He compartido experiencias, iniciativas, preocupaciones y fantasias a menudo con algunos buenos amigos y amigas. La hipotesis de base es la siguiente: Cada vez hay menos espacios de encuentro entre personas y colectivos diferentes.
Parece ser un rasgo de nuestra especie la construcción de burbujas de colores dónde solo la gente más parecida intercambia información entre si. El engranaje perfecto para que todos los mapas, valores y creencias continuen intactos en estudiados equilibrios de retroalimentación perpetua.
Entiendo que es funcional, incluso comodo. Me preocupan algunas posibles consecuencias de estas socializaciones en paralelo.
Creo en la oportunidad que brinda la escolarización, el tiempo libre, algunos espacios publicos, el barrio,… para que nuestros hijos e hijas se encuentren con los hijos y las hijas de otras personas con diferente poder adquisitivo, de familias de otros paises y culturas, embriones de simpatizantes e incluso militantes de diferentes pareceres politicos, dianas del amor de familias compuestas por padre-madre, madre, padre, madre-madre, padre-padre,…
Creo que esta iniciativa de Arroces del mundo es un buen ejemplo de propuesta para romper burbujas. Hoy y en la plaza de Ezkurdi de Durango se encontraban gente del pueblo de toda la vida, con personas africanas, gentes de movimientos sociales, el grupo de baile del hogar del jubilado (solo así puedo entender como clavaban algunas coreografias),…
ZORIONAK!!