Entornos colaborativos y estructura

Han pasado ya muchos años. En el contexto de una formación sobre comunicación y escucha con uno de mis maestros; Jesús Hernández Aristu. Habíamos realizado un pequeño ejercicio por parejas. Elegíamos un papel y sin hablar y utilizando los dedos para expandir diferentes pinturas, creábamos una obra de arte compartida.

txoria by gallas
txoria by gallas

Tras el proceso más creativo fuimos hablando sobre las diferentes resultados siempre desde la perspectiva de que lo que allí encontrábamos definido era un diálogo. Hubo gente que hizo hincapié en los colores, otros en el proceso, había quién completaba dibujos inacabados de su pareja, quién respetaba escrupulosamente lo del otro,…

Hubo uno en el que nos detuvimos un poco más. Una de las personas había dividido con una línea roja en dos partes iguales la cartulina. La imagen sugería división y desencuentro si no fuera porque a lo largo de la “frontera” habían ido construyendo dibujos casi simétricos y reconvirtiendo a la línea en un rio lleno de meandros.

Jesús nos ayudo a reflexionar sobre lo que había ocurrido en el dibujo. No puedo rescatar las ideas concretas pero si el poso convertido en aprendizaje. Algo así como que la definición de nuestros lugares, (cada uno el suyo) son un camino excelente hacia el encuentro y la creación común.

Hace unos días le explicaba a mi hija algo parecido. Le decía que iba a dibujar una línea roja y no iba a poder pasarla. Ella se sintió al otro lugar de una pared. Cuando se lo explique (si, suena raro estas metáforas usadas con una niña de 5 años pero este es el padre que tiene) comencé diciendo que para mí las líneas rojas no significaban “no querer estar con ella” sino poner encima de la mesa lo que yo necesito para estar mejor. Le estaba dibujando un mapa (el mío claro) para compartirlo y encontrarnos mejor.

harriak by gallas
harriak by gallas

Hablaba en otras profundidades con otra persona sobre la necesidad de diferenciarnos. “Yo aquí y tu allí”, “Esto es mío y eso tuyo”, “Este es mi lugar”,… Son frases que resonarán en algunos estómagos y en otros no. En el mío con muchísima fuerza.

Cuando pienso en organizaciones y recuerdo alguna propuesta de “trabajo colaborativo extremo” como las que últimamente provoca Julen Iturbe en su excelente blog, sale desde mis entrañas esta necesidad de definición de lugares, roles, funciones,… Solo así, desde la claridad que otorgan ciertas escalas y distribuciones (incluso físicas en el espacio) me puedo lanzar a la aventura de la transversalidad y la gestión de lo significativo. (Por cierto precioso post de Fernando sobre el efecto de los afectos). Para mi construir el nosotros tiene que ver mucho con construir el yo.

Quizás es que provengo de lugares con cierta necesidad de estructura y las provocaciones se dirigen a realidades más rígidas y rectilíneas y necesitadas de flexibilidad y curvas.

Por cierto a Jesús Hernández Aristu lo encontrais en www.gingko.es y también en universidad publica de navarra.

Liderazgo y humor

Esta mañana me hablaba una amiga sobre un curso que están organizando desde Fundación EDE con, posiblemente, la mejor payasa del mundo. (;O) Un espacio formativo dirigido a personas que trabajan en diferentes organizaciones y quieren profundizar en sus capacidades de liderazgo y comunicación desde la sabiduría que construimos riéndonos de nosotras mismas. Cuando saquen la publicidad la enlazaré en este blog.

IMAZCon Virginia he tenido la inmensa suerte de ir coincidiendo en diferentes lugares y escenarios a lo largo de estos años. Además tuve el privilegio de poder intercambiar algunas intimidades cuando coincidimos en Canarias hace unas semanas. Fue un placer. Otro bicho raro, como yo, que bebe de la fuente de las constelaciones  para el crecimiento personal y trabajando en el último tiempo también con la perspectiva más organizacional (os dejo el enlace de un artículo de un buen amigo Guillermo Echegaray sobre las constelaciones organizacionales).

Conociendo la formación de clown que llevan años ofreciendo y toda la carga de trabajo personal que conlleva estoy convencido de que la propuesta será muy sugerente.

En los últimos años me voy encontrando personas del mundo del coaching, el desarrollo organizacional, la terapia,… que en su personal narración de su recorrido profesional hasta llegar a la profesión de la relación de ayuda,  marcan como hito un curso de clown o similar.

En una asociación libre de ideas, de las de «mirada sucia», unir las palabras liderazgo y humor nos podría llevar a lugares parecidos a «quitar hierro» a las situaciones, relativizar lo importante, risa histérica que sirve de antifaz para no entrar en profundidades más dolorosas, jefe de producción con los pantalones bajados + corbata en la cabeza + cubata en la mano + comida de navidad,…

Un segunda vuelta con otras gafas nos enfocaría a actitudes más positivas, el líder informal, con capacidad para hacer reír, provocador de momentos lúdicos, con la suficiente capacidad de escuchar la situación para combinar la cercanía con la distancia y la risa con la seriedad…

Rafael en su blog «Ideas y decisión» nos recuerda algunas afirmaciones tajantes sobre la combinación lider+humor que pone en boca de Daniel Goleman, el hombre que introdujo la inteligencia emocional en las empresas, «las personas de éxito son aquellas que se conocen a sí mismas, con integridad, preocupación por otros y capacidad para comunicar. Ahora agrega que el buen humor pertenece a los buenos lideres y el mal humor a los malos.»

ohiulari by gallas

Profundiza aun más Alfredus en su blog «ALC Liderazgo y gestión». Quizás con una afirmación algo generalista en mi opinión: «El sentido del humor le aporta al líder una visión más amplia del entorno y más realista debido a que la persona que atesora esta actitud ha realizado un ejercicio profundo de conocimiento y de aceptación de los otros y de uno mismo.»

¿De qué hablamos cuando decimos humor en este contexto? Yo me quiero referir a esas actitudes de la segunda mirada y además al humor y la (son)risa como uno de los matices de la persona que ha hecho un viaje consciente, experimentado y repensado, por el mundo de  las emociones. Creo que las personas que se explican a si mismas y después de contar parte de su cv hablan de aquel curso que les cambio las vidas, hablan de la chispa que les hizo conectar en un viaje sin retorno.

Ya han pasado 9 años de aquel curso de clown. Fue también con la gente de Ohiulari clown, con Rakel Imaz. Tengo un recuerdo precioso y aun cuando me pongo una nariz roja mi expresión cambia y mis cejas se arquean.

Jesús Lara en su libro «El clown un navegante de las emociones» escribe. «De manera que, finalmente, podemos afirmar que el encuentro con nuestro clown se convertirá en una especie de sano viaje a los más AUTÉNTICO de cada uno».

Feliz e intenso viaje.

PD: Olvide comentar este enlace sobre coaching y sentido del humor que me parece recomendable.

Arroces del mundo: construyendo espacios mestizos

He compartido experiencias, iniciativas, preocupaciones y fantasias a menudo con algunos buenos amigos y amigas. La hipotesis de base es la siguiente: Cada vez hay menos espacios de encuentro entre personas y colectivos diferentes.

Parece ser un rasgo de nuestra especie la construcción de burbujas de colores dónde solo la gente más parecida intercambia información entre si. El engranaje perfecto para que todos los mapas, valores y creencias continuen intactos en estudiados equilibrios de retroalimentación perpetua.

Entiendo que es funcional, incluso comodo. Me preocupan algunas posibles consecuencias de estas socializaciones en paralelo.

Creo en la oportunidad que brinda la escolarización, el tiempo libre, algunos espacios publicos, el barrio,… para que nuestros hijos e hijas se encuentren con los hijos y las hijas de otras personas con diferente poder adquisitivo, de familias de otros paises y culturas, embriones de simpatizantes e incluso militantes de diferentes pareceres politicos, dianas del amor de familias compuestas por padre-madre, madre, padre, madre-madre, padre-padre,…

Creo que esta iniciativa de Arroces del mundo es un buen ejemplo de propuesta para romper burbujas. Hoy y en la plaza de Ezkurdi de Durango se encontraban gente del pueblo de toda la vida, con personas africanas, gentes de movimientos sociales, el grupo de baile del hogar del jubilado (solo así puedo entender como clavaban algunas coreografias),…

ZORIONAK!!

El fracaso apuesta de futuro

El fracaso no es una opción. Es un privilegio reservado para quienes al menos lo intentan.

Esta frase la rescato del baul microsiervo y me parece de estas que hay que guardar en algun lugar del ordenador y en mi caso tatuar en algun lugar de mi cerebro (Ahora que sabemos que las emociones también residen allí. Lo dice uno de mis libros de mesa de la temporada).

Hace unos días os hablaba de las jornadas de Lanekintza y la ponencia de Cesar Oteiza. Dijo muchas cosas y seguro que más aprovechables o practicas que las que me resuenan en estos momentos. Sobre estas ya he encontrado algo por la red. Sobre sus reflexiones sobre el fracaso alguna menos.

Elogiaba la «cultura de emprendedores» con la que él se ha encontrado en los EEUU. Y decía que en ese lugar del mundo la valoración social del éxito y del fracaso eran muy altas. En una serie de recomendaciones que titulaba «lecciones» comenzaba con la que decía «emprender vale la pena aunque no salga bien». Continuaba diciendo que los fracasos son éxitos, medallas, la posibilidad de no equivocarse en el futuro.

maren en lo más alto
maren en lo más alto by gallas

Seguro que a alguna de las personas que se pasé estos días por este post se sorprenderá de esta reflexión y comenzará a relativizar la idea del éxito como sueño americano, ¿qué es el éxito?, ¿lo enmarcamos en el terreno profesional?, ¿estará este hombre en una de sus crisis existenciales?, … Comprarán algunos la frase de Jorge Luis Borges «El éxito y el fracaso son dos impostores».

Volviendo el otro día con mi amiga Esti hacia casa volvía a salir mi discurso de cuanto hemos aprendido de los fracasos. Contrastandolo con ella, su percepción sobre algunos de los proyectos que habiamos compartido era bien diferente. Otra vez de bruces con el narrativismo. Volvía a nadar en las aguas de mi particular mapa (como explican en esa joya de libro que es «la estructura de la magia» Richard Bandler y John Grinder)

Supongo que la rotundidad aplicada al mundo del fracaso y el éxito solo se podría adjudicar a grandes hecatombes o similares. Yo hablo de insatisfacciones, frustraciones, sensaciones de no haber cerrado bien una tarea, de haber dejado caer el peso de tareas sobre la espalda de otra persona,… Esos son mis fracasos.

Y son fuente de dolor y además de aprendizaje puro y duro. Mis particulares «medallas». Son negro y blanco… Me preparan para situaciones futuras y conozco cuales son los caminos para llegar a sitios diferentes. Además, y esto de nuevo tiene que ver con mi manera de procesar mis experiencias,  me dejan cauto, como preparado para cerrar los ojos o apartar la cabeza cuando veo que el balon viene fuerte. Ya sé que duele.

¿Como os va a vosotros y vosotras?, ¿como convivis con esas vivencias del limite personal y colectivo?

Otra frase microsierva e interesante sobre esta reflexión

No se cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo.

Bill Cosby vía Halón Disparado

Además me estreno con mi primera encuesta. Abajo a la izquierda y es más facil que escribir un comentario ;D