Historia personal, necesidades, pasión y emprendizaje

Esta semana he tenido hasta tres conversaciones sobre esto que os cuento.

Detrás de cada pasión hay un dolor. Es como si buscáramos curarnos o crear lugares, relaciones, diferentes a algunas que conocimos y nos marcaron. Nos sentimos amenazados y buscamos construir espacios de confianza.

Para mi los dolores, las experiencias que nos limitaron en el pasado y en el presente, son aliados. Motor visible o invisible de nuestra acción y en mi opinión una oportunidad.

Ávila. Foto promocional de la película Orgullo y Pasión. Cary Grant y Sofía Loren
Ávila. Foto promocional de la película Orgullo y Pasión. Cary Grant y Sofía Loren

Pero no todos los dolores generan pasión. En estas conversaciones íbamos construyendo algunas ideas que creo que son claves para que esta unión entre dolor y pasión sea “productiva”, “creativa”:

  • Es importante llevar esta necesidad/motor a la consciencia, sacarlo de debajo de la mesa. Manejarlo con palabras, saber que actúa. Quizás no es tan importante conocer su origen ultimo pero si las formas que coge hoy y para qué. Unir las diferentes formas con el fondo común y nombrarlo, conocerlo.
  • Aligeremos la carga, cojamos distancia. A veces nuestra propuesta pasional, nuestro proyecto laboral, político,… esta muy pegado a esa experiencia o experiencias. Se lo comentaba a una compañera en la que lo vi muy claro y me lo decía a mi mismo en ese mismo momento. Si esta tan pegado a algo muy importante para nosotros corremos el peligro de que se convierta en algo muy profundo, que no aguanta cuestionamiento, pasionalmente rígido, que se irrita con facilidad, cerrado a ideas nuevas,… Pareciera que nos exponemos personalmente en cada paso.
  • Es bueno que nos reconozcamos complejos, un recipiente con muchos colores y formas. A menudo nos contamos incompletos. Aferrados a esta manera de presentarnos hacemos hincapié en un fondo y forma muy concreto. Construimos una identidad y una narración peculiar dónde algunas palabras están prohibidas y otras aparecen continuamente. Recordaba esa pelea de perros sobre la que escribía Perls.

Pasión consciente, ligera y completa. Si podemos elegir ¿porque no lo vamos a hacer bien?

Korapilatzen abierto al cuadrado

Esta semana hemos terminado el curso «Empresa abierta y emprendizaje» Liderado por Julen y David en el marco de una colaboración entre la universidad de Mondragon y la EOI. Julen, Juanjo y Alvaro han escrito ya sobre el encuentro. Fue realmente significativo. Una de esas experiencias que te hacen creer que no hay otra forma de tomarse el trabajo que conectar con las pasiones, lanzarte en solitario y tejiendo red.

Quiero compartir mi presentación. Buscaba parar, reflexionar, contrastar y aportar más estructura a mi manera de compartir y construir en abierto. En el camino he reconectado, gracias también a la reflexión en el marco del curso, con una dimensión de la apertura más ligada con la actitud, con mi forma de afrontar los proyectos.

Esto es lo que cuento en esta presentación, de nuevo dibujada, otra tallada a medida para este momento y con una pequeña sorpresa que se desvela en la penultima diapositiva.

Comienzo con una aproximación a esto de KORAPILATZEN. Cuando buscas «korapilo» en el diccionario lo traduce con diferentes voces; nudo, enredo, embrollo, lío, problema, complicación,… La terminación «-tzen» en euskera conjuga el verbo en gerundio. Puede coger diferentes formas, a mi me ha gustado hablar de enredar pero liar es también una imagen propia, habla de mi marca. Soy un experto en lios, a veces hasta contribuyo a crearlos y casi siempre soy capaz de escuchar y devolver la complejidad con algún tipo de metafora que ayuda a entenderla. Esto es lo que mejor sé hacer.

Esta es mi manera de trabajar. Conversamos en la intimidad de la relación personal, grupal o de equipo. Es difícil, a veces contraproducente, llevar algo preparado a priori. La destreza a desarrollar tiene mucho que ver con la palabra «abierta». La caja de resonancia bien labrada, con todos los matices de lo observado, vivido, aprendido,… atento a lo que viene.

Algo de todo esto conté y comparto ahora. Es un viaje sin terminar y además creo que este estar abierto para bailar con la incertidumbre es un aprendizaje interesante en los tiempos que vivimos.

 

El fracaso apuesta de futuro

El fracaso no es una opción. Es un privilegio reservado para quienes al menos lo intentan.

Esta frase la rescato del baul microsiervo y me parece de estas que hay que guardar en algun lugar del ordenador y en mi caso tatuar en algun lugar de mi cerebro (Ahora que sabemos que las emociones también residen allí. Lo dice uno de mis libros de mesa de la temporada).

Hace unos días os hablaba de las jornadas de Lanekintza y la ponencia de Cesar Oteiza. Dijo muchas cosas y seguro que más aprovechables o practicas que las que me resuenan en estos momentos. Sobre estas ya he encontrado algo por la red. Sobre sus reflexiones sobre el fracaso alguna menos.

Elogiaba la «cultura de emprendedores» con la que él se ha encontrado en los EEUU. Y decía que en ese lugar del mundo la valoración social del éxito y del fracaso eran muy altas. En una serie de recomendaciones que titulaba «lecciones» comenzaba con la que decía «emprender vale la pena aunque no salga bien». Continuaba diciendo que los fracasos son éxitos, medallas, la posibilidad de no equivocarse en el futuro.

maren en lo más alto
maren en lo más alto by gallas

Seguro que a alguna de las personas que se pasé estos días por este post se sorprenderá de esta reflexión y comenzará a relativizar la idea del éxito como sueño americano, ¿qué es el éxito?, ¿lo enmarcamos en el terreno profesional?, ¿estará este hombre en una de sus crisis existenciales?, … Comprarán algunos la frase de Jorge Luis Borges «El éxito y el fracaso son dos impostores».

Volviendo el otro día con mi amiga Esti hacia casa volvía a salir mi discurso de cuanto hemos aprendido de los fracasos. Contrastandolo con ella, su percepción sobre algunos de los proyectos que habiamos compartido era bien diferente. Otra vez de bruces con el narrativismo. Volvía a nadar en las aguas de mi particular mapa (como explican en esa joya de libro que es «la estructura de la magia» Richard Bandler y John Grinder)

Supongo que la rotundidad aplicada al mundo del fracaso y el éxito solo se podría adjudicar a grandes hecatombes o similares. Yo hablo de insatisfacciones, frustraciones, sensaciones de no haber cerrado bien una tarea, de haber dejado caer el peso de tareas sobre la espalda de otra persona,… Esos son mis fracasos.

Y son fuente de dolor y además de aprendizaje puro y duro. Mis particulares «medallas». Son negro y blanco… Me preparan para situaciones futuras y conozco cuales son los caminos para llegar a sitios diferentes. Además, y esto de nuevo tiene que ver con mi manera de procesar mis experiencias,  me dejan cauto, como preparado para cerrar los ojos o apartar la cabeza cuando veo que el balon viene fuerte. Ya sé que duele.

¿Como os va a vosotros y vosotras?, ¿como convivis con esas vivencias del limite personal y colectivo?

Otra frase microsierva e interesante sobre esta reflexión

No se cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo.

Bill Cosby vía Halón Disparado

Además me estreno con mi primera encuesta. Abajo a la izquierda y es más facil que escribir un comentario ;D