Fantasia de planificación. Pinchar globos e hinchar zepelines.

Vintage Beach 11

 

La ultima semana de Agosto y la primera de Setiembre son una especie de Disneylandia de la planificación. El teléfono y el mail suenan a un ritmo similar al del resto de las semanas anteriores. Los proyectos, en su mayoría, han descansado también y ahora comienzan a bostezar y desperezarse en sus cajas.

Cuando comienzo a bosquejar los primeros mapas con los proyectos, las tareas pendientes, las urgencias e importancias me vienen muchas imágenes. Ninguna perfecta pero tienen algo en común. En la primera escena todo esta bajo control, casi se puede decir que planificado, mi lugar es claro y los proyectos van a poder convivir entre si incluso reforzarse. Las posibles evoluciones de la película se dibujan a veces con música de Benny Hill y yo corriendo de un lugar para otro, otras como un malabarista con 1000 platos girando en sus varillas, como un vaquero antes de despedazarse con sus miembros en tensión atados a cuatro caballos,…

No soy capaz de imaginarme las escenas intermedias ni tampoco otros finales más sostenibles, aunque al final los vayan a ser.

Los posibles futuros me rescatan del presente. Escribo ahora procurando que el presente me rescate de los futuros. Algunas ideas que quiero compartir con vosotros tras unas horas de revisión de tareas y planificación:

  • Mapa de proyectos personal. Este mapa de proyectos es solo una realidad a mis ojos. Estas organizaciones, retos, personas,… no tienen relación entre si. No se conocen. Nadie podría unir estos puntos para construir una imagen con sentido. Cada uno expresa una necesidad diferente y me pide un lugar distinto. Solo soy yo quién liga las experiencias, el que trafica con los saberes, el que llega aun lugar afectado por el otro. Si de pronto los momentos se parecen, solo soy yo. Creo importante ser consciente y conectar con el terrible potencial de estas experiencia y además con el riesgo de llegar cegado y no conectar con las otras partes que están ocurriendo y me pierdo.
  • Metaproyectos. Estas conexiones a veces no son solo producto del viaje de este profesional implicado. En ocasiones hay hasta un acercamiento intencional y diseñado. Digamos que acepto proyectos que intuyo que puedan entrar en una relación de sinergia. No se trata tanto de las habilidades que desarrollo ni tan siquiera de los “servicios” que ofrezco. Se parece más como a una especie de “metaproyectos para la exploración”. Voy uniendo experiencias, conversaciones, lecturas y aprendizajes en una especie de aproximación imperfecta y funcional a la realidad.
  • Sistematizar, escribir, grabar, dibujar, fotografiar, compartir, debatir,… Estos últimos años, desde esta lucidez distorsionada del verano, están siendo un tiempo dónde la tarea y la acción ocupan demasiado lugar. No significa esto que me haya desconectado del aprendizaje. Me descubro hilando y construyendo con mucha fuerza. Creo además que es importante que recupere este blog, la escritura y el compartir. Ofrecer palabras como excusa para dar un paso más y volver a hacerlo de manera conversada. Seguir escribiendo para entenderme. Para ver la consistencia de la intuición cuando se expresa. Para pinchar globos. Para hinchar zepelines.
  • Desconfianza digital. Conecto también con la necesidad de inducirme una especie de desconfianza digital. Sin caer en análisis simplistas y maniqueos creo que hay algo del surf de contenidos y relaciones que no me sienta siempre bien. Como si me inflará de capacidades, atiborrase de posibilidades y robara tiempo. No sé cuales van a ser las formas exactamente. Intuyo; menos tiempo navegando en redes sociales, dar un lugar menos prioritario a la mensajería y mail, desconexión mientras realizo algunas tareas que me requieran atención,…
  • Declaré un 2017 precínico. Se me mezclan muchas sensaciones. Quizás puedan tener forma de post en unas semanas. Vaya por delante que sigo viendo la necesidad de acercarme más inocente y menos contaminado. Que la sorpresa sigue siendo una emoción a compartir y experimentar. Además creo que, como en el dibujo que nos regalaba Alex, necesita de potencia. Es como si estuviera queriendo explorar un genero nuevo. Mezclar canción protesta con rockandroll, mewage con punk. Pienso en la música surf más psicobillie. No sé muy bien, navegar por el mundo de la candidez provocadora.
  • Abstractos útiles. En cada encuentro y cada desencuentro, en cada conversación con un o una colega, con clientes. En los procesos fluidos de trabajo en equipo, en los bloqueos, en los conflictos,… la información que se mueve es muchísima. Para mi son la principal fuente de aprendizaje. Además creo que son también claves para el proyecto y las personas con las que comparto estos momentos. Hace un tiempo que le dedico energía a estas situaciones. Paro, lo observo, no me censuro ni emociones ni ideas y aprendo. En ocasiones comparto parte de este viaje. Siento la necesidad de probar caminos más utilitarios, menos abstractos, más funcionales y apegados a la necesidad de quién me contrata y con quién colaboro. Sin amputar lo que para mi sigue siendo lo más valioso, atento a lo que es útil y tarea consensuada.
  • Cuidado. Sin saber muy bien que palabras usar para describir esta ultima idea. Necesito cuidarme, cuidar,… Una vez más recordar mi cuerpo. Cuidarlo, activarlo, bien alimentarlo,… Pasar tiempo de calidad con las personas que quiero y me quieren. Atento a lo que necesitan y necesitamos. Conversando, repitiendo rutinas, sosteniendo tareas, cubriendo horarios, sorprendiéndonos de vez en cuando, acompañando construcciones, sueños,…

Toda esta realidad es el mar dónde me voy sumergiendo. Pienso en el primer baño de la mañana. Cuando aun no han llegado los socorristas y no hay bandera que me tranquilice o alerte. Miro el tamaño de las olas, como pegan en las rocas, donde se encuentran, si mis pies se quedan en su lugar o me arrastran hacia dentro, la temperatura, .. Entro hasta la cintura, elijo la ola bajo la que me sumerjo y entonces sé definitivamente si será un baño relajado, largo, para nadar, flotar, ver peces,… o será más rápido, eléctrico, atento, … Cuando intento explicar como se entra y se sale de una mar picada me siento extraño por técnico. Y es que aquí también habitar es la clave.

Podía escribir más pero habitemos.

Buena suerte

2 comentarios para “Fantasia de planificación. Pinchar globos e hinchar zepelines.”

  1. Rogelio

    ánimo con la travesía… me ha encantado…

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