Insatisfacción por reconocimiento

Hace unas semanas, y conversando con varias personas de la dirección de una empresa, surgía de nuevo este tema que pudiéramos titular como “la insatisfacción por reconocimiento”. Y esta vez llegó desde un lugar suficientemente diferente para que se disparan otras ideas con las que he convivido de manera habitual pero a las que no había podido hacer el caso que, creo, se merecían. Empecé a cuestionar la necesidad y la pertinencia de “reconocer”.

En esta reunión la persona que lidera el proyecto y que, desde mi punto de vista, ha desarrollado una sensibilidad clara por una gestión cercana y de cuidado, compartía una frustración que puedo resumir en este momento como: 

“Cuando felicitó a unas personas es como si las otras se volvieran celosas y necesitarán de validación y reconocimiento también”

“A veces valoramos y reconocemos las acciones más visibles. Acabamos dando más recursos a estas partes más brillantes que siguen cosechando “éxitos”. En paralelo otras tareas, menos visibles pero igual de cruciales para la organización, no reciben la misma atención”

“Hay personas que se irritan cuando reciben un reconocimiento. Es como si les doliera. La sensación es que sienten como si te pusieras por encima de ellos cuándo valoras su trabajo. No es mi intención”

Dempsey [in ring] (LOC) / The Library of Congress

Hace unos días, cuando este post esperaba pacientemente que lo retomará, mi colega y amiga Elena Palma escribía este post en el blog de Emana. Citaba a Bowlby y a Adler. 

En el momento en el que escuchaba a este cliente tenía dos autores en la cabeza y, no es magia porque me lo recomendó la misma Elena, Adler era uno de ellos. 

Leer a Elena. Yo solo voy a rescatar algunas ideas de este pequeño libro titulado “Atrévete a no gustar” de Fumitake Koga y Ichiro Kishimi. En el texto un joven tiene una conversación con un filósofo y van explorando algunas claves de la psicología Adleriana.

Este filósofo, en una relación que a veces irrita, transmite tres ideas que me parecen clave en relación al reconocimiento:

  • La necesidad de reconocimiento es una consecuencia de una educación basada en la recompensa y el castigo. Desplaza el foco de la atención de la persona a las expectativas de los demás. de esta manera hacemos o dejamos de hacer en función del elogio. “Que te elogien significa que otra persona te juzga como «bueno». Y la medida de qué es bueno o malo dependerá de la vara de medir de esa otra persona. Si lo que buscas es recibir elogios, no te quedará otro remedio que adaptarte a la vara de medir de los demás y limitar tu propia libertad. ”
  • Por otro lado rescata la gratitud como estrategia y actitud, expresar agradecimiento, es una manera muy valiosa de alentar y está basada en una relación horizontal. “ «gracias» no es un juicio, sino una manifestación evidente de gratitud. Cuando oímos palabras de gratitud, sabemos que hemos hecho algo por otra persona”.

Se trata, desde la perspectiva del autor, de preocuparse por los demás, de construir relaciones horizontales y de adoptar una actitud de aliento.

Seguiría trayendo citas de este texto. Creo que hay muchos contenidos que podrían ser pertinentes en este post sobre el reconocimiento. Estas relaciones horizontales contribuyen, por ejemplo, a la comunidad, al bien común. Este foco me parece muy pertinente.

El siguiente texto que me ha ayudado a pensar sobre el reconocimiento es “Tener tiempo: Ensayo de cronosofía” de Pascal Chabot (esté recomendado por mi amigo y colega Manel Muntada). Es difícil compartir solo una mirada a este ensayo, me ayuda el foco de este post. Sobre el reconocimiento Chabot comparte varias ideas:

  • Esta demanda de reconocimiento parte de un desequilibrio clave cuando decidimos intercambiar tiempo por dinero. “El tiempo es algo concreto, existencia: es una calidad que se suma a una cantidad. El dinero es algo abstracto, circunstancial.”
  • Continúa haciendo hincapié en la necesidad del autoreconocimiento como primer paso. “A menudo tenemos tendencia a esperarlo de los demás, pero el primer reconocimiento es un autoreconocimiento, es decir, la satisfacción respecto a la actividad realizada”. Realmente interesante la pregunta que invita a contestar a las empresas: “¿es posible que a alguien le guste el trabajo que le piden que haga, en las condiciones prescritas?” Si la respuesta es negativa  es urgente modificar sus condiciones o su remuneración para que pueda ser así. 
  • Por último habla de la necesidad legítima de reconocimiento pero en un sentido diferente: “Que la actividad tenga sentido a los ojos de los otros”

Estas son las ideas que llegaron con fuerza escuchando a este cliente y me ayudaron a colocar algunas sensaciones que había ido acumulando en el último tiempo sobre el “reconocimiento”. Os reconozco que tuve otro título para este post y era más provocativo; “Contra el reconocimiento”.

¿Cómo es para ti?

6 comentarios para “Insatisfacción por reconocimiento”

  1. Karmele

    Conecto con la filosofía de la gratitud

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  2. Asier Gallastegi

    Sí. Hay mucho escrito sobre «reconocer». Pareciera que la gratitud es vintage.

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  3. Enrique

    Joer… pues me has dado que pensar… por un lado, reconozco claramente la frustración del reconocimiento que no es reconocido, ni agradecido, incluso que incomoda. Y hablo de reconocimiento horizontal, top-down o botton-up, me es indistinto. Hasta ahora, mi foco estaba más en que lo hacemos rematadamente mal (no somos específicos, solo reconocemos resultados, el lenguage que utilizamos es mejorable, etc.) y en la dificultad de algunas personas de aceptar que no hay dobles intenciones en quien te quiere agradecer y reconocer algo que estás haciendo y que es bueno para la organización, el equipo o lo que sea. Parece que no está demás abrirse a otras posibilidades como las que sugieres en tu post. Gracias Asier por contenidos que nos hacen pensar…

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    • Asier Gallastegi

      Gracias a ti Enrique. En mi caso ha sido tal y como lo cuento en el texto. Un par de lecturas que me hicieron sentido y una conversación con un lider de un equipo. De pronto algunas sensaciones que estaba teniendo se alinearon y esta es mi reflexión sobre este tema. Yo también he andado enredado en si hay que centrarse solo en aquellos aspectos más fuertes y renunciar a la corrección, si había que dar tres feedbacks positivos por uno negativo, hacerlo de manera publica op privada… Creo que lo interesante es que le sigamos dando vueltas y que, de manera congruente y apostando por las personas, experimentemos en este juego interminable de psicología social.

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  4. Jokin

    Bastante de acuerdo… A mi me preocupan dos temas conectados.
    1) ¿Y cuando no hay ni reconocimientos, ni agradecimientos? (¿Qué suele haber?)
    2) El reconecimiento a los colectivos (¿lo de los agradecimientos funciona igual? )

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    • Asier Gallastegi

      Aupa Jokin. Como era eso de «es imposible no comunicar». En los equipos, organizaciones, comunidades la relación esta presente por activa y por pasiva. Si no hay reconocimiento ni agradecimiento se pueden dar todo el abanico de propuestas desde la felicitación a la palmadita paternalista, la subvención caritativa, el ninguneo, represión… En el texto lo que buscaba era reflexionar sobre una acción que se recomienda de manera habitual; el reconocimiento, y yo no acabo de ver con claridad. Creo que hay matices. Y si tengo que elegir prefiero un agradecimiento y un mirar adelante juntos. Sobre el reconocimiento a los colectivos… Me doy cuenta que completo la pregunta con el contexto de nuestra relación. Lo primero que he pensado es las veces que nos hemos dirigido a alguna institución cuidando de manera exquisita las formas y los canales y han acabado atendiendo y reforzando a otros colectivos que hacían más ruido tras una pancarta. Pero no sé si es esto a lo que te referías. Lo hemos hablado muchas veces, en cada interacción reforzamos o minimizamos una manera de estar. Pero imagino que todo es complejo.

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