Conciliando que es gerundio

londres6 por ti.Un día más la nariz de Martin, el pequeño de la casa, amanece llena de mocos. Además la noche ha sido larga, insomne y llena de toses. Parte de la culpa de que Morfeo se hubiera apartado de mi cabecera durante tres largas horas (habría que descontar las del sofa dando palmadas en la espalda de mi hijo) es de la pregunta: ¿y mañana que hacemos?

Esta vez me ha tocado a mi renunciar a mis deberes profesionales. Intentar medir quien lo hace más veces a lo largo del año creo que sería una trampa, prefiero decir que es mi chica. Hasta aqui no parece que vaya a romper ninguna barrera, ni que vaya a transmitir un valiente testimonio para reivindicar la igualdad de oportunidades. No es mi intención.

Quiero reflexionar sobre algo que he compartido alguna vez con amigos y amigas. Creo recordar que era Jorge Barudy cuando en una colección de libros sobre resiliencia (termino popularizado y explorado en lo que ha construcción personal se refiere por Boris Cyrulnik) hablaba de los componentes más «quimicos» que se despertaban en hombres y mujeres ante la experiencia de la paternidad-maternidad.

Voy a sintetizar luego es muy posible que me equivoque. Venía a decir algo así como que los hombres partiamos de una quimica (creo recordar que hablaba de generación de hormonas) mucho más preparada para la defensa, más agresiva. A las mujeres, y siempre desde una perspectiva puramente biologica y ante la experiencia de la relación de intimidad con nuestros vastagos, las luces que se encendían tenían que ver con el cuidado y el afecto.

Lo más interesante, a mi entender, es que tras el trabajo de investigación habían demostrado que esta fotografia no era fija y que a medida que el hombre se responsabilizaba de tareas de cuidado e invertía tiempo en esta experiencia, las sustancias que su cuerpo segregaba eran las mismas que las del cuerpo femenino. Es decir la marea del afecto podía más que la del «ardor guerrero».

Se me ocurren varias ideas desde la experiencia del cuidado y la lectura de algunos de estos datos refutados cientificamente y cuando menos provocadores:

  • A veces me ha costado compaginar (conciliar puede llamarse también aunque no entraré al mundo de los equilibrios de tiempo y energia que es otro tema) estas emociones entre el mundo laboral y el del hogar. Se que no es una experiencia masculina. Que las mujeres llevan moviendose entre la casa y el trabajo y cambiando de registros desde hace decadas. Solo llamo la atención de mi experiencia , que si es masculina, y que quiere aportar en el debate sobre la conciliación la experiencia de las dificultades para equilibrar emociones tan diferentes.
  • No todo esta perdido. Los «hombres tronco» tenemos de nuevo otra oportunidad para engrasar nuestras rigideces y dejarnos llevar por las emociones, haciendolas un hueco justo (de justicia, no apretado) en nuestro día a día. Orientados a menudo a la tarea, nos brinda la posibilidad de seguir explorando en el mundo de la relación y lo significativo. Esto es oro molido para el trabajo en equipo, el liderazgo, la creatividad, la innovación,…

Los números y lo importante por Watzlavick

No puedo resisitirme a mirar las estadisticas de este retoño de blog cada vez que entro a mi «tablero» (el cuadro de mandos de esta pagina)

Me mido. No puedo evitarlo. Estoy diseñado para medirme con mi entorno continuamente.

Los números son bonitos o asi los vivo yo. Un total de 464 visitas a mis 5 entradas (6 con esta) en 7 días. El segundo día que miraba la grafica me acordé de unas líneas que recogía del maestro Watzlavick para poner un poco de cordura en la necesidad de cuantificar todo que habia llegado al trabajo de relación de ayuda.

Me ayuda para dar color a los números y hablaros del cariño, aprecio y apoyo que destilan vuestros comentarios, visitas, mails y guiños. Gracias, mil gracias. Y ahora os dejo con el de Palo Alto.

bederatzi por ti.

“La palabra mágica, sobre la que se basa la esperanza de una comprensión definitiva e independiente de los hombres y del mundo en su totalidad, es la digitalización. Para acomodar la información correspondiente al gusto del camarada ordenador, la información ha de haber sido antes traducida a un lenguaje matemático, llamado digital (del ingles digit, cifra). La idea de tal comprensión científica de la realidad real procede seguramente de Lord Kelvin, que acuñó la expresión de oro: Everything that exists, exists in a quantity and therefore can be measured (todo cuanto existe, existe en una cantidad y por ende puede ser medido).

Sin querer profundizar en ello, recuérdese que hay también otro Lenguaje: el Lenguaje de la analogía. Ya se sabe que la analogía no es ningún valor de medida, por tanto no es cuantitativamente idéntica con lo representado por ella, sino que expresa su cualidad (por lo demás aumentan las voces de alerta, también en la ciencia, que advierten que la cantidad sólo es una propiedad de la cualidad). “

“Lo malo de lo bueno”. Paul Watzlavick

Mochila llena de arrobas

La apertura de este blog y un rato de mirada al vacio esta mañana me han ayudado a pensar sobre mi relación con la red de redes en estos últimos años.

Me acuerdo perfectamente el día en que una compañera de trabajo, hoy la madre de mis hijos, me pregunto por cómo se escribía la “arroba”. Cogí un papel y se la dibuje. No tenía ni idea de acceder a ella a través del teclado del ordenador. Sí, ya había trasteado en aquel Machintosh cabezón heredado de buenos amigos pero internet aun no entraba en mi vocabulario. Han pasado algo más de diez años.

Poco después un PC y una conexión lenta entraron en casa. Mi primera cuenta de correo, aquellas presentaciones llenas de fotografías de geografía femenina con las que algunos amigos se empeñaban en llenar el buzón.

zaldiko

Muy pronto intenté aprender cómo estaban hechas aquellas páginas web. Buscando entender los códigos fuente. Un par de lecturas, esta sucesión de dígitos con cierta lógica y otras motivaciones me ayudaron a montar una pequeña página personal dónde colgábamos algunas fotos antiguas de la familia. Varios primos y primas respondían. Incluso algún amigo se animo a que diseñáramos la web de su empresa. Más tarde perfeccione la técnica y hay alguna por ahí que no es fea.

Los blogs abrieron otra puerta. Primero fue Pablo, luego Borja, pronto me enganche a la cárcel, Javi, Roberto, Fernando en el último año, Richar, Iulen… Los espacios dónde recibía información nueva y que me hacía mover la cabeza y descubrir recreos.

Los foros aparecieron delante de mí como el lugar más solidario para un torpe. Desde recetas de cocina a las eternas dudas derivadas de ser usuario de Windows y querer trastear en diferentes programas.

Hace un par de años aquel fotolog, pronto desbancado por el flickr. Un lugar dónde comparto mis fotografías, disfruto de otras, comparto trucos y apreciaciones, montamos competiciones,…

Los wikiespacios y google docs como espacios de construcción colectiva de conocimiento, compartir información, redactar documentos en común,… Slideshare, Twitter, Ebay para ampliar esa colección de cámaras rusas…

Facebook como red social ha sido otra vuelta a esta historia. Un lugar dónde me he permitido compartir un montón de joyas que iba encontrándome por la red. Performances maravillosas, arte urbano, fotografía, ocurrencias microsiervas, lecturas comiqueras, alguna reflexión más sesuda,…

Y ahora un blog. Con todo esto en la mochila y la convicción del ordenador como electrodoméstico orientado al ocio y a la interconexión. En estas ando ahora jugando y construyendo con vosotros y vosotras.

Innovación en Servicios Sociales

Comparto con vosotros y vosotras la presentación con la que acompañe la ponencia del pasado 13 de mayo en Telde. Me apoyé en un texto de Fernando Fantova www.fantova.net para luego incluir otras reflexiones sobre innovación de otras personas a las que suelo leer. Acabo recuperando algo del «alma» del trabajo social.

Un encuentro muy bonito con la gente de Telde. Un grupo de personas con muchas ganas de trascender de las relaciones más «asistencialistas», repensar su acción y apuntar a modelos de trabajo más comunitarios, dónde las personas sean dueñas de sus decisiones.

Los faros apuntan hacia los mismos escollos y la misma tierra. Ahora es tarea de todos remar para llegar a este escenario dónde la prevención, lo inespecifico, el apoyo a las redes naturales, la apuesta por el territorio como lugar de encuentro, … tengan el lugar preferente.

Yo conozco un montón de gente muy preparada, corazones calientes y mentes privilegiadas, como le recordaba a un amigo hace unas semanas, trabajando. ¡¡Animo!!

PAPÁ de Aude Picault

Acabo de leer PAPÁ de Aude Picault. Lo tenía fichado hace mucho tiempo pero aun no había tenido la valentía de enfrentarme a la lectura que sabía podía ser dura.

No son muchas hojas, el dibujo se garabatea sucio y limpio para mostrar toda la tristeza y dureza del suicidio del padre de la autora.

Muy recomendable. Yo le doy vueltas a la posibilidad que nos brinda la expresión artistica para sacar los fantasmas, ahuyentar malos espiritus, fijar imagenes que nos hacen bien, …

En un momento de la narración escribe :»Me da miedo dejar de sufrir, porque el sufrimiento es lo que me recuerda a ti, si no sufro, desapareces»

Mis aportaciones a la frase más demoledora de la historia en otro momento.

PAPÁ, Aude Picault. Editorial Sinsentido

finales y comienzos

zerua

Esta semana doy por finalizada otra etapa laboral. Antes fueron diez años en bidegintza, casco viejo de Bilbao y tercer sector. Ahora algo más de año y medio en el equipo de vivienda de gobierno vasco. Cuando cerre la etapa anterior abrí un fotolog, hoy me planteo abrir un blog.

En este tiempo siempre he mantenido la sana costumbre de formarme, reflexionar y acompañar en estos dos caminos a otras personas. En el ultimo tiempo los blogs, webs, redes sociales, … están siendo para mi canales privilegiados para encontrarme con otras personas y colectivos.

Los lugares comunes son diferentes y asi los seguire manteniendo en este espacio, el tiempo que dure; entender a las personas, familias y  organizaciones, arte, comic, fotografia,…

Bienvenidos y bienvenidas a esta ventana a mí.