Termina 2024 y comienza 2025: Alimenta los fuegos que más calientan, por pequeños que parezcan.

He estado esta mañana repasando mi año, sobre todo en lo profesional. Para esto he utilizado tres fuentes: mis fotografías en Instagram, mis libros en Goodreads y mi Excel de facturas. Los lugares por los que he paseado ya tienen sus sesgos, pero me han ayudado a conectar mis sensaciones con parte de la realidad.

Llego al final de este año con cierta ligereza. Tengo pendientes un par de propuestas que me pesan y que sé que, cuando envíe, será un alivio. Septiembre comenzó muy fuerte y por eso, quizás, he sentido que las últimas semanas de diciembre han sido más amables. Escribo mirando este año tranquilo y fuerte.

2024 ha sido el año en el que mi blog y mi proyecto profesional como autónomo han cumplido 15 años. Hace 10 años lo celebramos por todo lo alto, hace cinco estábamos en otras cosas como para celebrar y este año, ¿este año?… Este año creo que he priorizado sacar adelante los retos profesionales y bajar el ritmo cuanto he podido. Eso no quita que haya tenido ideas para celebrar este aniversario, pero no han acabado cuajando. Me conecta con una emoción y con una pregunta. La primera es de orgullo y agradecimiento. Una sensación de proyecto personal-colectivo en marcha, sensible, con sentido e impacto. La pregunta está en los próximos 15 años: ¿qué forma irá cogiendo este proyecto? Más allá de las adaptaciones de cada año, ¿cuáles serán las fases? ¿Qué tipo de proyectos se llevarán más tiempo? ¿Qué temas serán los que me orienten en este ejercicio de búsqueda constante?

2024 ha sido el año en el que he celebrado los diez años de vida con mi cuerpo reacondicionado. Fue en 2014 cuando me redimensioné. Os lo conté en varios posts. Tengo otro a medio escribir de actualización, pero os hago un resumen: he conseguido mantenerme en el peso que alcancé después de aquella dieta y viaje personal. Podría tirar de este hilo y llenar todo el espacio que queda del post. Creo que dejarlo aquí es mostrar algo de lo que sigo aprendiendo. No hace falta todo.

Aurten, lagundu ditudan proiektuetatik 4 euskara hutsean izan dira. Urte batzuk daramatzat alfabetatzen. Ez naiz ausartu nire etxeko paretetatik harago hitz egitera, eta are gutxiago nire lanean. Eta orain egiten dut, egin dezakedala uste dudalako, nire mugen jakitun. Esan nahi dudana sinplifikatu egin behar dut, bere abantaila eta eragozpenekin. Euskaraz lan egitearen aldeko apustua egiten dut, euskaraz gehiago bizi gaitezkeen gizarte batean lagundu nahi dudalako. Nire garapenarekin konektatzen nauelako. Eta uste dut sustraietatik eta emozioetatik lan egiten laguntzen didalako. Jone, Bego eta nire irakaslea, Xabi, oso garrantzitsuak dira garapen horretan. Elhuyarreko Elia eta ChatGPT-ren IA ezinbesteko aliatuak dira. Abentura honetan etengabea.

(Este año, 4 de los proyectos en los que he contribuido han sido íntegramente en euskera. Llevo varios años en el ejercicio de reforzar un idioma en el que no terminé de alfabetizarme y que no me he permitido utilizar de manera habitual más allá de las paredes de mi casa y mucho menos en mi desarrollo profesional. Lo hago porque considero que puedo hacerlo. Soy consciente de mis límites. Necesito simplificar lo que quiero decir, con sus ventajas e inconvenientes. Apuesto por trabajar en euskera porque quiero contribuir a una sociedad donde podamos vivir más en euskera. Me reconcilia con una parte de mí donde me siento por desarrollar. Y creo que contribuyo conectando desde las raíces y las emociones, además de con las ideas y la cabeza. Jone, Bego y mi profesor, Xabi, son muy importantes en este desarrollo. Elia y la IA de ChatGPT son aliadas imprescindibles. Continúo en esta aventura).

Esto de la Inteligencia Artificial también ha sido un foco este año. Ya sabéis que soy un trasteador. Con el tiempo sigo teniendo curiosidad. Mis primeras interacciones con ChatGPT me parecieron tan sorprendentes que he necesitado seguir explorando. Comenzamos, como todo el mundo, con las primeras preguntas para recabar información, como un sustituto de la búsqueda más abierta en navegadores. Con las primeras fuentes inventadas comenzamos a ser más precavidos y a mejorar las preguntas y la calidad de la interacción. Estas semanas, y después de una conversación con Juanma Murua, de experimentar con las propuestas que Ramón Besonías nos comparte en RRSS y otras colaboraciones estoy explorando la posibilidad de convertir en producto asistentes que exploten los saberes generados en diferentes campos a lo largo de estos años. Mientras tanto, juego con cosas diferentes, apoyándome en herramientas de IA para transcripción, mejora de textos, rutinas… Este podcast basado en mi post sobre la paradoja en las organizaciones me hipnotiza (Aviso. Está en inglés). El futuro no lo sé aún.

Mucho del ensayo que he leído en los últimos años me ha servido para seguir reforzando una manera crítica de relacionarme con la capa digital. Durante 8 años acompañé al alumnado de Educación Social de la Universidad de Deusto a explorar los potenciales de la capa digital para la Innovación Social. Hoy creo que mucho se juega en las estructuras y no tanto en los usos. El informe que escribimos para el proyecto Bherria sobre la hibridación en los procesos de colaboración público-social creo que recoge algunas de estas ideas. (hemen euskeraz) Yo también he emigrado de Twitter a BlueSky, vuelvo a mi blog y tengo un ordenador limpio para instalar Linux en las vacaciones de Navidad.

Bherria es el proyecto donde vuelco la reflexión sobre los aspectos más sociales de mi desarrollo profesional. Creo que el trabajo que estamos realizando junto a Komunikatik y ColaBoraBora para el Gobierno Vasco y el Consejo de Voluntariado es de una calidad y utilidad muy alta. Es el proyecto más importante de los que desarrollo para la administración pública. En este ámbito sólo participo en dos proyectos más y tienen que ver con un vínculo especial con las personas que los lideran. Me protejo un poco. Me creo demasiado los proyectos que buscan impactar en el bienestar de las personas desde lo público, sin darme cuenta de los límites de la estructura.

Mi colaboración con Emana Formación también es un lugar clave en mi desarrollo. De la mano de estas compañeras de viaje seguimos explorando la perspectiva sistémica al servicio de los equipos y organizaciones. Este año que viene celebraremos la edición número 20 del programa de Coaching de Equipos. Mirar hacia atrás nos conecta con la importancia de algunas experiencias, lugares y personas. ¡Gracias, equipo! También hemos dado forma a un taller sobre el propósito en las organizaciones que nos creemos, y no es poco. Hay mucho de lo que hacemos en colaboración que es invisible. Acompañamos equipos construyendo espacios significativos desde compartir pequeñas píldoras formativas y mucho de acompañamiento y conversación. Me gusta mucho trabajar junto a María Carrascal en este contexto.

Después de varios años de renunciar a trabajar en proyectos de reflexión estratégica, este año ha sido especialmente rico en este aspecto. Hay muchos aprendizajes que necesito colocar: el grado de directividad es uno de ellos, la profundización y definición, otro; los escenarios de seguimiento y desarrollo de lo acordado… Aprendo mucho trabajando con organizaciones diferentes y junto a otras personas en este ámbito. Con Julen Iturbe tuvimos una colaboración que no acabó de cuajar, pero ya los contrastes fueron más que interesantes. He vuelto a colaborar con mi amigo Pablo, y es un lujo. Y Jone… podría decir muchas cosas, pero voy a resumirlo en esta frase: “me muestra mis puntos ciegos” :D.

Este año hemos publicado un manual para trabajar las competencias transversales en la Formación Profesional. Lo conté en un post. Esta semana estoy revisando la maquetación de otro manual, esta vez en colaboración con la Red AntiRumores de Euskadi; ZAS. Va a ser un texto donde he querido compartir mucho de lo que hemos aprendido en 10 años de talleres para reforzar las habilidades de comunicación, para poner límites a rumores racistas y comprender las necesidades detrás de estos. Reconozco que tengo un poco de vértigo con la publicación. Me relaja saber que no es el primero ni será el último y que contribuyo aportando una perspectiva más a este camino.

Ha sido también en este año donde hemos ampliado oficina. Seguimos en el “Rascacielos de Bailén”, solo dos puertas más allá, pero con algo más de espacio. Y escribo en primera persona del plural porque comparto, también este espacio, con Begoña Juaristi. En lo profesional, juntos pero no revueltos. Complementamos el espacio de trabajo con una sala para el trabajo más individual y con equipos. En el mes de octubre pintamos, acuchillamos, barnizamos y cambiamos la instalación eléctrica. Otro viaje que solo podíamos hacer junto a amigos y familia. Eskerrik asko Egoitz, Javi, Martin, Asier e Iñaki. Siempre habrá una infusión y un café preparado si queréis visitarnos.

Y por último: me dice Goodreads que he leído 42 libros este año, unas 10.000 páginas. Sobre todo, novela. Hace unos años me di cuenta de que era importante aligerar mi cabeza. Me encanta leer ensayo, pero a veces refuerza demasiado mi inercia por rumiar y perseguir la última idea que ha cogido forma. Me mojo: los tres libros que más me han gustado han sido Maniac, de Benjamin Labatut, La llamada, de Leyla Guerriero, y Estado de malestar, de Nina Lykke.

Todo esto reposado por tiempo de calidad con los míos, vacaciones con buenos amigos y amigas. Playa, paseos, lecturas, conversaciones…

De cara a 2025 voy a leer un poco este post y ver qué de lo que ha ocurrido ya me gustaría que ocurriera más. Este es el juego: alimentar los fuegos que calientan, por pequeños que parezcan.

Y este es mi deseo: Alimenta los fuegos que más calientan, por pequeños que parezcan.