“Cada alumno toca su instrumento, no vale la pena ir contra eso. Lo delicado es conocer bien a nuestros músicos y encontrar la armonía. (…) Puesto que el gusto por la armonía les hace progresar a todos (…)
-El problema es que queremos hacerles creer en un mundo donde solo cuentan los primeros violines.”
Daniel Pennac “Mal de escuela”
La semana pasada acompañe a 150 personas de equipos directivos de diferentes centros educativos de la red de escuelas mercedarias. El encuentro fue en Barcelona y comparto con vosotros algunas ideas con las que trabajamos.
Suelen decir de las personas que trabajamos en formación que solemos dar clases de las cosas que no sabemos. Y de alguna forma es verdad. Yo asumo retos que me obliguen a reflexionar, leer, estudiar, entender fenómenos que se escapan de mi comprensión. Aviso para navegantes. El que escribe es un padre con muchas preguntas. Se que esto en algunas escuelas asusta.
school by pacholak Flickr CC
¿Desde cuando los contenidos tienen derecho para ir en contra de la fuerza y la confianza de una persona? ¿Cómo es que la necesidad de manejar argumentos para algunas decisiones pueden obligar a digitalizar y cuantificar los avances y retrocesos en la adquisición de contenidos? ¿Por qué seguimos separando las mesas para contestar preguntas cuando sabemos que precisamente una de las cosas que olvidamos y más nos cuesta como adultos es la colaboración, comunicarnos y trabajar realmente en equipo?
Cada vez más organizaciones se están sumando al uso de estas herramientas aprovechando las TICs y apoderándose (haciendo nuestras máximas de la ética más hacker) de software y hardware para incidir en dinámicas de cambio social. Hay formas como organizaciones pero entiendo que este movimiento se realiza de alguna manera integrando reflexiones criticas sobre el “clickactivismo” y conscientes del potencial y también los límites de las estrategias y colaboración digital.
Hace unos meses fue el trabajo con Kiribil sarea. Una propuesta formativa dirigida a menores, jóvenes, monitorado y padres y madres sobre el riesgo y potencial de Internet.
pandemolde by gallas
Sobre las posibilidades que estas nuevas/viejas herramientas ofrecen para la relación educativa en el marco formal, no formal e informal me gustaría detener en otro post. Creo que toca sistematizar algo de lo aprendido. De todas formas creo que navegar por los espacios web que utilizamos puede dar ya una idea de los contenidos y proceso.
Gorabide cumple 50 años. Harán 20 años de la primera vez que entre en sus locales de la mano de mi amigo Iñaki Guti, voluntario que publicaba una pequeña revista para la comunicación interna. Fue una hora especial. El mundo de la discapacidad intelectual siempre ha sido un misterio para mi y en ese momento esas personas misteriosas me lanzaban preguntas para la entrevista del mes.
El objetivo es hacer llegar a la mayor cantidad posible de personas una pregunta. Una que cuando quieran responder les situe en un lugar diferente, en un futuro más inclusivo, dónde hayan movido lo suficiente en su vida más cotidiana para que esta fantasia se convierta en realidad.
Imagínate que hoy te acuestas y cuando te despiertas ya estamos en el año 2062. Los avances con respecto a la construcción de una sociedad más inclusiva son evidentes. ¿En qué cosas cotidianas te das cuenta de estos logros?
¿Qué cosas modificaste o reforzaste en tu día a día que ayudaron a que esta nueva realidad pudiera darse?
Me propongo responder a la pregunta a ver como es el viaje.
No sé si los coches volarán y los vestidos tendrán aspecto metálico pero lo primero que me choca es lo lento que pasa todo a mi alrededor. Es el ritmo de esa edad, casi 90 años. No estoy rodeado de gente de mi “quinta”, los lugares segregados por edad se prohibieron hace años. Se dieron cuenta que solo ayudaban a los ayudadores. En mis rodillas dos niños juegan a chocar las palmas de sus manos. Este parque lo volvieron a diseñar hace unos años, quitaron el neumático de colores del suelo para plantar hierba y se llevaron los columpios de ultima generación para plantar arboles dónde ahora cuelgan casas de madera.
Fue un proceso participado. Esas “mejoras” las propusieron los más pequeños del barrio. Yo también estuve en aquella reflexión. Durante décadas las decisiones se tomaban en reuniones iguales entre personas similares. La teoria lo anunciaba hacía mucho tiempo pero costo que se entendiera. Solo lo que se decidía entre diferentes respondía a las verdaderas necesidades, se adaptaba a lo complejo, a lo que tiene muchas caras.
De pronto comenzamos a trasladar el dinero destinado a control y espacios segregados a cadenas de encuentros entre diferentes. Al comienzo no fue fácil, necesitamos de interpretes, mediadores y malabaristas. Poco a poco pudimos hacerlo solos. Cuando algo no lo entendíamos llamábamos a media docena de personas. Buscábamos a los que más se diferenciaban de nosotras y abríamos conversación para escucharnos.
Hubo que quitarnos kilos de necesidad de control, el miedo al vertigo de ver la realidad desde tantos ángulos, bailar con la incertidumbre, descubrir otras inteligencias complementarias a la ganadora, ritmos más lentos para que llegásemos todos,…
El esfuerzo a merecido la pena. Lo más divertido, una vez más, el viaje.
Y a ti… ¿Dónde te lleva la pregunta? Animate a compartir tus respuestas.
Esta mañana he asistido a la presentación del esperado libro de Eugenio Molini sobre participación genuina. Hace años que sigo su trabajo. Durante mucho tiempo su blog fue un lugar de visita obligada. Mucha claridad en las propuestas y a la vez musica de curiosidad, pregunta y hambre por entender.
Nos conocimos personalmente en Girona en Junio 2010 en el marco de unas jornadas artesanas sobre noformación. Nos convocaba Manel Muntada. El encuentro tuvo varios colores; fue mi generoso anfitrión, nos peleamos tocando teclas de experiencias/herramientas y realmente me hipnotizo cuando dinamizo la parte final del encuentro.
No sabría decir exactamente que fue aquello que me toco. Fue sencillo, sin artificios,… Creo que fue el lugar que ocupo en toda la dinamica. Tañía sus campanillas para marcar los tiempos, proponía la dinamica y se mantenía en segundo (a veces tercer) plano. Nosotros fuimos construyendo nuestro panel lleno de postits con sentido y orientación.
Hace unos meses tuve la oportunidad de participar en una propuesta formativa facilitada por Eugenio en Eutokia. Disfrute muchísimo con la propuesta. Algo de tecnología de participación pero sobre todo mucho de reflexión sobre nuestro lugar en las organizaciones. Alinear nuestra tarea con nuestras necesidades más profundas buscando impactar en la construcción de un lugar más habitable es una de las imagenes que con más fuerza me resuenan. (más…)
“Malos tiempos para la lírica” por una u otra razón siempre hay un momento para susurrar la tonadilla de “golpes bajos”. Durante la década prodigiosa dónde el ladrillo llenaba bolsillos, la acción social andaba peleada. Fueron años de defender presupuestos, proyectos, profesiones, profesionalidad, sueldos, sector, modelos de intervención, y también personas, personas vulnerables,…
Para defender todo esto creamos asociaciones, federaciones, federaciones de federaciones, colegios profesionales, patronales, …
Sirvieron para defender nuestro trabajo, para encontrarnos, reflexionar juntos y tomar postura, para acceder a subvenciones, defender nuestra diferencia, no éramos prestadores de servicios, no competíamos por ver quién lo hacía más barato, nos hacíamos fuertes ante los técnicos que, interpretábamos, buscaban simplificar y políticos que cambiaban cada cuatro años,…
Seguimos trabajando y pensando en algunas ideas para responder a objetivos diferentes pero todos girando sobre las ideas que surgían en la conversación tras este post.
De momento comparto este video explicando las claves del libro de Pink de manera resumida. Son solo 5 minutos, merece la pena.
Un blog sirve para muchas cosas. Tejemos red, conocemos gente nueva, sistematizamos, compartimos lo que hacemos,… Entre estas múltiples aplicaciones del cuaderno de bitácora abierto al mundo yo con la que más disfruto es con la de aprender mientras escribo y converso sobre lo escrito.
Hoy escribo buscando contraste. No busco teoría, me apetece escuchar experiencias, ideas,… Os cuento…
Andamos dando vueltas a un tema en una organización dónde trabajo. Une dos ideas clásicas en las organizaciones; objetivos y retribución variable.
Como es esto de confiar… De hecho ya había empezado yo a dudar de mi mismo. Me había hecho con un montón de posts y textos en papel de mis autores y amigos fetiche. Y claro, me estaba costando escribir…
CONFIANZA ha sido la palabra del mes. Habrá que hacerle un pequeño homenaje. Es como cuando estas haciendo obras en casa y solo ves contenedores en la calle. Antes de escribir empiezan a garabatearse en mi cabeza media docena de situaciones con otras tantas personas, entre estas yo mismo. Así que gracias por poneros delante de mi curiosidad antropóloga y mostraros.
La primera reflexión que aporto es que, ahora me suena a obviedad, hay personas que están más preparadas que otras para confiar. Hay quienes sostienen que las personas solo avanzan con un férreo marcaje que vaya modelándolos hacia formas más eficientes. Desde esta experiencia -porque es eso lo que es, su experiencia- es difícil colocarte en un lugar diferente al del control.
El origen de esta propuesta, una suma de sintonías, experiencias acompañando equipos, apuesta por sistematizar lo hecho, … una conversación en Fundación EDE, una organización con más de 30 años de historia y que en los últimos años ha apostado especialmente por una formación de mirada humanista a las organizaciones.
Hace unos días facilite un taller en Fundación EDE sobre trabajo con figuras como herramienta en sesiones de coaching individual. Fueron 8 horas de trabajo con maderas, clicks de famobil, piezas redondas y cuadradas. Nos reunimos un grupo de personas con muchas ganas de trabajar, exponer situaciones, explorar soluciones, ayudar a verlas y aprender a acompañar este proceso.
Uso el trabajo con figuras muy a menudo. En formación, cuando queremos obtener más información sobre las dinámicas de una situación concreta y entrenar una mirada más sistémica y global. Además a lo largo de un proceso de coaching individual en una o dos ocasiones también las utilizo.