Conversando con Virginia Imaz

Y le dedique un rato a leer mis apuntes, ordenar, agrupar, explicar… y me devuelven el video que le grabe tras la sesión y me parece que lo explica tan bien…

Si tenéis un rato podeis pasaros por el canal youtube de Fundación EDE. Me siento muy orgulloso de este trabajo. Hay verdaderas perlas. Me ha tocado estar detrás de la camara en la mayoría de estos videos y creo que hemos hecho algo muy bonito.

El viento es peluquero: Virginia Imaz

Este viernes y dentro de las jornadas de economia abierta (tendré que dedicarle otro post, un encuentro realmente especial) volvimos a disfrutar de la sabiduría de Virginia Imaz. (escribí un post hace unos meses con referencias a esta payasa maravillosa) Tenía yo pendiente escribir algo y lo hago ahora con la energia de la sonrisa.

Hace unos días participamos en un taller de Virginia Imaz organizado por Fundación EDE dentro de la propuesta “Innovación y creatividad”; “Vivir para contarlo: los cuentos en nuestra practica profesional”


Emborrone unos cuantos folios. Todo cuadraba y era importante. Comparto con vosotras algunas de estas ideas. No son mías, yo solo escribo las letras que unen a una con la otra e intento no aportar demasiado por si pierden la fuerza que tienen.

Contar cuentos… ¿para qué?

Antes íbamos a misa, antes las personas mayores contaban, las tribus tenían sus foros, tras la comida sobremesas, momentos en las fiestas,…

Cuando contamos cuentos, nos contamos, nos expresamos, nos liberamos,… Son profundamente terapéuticos. Una buena historia nos ayuda a encantar, “encuentar”.

Una consigna que apunta a conectar con nuestras necesidades antes de narrar: cuenta lo que tu necesitas, no lo que crees que necesitan.

Podemos contar nuestro cuento, cambiar el cuento, construir un nuevo cuento. Inventar es ficcionalizar para cambiar. Una manera de mirar al futuro y dibujar como Julio Verne en «Viaje a la luna».

Relaciones significativas

Un profesional no puede competir con una persona significativa para la otra persona; terapeuta, profesor/a, aita, ama,.. Están en éxtasis y beben de tus gestos y tu manera de entender el mundo

Una voz, una persona. Mostrarnos como gente, que nos tocareis el corazón. Acompañar en la búsqueda de una voz propia y contarnos mi historia.

Un cuento con viaje

“Hay que querer al hermanito” Los mensajes “correctos políticamente” (y aquí me acuerdo de aquellos dos libros de James Finn Garner) son la negación del viaje, en el cuento no pasa nada, son puro adoctrinamiento. El protagonista hace un viaje. Es el que aprende, el que termina diferente.

Los cuentos que cuentan tu historia los vuelves a pedir.

A veces huimos de los cuentos clásicos porque creemos que refuerzan valores “conservadores” y sin embargo apuntan a ideas clave. Un ejemplo es el personaje de la Princesa; niña, mujer en transito de ser soberana (poder interno) de si misma.

Mentiras

Trabajamos desde las mentiras que nos contaron de pequeños. La propuesta era; cambiemos unas mentiras por otras.  (Virginia compartió un cuento “Colección de mentiras ilustradas”).

“Con 7 años hay que poner un huevo”. Y de estas de todos los tamaños y colores. En la clave de los enfoques narrativos/constructivistas, como trabajamos desde PNL,… Si todo son creencias para que quedarnos con las limitantes, construyamos nuevas más liberadoras.

Ante los posibles miedos escénicos

Un buen lugar es pensar en algo asi como; “A ver si puedo devolver algo de lo que recibí. No me examino ni examino al publico. Conectamos con el aquí y ahora. Una mentira que nos suene resonar es “no me lo merezco”. Estoy a salvo, este es el mejor sitio posible, va a salir perfecto, no puedo ser mejor… Rebajo el nivel de autoexigencia, doy espacio a la creatividad, yo me merezco esto.

Nos han educado en la medida emocional. En el arte… ¿cómo comparas? “¿Melocotón o plátano? Entrenarnos para sabernos y reconocernos únicos. Soy muy pequeño y no soy como aquel” vs “Ya esta hecho y soy adecuado”.

Inspiración es dejar que nos llegue el mundo, la voz, el miedo es una manera de robarnos el aliento. Nos cerramos para que no llegue lo que amenaza, me pierdo lo bueno.

Cuando tu respiras no estas quitado nada a nadie. Inspiramos y el resto se abre para recibir. En la expiración soltamos lo que somos/ donde estamos. El aliento viene con la emoción de base y lo de ese día.

Cada uno tiene su aliento y hay un momento en el que cada grupo sale respirando a la vez. El arte puede resolver.

Por cierto. A los ppts les falta aliento.

Algunas referencias:

Virginia escribe en la revista Artez de manera periodica

Nos recomendo un par de libros de la colección

http://www.palabrasdelcandil.com/

 

Liderazgo y humor

Esta mañana me hablaba una amiga sobre un curso que están organizando desde Fundación EDE con, posiblemente, la mejor payasa del mundo. (;O) Un espacio formativo dirigido a personas que trabajan en diferentes organizaciones y quieren profundizar en sus capacidades de liderazgo y comunicación desde la sabiduría que construimos riéndonos de nosotras mismas. Cuando saquen la publicidad la enlazaré en este blog.

IMAZCon Virginia he tenido la inmensa suerte de ir coincidiendo en diferentes lugares y escenarios a lo largo de estos años. Además tuve el privilegio de poder intercambiar algunas intimidades cuando coincidimos en Canarias hace unas semanas. Fue un placer. Otro bicho raro, como yo, que bebe de la fuente de las constelaciones  para el crecimiento personal y trabajando en el último tiempo también con la perspectiva más organizacional (os dejo el enlace de un artículo de un buen amigo Guillermo Echegaray sobre las constelaciones organizacionales).

Conociendo la formación de clown que llevan años ofreciendo y toda la carga de trabajo personal que conlleva estoy convencido de que la propuesta será muy sugerente.

En los últimos años me voy encontrando personas del mundo del coaching, el desarrollo organizacional, la terapia,… que en su personal narración de su recorrido profesional hasta llegar a la profesión de la relación de ayuda,  marcan como hito un curso de clown o similar.

En una asociación libre de ideas, de las de «mirada sucia», unir las palabras liderazgo y humor nos podría llevar a lugares parecidos a «quitar hierro» a las situaciones, relativizar lo importante, risa histérica que sirve de antifaz para no entrar en profundidades más dolorosas, jefe de producción con los pantalones bajados + corbata en la cabeza + cubata en la mano + comida de navidad,…

Un segunda vuelta con otras gafas nos enfocaría a actitudes más positivas, el líder informal, con capacidad para hacer reír, provocador de momentos lúdicos, con la suficiente capacidad de escuchar la situación para combinar la cercanía con la distancia y la risa con la seriedad…

Rafael en su blog «Ideas y decisión» nos recuerda algunas afirmaciones tajantes sobre la combinación lider+humor que pone en boca de Daniel Goleman, el hombre que introdujo la inteligencia emocional en las empresas, «las personas de éxito son aquellas que se conocen a sí mismas, con integridad, preocupación por otros y capacidad para comunicar. Ahora agrega que el buen humor pertenece a los buenos lideres y el mal humor a los malos.»

ohiulari by gallas

Profundiza aun más Alfredus en su blog «ALC Liderazgo y gestión». Quizás con una afirmación algo generalista en mi opinión: «El sentido del humor le aporta al líder una visión más amplia del entorno y más realista debido a que la persona que atesora esta actitud ha realizado un ejercicio profundo de conocimiento y de aceptación de los otros y de uno mismo.»

¿De qué hablamos cuando decimos humor en este contexto? Yo me quiero referir a esas actitudes de la segunda mirada y además al humor y la (son)risa como uno de los matices de la persona que ha hecho un viaje consciente, experimentado y repensado, por el mundo de  las emociones. Creo que las personas que se explican a si mismas y después de contar parte de su cv hablan de aquel curso que les cambio las vidas, hablan de la chispa que les hizo conectar en un viaje sin retorno.

Ya han pasado 9 años de aquel curso de clown. Fue también con la gente de Ohiulari clown, con Rakel Imaz. Tengo un recuerdo precioso y aun cuando me pongo una nariz roja mi expresión cambia y mis cejas se arquean.

Jesús Lara en su libro «El clown un navegante de las emociones» escribe. «De manera que, finalmente, podemos afirmar que el encuentro con nuestro clown se convertirá en una especie de sano viaje a los más AUTÉNTICO de cada uno».

Feliz e intenso viaje.

PD: Olvide comentar este enlace sobre coaching y sentido del humor que me parece recomendable.