Lo conversábamos otra vez estos días. Queremos colaborar, es momento de hacer junto a otras y a veces la sensación es como de cuerpos o extremidades que no acompañan.
En el ultimo tiempo he tenido muchas conversaciones entorno a la dificultad para la cocreación “estornina”. Son conversaciones que acaban hablando de la condición humana pero que muchas veces surgen de pequeñas frustraciones y sensación de navegar en mundos de “gansos”.
Uno, aunque le da un poco a todo, si algo hace es acompañar a otras personas, equipos y organizaciones. Vamos, que mi (nuestro) mundo profesional es el de la “relación de ayuda”. Una manera abierta de llamar a lo que tantas personas nos dedicamos; coaching, consultoría,…
Me preguntaba si había en este submundo algo que fomentará especialmente la aparición de “estilos de relación gansos”. Cuando hay tiempo y una idea se mete en la cabeza encontramos argumentos con mucha facilidad. Los comparto como un juego, una provocación, ideas frágiles para dibujar la realidad desde solo una perspectiva más.
- La seducción de la seducción: Este es un trabajo dónde se ponen en acción nuestras dotes más “interpretativas”. Trabajamos con lo que somos y sirve, provoca “insights”, en las relaciones. Los silencios son igual de importantes que las palabras, ponemos acentos bajando o subiendo la voz, elegimos el lugar en la sala,… Tiene algo de estrategia de seducción. Cuando esto ocurre en un escenario es difícil no acabar hipnotizado. Si además uno es aprendiz de esta cosa quiere ser eso mismo. ¿Y si el problema es que muchos quieren ocupar un espacio muy pequeño; el escenario?
- La épica y la magia. Si además lo unimos a herramientas y propuestas que conectan con inconscientes personales y colectivos. Si parte de nuestro trabajo trata de hacer visible lo invisible. ¿Cómo nos mantendremos con los pies en el suelo? Creo que hasta algunas reflexiones que restan importancia a nuestra capacidad de incidir parecen situarnos en un lugar similar al de “canales de luz” privilegiados.
- Los dos lados de la luna. Lo hablaba estos días y aparecía de manera reiterada. Hay cierta sensación como de compensación. Como si buscáramos semejante perfección e impecabilidad en el desarrollo de nuestro trabajo, en el acompañamiento, que de repente necesitáramos jugar en el otro lado de la luna fuera de estos encuentros. No nos aguantamos negando nuestra mediocridad, aparecen, nos saltan al cuello. Como si ocurriera que las sombras no encuentran espacio y acaban envolviéndonos.
- Reconstrucción personal y fuerza. Y parece que nos dedicamos a esto para curar nuestras heridas. Se puede comprar la frase en el literal o con algunos matices pero estaremos de acuerdo que en estos procesos es difícil salir igual que como entramos. Trabajar desde la incertidumbre, acompañando lo que surge, bailando al son de necesidades propias y ajenas nos confronta con lo que somos continuamente. No es un trabajo más, se convierte en una experiencia personal e intensa. Digno material para telenovelas que hablan de superación personal (si, si,… modo irónico #on)
- Nos vendemos. Somos todo en uno. Bailamos, cantamos, pasamos la gorra, pegamos los carteles,… No debe de parecerlo demasiado. Pareciera que perdemos cache si nos vendemos directamente. Tengo que deslumbrar para que quieran comprarme. Y aquí volvemos a utilizar las herramientas que vamos entrenando en nuestro trabajo, seducimos y volvemos a seducir.
Y entonces. ¿Estamos destinados a ser gansos?, ¿Cómo sería ser estornino en este contexto?, ¿Estornino se nace o se hace?
13 comentarios para “De gansos y estorninos II”
Isabel
«pero estaremos de acuerdo que en estos procesos es difícil salir igual que como entramos», añadiría «y así debe ser». Muy interesante la estructura que le has dado a la reflexión.
Un abrazo Asier.
Asier Gallastegi
¡¡Que bueno leerte por aqui!! Seguimos buscando imagenes y estructuras para tambalear un poco menos. Un abrazo enorme. Asier
Paz Domínguez Ara
Muy interesante Asier.
«Como si buscáramos semejante perfección e impecabilidad en el desarrollo de nuestro trabajo, en el acompañamiento, que de repente necesitáramos jugar en el otro lado de la luna fuera de estos encuentros. No nos aguantamos negando nuestra mediocridad, aparecen, nos saltan al cuello. Como si ocurriera que las sombras no encuentran espacio y acaban envolviéndonos.»
En eso andamos. Tengo el verso flojo.
Un abrazo
Paz
Asier Gallastegi
Personitas sin más… Parece que el riesgo es querer ser perfectos y olvidarnos de las miserias de uno. Un secreto entre tu y yo. Los atormentados estamos protegidos, al menos de momento… 😀 😀 😀
Manel [cumClavis]
Leo aquí: “No hay que nadar en contra de la corriente de la vida, sino a su favor. Ni siquiera hay que nadar. Basta abrirse de brazos y dejarse llevar.” El agua, flotar, dejarse llevar…comprenderás que no he podido dejar de pensar en ti. A quien le atraen los gansos? Aprecian los estorninos sus evoluciones en el vuelo? Para qué escoger? Seamos nosotros y ya está!
Asier Gallastegi
Mi hijo juega con los «invizimals». ¿Los conoces? Cromos de realidad aumentada. Pones uno junto a otro y empiezan a pelear. Además de los poderes de cada uno el entorno (otro cromo) dónde se desarrolla el desencuentro es fundamental.
Te leo, te escucho, como uno de estos «pokemon» evolucionado. 😀 😀 😀 Ten cuidado, mi tesis es que la excelencia es el paso necesario para el endiosamiento. Jajajajajaja Gracias amigo. Este comentario es continuidad de nuestras ultimas conversaciones y sigo aprendiendo. Un abrazo enorme
Manel [cumClavis]
Buen post para esta época del año! 🙂
Juanjo Brizuela
Pensaba que estaba volando en el cielo junto a otros estorninos pero de pronto me he encontrando paseando con paso firme y a veces tembloroso por la calle. Es curioso. Más miras las estrellas, más nos gusta andar despacio observando cada detalle.
Humildad para avanzar.
Gracias
“Una manera de ser intempestiva… | IG
[…] de implicarnos en las más complejas incertidumbres sin desconcertarnos, pero eso pasa por el conocimiento propio y sin adornos porque entre el debate de las ideas y la contundencia de los hechos, hay mucha […]
Como si ocurriera que las sombras no encuentran espacio | Proxecto Máscaras
[…] frase del título, y las palabras que siguen, la tomo prestadas de Asier, de su reflexión inspirada en gansos y […]
Como si ocurriera que las sombras no encuentran espacio | IG
[…] frase del título, y las palabras que siguen, la tomo prestadas de Asier, de su reflexión inspirada en gansos y […]
Oscar
Pues a ratos ganso y a ratos estornino.
Creo que si no ejerciera de ganso a menudo no llegarian los dias en que toca hacer de estornino.
Me gusta y me reconozco Asier en la descripción que haces de nuestro trabajo.
Un abrazo
Oscar
Asier Gallastegi
Si. A mi me gustaría ser un poco más ganso, aunque no descarto que para alguna gente ya les parezca suficiente. 😀 Un abrazo Oscar. Encantado de haber compartido contigo estos días.