Arawana Hayashi viene a Barcelona de la mano de Emana. Quiero contribuir a difundir esta buena nueva y, en este momento de repensar mi vida digital, voy a usar mi blog para hacerlo.
Cuando pienso en el trabajo con el cuerpo en el trabajo de acompañamiento a organizaciones y equipos me vienen un rosario de imágenes. No voy a ordenarlas, os las comparto según llegan.
Viñeta 01. Acababa de comenzar a trabajar como educador social y un grupo de profesionales de distintas organizaciones del casco viejo de Bilbao trabajamos junto a un terapeuta durante varias sesiones. Recuerdo una sala oscura y con poca iluminación, cojines volando, escenas en las que poníamos limite a la exigencia con toda la expresión, de pie, gritando, haciendo aspavientos con las manos…
Viñeta 02. Con este mismo equipo en otra ocasión me recuerdo paseando por el espacio y recitando el listado de lo que decíamos ser y lo que no éramos. Todos andando sin rumbo fijo, cruzando nuestras miradas y afirmando una cosa y la contraria.
Viñeta 03. Nunca dí un paso adelante con la biodanza. La escuela de coaching ontológica la proponía como un canal para conectar con el cuerpo. Creo que me confrontaba demasiado con mis miedos, con un cuerpo que comenzaba a tener dimensiones “poco gráciles”. Tampoco entendía demasiado el paraqué.
Viñeta 04. Descubrir el mundo de las constelaciones me ayudó a hacer este acercamiento de una manera más “racional”. Siempre he sentido una buena conexión con mi intuición y mis emociones. Incluso desde una experiencia de cierta disociación. Este trabajo me permitió comparar que significaba más cerca y más lejos, detrás o delante, en el centro o fuera… Lo siento y lo comparto contribuyendo a la construcción de un mapa mental más abierto y colectivo.
Viñeta 05. Recuerdo ayudar a incorporarse del suelo a un maestro y compañero después de haber compartido una sesión de movimiento Rio Abierto dentro de uno de los congresos IOCTI en Uruguay. Nos tocaba acompañar a un grupo de aprendizaje durante toda la mañana y en ese mismo espacio. La sensación era. “Después de vivir esto ¿Qué hay que hacer más? ¿Qué se puede añadir?” Cuando llegue a Bilbao me apunté a las sesiones de Bego y no dejo de aprovechar la oportunidad cada vez que puedo.
Viñeta 06. Dentro de la formación de Coaching de Equipos que este año cumple su edición número 20 (Será especial. No lo dejéis escapar) hemos experimentado con distintas orientaciones de una manera transversal y especifica. En esta última recuerdo con fuerza el trabajo de Asier López de Gereño a través del Aikido y en los últimos años con la propia Bego. Lo tocamos con los dedos de la mano, sigue siendo un reto a seguir desplegando. A veces las preguntas y la investigación son más interesantes que las respuestas.
Viñeta 07. Trabajo con esculturas familiares en el contexto de la formación de Terapia Familiar Sistémica. Cada miembro d ela familia modelaba al resto hasta lograr la fotografía que reflejará la situación actual de la familia, desde su punto de vista, y la deseada, también desde sus necesidades.
Viñeta 08. Trabajando junto a Txelu Balboa de CBB dibujando mapas en el suelo con cintas de colores y lanzando preguntas que solo se pueden responder sitúandonos en el espacio.
Dicen que uno solo puede decir que ha entendido algo hasta que sabe expresarlo a través de las palabras. Creo que hay afirmaciones que tienen sus límites y esta es una de ellas. Hay muchos textos y personas expertas (mención especial a Nazareth Castellanos que explica lo difícil sencillo) que podéis leer para romper la creencia de los cuerpos gobernados por el cerebro.
En todo este viaje yo tuve mi particular caída del caballo gracias a Arawana Hayasahi y el trabajo de presencia. Recuerdo con mucha fuerza las primeras sensaciones experimentando con el ejercicio de la aldea. No fue fácil para mi. No era un juego sin implicaciones. Sudaba y era incomodo. Salían a volar mis fantasmas. La cercanía a otros cuerpos me parecía un reto. Cuando me acercaba ya no sabía despedirme. El trabajo estaba pautado y me cuidaba sin sobreprotección, partíamos de nuestro cuerpo al encuentro del otro. La propuesta de “stuck” me parece una joya. Yo aún tengo anclas de aquel trabajo a las que vuelvo de vez en cuando. Estoy escribiendo y mi cabeza asoma entre dos manos que tapaban mis ojos.
Esta semana Isabel Fernández, Francesca Nogales y yo hemos participado del congreso de agilismo #CAS2024.. Teníamos ganas de estar juntas e inspirarnos con aproximaciones al mundo de los equipos y las organizaciones, complementarias a las que hemos ido construyendo durante casi 15 años diseñando, facilitando y adaptando el curso de Coaching de Equipos en Emana Formación. Estar juntas, escuchando y conversando, ha sido importante y catalizador. Estamos contentas.
Este congreso CAS, y el agilismo como contexto, es una propuesta que siempre he tenido cerca gracias a buenos amigos y amigas. Jorge Uriarte, en nuestras “sushi talks”, me ha compartido muchas lecturas, propuestas y reflexiones. Hay cosas que compartimos incluso antes de que ocurrieran en ediciones anteriores de este encuentro: la charla de Koldo Saratxaga, aquella entrevista del propio Jorge a Cristóbal Colón de la Fageda y Pedro Serrahima de PepePhone… De forma más abierta, sobre esto del agilismo, también vi trabajar a Joserra Díaz cuando apoyé en Virtualware un impulso de estas metodologías. Con Maica Trinidad y Manu Martín colaboré en un bootcamp en Kairos para coaches ágiles, trayendo la perspectiva sistémica al trabajo con equipos. Hace unos años, desde Emana, impulsamos un programa con Francesca y Pablo Domingo. Y, sobre todo, dentro del proyecto Bherria y acompañados por Asier Amezaga de Komunikatik, experimentamos con el mundo del kanban, los sprints y las retrospectivas.
Voy a permitirme compartir algunos flashes de mis experiencias en estos dos días de encuentro, sin orden ni rigor, como cuando escribía ligero en esta casa:
Hace años que no trabajo con pantallas ni PowerPoints en mis talleres. En este encuentro me han entrado ganas de volver a utilizarlos. La escenografía me ha parecido impresionante: pantallas de cine y, en muchos casos, talleres a pie de “la madre de todos los PPT”. Me ha resultado plástico y atractivo. A ver si somos capaces de jugar en este tipo de marcos en alguna ocasión, uniendo lo físico, el contacto y la kinestesia con la imagen en tamaño desbordado.
No me ha gustado el lugar persistente de las marcas y patrocinadores, aunque reconozco un acierto en la gamificación a través de sorteos para visitar los stands.
Añado a este “dislike” otro más: no soporto las invitaciones a la motivación a través de gritos tipo “uouououo”, “wow”, “arriba”, “¡somos los mejores!”. No estuvieron presentes en todos los momentos, pero sí en algunos. Cuando alguien necesita estas llamadas para venirse arriba, me hace reflexionar.
Me gustó mucho la primera ponencia marco con Xavier Albaladejo, que incluyó referencias explícitas a ciertos límites al desarrollo tecnológico. Señaló, por ejemplo, la psicología conductista al servicio de la economía de la atención, el scroll infinito y sus efectos en la salud mental. También me pareció interesante el guiño a que lo disruptivo siempre es contextual.
He vuelto a tuitear. Quién sabe si serán mis últimos mensajes en esa red social. Ya hemos migrado a Bluesky (por cierto, este es mi perfil por si alguien quiere continuar la conversación allí). Joserra Díaz me presentó a Jose Manuel Beas, pero realmente fue una desvirtualización. Coincidí con más personas con las que había conversado en esa red social en otros tiempos. A otras las conecté en LinkedIn. Hacía tiempo que no jugaba entre estas dos capas y de esta manera. Fue como rejuvenecer 😀
Beas nos llevó de la mano por los mapas de Wardley, una propuesta muy sugerente para acompañar la estrategia con claves de evolución y maduración de productos y procesos. No sé si seré capaz de profundizar lo suficiente para integrarlo en mi mochila de herramientas, pero saber que hay un mundo más allá de lo conocido ya es un buen disparador.
Me llevo algunas invitaciones a la acción y al hackeo cultural que nos aportó Raquel Gavilan; Gemba walks, Mind the gaps… Estrategias de hackeo de la cultura que operan por debajo del radar y contra las que es más difícil luchar. Os podéis imaginar mi conversación interna al respecto, o al menos parte de ella. En todo caso, despertó mi interés y me conectó con conversaciones pertinentes sobre estrategias de cambio.
Seguimos conectando gracias a otros ponentes. Lo hizo bien Juan Manuel Gómez al unir el cambio con una cita inicial. Apunté en mis notas: “Sentirnos cómodamente incómodos”. Tiene sentido para mí.
Hubo muchas claves que conectaron especialmente bien con mis marcos previos, sea esto bueno o regular. Volver a conectar con la resistencia como “una de las posibles respuestas al cambio” fue como llegar a casa. Joserra reflexionó sobre el diseño organizacional, con varias referencias a la perspectiva sistémica. Disfruté con los mapas de interdependencia y circularidad compleja. Conversar con Joserra, esto en el café, sobre la diferencia entre el concepto de complejidad de Snowden, donde no existe causa raíz, y la mirada sistémica, que reconoce múltiples causas raíces con una relación de circularidad compleja… ¿Qué os puedo decir? Me entusiasma 😀 También hablamos sobre la necesidad de iterar con la realidad a través de experimentos o buscar diferentes lugares para hacer palanca.
Diego Rojas e Israel Alcázar compartieron aprendizajes desde la práctica. Me conectaron con un par de proyectos de acompañamiento a organizaciones autogestionadas del grupo NER junto a Emana.
Michael Spayd trajo más sistémica y el modelo de la economía rosquilla de Kate Raworth. Otro refuerzo a mi apuesta personal por incorporar los límites físicos del planeta en la estrategia empresarial.
Pio Puig y Susanna Miquel compartieron ideas interesantes sobre nuestras competencias para innovar. Fue curioso encontrar tantas referencias a la categorización de estilos de comunicación y competencias. Soy consciente del mercado de estos tests y de su potencial. En los últimos años he trabajado bastante con Bridge, y me gustan las conversaciones que permite. Me llamó la atención la cantidad de propuestas que compiten en el mismo mercado.
El viernes disfruté especialmente del taller de Ángel Díaz-Maroto. Muchas referencias comunes a cómo trabajamos desde nuestra perspectiva el reto del ajuste de modelos mentales. Resaltó la importancia de mostrar el coste de mantener un modelo mental ineficaz y de estar atentos a los propósitos ocultos (nosotros hablamos de la ganancia secundaria).
Estas son algunas de mis notas. Realmente quien tomó apuntes fue Isabel. Ahora que ya he escrito el post con algunas notas y algo de memoria, le voy a pedir que comparta conmigo todo lo que escribió. Ha sido un placer de viaje que, sin duda, sostendrá más conversaciones y proyectos.
Estas claves son algunos aprendizajes que hemos ido adquiriendo en procesos de cambio y participación ciudadana. Algunas de estas ideas ya las hemos ido expresando, de una manera o de otra, a lo largo de las semanas que llevamos trabajando en #Bherria. Las compartimos para seguir conversando; nos interesa seguir profundizando en estas reflexiones, aterrizándolas en prácticas concretas.
Os proponemos algunas ideas sobre las habilidades o dinámicas más invisibles que, a menudo, se llevan nuestra energía en los proyectos. Solo unas ideas, a veces preguntas e incluso algunos videos.
LÍMITES
Necesitamos reflexionar sobre qué cosas dentro de este tipo de procesos no pueden modificarse. El listado puede ser amplio o escueto, pero debe de ser consciente y compartido. De esta manera, dibujamos una especie de marco para los procesos; explicitando los límites estamos también dibujando el área de todo lo que sí podemos cuestionar y modificar. Todo lo que no está dibujado como incuestionable, se puede cuestionar. Es importante que este ejercicio pueda realizarlo quien invita al proceso, por ser parte de su responsabilidad. Hay algo en el establecer límites que despierta la creatividad y la energía que supera obstáculos.
¿Dejáis claros los límites en los proyectos que impulsamos junto a otras personas? ¿Sabéis cuáles son las cosas que es importante pudieran permanecer en el cambio?
El poder de las limitaciones creativas – Brandon Rodríguez
CONFLICTO
Los procesos de cambio no son fluidos. El conflicto es parte de estos por definición. Tenemos un reto que tiene también de insatisfacción, hay algo que nos gustaría modificar. Si se mantiene en el tiempo es porque hay algo importante que, a su vez, está permitiéndolo; suena extraño, pero en estas situaciones siempre hay una ganancia actual y oculta.
Comenzar a trabajar en el cambio a veces significa cuestionar equilibrios precarios. Nos necesitamos. No se trata de buscar responsables fuera de nosotros; los enemigos también cumplen su función, nos construyen más fuertes como colectivo. Nosotros contra vosotros.
¿Nos sirve esta fotografía de bandos? ¿Qué nos estamos perdiendo que ven desde la otra perspectiva? ¿Cuáles son las necesidades detrás de las partes que declaran de manera explícita o implícita resistencia? ¿Y si en lugar de defender nuestra perspectiva defendemos los procesos?
Why are we so attached to our things? – Christian Jarrett
POTENCIALES
Estamos programados para ver lo que no funciona de todo lo que ocurre. Muchas veces invertimos tiempo y energía en aquellas personas que parecen responsables del ritmo lento de los proyectos, las dificultades del proceso, lo que falta… Hay otra estrategia que puede ayudarnos a trabajar de otra manera: vamos a fijarnos en aquello que ya está ocurriendo y se parece a lo que nos gustaría que ocurriera.
En la variedad de futuros posibles hay uno que está cogiendo forma y nos parece interesante y, además, permitimos que nos cuestione e inspire en la construcción de otras alternativas que no estaban en nuestros planes.
¿Cómo hacemos que esos futuros tengan más oportunidades de ser? ¿Cuáles son las habilidades y capacidades que tenemos en nuestros equipos y proyectos? ¿Dónde está el punto de palanca? ¿Dónde invirtiendo menos energía puede comenzar el primer cambio?
Son procesos frágiles. Estamos experimentando a hacer diferente y las inercias para repetir lo conocido son muy fuertes. Este tipo de procesos colectivos cogen forma como resultado de la aportación de todas las personas implicadas. Un cuestionamiento sin respuesta, un abandono por parte de alguien importante, una respuesta rápida, una necesidad expresada con fuerza y no respondida pueden ser una oportunidad o un paso hacia el desdibujado definitivo. Cuando un proyecto de estas características no funciona y cerramos en falso, la siguiente vez que invitemos a las personas a participar no lo harán.
¿Cómo escuchamos las críticas? ¿Cómo cuidamos a las personas participantes en estos procesos? ¿Reconocemos la acción voluntaria y ciudadana? ¿Somos conscientes de cuáles de las acciones, o falta de acción por nuestra parte, han podido contribuir a que ocurra eso que nos molesta por parte del resto de actores/actrices en el proceso?
How to practice effectively…for just about anything – Annie Bosler and Don Greene
RITMOS, ESTRUCTURAS Y CONSTRUCCIÓN COLECTIVA
El manejo de los tiempos es una clave. Por un lado, necesitamos mantener la tensión suficiente que nos mantenga dentro. A veces, otras necesidades hacen que los procesos se alarguen, las personas que podrían estar interesadas en aportar su trabajo ya se han enganchado en otros lugares, quienes tenían dudas las ven confirmadas.
Si estos tiempos son necesarios es importante pensar para qué vamos a aprovecharlos. Podemos seguir contando el proyecto e ir sumando perspectivas. Muy importante informar de estos procesos más invisibles, invertir energía en conversaciones e ir avanzando. Incluso cuando aparezcan los bloqueos comprender las necesidades detrás de estos e incorporar ese aprendizaje al proyecto.
Y rescatando espacios para aprender de la experiencia y comunicarlo, lanzamos semillas para nuevos proyectos en nuestro municipio y en otros. Rescatamos ideas para las siguientes acciones en común y por separado.
¿Cómo unimos los hitos? ¿Cómo compartimos los procesos? ¿Qué proyectos podemos cerrar para dedicar energía a los que priorizamos? ¿Cuál es el lugar que debo ocupar en este proyecto y cuáles pueden ocupar otras personas?
INNOVACIÓN Y ORÍGENES
Pareciera que hoy el saber reposado y fruto de la experiencia no es tan importante como la fuerza de lo nuevo. Quizás porque detrás de algunas prácticas defendidas como las “verdaderas”, las “únicas” o las “mejores”, se escondía cierta repetición de una misma experiencia en lugar de aprendizaje acumulado. De la misma manera que hay quienes quieren acabar con todo lo viejo para impulsar lo nuevo, hay quienes se protegen de todo lo nuevo y su potencial. Parece “humo”, “cantos de sirena”…
En ocasiones esta actitud en relación a la “innovación” se descubre en un rechazo a la tecnología, renunciar a aprender a usar nuevas herramientas, a entender lo que podemos hacer con ellas.
Nos ocurre a veces que en el mundo de lo digital tenemos la experiencia de estar en cualquier lugar en cualquier momento.
Necesitamos de toda la experiencia, la construida y la por construir; necesitamos entrenar la mirada de sorpresa y curiosidad además de la distancia que da la experiencia.
¿Cómo unimos los proyectos? ¿Cuidamos las marcas para dar continuidad a los esfuerzos? ¿Cómo reconocemos los proyectos que fueron el origen de lo que estamos haciendo en este momento? ¿Cómo conseguimos que las experiencias de valor sobrevivan el cambio político en nuestras concejalías? ¿Cuáles son las palabras que usamos para nombrar las nuevas ideas y avanzar? ¿Cómo incluimos el potencial de las nuevas herramientas para la conectividad, la escucha y la colaboración en nuestros proyectos? ¿Cuáles son los espacios donde nos encontramos complementando las conversaciones digitales?
DEFENDER Y ARRIESGAR
A menudo, desde la perspectiva de la relación público-social, nos situamos en la crítica a la función garantista de la Administración Pública. La sensación es que incluso leyes como la de transparencia, que compartimos en todo su potencial, está haciendo aún más rígidos nuestros procedimientos. En esta tensión, las batallas a menudo se dan entre departamentos de nuestros ayuntamientos y entre técnicos/as sensibles a unas necesidades a otras.
Cuestionar las necesidades detrás de la protección, defensa, rigidez de los procesos solo los hacen más rígidos. Necesitamos reconocer estas necesidades para ver de qué manera podemos incluir estos objetivos en los procesos que necesitan de mayor flexibilidad y adaptación. De alguna manera habría un proceso en dos tiempos:
No nos peleamos con los límites. Solicitamos información sobre los mismos, conocemos experiencias en marcha similares y dentro de la estructura y de lo posible. Pedimos a las personas expertas en procesos que nos lo recuerden a lo largo del proyecto.
Por otro lado, necesitamos también poder crear y cuestionar parte de estas estructuras. Conocer otras iniciativas similares gestionadas desde otros lugares similares. Y en todo caso, quizás, acompañar explotando las áreas de incertidumbre, pequeños cambios que se vivan como positivos e inspiradores.
¿Qué necesidades están detrás de los procedimientos? ¿Cuáles son los lugares donde podemos explorar a hacer nuevo porque no están aún regulados? ¿Cómo construir una burocracia colaborativa?
A lo largo de estas semanas estamos explorando, recordando, viviendo parte de estas dificultades y estrategias en los procesos de cambio. No hay recetas. Es posible que las soluciones de un lugar no sirvan para otro. Puede ser frustrante o podemos vivirlo como una aventura. Lo primero nos paraliza, lo segundo nos lanza. Seguro que hay caminos intermedios; lo que también es seguro es que las personas que están participando de esta edición de Bherria están conectadas con el movimiento, la investigación, como decía una vez alguien que conocí “el insistencialismo”. ¿Cómo lo veis? ¿En qué terreno os movéis mejor? ¿Cuál os atrapa? ¿Qué hemos intentado? ¿Funcionó? ¿En quién podemos apoyarnos? ¿Dónde probaron a hacer algo diferente?
En Julio dejamos esbozados algunos escenarios presenciales para la vuelta de verano. Reconozco que en mi interior no pensaba que muchas de estas propuestas fueran a desarrollarse en una sala. Los días avanzaban, también nuestros encuentros para preparar estas sesiones y comenzamos a bailar en la pista.
Mi primera reacción fue de pereza por retomar los viajes. Os lo contaba, estoy disfrutando mucho de conectar desde mi oficina. Es más rápido, la experiencia es diferente pero no peor y gano en calidad de vida comiendo en casa y paseando un par de tardes a la semana.
El primer encuentro físico fue en la planta de una empresa industrial. Un círculo de 30 personas rodeadas de máquinas. Al comenzar sentí cierto vértigo. Como si se me hubiera olvidado trabajar en directo. Como casi siempre fue decirlo y disolverse el nudo. Unos segundos después estaba disfrutando de tejer conversaciones escuchando gestos, palabras y cuerpos. Días más tarde en ese mismo espacio y dando un paso más adelante tuve que pensar cómo transmitía la información (me decante por unos folios en el suelo) y como recogía aportaciones (llevé bolígrafos para cada persona y les pedía que escribieran en los folios). Comparto que salí del encuentro sabiendo que algo importante se me había escapado y lo achaque a cierta falta de entrenamiento aunque ahora pienso que es algo más importante y dinámica de la organización.
¿Podemos usar postits?, ¿tocar el mismo material por diferentes personas?, ¿trabajo en grupos?, ¿hablar por parejas?, ¿puedo moverme por la sala o tengo que estar quieto en una esquina de la sala?, ¿pueden moverse el resto de personas?…
La sensación es que el permiso para digitalizar los procesos fue un acuerdo colectivo y que tuvo en el primer shock un aliado. Invertimos energía para repensar la interacción, la enseñanza, el aprendizaje… en el mundo de los ceros y los unos y no fue mal.
En esta ocasión no pareciera que había que adaptar nada, era volver a lo de antes. Imagino que así será para quienes se apoyan en presentaciones de powerpoint, videos y conferencias. Yo ya no sé hacerlo así, lo tengo olvidado. He pasado más de 10 años mezclando experiencias y deconstruyendo este formato. Pensé que no funcionaba y que necesitaba experimentar con otras maneras y fue bien. ¿Ahora? ¿Cómo es retomar el trabajo presencial en este contexto?
Una vez más la respuesta no puede ser única. Los protocolos se interpretan por las personas y los contextos varían de manera sutil pero significativa.
Tras esta primera sesión la siguiente ocasión fue para un ayuntamiento. Alrededor de 45 personas en un anfiteatro con una distancia de dos metros entre las sillas. En este mismo lugar tuve dos sesiones diferentes. La primera con el objetivo de transmitir y experimentar con algunos aspectos vinculados a la comunicación. Prepare la madre de todos los powerpoints con 54 diapositivas que no utilice. La conversación fluyó siempre con la sensación de no haber alcanzado a experimentar.
Sobre nuestro cuerpo en este tiempo de distancia física necesitamos continuar explorando. En las sesiones online me levanto, muevo mis manos hacia la cámara, me aparto… en la sala aún más. No es difícil verme subido a una silla para escenificar los efectos de la “superioridad moral” en las conversaciones. Y aun así necesitamos algo más que teníamos antes y ahora hay que reinventar. Hay muchas maneras de contactar entre las personas, yo me había permitido tocarnos y construir físicamente juntos y juntas como un ancla y metáfora.
En esa otra sesión y en el mismo espacio me apoyé en la aplicación que os presentaba en el post anterior; “Mentimeter”. Muchos años sin encender una pantalla en sala porque mantenía y sigo manteniendo que puede apagar personas. En esta ocasión conseguimos que los móviles y proyector fueran aliados para aumentar la experiencia. Lanzo preguntas que vamos contestando a través de nuestros dispositivos y conversando sobre los resultados de las escalas, nubes de palabras, respuestas…
Unos días más tarde volvíamos a sala con los últimos módulos de la formación en Coaching de Equipos de Emana. Tuve que reestructurar mi propuesta eliminando las actividades que requerían contacto y el uso del mismo material por parte de diferentes personas. Para poder trabajar con las figuras y realizar algunos ejercicios prepare unos kits personalizados. Dos días antes imprimí material, recorte tarjetas, incluí gomets, un caramelo y lo deposité en cada silla al comienzo del trabajo. En estos momentos y a pesar de poder leer aún algún material donde mantienen esta precaución por la supervivencia del virus en las superficies parece que está perdiendo relevancia y que la recomendación sigue siendo mantener la higiene. Litros de gel en este curso
Sigo usando las paredes para compartir las ideas. Es parte de mi manera de trabajar dejar un rastro de todo lo que avanzamos y luego volver a él. No todo necesita ajustes. Solo que las paredes se achican al abrir las ventanas
Seguimos trabajando y experimentando. Ya tengo la sensación de ir construyendo algo un poco diferente como respuesta a los límites. Creo que en la manera de hacer de muchas personas habrá una “época covid” como la azul de Picasso
Y dejando para el final algo realmente importante, todo este trabajo lo hacemos con mascarillas en nuestras caras. No me peleo ni un minuto por esta situación. No discuto la medida. La asumo. En Julio me compré algunas mascarillas de tela que pudieran servir para el verano, en Septiembre me hice con otras más formales para el trabajo. Todas están en casa. Las mascarillas quirúrgicas son las que me garantizan que protejo y me protegen. Además me ayudan a respirar mejor.
Dentro de unos días me llegarán las máscaras transparentes que han patentado y fabricado desde Walterpack de NERgroup. https://weetbe.com/ Confio en este material como un paso adelante que combine protección con accesibilidad. Necesitamos explorar todos los puentes en este tiempo de brechas y distancias.
¿Cómo está siendo vuestra experiencia en la facilitación presencial higiénica?
Hace unos años decidí trabajar desnudo. Me sobraban las técnicas. Me estorbaban. Me hacía sentido esa invitación de Minuchin a olvidarnos de lo aprendido para que volviera de una manera más natural y personalizada. Escribí un post en ese momento. Lo vuelvo a leer y veo que el streptease me permitió incluso compartir un pequeño fracaso.
Hace unas semanas participé en un espacio donde fui “facilitado”. Fue más que interesante. La dinámica estaba sostenida entre muchas personas y algo me llamó mucho la atención; a solicitud del grupo había un acuerdo para interrumpir la tarea y dedicar unos minutos a otra tarea más física que pudiera ayudarnos a recuperar la energía. Todo se paraba y, por ejemplo, saltábamos por el espacio. No sé a dónde os lleva esto que os cuento. Yo todavía transitó entre dos sensaciones:
Desde mi manera de trabajar percibir que la energía baja es un síntoma. No tengo que apagarlo o volver a encenderlo. Me pregunto qué es lo que no funciona, a veces abro la reflexión al grupo sobre cómo podemos reajustar la tarea, pregunto por si algo estábamos tocando que es importante y aún no hay permiso,…
Por otro lado hay algo en la activación corporal que me coloca en una manera más activa en la tarea. En nuestra capacidad de diseñar también las emociones colectivas y los procesos creo que hay algo de esta manera de incidir en las dinámicas de lo que aún podría aprender.
Os cuento esta pequeña anécdota que podría ser otro post para conectar con el comienzo del texto; los contenidos, modelos y herramientas. Por cierto en ese texto que no voy a escribir ahora sobre la “facilitación energizante” creo que también citaría a este precioso texto de Genís Roca que leía estos días.
En el trabajo que hago de acompañamiento a organizaciones en el último tiempo cada vez tiene más espacio la formación.
Sigo creyendo que no hay cambio en una organización si las estructuras no varían, si las personas con poder no deciden ceder el control y apuestan por la confianza.
A veces nos piden modificar las organizaciones desde procesos de consultoría o formación. No podemos. Nos piden hablar de compromiso y pertenencia como si nombrarlas hiciera magia. El diagnóstico detrás de la demanda de una propuesta formativa es parecida a “mis trabajadores no saben trabajar en equipo”. No descarto de primeras que esto no sea así pero si las personas no sienten que tienen capacidad de incidir en la organización estas invitaciones se perciben incongruentes y la situación grita hasta ensordecer cualquier sesión brillante.
Si aún no has visto el video que abre este post dedícale unos segundos. No es nada y es todo. Puro “work in progress”. Maria pregunta, Iker graba y Jhonny edita. Yo oscilo entre la claridad, la certeza, la duda y el balbuceo.
Cada vez que facilito un espacio formativo para acercarnos a la mirada sistémica y sus implicaciones en el acompañamiento a organizaciones modifico la propuesta. Y ahora cada una de las personas que habéis leído esta última frase estáis conversando con vosotros mismos sobre vuestra propia vivencia creyendo que lo hacéis conmigo: “¿No podrá standarizar de una vez su propuesta?”, “Ese es el problema de leer tanto. Le convendría dejar de complejizar algo que no es tan dificil”, “Tener como objetivo la integración de perspectivas tan diferentes no puede ser sencillo”…
Hace tiempo leía y compartía que hoy la palabra “sistémica” se ha convertido en una especie de test proyectivo. Teoría general de los sistemas sociales, Terapia Familiar Sistémica, Teoría General de Sistemas, Constelaciones, …
Quizás lo que a mi me ocurre también es una proyección. Cada vez que me acerco a la tarea soy un poco diferente, puede ser que el marco con el que cruzamos la propuesta para llegar a un foco varía y hay que adaptarse, en este ejercicio de exploración continua encuentro matices nuevos y las quiero incorporar en mi compromiso por compartir mis últimos aprendizajes, creo que es una mirada compleja y necesito mejorar la didáctica, …
El año pasado llegué al mes de Diciembre con ganas de descansar. Navegando por twitter, como quién abre las velas sorprendiendose por las rachas de viento, me encontré una invitación de Ramón Besonias a un nuevo reto: “Dibujemos una letra al día durante el mes de Enero”. #Dibucedario le llamaron. Dibujar era una buena opción para descansar. Compré un cuaderno y dos rotuladores. Comencé con varias letras recordando las horas que dediqué en mi adolescencia a copiar el muestrario de Letraset de mi tío y luego busqué un hilo conductor. Lo hago siempre que cuento algo, como encontrar las fotografias para el powerpoint. Como cuando quiero transmitir algo que es difícil atrapar con las palabras.
Juego, descanso y exploración. Decidí permitir cruzar el dibujo con esta pregunta que me atraviesa de manera permanente sobre aprehender y compartir una mirada que a veces descubro como contraintuitiva; la mirada sistémica.
Cuando nos reunimos con el equipo de Emana a grabar un par de videos para contaros que este año proponemos un taller de Mirada Sistémica, trabajo con Figuras y Desarrollo Organizacional en Barcelona surgió la posibilidad de hacer algo más. ¿Y si grabamos el Dibucedario? Y de esta manera fuimos grabando pequeñas píldoras sobre un juego de exploración que todavía estaba inconcluso.
Y le hemos dado forma. Editado, cortado, pegado, postproducido. Vais a encontrar en este curso un listado de conceptos vinculados con la mirada sistémica y explicados con mis palabras. Una propuesta incompleta como jugaba a corregirme en el video.
El próximo lunes abrimos el curso gratuito en el aula virtual de Emana.
https://emana.net/abecedario/ Durante la semana del 25 al 29 de marzo os enviaremos un vídeo diario en el que compartiremos nuestro Abecedario Sistémico abierto a vuestras aportaciones.
Os contaremos y escucharemos. Estoy seguro de que fruto de este juego vamos a ampliar este glosario. Prometemos afinar la escucha para explotar el saber colectivo. Ya sois más de 350 personas las que os habéis apuntado a este juego. Queremos llegar a más personas. Se trata de un pequeño ejercicio de Inteligencia colectiva.
Estas son nuestras palabras ¿Cuáles son las vuestras? ¿Cuales vuestras definiciones?
Hacía tiempo que no leía ni escribía sobre tecnologías, jóvenes y menores. La primera vez que compartí mis ideas sobre este tema fue en 2010. En unos días volvemos a comenzar una nueva edición de la asignatura en la universidad. Cada vez que pregunto por un tema que pueda interesar a los y las futuras educadoras sociales en relación a la tecnología siempre sale este tema. Reconozco que me aburre como contenido y a veces me enfada.
Hace un año asistí a una charla en la escuela de mi hijo y salí enfadado. Una propuesta excesivamente volcada en los riesgos y, desde mi perspectiva, con un tono de peligro que daba miedo. Sigo pensando que este, el miedo, no es un buen lugar para ayudar.
Cuando digo me aburre tendría que matizarlo. A veces me desborda. El reto es permanente para nuestros jóvenes y para nosotros. No hay respuestas sencillas o al menos la tensión no se puede resolver dando un salto. Esta vida conectada es nuestra vida, ya no hay otra. Con todo lo que nos permite y con lo que nos roba. Aquí también aprendiendo.
Permitidme jugar en esta tensión y proponeros agregar a los ING del Grooming, el Phising, el Ciberbullying,… los Desconcentring, Yoquieroseryoutubering y compañia.
¿Cuales serían vuestras palabras ING en esta tensión?
Hace ya unos meses tuvimos una conversación más que interesante con educadores del Gaztegune de Etxebarri. Buscaban diseñar un proyecto para acompañar a jóvenes y sus familias en el momento de decidir la formación superior que continuaría su desarrollo profesional. Por muchas cosas el proyecto me gusto mucho, por otras causas las hojas con ideas esbozadas fueron cubriéndose de otros proyectos más urgentes.
Unos meses más tarde nos propusieron hacer este proyecto un poco más grande. Generar una propuesta para la toda la comarca del Nerbioi-Ibaizabal y generar 7 sesiones en municipios diferentes conformando un programa de orientación vocacional.
Compañeros/as de Novia Salcedo se encargarían de ofrecer una visión aterrizada y estructurada del mapa de oferta formativa. Yo ofrecía un espacio más abierto donde conversar, pausadamente agitados por algunas ideas y preguntas, sobre pasiones, futuros posibles, competencias transversales, robots y disueñadores y disueñadoras.
Quiero compartir algunos de los aprendizajes de estos días. Una mezcla de lo que hemos ido explorando en las ultimas semanas para preparar esta y otras sesiones y además aportaciones a la conversación que hemos ido tejiendo con estos jóvenes y sus familias. (más…)
Son las personas. Ya está. Podéis dejar de leer el post. No hay secreto. Lo que ocurre puede ser vivido de 1000 maneras. Un mismo suceso, una misma actividad, la sala, la fruta del lunch puede parecer un manjar o atragantarse como corcho en la garganta.
Ponemos todo de nuestra parte, es verdad. Todas y cada una de las personas implicadas en Bherria hemos puesto todo lo que estaba en nuestras manos para que la experiencia fuera satisfactoria. Y esto ayuda… y no es suficiente.
El ultimo trimestre del año de manera más publica pero muchos meses antes de manera más privada este proyecto ha sido el que más atención, tiempo y energía me ha llevado. Hay quienes controláis vuestra agenda y cartera de proyectos. A mi me cuesta decir lo mismo. No me rindo a la agenda y le presto atención al momento de aceptar o no un nuevo encargo y aun así siempre me sorprendo por lo rápido que se acercan las fechas y todo el trabajo que requiere aquello que esbozamos hacía unas semanas. Tanto me sorprendo que cíclicamente me cuestiono si el personaje profesional actual no esta tardando ya en evolucionar a algo más ligero, en equilibrio con la “sostevidabilidad”.
De la primera reunión para dar forma a este proyecto junto al departamento de Empleo y Políticas Sociales de Gobierno Vasco y el Consejo Vasco de Voluntariado salí con una sonrisa. El proyecto que iba cogiendo forma en la conversación se parecía mucho a cosas que quería hacer. En este volver al mundo de la participación ciudadana y la Innovación Social este espacio se abría como una posibilidad que me apasionaba.
Cuando digo que presto atención a los proyectos en los que decido entrar a trabajar hablo de esto. Mi foco muchas veces es cuanto podemos impactar y sobre todo cuanto vamos a aprender.
Esbozar este proyecto me permitió charlar con colegas sobre temas que me parecen apasionantes; diseño de procesos para el aprendizaje, las nuevas maneras de ser ciudadanía hoy, los potenciales de esta sociedad conectada, los modelos y experiencias de relación publico-social, escuchar para conversar, construir comunidades, poner en valor a personas y proyectos,…
Los desarrollos son más complejos. Llevar a tierra el proyecto muchas veces es como andar descalzos sobre piedras. Lo que en la nube se hacía rápido en la mesa de la oficina, en las conversaciones, en los lugares, en lo que si y en lo que no, en la realidad, todo se hace más denso para lo bueno y para lo malo.
Hemos contado todo sobre este proyecto en el blog y las redes sociales. Buscábamos impactar más allá de lo que ocurriera de “puertas adentro” y lo hemos conseguido. Casi 20.000 visualizaciones de los videos sumando todas las redes sociales. UAU. Hay muchísimo contenido compartido. La web ayuda a entender el proyecto, la lista de distribución en el canal de youtube de Irekia muestra el viaje con detalle, casi se puede sentir.
Retomo la primera frase. ¿Donde esta el éxito de este proyecto? En la mirada. La respuesta y el valor esta en la pregunta, en nuestra curiosidad sincera, en la certeza de no estar siendo capaces de atender a todo lo que ocurre, saber que se nos escapan claves importantes, que los matices lo cambian todo, escuchar otra experiencia para comprender lo que aun no habías sido capaz de ver en lugar de reafirmarte en tus quejas,…
Las preguntas hacen que todo lo demás cobre sentido. Sin preguntas los facilitadores nos convertimos en magos sin magia, malabaristas sin equilibrio, seductores sin morbo, hipnotizadores bizcos,… Buscando aplausos en la épica de mover a las personas, motivarlas, …
Un mismo proceso puede servir para reafirmarnos o para abrirnos a un mundo de posibilidades. Esta semana volvía a leer las evaluaciones de Bherria y creo acertar si escribo que esta vez las preguntas, la curiosidad y la necesidad de construir nuevo, más adaptado, ha vuelto a construir un espacio significativo.
Esta semana participo en el CONGRESO EN DESARROLLO HUMANO Y ORGANIZACIONAL (DHO) en Valladolid. Esta siendo un espacio lleno de experiencia aterrizada y ganas de compartir y seguir construyendo oficio. Aun no puedo hacer balance pero ya me llevo para Bilbao algunas desvirtualizaciones, nombres que seguir por la red y la sensación de pertenecer a otra tribu en construcción.
Traigo un póster bajo mi brazo. Lo comparto en mi casa también.