Dejar de creer
De chaval fui monaguillo. Con diez años ayudabamos en las celebraciones de Semana Santa en la parroquia de mi pueblo. Formábamos parte, como atrezzo, de una representación importante. Una obra que conectaba lo humano con lo divino. Y no lo hacíamos desde el público, compartíamos espacio con los directores de escena. Desde la platea lo que ocurría allá arriba era un misterio, desde aquella perspectiva privilegiada teníamos la oportunidad de descubrir lo humano detrás del misterio. Eran detalles muy sencillos; como se encendía el incensario, de que fraile eran las ropas que vestíamos,…
Con el tiempo, experiencias, lecturas, conversaciones, saturación,… la dimensión más terrenal fue ganando lugar. Todo apuntaba a que había “perdido la fe”… En relación a los standares del entorno eclesial pareciera que nos habíamos desviado demasiado. El caso era que para mi había algo en aquellos rituales que me seguía haciendo sentido. Pero parecía que ya era demasiado tarde, la descripción de eso que nombrábamos “Dios” se había desdibujado tanto que ya no era.
En estos años esa dimensión que llamamos trascendencia ha ido cogiendo diferentes formas. Es como si a falta de una respuesta creíble hubiera cosechado preguntas increíbles. Hace unos años leía a un autor decir algo así como que la espiritualidad más elevada era saber que no existía un dios y hacer como si existiera.
Georg Senoner y los rituales
Sobre este tipo de cosas, por extraño que parezca, conversabamos estos días con Georg Senoner por las calles de Buenos Aires. Lo haciamos en el contexto del trabajo con Constelaciones Sistémicas en el ámbito de las organizaciones. La palabra heredada del alemán y traducida con poco acierto “constelaciones” y mucho del desarrollo de este trabajo en el ámbito de la terapia familiar relaciona esta práctica con corrientes “esotéricas”. Creo que la cuestión se mide en relación a como conceptualizamos la dimensión del “todo” y sus formas, pero eso daría para otro post.
Llevamos años queriendo “normalizar” esta herramienta y situandola en el ámbito de las herramientas de diagnóstico e intervención empresarial. Con menos energía implicada en la explicación del fenómeno o conformandonos con toda la complejidad de los procesos sociales como argumento suficiente.
Es clave en este desarrollo el trabajo de Matthias Varga Von Kibed y las personas ligadas a la escuela estructural (Syst), su trabajo arroja mucha luz y creo que es un lugar de desarrollo muy importante. Para mi fue el encuentro con Georg Senoner el que me permitió nombrar intuiciones que llevaban años latiendo dentro. Fue la persona que me ayudó a nombrar muchas de las ideas que rozaban en mi cabeza desde esta práctica. Hablábamos hace unos años con María, Enrique, Maru,… de “constelaciones laicas”, donde no era necesario creer.
Y entonces ¿es necesario creer?. Desde una exploración más constructivista como la que intentaba describir en este otro post, comenzábamos a reflexionar sobre la fuerza de los rituales y la nueva realidad que contribuyen a generar.
En el contexto de una formación organizada por Emana con Gunthard Weber (aquí dos posts de Enrique y uno mío) este dejó de hablar y preguntó; “¿Escucháis el pitido?”. Todos callamos y algunas personas asintieron. Unos segundos más tarde nos confesó; “Me lo acabo de inventar. Pero si alguien lo oye, es”. Georg hablaba del Nuevo Realismo y me abría otra ventana a explorar este tema que me apasiona. Dicen desde esta corriente de la filosofía, y lo recojo desde wikipedia: “… cuando uno era consciente de algo, o conocía un objeto, sería erróneo decir que el objeto en sí y nuestro conocimiento del objeto son dos hechos distintos”.
También nos sitúa frente a esta realidad el trabajo más Eriksoniano, el lenguaje para el cambio de Watzlavick y la gente de Palo alto. Cuando rescatábamos ese “Hacer como si”, decadas de estrategias de reencuadre en el contexto de la terapia sistemica llegaban a la conversación. Creer parece ser importante y si de momento nos cuesta quizás podamos hacer como que creemos…
Nueva propuesta formativa
En unas semanas y de nuevo convocados por Emana comienza una formación intensiva en el manejo de Constelaciones organizacionales en el contexto del managment. Pilota este trabajo Georg Senoner y Enrique Sacanell, Maru Sarasola y yo complementaremos el equipo.
Nuestra visión es la de trasladar con nuestra mayor energía estas herramientas al mundo de las organizaciones y acompañar para esto a las personas interesadas en este reto. Lo vamos a hacer, compartiendo práctica y experiencia, marcos de referencia, además de preguntas y exploraciones. Nosotros ya hemos empezado a reflexionar juntos, ¿te sumas?
Un comentario para “Constelaciones de management con Georg Senoner: La importancia de hacer como si creyeramos.”
Claudia Elena Gómez
Excelente propuesta.
Mucha claridad y coherencia en lo que escriben