Esta tarde me han pedido que comparta algunas ideas dentro del encuentro: «Identidad profesional del Educador/a Social y Competencias Especializadas».
Desde que hablé con Asier Felix hace unos días he escrito ideas en el móvil en varias ocasiones y cada vez acababa en un lugar diferente. Igual no lo ate demasiado bien 😀 Me imaginaba que se trataba de transmitir algo así como “Que hace un educador trabajando acompañando equipos y organizaciones”.
También pensaba en ¿Qué tipo de recorridos profesionales hacemos los educadores sociales? ¿Cuáles son los motores? De educador de menores a familia, de la relación más directa a trabajos más indirectos, algunos acabamos en la formación, otros dan el paso a la terapia…. ¿Es la educación social un buen lugar para madurar profesionalmente?
Creo que hay algo del origen que nos acompaña hasta el final y las modificaciones, mejoras o huidas también son interesantes.
Voy a intentar hablar de estas cosas. Para esto voy a apoyarme en algunas imágenes de este tiempo. Cuando uno conecta con una historia solo lo puede hacer recorriendo a la memoria y siempre es caprichosa.
- IMAGEN 01. Estoy con otro educador más veterano. Acabo de comenzar a trabajar en Bidegintza y estamos comprando pan y queso en un casco viejo que aún no es peatonal. Tenemos dos días de trabajo por delante para evaluar y planificar. No nos encargamos de los contenidos, preparamos el espacio para que la gente se sienta cuidada. Me conecta con mis militancias, el tiempo libre educativo, el antimilitarismo… Acoger es construir cultura de organización. Sé que estoy en un lugar donde se cuida lo importante. También puedo hablar de aquellas tardes con otra compañera en un contexto de supervisión a las personas recién incorporadas ayudándonos a hacernos con nuestro rol y recabando información que ayudaría a mejorar la organización.
- IMAGEN 02. Recuerdo leer mucho y conversar antes de mi primera reunión con una familia. De este tengo un recuerdo muy claro. Puedo decir sus nombres y apellidos y la trama que traían (soy bastante olvidadizo) Me atrapó por completo y supe que necesitaba seguir formándome. Que no podía trabajar solo desde los que sabía. Fue la entrada en un mundo apasionante, la mirada sistémica a la realidad. Había otra manera de comprender lo que estaba ocurriendo y era como síntomas de dinámicas familiares actuales, pasadas y futuras, además de reflejar una estructura social injusta y sostenedora de desigualdades. Esta mirada más dinámica y compleja a la realidad me acompaña desde entonces. No corro a solucionar, pienso para qué son las cosas de esta manera y que están ganando en ese momento. Me hago amigo de las resistencias y los más críticos.
- IMAGEN 03. Estamos comiendo una tortilla en un bar frente al ayuntamiento de Bilbao. Estoy con gente de Aldaika y Gazteleku. Venimos a conocer al nuevo concejal o concejala de Bilbao. También podría utilizar alguno de los encuentros con Marco Marchioni que organizamos en Bilbao. Susmoa fue un lugar donde defender una apuesta por la comunidad como sujeto activo en el bienestar de las personas. Me conecta con la mirada al bien común, a la participación y la inteligencia colectiva a nivel social y también dentro de las organizaciones. También una apuesta por lo pequeño y en equilibrio sostenible y respetuoso con los recursos del entorno.
- IMAGEN 04. Estoy en la ganbara de la casa de Jesús Hernández Aristu en Larraya. En una de las sesiones dentro de la formación en supervisión y desarrollo organizacional. Estoy realizando labores de coordinación en la organización y comienzo esta formación para reforzar mis competencias en esta nueva función. De nuevo un reto que me supera y una apuesta por mejorar (esto también es algo que sigo haciendo y lo aprendí en aquellos años) Aquí aprendí a escuchar de manera profunda, sabiendo que es lo más valioso que yo puedo aportar a una relación. Parafrasear como estrategia de acompañamiento. Y muchas cosas más. Sistémica y supervisión serían las dos claves que me han permitido dedicarme estos últimos 15 años a lo que me dedico.
- IMAGEN 05. Primera elecciones sindicales previas a la generación del primer convenio de Intervención Social en Bizkaia. Tras años de ver reducir nuestro poder adquisitivo las entidades sociales damos el paso de constituir una patronal y de formalizar nuestras relaciones, conseguir un convenio y forzar convenios y licitaciones más dignas. Cuando llegamos a los locales esa mañana la pared y la puerta estaban empapeladas con consignas y carteles de un sindicato. Creo que sobre el conflicto como herramienta para el cambio social tengo un master pero reconozco que ante este hito mi percepción es de desproporción y un esquema que estaba forjado en otros sectores y aterriza en el nuestro. (El de los sindicatos y seguro que también el de muchos agentes de la patronal). Aquí quiero rescatar lo que aprendí sobre la gestión de los malestares, la necesidad de seguir creciendo en esta profesión, los límites de la negociación sin fuerza… Cuando escucho la batalla para defendernos de los “integradores sociales” pienso en defender el sistema de la precarización. Cuándo escucho sobre la posibilidad de educadores en el sistema educativo formal pienso también en la defensa del sistema público de enseñanza… Pienso en la defensa de los procesos y los sistemas.
- IMAGEN 06. Estoy en un aula de la universidad de Deusto. Comenzamos con una asignatura que titulamos “Innovación social y Nuevas tecnologías” Durante 8 años he preparado, facilitado y evaluado contenidos y dinámicas para un grupo de estudiantes de Educación Social con diferentes necesidades y expectativas. Ha sido una manera de volver a conectar con el oficio más directo desde un lugar que, antes de convertirlo en lo que es, ha sido una oportunidad impresionante para conectarnos, visibilizar, aprender… Me gustaba comenzar conectando con sus ideas, preguntas, sugerencias… una manera de seguir conectado con el contexto original de lo que decidí estudiar y que luego ha sido tan importante.
- IMAGEN 07. Esta imagen es la de hoy. Han pasado 15 años desde que salí de Bidegintza. Al comienzo trabajé todavía para algunas entidades del tercer sector y he estado conectado de maneras diferentes con lugares muy cercanos. Hoy mi cotidiano se reparte entre la formación y la consultoría. Y lo hago sobre todo en empresas y para profesionales que trabajan en estas. Y la sensación es de seguir conectando con personas apasionadas y con ganas de seguir aprendiendo, regulando tensiones y conflictos, conectando con una realidad social en cambio. No he renunciado a nada. Al contrario, me apasiona y sigo investigando y experimentando sobre las culturas, los caracteres, los conflictos… Mi profesión sigue siendo la de la RELACIÓN Y EL VÍNCULO.
En otras “ponencias” alternativas os iba a hablar de:
- la importancia de saber trabajar en las fronteras de las profesiones,
- de cómo lo importante, nuevo y más adaptado ocurre en los márgenes,
- la necesidad de balbucear nuevos lenguajes y no repetir siempre lo que ya sabemos,
- surfear con una mezcla de permiso y rigor/contraste/formación en lugares donde no se nos espera, atravesados por el síndrome del impostor y las inseguridades,
- la importancia del vínculo que es algo que está en juego por una manera de entender la profesionalización,
- necesitamos mediadoras, traductoras, constructoras de puentes en un contexto donde la atención es muy cara y jugamos a la polarización y al efectismo, personas que puedan entender una cosa y la contraria,
- de construir nuevos deseos más sostenibles, de apropiarnos de las nuevas tecnologías y no caer en la red de la economía de la atención.
- y trabajar para defender los procesos, las personas, los derechos y no tanto, desde mi punto de vista, las profesiones…
¿Cómo es para ti? ¿Cómo de lejos o cerca estas de aquella formación y experiencias profesionales originales? ¿Cómo es habitar este lugar hoy?