Mirada Sistemica; primeros pasos, magia y responsabilidad.

En el ultimo tiempo he tenido la suerte de presenciar muchos “primeros acercamientos” a la mirada sistemica. Personas que inician una formación en una manera nueva de acercarse a la realidad. Con diferentes matices en función del carácter las reacciones suelen tener dos pasos y a veces mezclados. Hay primero una sensación de paradigma confrontador y complejo. Esta descripción de que todo lo que ocurre esta al servicio del equilibrio del sistema desequilibra. Y con la misma intensidad de no entender que todo tiene un lugar esta misma idea por real comienza a cuajar como algo en lo que aun no habíamos caído en la cuenta.

Conscientes, como decíamos hace un tiempo en este blog, de la multidimensión del propio apellido “sistemico” entiendo este acercamiento como un ejercicio de construcción de modelos funcionales para entender e incidir en las realidades complejas. Por lo tanto, en la medida que se trata de un modelo, simplifica la realidad y en la medida que apuesta por ser funcional y realmente descriptivo complejiza las miradas parciales y lineales que estamos acostumbrados a construir en nuestro cotidiano.

responsibilitySu dimensión descriptiva puede despistar al comienzo y tranquilizar y apoyar intuiciones en un segundo momento. Su dimensión compleja, a veces, aleja de la perspectiva y otras, esta es mi opinión y tesis que comparto en este texto, hace que nos acerquemos con actitud “detectivesca” (aportaba este adjetivo Anton de Kroon en el ultimo curso organizado por Emana) o de “espectadora de trucos mágicos” para entender una realidad que nos supera y tiene vida al margen de nuestra acción.

Y es así, hacemos bien en sorprendernos de la fuerza de los sistemas en los que estamos insertos. Los sistemas como un todo que es más que la suma de las partes condicionan nuestra manera de ser, estar y hacer. La tarea, la estructura, el origen, las lealtades, lo que no estamos mirando, las personas que excluimos,… tantas dinámicas y lo que ocurre entre las partes, entre las personas, entre los departamentos son como la música que nos hipnotiza.

Creo también que hay una dimensión de la realidad, que se mueve seguramente más en los niveles más “micro” y “meso”, dónde es importante hacer hincapié en la parte de esta realidad que esta en nuestras manos. Mirando la complejidad es como si nos olvidáramos de cuanto y como contribuimos cada persona para el mantenimiento de estas inercias y circulos que generan dinámicas que mantienen en equilibrio los sistemas.

En la acción cotidiana sigue siendo necesaria la integración o yuxtaposición de ambas opciones. Algo así como rendirse y ocupar nuestro lugar.

  • Por un lado respetar al sistema, entender que su expresión actual es la mejor manera de ser en el momento, que lo que se mantiene, incluso lo que parece disfuncional, tiene un sentido conectado con el propósito y la supervivencia de la organización. Y mirarlo no solo desde una resignación estratégica, si no desde un profundo respeto, sin prisa por mostrar ninguna salida a corto plazo, guardándonos de la inercia de “enderezar cuadros”
  • Por otro hay patrones que se repiten en el sistema que resuenan en nuestros propios patrones personales. Ser conscientes de estos, reconocerlos, entender a que sirven,… nos ayudan a no volver a repetirlos de manera inconsciente. A veces ocurre que podemos servir a la misma necesidad subterranea a la que respondían de una manera diferente. Y entonces dejamos de contribuir al patrón del sistema que estábamos sosteniendo. Muchas veces ocupando el lugar que nos corresponde en la organización/sistema.

Necesito hoy recuperar esta idea. Recuperar el papel de la Conciencia y la Responsabilidad personal como parte del acercamiento sistémico a nuestras organizaciones. Con curiosidad, queriendo entender lo que ocurre y además atentas a lo que podemos ofrecer, proponer, seguir,…

Ilustración de Larry Hehn http://larryhehn.com