensación de aprendiz eterno.

Compartiendo las presentaciones y resultados de la jornada artesana

El gran mkl ya tiene preparada la wiki de la jornadas artesanas de los primeros días de Junio en la hermosa ciudad de Girona. Se recogen fotografías, presentaciones y conclusiones «alfa».

Ahí tenéis cada comunicación. Fue una propuesta desde el comienzo, el requisito para participar era compartir un material para profundizar en la reflexión. Dedicadle un rato a cada una de ellas. Son muy diferentes entre si y todas igual de interesantes. Además hay un espacio para el debate y la construcción de nuevas ideas. Yo tuve la suerte de escucharlas en directo, ahora los #redca comparten conocimiento para seguir creciendo.