El lenguaje de mis silencios

He escrito algunas entradas en este blog sobre mis silencios. Los leía y emborronaba algunas ideas y pensaba que también entre los/mis silencios hay diferencias, el/mi silencio tiene su propio lenguaje.

Hay veces que callo porque no entiendo. Necesito ir más lento, escuchar de nuevo. Se mueven personas, se cruzan palabras, miradas,… y empiezan a tocarme. Se estrecha la boca del estomago, el corazón retumba en mi cabeza, bostezo, mi pie rebota, me siento amenazado, querido, reconocido, grande y pequeño.

A menudo después de este primer silencio, necesito otro para resituar las ideas, hilarlas para construir una pequeña historia que me sirva para aprehender “eso” que esta ocurriendo. Es como darle forma, no es lo que ocurrió, es una forma de contármelo y no perderme.

Otras guardo silencio porque lo que veo y escucho no va conmigo. Soy exigente, no lo niego. Disfruto de historias con densidad. Me cansa lo que se repite, las conversaciones que no hablan de lo que nos ocurre,… Vibro con las personas que provocan, que juegan con el idioma, que matizan,…

A veces callo para aprender. Pienso que hablar solo quita espacio a escuchar. Que quito tiempo a lo que quiero conocer. No siempre se puede ser maestro+aprendiz. Ando aprendiendo a ser solo maestro y solo aprendiz. El silencio me ayuda a buscar este lugar.

Tengo muchos momentos “Pinocho”. Los bautizó mi hija hace ya muchos años cuando era bien pequeña. Un día cenando me soltó un :“Pinotxoa emoten duzu” (Pareces Pinocho) Se refería a mi mirada perdida en pensamientos, ideas que me sacaban de allí y me daban aspecto de muñeco inanimado. Soy un especialista en este estar sin estar, atrapado por otra capa de realidad. Callo para poder permanecer en otro espacio/tiempo.

A veces cierro mi boca por miedo. No sé si lo que coge forma en mi cabeza es pertinente, si puede parecerse a un “sincericidio”, si me descubro demasiado, si avanzar en la conversación me implica mucho,… Hago números y no me dan las cuentas. Si mantengo esta conversación ¿qué gano? ¿qué puedo perder?

Otras veces castigo. Esta bien aprendido. Sé lo que provoca y lo uso. Muestro mi malestar y no doy espacio para que se pueda gestionar. Como todos los castigos no es nada o poco interesante. Pero bueno… uno no es perfecto.

Así que cuidado con interpretar los silencios los hay de muchos sabores.

Me venía a la memoria este video que seguro que conocéis.  Buen provecho.

24 comentarios para “El lenguaje de mis silencios”

  1. Manel [cumClavis]

    Te estaba leyendo y te estaba viendo, conozco algunos [muchos] de estos silencios tuyos, Asier, me gusta pensar que el significado que relacioné con algunos era probablemente el correcto. Ya me llamó la atención desde que te conocí cómo cuidas los silencios y la calidad que adquieren en la relación, es algo que admiro porque me gusta y… me cuesta 😀 :-D… … Un abrazo!

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    • Asier Gallastegi

      No sabes como de nuevo me sigue pareciendo disfrutar del silencio. Mis silencios contigo son los de «callo para aprender». 😀 De todas maneras no hace falta interpretar los silencios, siquiera poder disfrutarlos o aguantarlos. ¡¡Un abrazo!!

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  2. arati

    Que buen post, Asier. Para mí los silencios también son muy necesarios, para ordenarme, para poder escucharme. En mi casa a los «momentos pinocho» se les llamaba «estar encantat», con frecuencia oía decir «aquesta nena sempre està encantada»… que venía a ser como estar en babia, o en un estado de introspección contemplativa…

    Me gustan mucho los silencios, excepto cuando se usan como castigo.

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    • Asier Gallastegi

      “aquesta nena sempre està encantada” Me parece precioso. Podría ser una frase con la que comenzar la versión extendida y montaje del director de «Amelie» 😀 😀 😀 Escuchado de la boca de un adulto casi parece preocupante… te lo dice tu hija y parece que es un superpoder. 😀 😀 😀

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  3. Álvaro Andoin

    Precioso post Asier.

    Me ha encantado lo de que no es posible ser maestro y aprendiz al mismo tiempo. Es curioso porque a menudo me toca serlo, digo que es lo que hago, pero en el fondo sé que eso es imposible.

    En cuanto intento aprehender algo ya se ha ido y ya hay algo nuevo.

    Besotes.

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    • Asier Gallastegi

      Se puede ser maestro y aprendiz, lo somos. Decía hace unos minutos Arawana Hayashi «En las mentes expertas no haya nada nuevo», lo sabemos y trabajamos con miles de dudas y aprendiendo sin parar. A veces, y es lo que me gustaría modificar, nos boicoteamos, relativizamos lo que sabemos, pensamos que todo el mundo paso por las experiencias y reflexiones por las que pasamos nosotros y eso no nos da, nos quita. Y hay cosas en las que solo podemos ser aprendices pero será interesante reconocer cuales son en las que nosotros somos maestros. Abrazo, ¡maestro!

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  4. Paz Garde

    Me ha encantado leerte.
    Yo necesito del silencio para entenderme a mí y para tratar de entender a los otros. Disfruto especialmente de esos momentos en los que no hay que decir nada, en los que sobran las palabras.
    ¿Conoces la frase de Marcel Marceau ? “El silencio no tiene límites para mí los límites los pone la palabra”

    Un abrazo Asier!!!

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    • Asier Gallastegi

      Marcel Marceau. Hubiera sido un buen icono para esta entrada. Hay algo en la expresión sin palabra que supera cualquier discurso. Estoy ahora mismo en un curso con Arawana Hayashi y disfruto con cada gesto de su cuerpo amplificando su voz. El cuerpo tiene memoria, es sabio y no miente. 😀

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  5. Raúl

    Buen post, me has provocado un silencio reflexivo, sobre mis silencios. Me veo reflejado en ellos, yo tampoco soy perfecto, dice los que me conocen que se ve cuando mi silencio clama justicia, vamos venganza, es un silencio de lo más sonoro, a veces imagino que emite ultrasonidos como los murciélagos para que reboten en alguna personas, en esas personas que escuchan bien los silencios. Gracias por compartir esta reflexión me quedo pensando…en silencio

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    • Asier Gallastegi

      Los silencios sonoros los aprendimos hace muuuucho tiempo y por más que queramos colocarlos en lugares escondidos taladran oídos. Me descubres ahora que es un tema de ultrasonidos. No le encontraba yo explicación… Gracias. Bueno, además de esos vengadores de heridas, tu y yo hemos compartido buenos silencios, ¿no? Abrazo (…) Abrazo

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  6. Asier Gallastegi

    Me cuenta Maider Gorostidi en Facebook. «En una ocasión, cantando la pieza Lacrimosa, el director introdujo un SILENCIO que Mozart, cuando escribió su Requiem, no introdujo. Ese pequeño silencio produjo un cambio brutal. La sensación de vértigo entre los oyentes del teatro fue espectacular. El director dijo que lo había incorporado para transmitir el sentimiento de duelo que existe detrás de un réquiem. Para quienes cantábamos, quienes estábamos dentro, conteniendo la siguiente nota, fue una sensación indescriptible. (Desde las tripas) zorionak» y yo le respondía «creo que me habías contado esta anécdota en alguna ocasión. Que sepas que me la llevo al blog porque me encanta. Martin siempre me pide la misma canción para dormirse. Sabe que su padre tiene un repertorio pobre y esta en concreto no le sale tan mal. Yo para no aburrirme le cambio el ritmo, tuneo la letra, le doy besos entre las estrofas. Cuando más disfruto es cuando introduzco silencios entre los versos,… dura más, permite digerirla, la esperas,… Gracias»

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  7. J.Koldo

    Gozada leer el artículo. Yo también reconozco esos momentos «Pinotxo». Lo mejor, además, es tener el privilegio de mezclar los silencios que tú provocas con los silencios a los que te unes y los silencios con los que te encuentras de repente.

    Eskerrik asko Asier!

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    • Asier Gallastegi

      Le doy mucho sentido a lo que dices. Lo estabamos trabajando hace un momento en el taller en el que estoy. Te gustaría que las cosas ocurrieran de otra manera pero lo interesante es estar a atento a dónde esta la oportunidad y sembrar desde la curiosidad lo suficiente para que aparezca otro movimiento. Atentas a los silencios, para acompañarlos, repetirlos, apoyarlos,… ¡¡Si!!

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  8. marta

    «Biok soikik dakigun hizkuntza honetan …»
    Así converso yo, también, con mis silencios.
    Eskerrik asko, Asier, desde ese lugar vulnerable del alma en el que habita el silencio, por este post.
    Inspirador y, en mi caso, reparador. Mucho.

    La expresión que me dedicaban a mí … «en la luna». Me parecía un sitio fantástico! Y lo es, aun. Me quedo con el «modo Pinotxo» de tu pequeña maitagarri y con ese «estar encantàt» de Arati. Precioso!

    Todo mi cuerpo se ha reconocido en cada uno de los momentos que describes, en los que ese silencio se escucha. Incluso en el de los castigos, a mi pesar.
    Sigo aprendiendo, con otros, como siempre. Hay otro modo?

    Sobre todo, por aquellos por los que, aun hoy, guardo mis momentos de duelo: los que pudieron ser y no fueron, porque no les dejé. A veces, me veo a mí misma atropellada, torpe, destrozando un precioso silencio que debió ser, que reconozco y valoro, sin llegar a ser capaz de detener mis palabras por él …

    Y aprendo, también, a gestionar estos que me envuelven y me paralizan, por un instante eterno sin recursos, sin posibilidades más allá de mi propia reflexión, por gestos, miradas, voces, … inesperadas y bruscas que me retienen durante un tiempo envuelta en los ecos de aquello que nunca hubiese querido que fuera, así.

    Desde que me llegaron tus silencios, el mío se nutre de sus ecos y no te imaginas la preciosa música que canta …

    Tengo muchos silencios alrededor, a pesar de vivir en una auténtica algarabía :), y me doy cuenta de que lo único que quieren, como todos, supongo, es que los escuchen.

    Oso besarkada handixe!

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    • Asier Gallastegi

      Eskerrik asko Marta
      Me abres la puerta a un tipo de silencio que no liste. Aquellos de los que te arrepientes. Los que luego se convierten en conversación en tu cabeza. Los que pudieran haber sido puerta para algo diferente, algo que no fue y pudiera haber sido bonito. Hummmm

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  9. Diana

    El silencio es infinito como el movimiento, no tiene límites. Para mi los límites los pone la palabra. (Marcel Mareceu)

    Yo cada vez escucho con más atención los silencios.

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    • Asier Gallastegi

      Hablando de silencios el otro día por el barrio me dio pena no pararnos. Estábamos en pleno encuentro atxurigorri 😀 😀 😀 Sé que prestas atención al silencio, lo sé y me gusta. Me refuerza. Eskerrik asko

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  10. Ana Aranda

    Asier me ha encantado tu post y has conseguido sacarme varias veces la sonrisa.
    Yo soy un torbellino, en muchas ocasiones. Cuantas veces me han llamado y me siguen llamando “tsunami”. Para muestra un botón, mi primera Opera que asistí en directo en Madrid fue las “Las Valkirias- Wagner” y me enamoró.
    En aquella época, mi entorno personal estaba muy relacionado con la música, tal es así, que estaba en pareja con un violinista. Su gran reto, fue que disfrutase tanto con Wagner como con los “momentos de silencio de la orquesta”. Lo conseguimos y fue todo un descubrimiento para mi .

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    • Asier Gallastegi

      Bienvenida Ana. Si, lo comentaba con Maider en este post, los silencios en la música………………………… Sin quietud no hay movimiento y sin este no hay quietud. Y dicen que antes de los grades Tsunamis el mar se retira kilometros 😀 😀 😀

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  11. Juanjo Brizuela

    Jopeta: no ha salido mi comentario 🙁

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  12. Isabel

    Precioso post Asier. He dejado una anotación mental con lo del “sincericidio”, me parece una actitud honesta y útil porque es cierto que muchas veces no dan las cuentas. Es como lo de regar las plantas, mejor pecar por defecto que por exceso. Me apuntaría a un taller (yo sugiero).
    Un abrazo!

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  13. ;; orbe

    ….

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  14. Lidia

    Me ha encantado! Porque no es fácil vivir reivindicando los silencios i, también porque, si somos más de tres o cuatro, los que disfrutamos los silencios, igual no somos bichos raros! 😉

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    • Asier Gallastegi

      ¡¡Gracias Lidia!! Leyendo de nuevo algunas ultimas entradas en tu blog pensaba en los silencios en la comunicación interna de nuestras organizaciones, el silencio en las redes sociales (Domenico di Siena escribió un post precioso al respecto hace unas semanas) y el silencio en las bibliotecas 😀 😀 😀 (Este ya lo conocíamos más pero no esta de sobra cuestionarselo) Un abrazo enorme.

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