Ayer por la noche volvimos a leer-jugar con «teatro de medianoche» de la ilustradora checa Kveta Pacovska. Es de esos libros de la infancia de uno que consiguen escapar de las sucesivas, logicas y necesarias limpias de papel que se dan alrededor segun se va creciendo. (Algun día os contaré como mi habitación de adolescente ardió en una especie de rito hacia la madurez ayudado por la inmadurez de algun otro)
No era un libro especialmente querido. Solo cuando lo ví con ojos de adulto supe apreciar sus sutilezas. Mi hija que es mucho más inteligente y sensible que su padre lo abrazo con ilusión desde el primer día. Los personajes cambian de nombre, intercambian sus troncos, cabezas y pies. Y la luna, actriz principal en la obra, aparece o desaparece gracias a trasparencias y una cuerda.
Hay más cosas e imagenes de esta autora por la red, os dejo con dos enlaces: una ficha sobre la autora en bienvenidosalafiesta y la reseña en el blog de taller de cuentos.
Yo le ofrecí disfrutar con la historia y la ilustración de emigrantes. Pero es más para mayores…
Una manera de compartir cotidianos y seguir dando notas de color a un blog que a veces se pone como muy serio e intimista. ;D