La motivación como proceso circular (1 de 3)

Llevo unas semanas con esta idea en la cabeza. La verdad es que no sé desde dónde comenzar. Quizás puede ser un buen lugar compartir mi propia motivación para escribir este texto. Hay algo como de una impotencia que creo pudiera generar más impotencia. Me interesa explorar la situación, ser más consciente de las trampas y encontrar una mejor posición en los futuros retos similares. Si además las palabras sirven a otras personas que hayan caído en esta casa estaré encantado.

Mi cotidiano es una especie de “Tetris” de ultima pantalla. ¿Os imagináis dando vueltas y desplazando piezas mientras caen a una velocidad insoportable? No es exactamente así. Hay menos piezas, quizás con menos colores y formas pero los movimientos creo que son más complejos. Así que la suma se me hace similar.

En este contexto no tengo demasiados espacios para reflexionar sobre mis motivaciones. No hay mucho espacio para pensar y además esta misma dinámica es la que funciona como motor. No hay tiempo para preparar demasiado ni para digerir mucho, tampoco para ponernos nerviosos. Los retos, los encuentros se suceden y cuando termina uno comenzamos a entrar en el otro.

https://www.flickr.com/photos/dextraphoto/9471830410/in/dateposted/Te conviertes en una especie de experto del “aquí y el ahora”. Es verdad que por caminos diferentes a los que nos invitan los libros de autoayuda y personas sabias, pero no hay tiempo para estar en futuros que no están construidos ni pasados fabulados.

Cuando este trabajo funciona, y llevamos una temporada que encadenamos verdaderos regalos de proyectos, el bienestar se prolonga y se convierte en una especie de gasolina. Llego con más fuerza y seguridad a lo que llega y eso se nota. Las tareas que están dentro de lo que yo sé hacer, funcionan y me hacen mejor profesional. A las tareas que me superan, consciente, me alío con excelentes profesionales y amigos/as.

El ciclo es ascendente, funciona, me siento reforzado, funciona, me siento reforzado,…

Hay veces que algo no cuadra del todo. La distancia entre lo que buscaba y he encontrado es suficiente para no encontrarme satisfecho. Y entonces abrazo a esa parte de mi carácter que cree que las cuevas están hechas para ser habitadas mucho más tiempo que el duro invierno y solo por osos.

En estos momentos, y ya veis que nos hacemos trampas porque cuando jugamos al “Tetris” no hubo tiempos y espacio para estas ideas, recupero la pregunta ¿Para qué? (Lease la pregunta como quién declama un verso sobre su vocación) Y muchas veces tengo dificultad para responderme. Ya avisaba que me hago (nos hacemos) trampa.

Conecto con los momentos de placer profesional y la respuesta debe de parecerse al ejercicio de explicar complejidades, escuchar y generar historias con sentido,… Y mucho de todo esto buscando seguir entendiéndome, conectando pequeñas ideas que me hagan vivir más consciente. Parece que ese es un motor profundo en mi.

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