Innovación social; innsuciando el concepto

Ahora hace un año facilitamos un taller sobre Innovación Social (IS) en Bolunta Fernando de la Riva y un servidor. Fue una excusa para encontrarnos tal y como lo cotamos y además más cosas. Básicamente una necesidad de dar valor a la iniciativa social (las personitas que se unen y provocan actividad buscando mejorar condiciones de vida propias y ajenas) en la coconstrucción del concepto resultante entre el nombre (con todo lo que llevan detrás de si las palabras) INNOVACIÓN con el apellido SOCIAL.

Aquí, y aquí encontráis algunas ideas de este encuentro.

Yeah by @gallas73

De entonces a aquí seguimos asistiendo al ejercicio por dar contenido y poner en practica esto de la IS. Yo he estado buscando y jugando a construir con algunas personas y entidades y el próximo jueves día 10 de Marzo y dentro de la propuesta formativa de Fundación EDE “Innovación y creatividad”, que ayude a diseñar y poner en marcha, quiero compartir algunas sensaciones e ideas con la gente que nos reunamos allí.

Tuiteando al comienzo de mi reflexión para este taller Eleder me devolvió una idea que surgió en la presentación de Eutokia: “Innsuciar” . Creo que da en la clave. Creo que esto de IS necesita un poco de barro, algo de dudas, fronteras, fracasos,…

En el ultimo tiempo, movido por alguna conversación con buenos amigos, indignado por “soluciones” políticas y económicas a favor de corriente, impulsado por debates apasionantes,… rescato la necesidad de cierto rearme político. También en mi tarea. Algo así como hacerme la pregunta en cada proyecto y realidad en la que participo/colaboro ¿lo que hago ayuda o dificulta un desarrollo más justo, más equitativo, a favor de la construcción de la mejor edición posible de estas personas, organizaciones y sociedad?

A muchos os sonara viejo, como moderno en la era del post-post-modernismo. Algo (jajaja, mucho más de lo que seré capaz de escribir yo en 80 años) adelanta Maturana en otro texto muy recomendable al que accedía gracias Alex Garcia.

“Y es desde este espacio psíquico que comienza la era post-post-moderna. Y comienza cuando nos damos cuenta de que sabemos lo que sabemos que sabemos y de que entendemos lo que entendemos que entendemos, y a la vez nos damos cuenta de que ese saber que sabemos que sabemos, y ese entender que entendemos que entendemos, nos compromete a la acción- (…) Sin embargo no nos compromete a cualquier acción, nos compromete a una acción conciente y responsable de que las consecuencias de nuestros actos no dañen a otros, la era en que no nos queremos seguir engañando.”

Compré ayer ese pequeño “panfleto” (como le llamo mi amiga Natalia y parece que Balzac definía como “es el sarcasmo convertido en bala de cañón”) de Stéphane Hessel “¡Indignaos!«. Este creo que puede ser un buen lugar desde el que partir en la reflexión y practica de la IS.

Tenía este encuentro en Fundación EDE otra fecha anterior y resulta que coincidió con una convocatoria a huelga general en Euskadi. Más allá de todo, una propuesta que buscaba incidir en las indecisiones en la deriva “salgamosdelacrisis”. En conversación con la organización del encuentro decidimos preguntar a las personas que se habían apuntado. Tras escuchar las aportaciones decidimos trasladar la fecha.

No fue que decidiéramos colectivamente salir a la calle, fue que permitimos a unos/as hacerlo y fue que ante la situación propusimos, preguntamos, escuchamos, decidimos y comunicamos.

Hace unos días conversamos con Pablo Angulo en una convocatoria del observatorio del tercer sector en Bizkaia. Escuche de otra manera sus ideas entorno a cuarto sector, me llegaron desde otro lugar, casi en la misma línea (salvando las diferencias) de cómo planteaba Claudio Naranjo su esperanza en el cambio social desde la apuesta desde la iniciativa privada con animo de lucro por situar a las personas en el centro. (Por favor como contrapunto a esto que me creo y aun a fuerza de que penséis que me he vuelto loco por las diferencias claras de planteamiento, lean también a Maria Ptqk. -me gustaría ser yo quién firma algo tan lucido-)

Y cuando rescato las fuentes en las que estaba encontrando esta idea de manera reiterativa en el ultimo tiempo (lo escribo con cariño y verdadero reconocimiento a la capacidad, saber y energía de Pablo) no pude más que moverme en el asiento; Bankinter, equipo Sarkozy, encíclica papal,… De todos los materiales que compartió a mi me gusta especialmente los que generan la “Youth Fundation” sobre todo este, sobre el que podemos hablar en otro post y el próximo jueves.

Hace unos años y hablando de “participación” con una persona que andaba en esto metiéndole mucha energía y practica me preguntaba; “Participar… vale ¿pero contra quién?” Yo sigo creyendo en la idea de la cohesión social en paralelo al concepto de sostenibilidad en la ecología. Y entendiendo que hay lugares hacia dónde podemos ir que son “colectivamente” mejores, estos movimientos pasan porque unos renuncien a ganancias insostenibles.

Sería un buen momento para mostrar mi mas absoluto rechazo a las consignas populistas de “guerra al fraude en las ayudas sociales”. Pero ya lo dijo Cesar Manzanos hace unos años en unas jornadas en el centro cívico de San Francisco en Bilbao; “Hemos invertido mucho dinero y tiempo en investigar a los pobres, deberíamos de invertirlo ahora con los ricos”.

Sé que las fronteras son difusas y también tengo experiencia de que en estas desarrollamos ideas y propuestas nuevas. Esta sigue siendo mi apuesta.

Hasta aquí algunas ideas inssuciando el concepto. En estos días compartiremos algo más. Iremos más al método y proceso.

Alianzas estratégicas y proyectos en colaboración

Esta mañana conversaba con unos amigos y compañeros y me parecía que llegaba a algunos lugares que podía compartir en este blog tan abandonado en las últimas semanas.

Me acercaba a la conversación desde un lugar más libre y por eso me permitía discutir la propuesta principal. Básicamente se sostenía la necesidad de encontrar “partners” de confianza para reforzar una línea de negocio. De hecho ya estaban y tenían mucho “glamour”, el suficiente para abrir puertas aquí y allá. Obviamente la noticia era importante y yo solo he podido aplaudir. Bueno, la verdad es que me he permitido algo más.

Intentaba convencer al responsable de comercialización de este proyecto, de la necesidad de encontrarnos con otras organizaciones más pequeñas y menos “importantes” para reforzar la propuesta desde su base, desde la perspectiva del cliente, desde las personas que iban a utilizar el producto al final. Plantear un espacio de encuentro más de “barro”, dónde dotar de contenido concreto, útil y matizado al proyecto.

metro piernas rojas by gallas

Obviamente no había desencuentro en las ideas finales. Ambas líneas de trabajo debían de ser complementarias. Me ocurre que mientras escuchaba, mientras hablaba y ahora que escribo cogían forma algunas sensaciones que comparto para que podamos debatir.

  • En ocasiones los proyectos en su origen se parecen a grandes andamios sin edificio. Hemos visto alguna iniciativa parecida, tenemos la técnica suficiente para comenzar a pensar en ese producto, parece que hay mercado, me gusta,… y entonces empezamos a movernos por ver si es viable. Creo que a veces pierde su lugar la “necesidad” a la que pretendemos responder en último término. El uso final de la herramienta/proyecto. La experiencia de quienes están en contacto con esta realidad. Andan faltos de “alma”.
  • Glamour y parálisis por el análisis. Para hacer, en teoría, más fuertes y viables a nuestros proyectos, buscamos “grandes” compañeros de viaje. Un gurú de gurulandia, la universidad de Conchinchina o la cojoempresa. Tenemos la experiencia de abrir puertas gracias a las llaves de los apellidos y eso está bien. Ocurre que a veces el paso de estos “elefantes” es tan lento y necesitado de conservación, que las decisiones se dilatan muchísimo, los intereses en juego cobran una complejidad insospechada, la sensación de desequilibrio es grandísima y pareciera que solo poniendo su logotipo partíamos de un lugar común,…
  • Creo que a veces delegamos todo el aspecto más externo a los perfiles de dirección y comercialización y la gente de producción se convierten, de manera mecánica y taylorista, en el siguiente eslabón del proceso, los que desarrollan técnicamente un concepto cocinado desde otras mentes, necesidades, percepciones y saberes.

Son sensaciones y me cuesta plantear soluciones. Hay líneas de trabajo sencillas y “detodalavida” que pueden ayudarnos a salir de estas inercias tan poco orientadas al éxito. Me permito escribir alguna. Seguro que podemos completar el listado entre todos y todas:

  1. Lo reflexionábamos hace unas semanas en esta misma organización. ¿Cómo hacemos que las personas responsables de la producción puedan ser parte del proyecto desde sus primeros pasos? Participando en la primera reunión con el cliente, con un encuentro con participación de quienes conocer los tiempos y complejidades del desarrollo de la propuesta antes de plantear presupuestos…
  2. Diferenciar alianzas estratégicas de estrategias de colaboración. Unas nos dan el nombre y nos abren puertas, las otras dotan de contenido y razón a los proyectos. Me parece importante poder diferenciarlos para no buscar satisfacer necesidades de un plano en el otro y diferenciar las energías y perfiles invertidos en una aventura y la otra. Obviamente los cruces entre unas y otras pueden ser múltiples. Hay compañeros de viaje, de los “poderosos”, que a veces mantienen la capacidad de conectar con la realidad y son excelentes colaboradores.
  3. Creo muy importante estar atento a lo que damos y recibimos en cualquiera de ellas. Si no hay equilibrio ninguna de estas van a funcionar. Esas cuentas resultado de la suma entre el “debe” y el “haber” intervienen en todas las relaciones humanas y son clave para la colaboración. No hablamos solamente de dinero, aunque negar su importancia es pecar de “hippysmo”. No hay truco pero creo fundamental dejarse sentir en este aspecto y ser claro en las sensaciones. Los desequilibrios hacen insostenible estas aventuras. • A mí me suele ayudar saber a quién pertenece el proyecto. Si es una iniciativa nuestra nosotros tomamos las decisiones. Si es conjunto ambas partes compartimos no solamente la visión, también riesgos y futuribles beneficios.
  4. Hay propuestas de trabajo/método, más o menos standarizadas, que creo pueden ayudar mucho a incluir la colaboración desde el comienzo de nuestras propuestas. El design thinking (escribía estos días Amalio de nuevo sobre el prototipado, una concreción muy acertada), la propuesta de proceso u y la integración de la perspectiva de las emociones,… Maneras de hacer que integran experiencia, necesidades, planificación, diseño, ensayo, evaluación, mejora,…

Gracias por la conversación, compañeros. Obviamente he recogido algunas ideas y las he alimentado de otras experiencias. ¿Cómo lo veis? La pasión por colaborar, que vuelve a partir de una necesidad clave de los que apostamos por lo pequeño, tiene sus vericuetos. Continuaremos profundizando.