Participación; ¿Fácil o difícil?

Esta semana me inivitaban a participar en unas jornadas organizadas por los amigos y amigas de Elkarbanatuz. Buscábamos reflexionar sobre la participación en el contexto educativo entendido en su sentido más amplio; formal, informal y noformal.

Como tras mi presentación llegaban las experiencias de Imagina Otxarkoaga de la mano de Gizagune y la comunidad de aprendizaje de San Antonio de Etxebarri me relaje, allí iba a estar la practica de la que aprender de verdad, y me permití un pequeño juego.

Nos reunimos unos días antes Borja, Itxaso y yo. Me transmitían algunos de los argumentos más escuchados para descartar procesos participativos. Lo intentaba resumir yo en una hipótesis:

Una opción clara, decidida y congruente por la participación exige una inversión de energia, tiempo y dinero mayor en comparación con otras más pasivas, dirigidas y/o controladas.

Con esta frase me fui del encuentro y empece a emborronar algunos folios. Cuatro colores, ideas sueltas, números para ordenar las claves, intercalando algunas experiencias, reflexiones fruto de estas,… Tuve tentación de desempolvar los apuntes de tantos espacios de formación en los que he participado en tantos años.

En 10 años en Bidegintza la clave de participación y desarrollo comunitario fue clave. En la red  hay rastros de algunas historias realmente intensas y enriquecedoras; el proceso de análisis de la realidad participado BOST, la construcción de la red que dio lugar a UMEAK KALEAN, aquel informe de los cuatro años como educador comunitario,…

No sé porque me quise escapar de metodologias, precauciones, matices,… y propuse un juego visual que intentaba poner en duda la hipótesis inicial; ¿Es más difícil trabajar de manera participativa?

Esta fue la presentación que introdujo brevemente un debate que puso encima de la mesa más dificultades que facilidades, aunque también hubo experiencias muy gratificantes y la sensación de «inversión segura»

Esa misma mañana debatíamos en una empresa con la que colaboro como reforzar el aspecto más participativo de un proyecto transversal. En quien debía de pivotar, que información era clave comunicar, como, que acciones desarrollar en abierto, de dónde sacar tiempo y energía para atender estas tareas, los procesos en paralelo que a veces parecen no escuchar lo oído,…

Manel escribe estos días en su blog advirtiendo sobre algunas claves. Eugeni estuvo por aquí esta semana pero no pudimos coincidir. Un par de amigas participaron en su taller en tecnalia y vibraron con sus provocaciones y apuesta genuina.

Seguiremos aprendiendo. De todas las ideas con las que cierro la presentación me quedo con dos:

  1. Lo que parece fácil a veces es irresponsable, una perdida de oportunidades y a la larga puede tener un serio coste.
  2. La participación siempre surge de una necesidad, un dolor, de una sensibilidad herida.
Y en esta segunda idea me acuerdo de las palabras de Jose Alberto en la despedida a Pedro Fernandez director de FEVAS y las lineas de Benedetti que elige Fundación EDE. Eskerrik asko Pedro.