Notas sobre usos de la Inteligencia Artificial en mi vida profesional: Las reflexiones también son para el verano

Este post es una suma de 10 publicaciones parciales que compartí en Linkedin entre finales de julio y comienzos de agosto de 2025. Hoy terminando este mismo mes ya he incorporado la lectura de varias perspectivas que modificarían algunas de las ideas que compartí. 

Cada nota generó su conversación y os invito a que buceeis en ellas y sigais construyendo conocimiento desde el diálogo. 

Escribo para esto, para seguir indagando en la práctica y en las tensiones que esta me genera. Reuno todas estas ideas en un único post para que sean más accesibles y volver a ellas para descubrir los itinerarios y los relatos que voy construyendo en el directo de este trastear con la Inteligencia Artificial Generativa.

En los últimos meses he ido experimentando con diferentes usos de diferentes herramientas de lo que se ha venido a llamarse Inteligencia Artificial Generativa. Siempre he sido un trasteador en esto de lo digital y un poco ciberoptimista o ciber iluso. Cuándo miro a mi actividad en Redes Sociales y mis esperanzas creo que estuvieron ajustadas hasta un momento y que luego quizás me faltó perspectiva crítica para hacerlo mejor.

Voy a compartir una serie de textos que buscan compartir mis prácticas, reflexionar sobre mis experiencias y construir músculo en un mejor uso de estas posibilidades incorporando una mirada crítica. No pretendo hacer análisis profundos ni aportar guías de uso. Son algunas notas desde la experiencia. Cada nota procurará enfocar un uso o una rutina concreta y trataré de compartir no solo qué hago, sino también cómo lo hago, qué dudas me genera y qué precauciones tomo. 

Con la intención de abrir conversación, y quizás de acompañar también los recorridos de otras personas u organizaciones que estén explorando estas herramientas. 

Nota 01 sobre usos de IA generativa: Grabar notas, transcribirlas y pintarlas para aumentar la escucha y estructurar ideas y conversaciones.

Una de las primeras reflexiones que quiero compartir tiene que ver, precisamente, con esto mismo qué estoy haciendo ahora: utilizar una inteligencia artificial para atrapar y dar forma a ideas. En los últimos tiempos, he ido incorporando una rutina que combina mi forma tradicional de tomar notas con el uso de herramientas generativas. Me gusta tomar notas a mano, en papel, especialmente durante videollamadas o conversaciones telefónicas. Ahí hago un esfuerzo por escuchar activamente, por recoger lo que se dice y también por recoger cómo me lo cuento a mí mismo, cómo lo espejo. Esa manera de parafrasear, de hacer de espejo en directo, la intento trasladar también al plano documental.

Lo que hago habitualmente es leer esas notas en voz alta y grabarlas. A veces utilizo una aplicación de grabación específica, otras simplemente dicto el contenido con la herramienta de voz a texto de Google Drive. A partir de ahí, si he usado la app de grabación, paso ese audio por Whisper (gracias infinitas Asier Amezaga por recomendarme la herramienta) para obtener una transcripción bruta. Si he dictado directamente al Drive, tengo ya ese primer texto.

En cualquiera de los dos casos, el siguiente paso suele ser trabajar con GPT u otras herramientas para mejorar, revisar o transformar ese contenido. Esta parte es clave. A veces, lo que necesito es que el texto tenga forma de acta. Otras veces, que adopte la estructura de un correo electrónico. Depende del uso que quiera darle al documento. 

Pero en ambos casos, me interesa que el tono sea fiel a cómo pienso y me expreso. Y aquí hay una tensión: cuando le pido a GPT que imite mi estilo a partir de otros textos que le he proporcionado, no me gusta el resultado. No me gusta cómo me copia. Por eso, procuro hacerlo de forma más artesanal, ajustando yo mismo el tono y la forma del texto una vez generado.

Otra cosa que he probado es jugar con la aplicación para que vaya aprendiendo conmigo. Modifico algunas palabras, corrijo ciertas frases y observo si va interiorizando matices o giros que uso habitualmente. No siempre ocurre, pero es un campo que sigo explorando.

En resumen, esta primera rutina que comparto tiene que ver con cómo combino una práctica analógica —tomar notas en papel— con un proceso digital que incluye grabar, transcribir, limpiar y dar forma al contenido con ayuda de herramientas de IA. No tanto para que la herramienta me sustituya, sino para que me ayude a ordenar, clarificar y transformar lo recogido en algo compartible. Manteniendo siempre una actitud activa, de intervención, de contraste y de cuidado en el tono.

Nota 02 sobre usos de IA generativa: Explotar datos y redactar informes: intuiciones, limitaciones y contrastes necesarios.

Otra de las maneras habituales en que utilizo IA generativa es para trabajar con información y extraer conocimiento de textos ya escritos. Cuando me acerco con materiales propios, tengo la sensación de que puedo controlar mejor el proceso. Si son textos cortos y con información muy situada, el resultado suele ajustarse mejor a lo que busco. Pero cuando le pido a la IA que trabaje con información más amplia o diversa, aparece con fuerza su faceta generativa, y ahí es donde surgen algunas precauciones.

Una de las cosas que he aprendido es que puede ofrecer respuestas o resultados muy distintos sobre un mismo material. La manera en que organiza, prioriza o resume cambia de una vez a otra. De alguna forma es lo que nos ocurre como humanos cuando nos acercamos a un ejercicio de estas características. Tengo un acercamiento doble a este fenómeno: 

  • Por un lado relativizo la idea de que haya una única forma correcta de “explotar los datos”. El contenido está, los patrones se señalan y, si lo hacemos bien, se trata de descripción ordenada de una manera u otra. Me ha ayudado a soltar la idea de control absoluto. 
  • Por otro lado me despierta desconfianza, inseguridad y la necesidad de desarrollar una práctica de contraste sistemático. Y ese contraste lleva tiempo. No se trata solo de leer lo que genera, sino de cotejar si eso que ha resumido o listado realmente aparece en los documentos de origen. Porque, si no estás atento, la herramienta “alucina” (Sobre esto os comparto en otra nota)

Otra idea más. Me ha ocurrido en algunas ocasiones que con los proyectos guardados y anidados (usando la opción de algunas IAs de generar carpetas por proyectos que es muy útil) y cuando la suma de prompts o solicitudes se acumula, la herramienta se bloquea y comienza a dar fallos. Me ha funcionado salir de ese proyecto y comenzar en uno limpio. Además en la medida de lo posible, como explicaba antes, troceo los textos.

Y, por último, algo que me funciona especialmente bien es trabajar al detalle una parte del texto y usarlo como referencia. Trabajo mucho una parte del texto, cuido las extensiones, la forma, el tipo de preguntas, títulos, listado… y cuando me gusta el resultado lo propongo como modelo para el resto del texto. Esto es valioso en aquellos documentos con estructuras recurrentes.

Nota 03 sobre usos de IA generativa: Sobre las alucinaciones.

Recuerdo especialmente un momento al principio de mis exploraciones, cuando le pedí a GPT una lista de libros de un autor que yo conocía muy bien. Me sorprendí al ver varios títulos que no reconocía. Mi reacción fue pensar que quizá me estaba perdiendo algo. Pero no: eran invenciones. Y ahí comprendí que este tipo de herramientas no están diseñadas para parar o decir “no tengo esa información”, sino para seguir generando contenido, aunque no sea real.

Me ha pasado también con contenidos sensibles, como la preparación de materiales que van a llegar a un cliente. En esos casos, un error puede ser grave. Por ejemplo, si le pides que resuma las intervenciones de una mesa redonda sin haberle proporcionado esta información como punto de partida, la herramienta tiende a inventarlas. No devuelve un “no sé”, sino una ficción plausible. Y eso es peligroso si no lo detectas.

En un par de ocasiones he preguntado a estas IAs si se imaginan un futuro y una evolución donde estén diseñadas para mostrar sus límites y no lo tienen claro. 😀

Esto conecta con una cuestión más amplia sobre el papel que estamos dando a estas herramientas en la construcción del conocimiento. Hace una década, las críticas a Wikipedia eran constantes: se decía que estaba llena de errores, que no era fiable. Sin embargo, se demostró que la inteligencia colectiva que la sostiene era capaz de corregir rápidamente cualquier desvío o bulo. Hoy, con las IAs generativas, no tenemos esa comunidad vigilante. Y el algoritmo que define estas operaciones no es algo que podamos modificar, ni conocer, de momento.

Estas herramientas siguen generando contenido incluso cuando no tienen los datos, incluso cuando no entienden del todo el contexto. Inventan, suponen, rellenan vacíos. Por eso, cada vez que utilizo la IA generativa como espejo, tengo presente que ese reflejo puede estar deformado. Puede decirme lo que quiero oír, aunque no sea cierto. Y si no soy yo quien contrasta, no habrá nadie más que lo haga.

El trabajo de contraste y debate desde estos textos es clave. Antes de compartir con cliente y con este. Además hago hincapié en reuniones de entrega de documentación donde el compromiso es de lectura previa y construcción final del documento de manera participada. Para mí es una  de las claves. Os presentamos un texto para seguir discutiendo.

Nota 04 sobre usos de IA generativa: Asistentes como herramienta de apoyo y prototipo compartido.

Uno de los descubrimientos más interesantes en este recorrido ha sido la posibilidad de configurar asistentes personalizados, una forma de interacción más avanzada y dirigida con la inteligencia artificial. Llegué a esta práctica gracias a una pista que me dio Juanma Murua, que fue la primera persona que me habló de esta posibilidad. 

En este camino he tenido también la oportunidad de aprender de otras personas. Ramón Besonías, por ejemplo, ha hecho un trabajo muy sugerente desarrollando asistentes aplicados al ámbito de la educación formal. Ese enfoque me ayudó a ampliar la mirada sobre las aplicaciones que pueden tener estos dispositivos. 

A partir de ahí, comencé a alimentar un asistente con materiales generados en mi blog, construyendo un espacio que me permitiera consultar y contrastar contenidos de manera interna.

Este asistente personal funciona como una especie de IA entrenada únicamente con los textos que tu aportas, en este caso, mis propios textos. La lógica era clara: podía configurarlo para que respondiera exclusivamente en base a los datos que yo le había introducido, incluso al 100%. Esto me permitía obtener respuestas mucho más coherentes con mi propio marco de pensamiento, experiencia y contenido.

La experiencia con este tipo de asistente fue tan interesante que empecé a explorarlo también como posible producto. En algunos procesos con clientes, lo utilicé como beta para contrastar información, como una forma de prototipo que podíamos testear y mejorar. No solo como una herramienta interna, sino también como un posible resultado de un proceso compartido. Una herramienta para explorar sobre el conocimiento construido. 

Esta práctica me ha llevado a pensar en los asistentes no solo como herramientas de consulta personal, sino también como espacios que pueden albergar conocimiento compartido. Como lugares donde se acumula contenido generado colectivamente y desde donde se pueden activar nuevas preguntas. 

Al trabajar en equipo, por ejemplo, nos dimos cuenta de que los prompts que diseñábamos para interactuar con el asistente eran casi siempre individuales, aunque el contenido fuera colectivo. Eso nos llevó a preguntarnos: ¿cómo diseñar prompts y rutinas que permitan una interacción verdaderamente compartida con una IA?

Actualmente, estoy participando en procesos de configuración de asistentes dirigidos por personas que saben mucho más que yo, y ahí estamos experimentado directamente con cómo se pueden vincular a la explotación de información generada de forma colaborativa.

Nota 05 sobre usos de IA generativa: Inteligencia colaborativa o cómo generar construir colectivo con estas herramientas.

Este cambio de foco, del uso individual al uso colectivo, me parece un tema importante y al que igual no le prestamos atención. No se trata solo de tener un asistente vinculado a una organización, sino de generar entornos de interacción conjunta. De encender un ordenador, sentarnos varias personas, y conversar juntas con el conocimiento construido y las posibles interacciones con una interfaz que nos permite interactuar con este. De abrir una ventana para el debate, la conversación y el aprendizaje colectivo. La pregunta que nos hacemos es: ¿cómo hacer esto posible desde las herramientas que ya tenemos?

Hasta ahora, la mayoría de nuestras interacciones con estas herramientas han sido individuales. Consultamos, preguntamos, generamos contenido en solitario. Incluso cuando el conocimiento que volcamos en ellas es colectivo, el canal de entrada sigue siendo personal.

Esto se hace evidente cuando configuramos asistentes vinculados a procesos colaborativos. Por ejemplo, si hemos generado un corpus de conocimiento sobre el propósito de una organización, los prompts que solemos diseñar para consultarlo siguen respondiendo a lógicas individuales: ¿esta acción está alineada con el propósito?, ¿esta decisión encaja con el marco estratégico?, etc. 

Lo que falta, además de seguir incidiendo en unos algoritmos con perspectivas sistémicas entre otras cosas, son formas de interacción que permitan a varias personas dialogar con ese conocimiento al mismo tiempo.

Aquí aparece una pregunta clave: ¿cómo generar prompts o dinámicas de consulta que fomenten la conversación colectiva con la IA? Ya no se trata solo del contenido o del diseño del asistente, sino del contexto de uso. ¿Qué ocurre si varias personas se sientan juntas frente a un ordenador para interactuar con el asistente? ¿Qué nuevas formas de conversación y aprendizaje pueden emerger de ahí?

Esta línea de exploración apunta hacia una inteligencia artificial más relacional. No cómo un oráculo que responde a preguntas individuales, sino como herramienta que activa procesos grupales. Eso implica repensar no solo la interfaz, sino también las rutinas, los tiempos, los acuerdos y los modos de escucha compartida. En mi experiencia, cuando lo hemos intentado, aparecen preguntas nuevas, se abre el debate y se fortalecen las decisiones conjuntas.

Lo interesante de este enfoque es que cambia el papel de la herramienta: ya no es un soporte que uso yo, sino un entorno que compartimos. Eso exige cuidado, diseño y una cierta pedagogía sobre cómo interactuar. Pero también tiene un potencial enorme para procesos organizativos, deliberativos y de construcción de conocimiento compartido. También, y lo pienso mientras escribo, lo veo como otra oportunidad para seguir desarrollando músculo crítico.

Nota 06 sobre usos de IA generativa: ¿Conversaciones con una IA? Entre el espejo complaciente y el pensamiento crítico.

Hace unos días conversaba con la hija adolescente de unos amigos sobre el uso que hacía de esta tecnología. Además de hablar de algunos contrastes y tareas académicas me contaba que contrastaba temas de conflicto y de manejo de relaciones con su grupo de amigas. En ese contexto me contó que en una ocasión fue consciente que ante una situación de tensión la “máquina” siempre le daba la razón a ella. En un ejercicio que me sorprendió por maduro, esta joven cuestionó este punto a la IA con una frase del estilo “¿No crees que mi amiga también puede tener razón en este punto?”. La respuesta la siguió alabando como interlocutora y poniendo en valor su capacidad de empatía. 

Esta viñeta nos podría llevar a muchos sitios; la IA como psicólogo de cabecera es un tema apasionante. Voy a centrarme en esta sensación de empatía, a veces excesiva, y mi experiencia. 

Hace unos meses usé durante unos días una IA que te permitía discutir sobre el tema que te propusieras. Me pareció una manera interesante de entrenar algunos músculos. No recuerdo la herramienta concreta y navegando veo que hay diferentes posibilidades. 

Por otro lado, podemos pedir a cualquiera de las IAs generativas que juegue a un rol. Definiendo lo que buscas la IA puede interaccionar con nosotros como ese personaje. Amigos me han mostrado este tipo de “entrenadores” para experimentar por ejemplo con un enfoque centrado en soluciones en el setting personal. Creo que es bien interesante. 

Normalmente, cuando le pides una lectura crítica de un texto o perspectiva, suele devolver una respuesta amable, incluso complaciente. He intentado utilizarla como contraste de mis propios textos. A veces le doy materiales y le pido una devolución, una mirada crítica. Pero no está diseñada para eso. Tiende a responder con una especie de hiperempatía, como si no pudiera entrar en conflicto con lo que dices. 

En este sentido, estas IAs generativas funcionan más como un espejo que como un interlocutor exigente. 

Leí hace unas semanas que pacientes que habían sido atendidos por IAs generativas sentían que no solo el diagnóstico había sido más certero sino que habían sentido más empatía. Es un terreno que me apasiona. Creo que hay un valor muy importante en escuchar y hacer sentir a la otra persona escuchada. Por otro lado considero que hay una parte del límite y del rigor que estas tecnologías no están abordando en esta relación tan “íntima” y “personal” que se está generando y que puede tener sus riesgos al seguir ampliando los sesgos más personales. 

Lo que se pone en juego aquí no es solo el uso técnico de la herramienta, sino una forma de estar ante el conocimiento: pasiva o activa, crítica o conformista.

Nota 07 sobre usos de IA generativa: Decisiones, algoritmos, sesgos, estructuras y acompañamiento desde lo profesional.

Pesando la verdura el otro día en un supermercado la máquina reconocía con un margen de acierto importante el producto que pesaba y me daba a elegir entre, por ejemplo, calabacín y pepino. El chat que se abre en la página web y el “ente” con el que interactúas para contrastar un producto, esa llamada vendiendo algo con acento robótico… Son muchos los territorios donde se está haciendo cada vez más evidente la presencia de las inteligencias artificiales. 

Me interesa especialmente el potencial de estas herramientas en la toma de decisiones personales pero sobre todo colectivas. Y en este sentido tengo una inquietud sobre cómo estas herramientas pudieran ayudarnos a enfrentar retos complejos y de impacto social. En este tiempo de lemas populistas que prometen soluciones simples a retos complejos me gustaría pensar en estas herramientas como una interfaz dinámica con la realidad. He experimentado son arquetipos sistémicos, por ejemplo, y da mucho juego (esto será otro post en Septiembre) Sin buscar causas aisladas y de implicación directa, sino permitiéndonos observar las relaciones, patrones y dinámicas que, en su interacción, generan los fenómenos que queremos comprender o transformar.

En nuestra práctica directa y en muchas de las organizaciones a las que acompañamos, cada vez más herramientas algorítmicas evalúan, priorizan o seleccionan información para orientar decisiones estratégicas, especialmente en ámbitos como los recursos humanos.

En el libro “El algoritmo paternalista: Cuando mande la inteligencia artificial” de Ujué Agudo Díaz y Karlos g. Liberal  abordan este tema de una manera exquisita. Allí se habla de todo esto. Solo os hago un spoiler; Hemos interiorizado una narrativa que idealiza la automatización como solución a problemas humanos. Se asume que la tecnología es más racional y objetiva que las personas, lo que favorece la delegación acrítica de decisiones.

Aunque no trabajemos directamente en ese nivel técnico, creo que tenemos que estar atentos. Entender cómo funcionan estos sistemas, qué datos utilizan, qué sesgos pueden incorporar. 

Desde esa conciencia, uno de los aportes que podemos hacer es generar herramientas y rutinas críticas de acompañamiento: que ayuden a detectar distorsiones, a equilibrar miradas, a contrastar los criterios que están en juego. No solo desde una lógica de eficiencia u optimización, sino con una mirada más amplia, que considere también a las personas y los efectos a largo plazo.

Aquí también aparece la dimensión estructural: quién diseña los algoritmos, con qué fines, con qué acceso a los datos. Las decisiones sobre qué se entrena, con qué fuentes, y con qué propósito tienen consecuencias.

Nota 08 sobre usos de IA generativa: Infraestructuras y ecosistemas: pensar en alternativas públicas y abiertas.

GPT de openAI fue la primera herramienta que probamos muchas personas. Se ha convertido en una especie de estándar, en una interfaz familiar. Pero eso no significa que sea la única, ni que debamos quedarnos ahí. Además de otras herramientas diseñadas para diferentes objetivos tenemos otras IAs más generalistas bien interesantes. 

La entrada de Deepseek fue una bomba. Tecnología china con un desarrollo más eficiente de los recursos que puso en jaque a la industria (Impresionante la cantidad de dinero que está moviendo este desarrollo solo en los últimos meses. ¿Olemos la burbuja?). 

Tengo como tarea explorar la versión de pago de Mistral, una propuesta que por europea, cumple con una legislación que la regula de una manera más protectora. Creo que esta es una clave. 

La reflexión aquí no es solo sobre resultados o prestaciones, sino sobre infraestructura. ¿Dónde están los datos? ¿Quién decide qué se entrena y cómo? ¿En qué legislación se enmarca cada modelo? ¿Qué derechos tenemos como usuarios y como ciudadanía? Estas preguntas importan por muchas razones y son las claves sobre qué tipo de tecnología elegir para nuestro trabajo, conscientes de los impactos que tiene a corto y plazo en esta capa digital que no deja de ser una dimensión de nuestra sociedad. 

Me parece clave pensar en infraestructuras públicas o, al menos, de código abierto.

Espacios y herramientas donde la innovación tecnológica no se separe de la innovación social, donde podamos explorar y experimentar sin renunciar a principios de protección de derechos y retorno social. En el origen de muchas de estas tecnologías está el apoyo público. La explotación de nuestros datos, qué es el verdadero negocio hace tiempo, se explota de manera muy lucrativa desde entidades privadas. Esta búsqueda del máximo beneficio es la que ha dado forma a esta economía de la atención que está teniendo semejantes impactos en la calidad de la información y nuestro bienestar. 

La gestión abierta de datos es una de las realidades que con más fuerza vislumbramos como oportunidad y que más lejos de las expectativas ha quedado. No hay una reflexión compartida ni liderazgo en este sentido por parte de la administración pública, salvo honrosas excepciones. Y es clave. La apuesta por desarrollos de código abierto e infraestructuras público-privadas que nos protejan de la manipulación y la exposición para utilizar los datos de una manera más global y ayudarnos a tomar buenas decisiones se ha convertido en una utopía. 

No se trata solo de elegir herramientas, sino de imaginar qué tipo de relación queremos establecer con estas tecnologías, de reclamar el derecho a participar también en su diseño, en sus límites y en sus objetivos. Ojalá. 

Nota 09 sobre usos de IA generativa: La ilustración como collage virtuoso del trabajo de millones de artistas.

En los primeros momentos de exploración, usaba herramientas como DALL·E. Aquellas primeras versiones ofrecían resultados que, aunque rudimentarios, tenían un punto divertido: figuras deformes, composiciones que parecían fantasmas, una especie de Frankenstein digital hecho de recortes. Sé en qué proyecto utilice por primera vez estas imágenes, no lo pensé demasiado. 

Con el tiempo, la calidad de las imágenes generadas ha dado un salto enorme. Hoy es posible transformar una fotografía, generar variaciones estilísticas, aplicar efectos visuales con solo un clic. Muchos hemos jugado ya con esas funciones: subir una imagen, cambiar su estilo, explorar posibilidades gráficas. Es bastante impresionante. 

Gran parte del mundo de la ilustración está en batalla contra estas herramientas que se basan en su trabajo para ofrecer otros resultados que comienzan a ser “competitivos”, es decir, a sustituir a precio ridículo el trabajo de un sector ya precarizado. Como amante del cómic y la ilustración en todas sus formas me siento absolutamente solidario con esta sensibilidad. Sigo apostando por el trabajo hecho por personas, por el oficio y la creación manual. 

Esta amenaza no pende sólo encima de este colectivo, lo hace de manera transversal, por ejemplo, también sobre el que escribe, sobre mí. Cada salto tecnológico supone la amortización de una serie de roles, funciones, puestos, oficios… Las quinielas ya echan humo. Hace unos años eran los robots los que iban a quitarnos el trabajo, ¿recordáis a Gates proponiendo que pudieran cotizar como los humanos?. 

En estas reflexiones también conversábamos sobre la competencia a desarrollar no sólo en el manejo de tecnología. Hablábamos de “aprender a trabajar con robots”. Pues ya han llegado los “robots incorpóreos”. 

Muchos profesionales de la ilustración (y de la fotografía, del video…) han incorporado herramientas de IA a sus procesos. Si me lo permitís diría que como en el salto del vinilo al CD; echando de menos ese ruido de la aguja rozando con los surcos. 

Yo a veces me apoyo en estas herramientas. Sobre todo para materiales más internos, documentos visuales que acompañan procesos con clientes, ilustraciones que no tienen una vocación pública ni comercial. Pero incluso en esos casos intento mantener un cierto cuidado: saber cuándo y cómo usarlas, y sobre todo, no dejar que lo automatizado sustituya a lo sensible. Procuro trabajar con imágenes con licencias abiertas que rescato de distintas páginas webs y cito, soy especialmente adicto a las fotografías vintage. Por cierto, es más que interesante el debate sobre si estas imágenes generadas por IA tienen copyright o no. 

De manera tensionada, la imagen de esta nota está generada en una IA. 

Nota 10 sobre usos de IA generativa: Cajón de sastre y algunas fuentes.

Pretendía compartir unas reflexiones y aprendizajes desde la experimentación con la IA en los últimos meses. Me he acercado ligero y sin presión. 

Podría continuar hablando sobre, por ejemplo: 

  • Qué ocurre con los datos que llevamos a estas IAs y cómo aseguramos la protección de esta información, 
  • compartir algunas dudas y sugerencias para el uso de esta tecnología en la producción de píldoras formativas; videos con avatar, podcasts desde nuestros textos, 
  • cómo gestionar de una manera más virtuosa la tensión entre las exageraciones en la posiciones tecno-optimistas y tecno-alarmistas, 
  • sobre el arte de preguntar no ya como un diseño de prompts acertado sino como una suerte de juego de ping pong donde vamos matizando los resultados, 
  • la falsa sensación de supereficiencia que da el trabajo apoyado en estas herramientas y cómo distinguir lo rutinario y aquellas tareas en las que aportamos más valor, 
  • una fantasía de si esta era de la IA nos va a colocar con más distancia de los artefactos que entendamos que están construidos apoyados en estas herramientas (¿leemos menos informes porque los sabemos redactados con apoyo de IAs?) , 
  • el impacto ecológico del uso de estas herramientas de una manera extensiva, 
  • sobre si el ejercicio de unir palabras y trazos por parte de un humano es tan diferente del ejercicio propuesto por una red de manejo de datos programada …

No he necesitado tener seguridad ni justificar las ideas. Ha sido un pequeño “juego serio”. Un rosario de notas que sé que caducarán relativamente pronto.

Desde el principio, como cuando en el comienzo de la pandemia compartimos pequeñas estrategias y herramientas para digitalizar nuestras propuestas, he mantenido la curiosidad y he trasteado. He compartido mis reflexiones desde la práctica. Y este ejercicio ha estado también cruzado por un momento de desencantamiento importante por esta internet de la economía de la atención. 

Tengo muchísimas más preguntas que respuestas, permitidme que comience por la práctica, algunos aprendizajes y reflexiones. 

Acercarme con curiosidad, experimentar, contrastar, aprender desde la práctica, sistematizar algunos aprendizajes y compartirlos de manera abierta para seguir aprendiendo. La capa digital ha sido, hasta hace unos años de manera natural hoy buscando resquicios “insistencialistas”, una aceleradora de la curiosidad y la construcción de conocimiento. 

Os comparto un enlace a mi marcador en diigo donde sigo recogiendo algunas lecturas que sobre la IA me ayudan a pensar. 

https://www.diigo.com/user/asiergallastegi?query=%23ia

En la página web tenéis más enlaces a los temas que me interesan junto a imágenes que también me ayudan a conectar con la mirada sistémica, los equipos, la innovación, la ciudadanía activa, la educación y los ejercicios de escucha y construcción de relatos.

www.korapilatzen.com 

Seguimos conversando.

¿Para qué quiero estar en RRSS y en cuales?

Hace unas semanas que abrí mi cuenta en BlueSky y la verdad es que fue una experiencia bastante agradable. Era como volver a aquellos años de la primera década de los 2000 y la primera incorporación a unas redes sociales. Han pasado las semanas y ahora tocaba salir de X. Ya me he descargado todo mi historial y en el momento en el que iba a borrar la cuenta… me ha dado miedo, me ha invadido un vértigo, un vacío…  También hace años que apenas publico nada en Facebook pero no he eliminado mi cuenta. En ambos lugares pase mucho tiempo y ahora no. En ambos lugares permanezco y me da mucho respeto anular mi perfil. 

No sé muy bien expresar la sensación. A veces pienso que es miedo a perder el número de personas que sigo y me siguen. Pero no es real. Los datos nos dicen que el impacto dejó de ser, que tras los últimos cambios es muy difícil acceder a la información que quieres (Cuánto echo de menos tweetdeck) e imposible impactar con lo que compartes. El nivel de actividad en BlueSky a pesar de tener muchas menos personas en mi pequeño ecosistema es más intenso. Además estoy disfrutando de tener menos personas que seguir. De alguna forma aligerar la cantidad para acercarme más a la calidad. Y calidad no solo de contenido sino de relación y de interacción. 

Pero con todo esto y una vez pasado el tiempo de enamoramiento con este nuevo lugar lo que me pregunto es:  ¿Para qué estoy en redes sociales?. Y creo que es una buena pregunta.

Las RRSS me han servido para conectar con personas y aprender junto a ellas. Hemos ido configurando una red profesional, un ecosistema digital, mi PLE (Personal Learning Environment) le llamamos hace un tiempo. No sabría explicarme como profesional sin este ecosistema. Quiero proteger este canal, reforzar las relaciones existentes y estar atenta a las que pudieran emerger en el futuro. Esta internet y la interacción global ha sido un espacio de disfrute. He transitado por decenas de fronteras. En lo político, a través del arte, la música, espacios de reflexión sobre el trabajo con organizaciones… Una sensación de innovación disruptiva y serendipia. Cada vez que preparo un nuevo contenido navego y navego. Me pierdo por los lugares, divago… Los proyectos importantes me acompañan como una música de fondo y muchas veces surgen imágenes, textos, audios que me ayudan a cristalizar una u otra parte de la reflexión. Es como ampliar la posibilidad al “choque de corazonadas”. Un espacio para conectar ideas distintas, nadar por las disciplinas. 

También ha sido un lugar donde he podido visibilizar mi trabajo. Lo que hago en organizaciones y equipos no es tan sencillo de explicar. Grabarlo, dibujarlo, escribirlo, compartirlo y conversar ha sido clave para configurar mi personaje laboral. Es construcción de conocimiento y venta de lo que en cada momento he sido capaz de hacer. Yo no toco puertas buscando trabajo. Mi estrategia, pudiéramos llamar “comercial”, se basa en procurar hacer bien mi trabajo y mantener un hilo de comunicación abierto. En este sentido hay una información más cotidiana y otra más detenida y de detalle. Por un lado es algo así como “contarme en acción” y me ayudan algunas fotografías y algunos videos, y por otro está la dimensión más de contenido y ahí interrumpo el silencio en mi blog de vez en cuando y publico algún texto en papel como cierre de algunos proyectos. Retomar con más fuerza y dedicación el blog creo que es una clave. La conversación en Linkedin no me acaba de enganchar pero quizás deba de probar más en esa red. 

Las redes sociales han sido un espacio también donde he podido continuar en contacto con algunas personas con las que dejé de tener relación cotidiana. He seguido sabiendo de sus vidas y cuando nos encontramos el abismo no es tan grande, sabemos algo más la una de la otra. Creo que en este sentido y en esta nueva etapa necesito aflojar el miedo a la pérdida. Confiar en la vida compartida, en los encuentros que vuelven a avivar fuegos y reconocer que somos limitados también en el número de relaciones que podemos cuidar. Y cuidarlas. Quedar a comer, alargar unas horas en esa ciudad donde se fueron a vivir tus amigos y cenar con ellos y ellas. Volver al pueblo de vez en cuando. Buscar alternativas a este casco viejo de Bilbao turistificado y encontrarnos. 

También han sido y son un lugar político. Estas interacciones contribuyen a definir nuestra identidad. Hay personas que han conseguido diferenciar y jugar con distancia entre sus vidas y sus avatares. Yo no. Soy consciente del impacto de lo que bebo, como, leo, escucho, veo y converso en mi manera de sentir, pensar y hacer. A veces he pensado que estábamos haciendo incidencia política, ahora tengo más dudas. También he vivido que eran un lugar donde acceder a información quizás complementaria a mi caja de resonancia. Durante ocho años facilite una asignatura en la Universidad de Deusto que llamamos “Internet, redes sociales e Innovación Social”. Fue un viaje que aun no he sistematizado. A veces me imagino cómo serían hoy mis clases. Hablamos de aspectos que no fui capaz de intuir en aquellos años todavía más cercano a todo el potencial. Hoy hablaríamos también de la economía de la atención, de las infraestructuras públicas, de la Inteligencia Artificial, los algoritmos y las cajas de resonancia, de las estructuras frente a los usos… En este sentido no hago más que leer y recolocar mis ideas. Aun en la oscuridad siento más viva que nunca la reflexión y eso me hace disfrutar.

Busco alternativas. Facebook sin actividad, me falta eliminar la cuenta. Twitter sin actividad, y el reto es el mismo. En mastodon comenzamos y quizás debo darle una oportunidad. Bluesky es el twitter de antes de Musk. En estos dos últimos lugares necesitaría un poco más de estructura o estrategia. Sobre Linkedin ya he escrito. ¿Youtube? me siguen gustando los proyectos que se cuentan a partir de un video (quizás estoy mayor). Sobre Instagram… me gustaría bloquear los reels e historias. Me enganchan y no me sientan bien. Hay gente muy inteligente explicando el impacto de este fenómeno. Necesito un paso más. Hace unos años busqué alternativas a google drive y no fui capaz. Todo el universo de herramientas de Inteligencia Artificial es algo en lo que debemos de poner atención. En estos momentos vuelve a conectarme con las necesidad de exploración y trasteo. Tengo un ordenador limpio esperando una mañana de trabajo para instalar linux y traer, de manera congruente, este sistema operativo de nuevo a mis vidas. 

Bueno. He desnudado mis preguntas e intuiciones. Ya véis que no hay mucha certeza ni propuestas concretas. Os muestro mis dudas ¿Cómo estáis gestionando esta realidad vosotros y vosotras?

Nuevas tecnologías, menores y jóvenes: Una presentación provocadora para trascender de los miedos y construir alternativas

Hacía tiempo que no leía ni escribía sobre tecnologías, jóvenes y menores. La primera vez que compartí mis ideas sobre este tema fue en 2010. En unos días volvemos a comenzar una nueva edición de la asignatura en la universidad. Cada vez que pregunto por un tema que pueda interesar a los y las futuras educadoras sociales en relación a la tecnología siempre sale este tema. Reconozco que me aburre como contenido y a veces me enfada.

Hace un año asistí a una charla en la escuela de mi hijo y salí enfadado.  Una propuesta excesivamente volcada en los riesgos y, desde mi perspectiva, con un tono de peligro que daba miedo. Sigo pensando que este, el miedo,  no es un buen lugar para ayudar.

Cuando digo me aburre tendría que matizarlo. A veces me desborda. El reto es permanente para nuestros jóvenes y para nosotros. No hay respuestas sencillas o al menos la tensión no se puede resolver dando un salto. Esta vida conectada es nuestra vida, ya no hay otra. Con todo lo que nos permite y con lo que nos roba. Aquí también aprendiendo. 

Permitidme jugar en esta tensión y proponeros agregar a los ING del Grooming, el Phising, el Ciberbullying,… los Desconcentring, Yoquieroseryoutubering y compañia. 

¿Cuales serían vuestras palabras ING en esta tensión?

Uso adecuado de las tecnologías para menores y jóvenes from Asier Gallastegi Fullaondo

Está en nuestras manos. Dando pasos hacia una humanidad aumentada. Consecuencias en las relaciones humanas del empleo del móvil

Hace unas semanas, publicábamos, junto a Arantxa Sainz de Murieta (Komunikatik), este artículo en euskera en la Revista Vasca de Administración Pública (IVAP) sobre las consecuencias que genera el empleo del móvil en las relaciones humanas. Se trata de un tema de actualidad que preocupa, genera debate y que se puede abordar desde diferentes perspectivas. Nos hemos decidido a compartirlo desde nuestras páginas web porque también nos interesa tu punto de vista. Este texto es la segunda parte del articulo. En el blog de Komunikatik encontráis el resto. 

El trabajo en nuestro bolsillo

Si hace solo unos pocos años nos hubieran descrito algo de lo que hoy vivimos como cotidiano no hubiéramos dado crédito. Con la conectividad y los smartphones en nuestros bolsillos también nuestra relación con el trabajo ha cambiado. No solo es producto de la tecnología; esta explosión de los dispositivos móviles ha coincidido en el tiempo con una crisis económica que ha servido de área de juego para cambios en las relaciones laborales que en otros momentos hubiéramos vivido como una invasión del mundo laboral ocupando cada resquicio de nuestras vidas personales.

Hoy podemos acceder a nuestro mundo laboral a cualquier hora y desde cualquier lugar del mundo. Y lo hacemos. Aprovechamos el desayuno para contestar los primeros mails y el momento de después de cenar para hacer lo propio con los últimos. La mensajería instantánea sustituye muchas de estas cadenas de mails y se convierte en un recuerdo continuo de tarea activándose.

La interfaz organización permanece, pero a su alrededor una cantidad cada vez mayor de profesionales autónomos se vinculan y desvinculan con otros profesionales constituyendo equipos líquidos. Equipos que son redes que centran su energía en proyectos que conviven

con otros proyectos con otras redes y alianzas. Ni whatsapp, ni telegram, ni slack o trello están preparadas para ayudarnos en esta selva de llamadas a la acción y a la tarea.

Esta manera de estar en la vida laboral lo invade todo… o casi todo. Desde el 1 de enero de 2017, Francia incluye el “derecho a la desconexión” en el código laboral.

Futuro del teléfono impactado por nuevas tecnologías

Los bots (programas informáticos que simulan una conversación con una persona) que se utilizan en muchas empresas, fundamentalmente es su servicio de atención a la clientela, están dando el salto a las relaciones personales. Si elegimos liberarnos de preguntas como, ¿dónde estás?, ¿cuánto tardas en llegar?, que son de fácil respuesta para las máquinas, y nuestro entorno decide hacer lo mismo, llegará un momento en el que los robots hablarán con robots, modificando lo que entendemos ahora como conversaciones.

Recordemos cómo era la comunicación telefónica antes de la llegada de los datos de banda ancha a los dispositivos. A pesar de que los SMS supusieron un gran salto, no parecía que  la voz de las personas, en un acto de comunicación directa, pudiera dejar de ser la forma más habitual de comunicación por teléfono. Con la llegada del 4G la mensajería instantánea desplaza la utilización de la voz; la posibilidad de producir y transmitir contenido multimedia también resta espacio al habla, rubricando aquello de que una imagen vale más que mil palabras.

Pensemos en el impacto que nuevas tecnologías pudieran tener en el futuro del teléfono; la  comunicación inalámbrica de pequeños volúmenes de datos, que consumen poca energía, (LoRaWAN, Sigfox  o 5G) dará lugar a un sinfín de nuevos dispositivos, cada vez más pequeños, conectados (Internet de las Cosas o IoT) que suministrarán datos de actividad. Entonces, ¿qué nuevo tipo de comunicación sustituirá a la mensajería? ¿De qué forma este nuevo tipo de comunicación, sin voz ni mensajes, impactará en la forma en las que nos relacionamos? (más…)

Ideas claves para seguir construyendo experiencias positivas en un un uso seguro y proactivo de Internet en el ámbito familiar

Me invitan desde Suspergintza elkartea para acompañar la jornada SAFER DAY el proximo dia 10 en Bilbao. El foco este año apunta al uso de las nuevas tecnologias en el contexto familiar. Esta invitación me llega mientras acompaño dos trabajos final de grado sobre temas similares de dos alumnas; Janire y Lucia, de Educación Social en la Universidad de Deusto.

Quiero compartir en el blog algunas ideas a modo de hipotesis sobre las que me interesa conversar. Además pìenso en una aproximación más visual, de recogida de información y reflexión personal que también comparto.

Por ultimo un video que grabo mi amigo Pablo Aretxabala de una pequeña charla que tuvimos la ocasión de celebrar en el Instituo de Aixerrota hace unos meses.

Estaré atento a vuestras aportaciones.

 

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Cinco años después KORAPILATZEN Bost urte eta gero

En marzo hizo cinco años que abrí este blog. Estaba contaminado por el potencial de pensar en abierto y contrastado. A mi alrededor muchas personas tenían el habito de escribir desde su experiencia y conversar con otras personas enfermos y enfermas de los mismos síntomas.

Me pareció una forma de situarme en la orilla de esas corrientes, de sentir ese agua en movimiento y las ondas de mis pies y los de otras personas chapoteando. Hubo mucho de intuición y poca estrategia. Me di cuenta cuando meses más tardes un buen amigo me pregunto ¿por qué?. No supe argumentar, seguí en mi pequeña embarcación y han pasado 5 años.

Creo que si tuviera que responder a la pregunta formulada con un ¿para qué? hablaría del ejercicio de escribir como una manera de acercarme a la realidad buscando entenderla. Y en el mismo viaje, sumar pequeños “darme cuenta” temporales que sirvan para los próximos pasos. Además soy consciente del compartir en abierto.

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Para algunas personas estos textos están lejos en fondo y forma de lo que les toca. Buenos amigos me lo han dicho y esta bien. Procuro mejorar en esto de juntar palabras pero unas veces estoy más lucido que otras.

Para otras tocamos lugares comunes, o nos matizamos en lo que nos falta, nos gustamos en el uso de tres o cuatro frases para intentar explicar las diferentes caras de esa misma cosa. A veces me cuesta caer en la cuenta, por esto de la modestia, pero hay algo de necesitarnos.

Hace ya unos cuantos meses decidí que había que ordenar mi blog. Dependía demasiado de la actualización periódica que no siempre llega, aunque me discipline con mano de hierro. Además ya hay un buen montón de material escondido debajo de otro tanto. A mi me gusta leerme de vez en cuando, igual también a otras personas. ¿Y que ocurre con lo que me guardo en marcadores sociales? ¿Que hago con esas imágenes que me ayudan, a veces, más que las palabras?

He conversado largo y con muchas personas sobre la estructura para la apertura. Gracias David, Asier, Danitxu, Alvaro, Julen, Domenico, Maria, Karra, Paulo,… Como en ese “Feel your back” de Arawana Haysahi, dotamos de orden y fuerza a la espalda de este blog para seguir manteniendo una mirada y estomago abierto y receptivo a lo que emerja.

Toda la información; posts, proyectos, enlaces en la red, imágenes,… ordenada en seis grandes apartados:

Esta estructura nace con el objetivo de ordenar la información para hacerla más accesible. De esta manera una persona interesada en un solo área de los que propongo va a encontrarse con un pequeño ecosistema de su interés, con el que interactuar, menos condicionada por la novedad y una estructura que sepulta lo viejo.

Abierto y caótico, ordenado y estructurado, viejo y nuevo. Un lugar diseñado para que ocurran cosas nuevas. No es perfecto. Lo redondo no tiene esquinas y no engancha. Solo en la imperfección pueden entrar los espíritus, como leía pintando un mandala hace unos años.

En el ejercicio de ordenar ha habido mucho de mirara hacia atrás. Durante un momento discutí conmigo mismo y alguna persona más si esta era la web del pasado o la del futuro. Hoy me cuento a mi mismo en esa imagen de la espalda y estomago. Esto soy, esto he hecho y ahora con todo esto tras de mi buscaremos y estaremos abiertos hacia dónde nos lleve la corriente, los vientos y nuestra capacidad de orientar las velas.

Esta es la nueva korapilatzen. Y es algo que quiero celebrar. Hay mucho que celebrar. Este es un viaje, una aventura personal y profesional. Tengo muchas personas a las que agradecer mucho. Y lo estoy haciendo estos días. Si no nos vemos en breve… ESKERRIK ASKO!!

Elkartekintza 2012

Volvemos a la carga. Este año segunda edición de la acción formativa promovida desde el proyecto ELKARTEKINTZA. Ya he hablado en un par de ocasiones en el blog sobre la iniciativa. Construimos desde hace dos años un lugar para el encuentro entre el universo internet/web 2.0 y el de las personas y organizaciones que trabajan con colectivos desfavorecidos y movimientos sociales.

Mi sensación, contrastada con otras personas, es que en este ultimo tiempo las organizaciones sociales van descubriendo el potencial de estas herramientas y que cada vez descubrimos más blogs, actividad en redes sociales, documentación abierta,… Y además de la mano de estas acciones una apuesta por un papel más central de la comunicación como estrategia de cambio.

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Estrategias 2.0 y entidades sociales

Durante este mes y organizado por la agencia del voluntariado y la participación social en Bizkaia BOLUNTA he dinamizado una reflexión sobre el uso de redes sociales e Internet desde entidades sociales.

Cada vez más organizaciones se están sumando al uso de estas herramientas aprovechando las TICs y apoderándose (haciendo nuestras máximas de la ética más hacker) de software y hardware para incidir en dinámicas de cambio social. Hay formas como organizaciones pero entiendo que este movimiento se realiza de alguna manera integrando reflexiones criticas sobre el “clickactivismo” y conscientes del potencial y también los límites de las estrategias y colaboración digital.

Hace unos meses fue el trabajo con Kiribil sarea. Una propuesta formativa dirigida a menores, jóvenes, monitorado y padres y madres sobre el riesgo y potencial de Internet.

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Sobre las posibilidades que estas nuevas/viejas herramientas ofrecen para la relación educativa en el marco formal, no formal e informal me gustaría detener en otro post. Creo que toca sistematizar algo de lo aprendido. De todas formas creo que navegar por los espacios web que utilizamos puede dar ya una idea de los contenidos y proceso.

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Un video: reflexionando sobre educación no formal 2.0

En esto de las redes sociales los avatares los elegimos, en los videos salimos tal y como somos. Pues aquí uno de los segundos. Me graba Javi Karni en las jornadas de la Red de grupos de Tiempo Libre de Portugalete. No me saca por el mejor perfil ;D pero me gusta compartir este rato de trabajo con educadores explorando herramientas, horizontes, actitudes,…

Ultimamente ando mucho tiempo enredando en esto de la educación 2.0 en sus vertientes formal, noformal e informal. Sirvan estos minutos para compartir parte del viaje. Prometo más.

#lohacemos

Cuando hace unas semanas Victor me envió el programa de las jornadas que organizaban desde Edex me quede impactado; Dolors Reig, Domingo Comas, Juan Freire, Enrique Dans, Miguel del Fresno y dos mesas de experiencias de alto nivel.

Pues fue verdad. Esta semana disfrutamos de día y medio condensado, ágil y certero en los locales de Koopera. En este post voy a contar una visión parcial de lo que escuchamos, es la mía, incluso es posible que transcriba cosas que creí haber oído y realmente fueran voces internas excitadas por ruidos ;D

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