DISUEÑO 2023rako DHESIOA

Son éstas, fechas de deseo. Animales sociales y estructurados también por rituales, nos acercamos al cambio de año con intención de trascender. Y en ese momento decidimos desear. Deseamos felicidad, prosperidad… y lo hacemos a las personas que más queremos.

Mientras apuntamos alto en nuestros anhelos la tripa nos duele denunciando ese turrón que prometiste no probar y la cabeza nos recuerda que quizás sobraron dos copas. Somos seres con tendencia a disociar y ésto de desear parece un proceso complejo. 

Escuchaba hace unas semanas a Yayo Herrero que necesitamos construir un horizonte de deseos diferente al que nos han ofrecido, que venimos de una gestión de la escasez con promesas, contribuyendo a una cultura que premia precisamente los rasgos del niño más caprichoso.

Recordé como un resorte a Gilles Deleuze en aproximación de Maite Larrauri:

“Lo verdaderamente difícil es desear, porque desear implica la construcción misma del deseo: formular qué disposición se desea, qué mundo se desea, para que sea el mundo que te conviene, el mundo que aumenta tu potencia…”

«El deseo según Gilles Deleuze» Maite Larrauri, Editorial Tándem

Nos invita a desear para desplegar todo nuestro potencial. A salir de la identidad rígida y devenir, “porque lo importante es lo que pasa, lo que atraviesa, lo que cambia”. Donde “probar consiste en no juzgar a los existentes sino en sentir si nos convienen o no, si nos aportan fuerzas vitales que ampliarán nuestra potencia”.

Amets Arzallusi duela egun batzuk entzun nion bere Apokalipsiaren aurreko azken egunari buruz inprobisatzen. Mendira begira, ardoa edaten, gazta zaharra jaten eta lagun onekin hitz egiten irudikatzen zuen. Momentu hartan, ehunka pertsonaren aurrean zegoen eszenatoki batean, duela segundo batzuk ezagutzen ez zuen proposamen batek bultzatuta, bertso bakoitzaren amaieran errima batera itzuliz, edertasuna bilatuz, bere ideia eta emozioekin konektatuz… Bere ahalmen guztia erabat zabalarazten zion ariketa batean erraza desiatzera gonbidatzen gintuen. Desioa nahi nuen.

Nik, 2023rako, desioa opa dizuet.

Para este 2023 yo os deseo, deseo.

(Este año de nuevo con ilustración de mi amigo Alex Orbe.)

Deseando desde el fondo de mis entrañas lo mejor

Una confesión. Cuando felicito en navidad me siento como los mayas rindiendo respeto a sus deidades en la entrada de la catedral de Chichicastenango en Guatemala. Los cristianos construyeron sobre sus lugares sagrados los templos para orar a su dios y cientos de años más tarde ellos encienden velas y resinas en la entrada de la iglesia. No porque allí se construyera esta, si no porque bajo estas piedras se encuentran la tierra de sus antepasados, su historia y lo que para ellos es el origen de la vida.

Lo hablaba con Bego estos días y ella me contaba que en estos días de invierno, dónde la noche gana al día, solo queda estar abiertos a la luz. A lo que viene. Y también me recordaba la letra de una canción del ultimo disco de Ruper Ordorika.

Ez beldurrik izan eta baietz esan datorrenari. Baietz onartzeari esku beteka emango zaizunari. (*)

(*) No tenga miedo y di que sí a lo que está por venir. Dí que sí y acepta lo que se te dará a manos llenas.

Me gusta que nos deseemos lo mejor. Me gusta desear lo mejor a la gente que aprecio. Me sale de dentro. Así que si me dan una excusa, la aprovecho. Desde el fondo de mis entrañas… todo lo mejor para este 2012.

Garabato Korapilatzen como humo Karramarro

2011 ha sido un año precioso. Un año de crecimiento profesional y personal como hacía mucho tiempo -quizás jamas- no tenía/peleaba. Escribiendo estas lineas me acuerdo de un montón de personas que de mil maneras han estado cerca en estos meses y me sale un profundo agradecimiento.

Gracias por vuestro apoyo de mil maneras diferentes: aguantando mis inseguridades, echando un poco más de vino en mi copa, confiandome vuestros secretos, comentando en este blog, proponiendo nuevos retos, abriendoos a explorar nuevos lugares con herramientas extrañas, dibujando y escribiendo para que yo lea, repartiendo colores en una mesa para mancharnos las manos, creciendo para sentirme padre,  ejercitando musculo del que necesitamos para vivir en la incertidumbre, esperando el turno para expresar necesidades y pedir atención, pareciendo más pequeños para conseguir verme grande, garabateando manteles sin parar de charlar, entrando en proyectos por el placer de trabajar juntos, probando sin tener certezas, apostando desde la intuición, perdonando silencios y retrasos, construyendo realidad para explotar virtualidades, estrujando meninges para desenmarañar ideas complejas,…

ESKERRIK ASKO!!, ¡¡GRACIAS!!

pd. Termino el año estrenando logotipo. Es obra de mi amigo Diego A.K.A Karramarro. Los compañeros de Vudumedia cerca echando un cable. La foto que ilustra el post también es de Karra y usa el alambre del logo Korapilatzen como humo de chimenea ;D