2017 PRECÍNICO

korapilatzen_precínicoEl año pasado fue TRANS. Seguimos y seguiremos siéndolo. 2016 estuvo sembrado de momentos para compartir y conversar sobre este dolorplacer de reconocernos desajustados y en transición permanente. Lo he ido recogiendo en esta pequeña historia.

Antes fue VULNERHÁBIL, VULNERHABILIDAD. Sigue estando muy presente, a flor de piel. Me gusta además que pueda servir a otras personas para contar(se).

Este 2017 os deseo un año PRECÍNICO.

En las últimas semanas hemos compartido algunos textos que hablaban de postverdad y políticas de postverdad. Creo que merece la pena leer esta extensa entrada en Wikipedia. Las emociones cuentan más que los datos para la construcción de nuestras ideas, creencias y modelos mentales. Esto ya lo sabíamos.

Para mi la palabra cobra más fuerza cuando lo leo como estrategia de construcción de una atmósfera de desconfianza absoluta donde ya nadie sabe a quién creer. No se trata de mentir. Ya no hace falta. Estamos tan desconcertados, se maneja con tanta fuerza una idea y la contraria, que desconfiamos igual de lo que parece que ocurrió como de lo improbable.

La transparencia es la bandera a agitar. ¡Que nos cuenten todo lo que hacen!. Avísame de las cookies, cuéntame cuánto cobras, dime cuántas horas has invertido en este proceso, pide varios presupuestos,… Tiemblo imaginándome que mecanismos de control se estarán inventando para que los rectores no puedan copiar…

Y de pronto se nos olvido creer. Nos gustaría tener siempre un esclavo que probará nuestra comida. Nos separamos, cogemos distancia, nos reímos para no llorar,…

¿Cómo sería un 2017 sin esta necesidad de protegernos?. Uno en el que pudieramos hacer como si volvieramos a creer. Un año postcínico…. Cuando llegue a esta palabra escarbe un poco más en esto del cinismo y recordé a la escuela cínica. Pensaba entonces si no sería un tema más de forma. Como si toda esta ola de hiperconectividad, infoxicación y desfiguración de las certezas nos hiciera refugiarnos. Crear pequeñas cuevas donde volver a la esencia. Coger distancia riéndonos, dejando de sufrir porque ya no nos importa.. Disolver las formas de lo que nos amenaza. Y me pareció más interesante. Podríamos entonces estar deseandonos un año POSTIRÓNICO. Un año donde desaprender las estrategias de plastificación emocional.

Y de nuevo este futuro que nos interesa dibujar se parece en algo a situaciones que ya vivimos. Esta era la manera natural antes de las heridas. Se parece a como rematábamos de cabeza antes de aquel balonazo, a la temeridad de coser sin dedal antes de clavarnos aquella aguja, la cara de satisfacción cogiendo velocidad en la bicicleta antes de aquella caída,… Y me vi más joven, más niño,… y me gusto pensar que eso que buscaba, y os deseo hoy, se pudiera parecer a algo de lo que ya tenemos experiencia. Eso que éramos antes de tener que aprender a defendernos, lo que entrenamos para que nuestro entorno aplaudiese. Le llamamos inocencia y parece que no tiene sentido hoy. ¿Y si le llamamos PRECÍNISMO?.

Son momentos clave. Se abren caminos para hacer diferente. Son muchas pequeñas experiencias, significativas, accesibles,…. Lo nuevo, aunque sea numeroso y conectado, sigue siendo frágil. Nuestra forma de mirar cambia lo que ocurre. No podemos jugar al cinismo. Es momento de creer. De girar nuestra mirada a la grieta de lo que va cogiendo forma, de lo que cristaliza. Acercarnos y aportar. Escuchar el potencial y hacer palanca.

Dejar de pelear. Dejar de escuchar los reclamos de la acidez, la protección y la desconfianza. Dejar de invertir nuestra limitada energía en las batallas perdidas. Para mi es una manera de rendirnos activamente. Desaprender todas las estrategias de defensa, bajar los brazos, ralentizar la acción, silenciar las respuestas rápidas, suspender, levantar la bandera de la candidez militante. Recuperar la inocencia entrenada.

Creer. Recuperar algunas certezas en tiempos de cambio. Explorar, recuperar la curiosidad, las preguntas..

Esto nos deseo para 2017: Tiempo de PRECÍNISMO

(Gracias Alex Orbe por acercar el microfono al corazón, una vez más, y a Txelu Balboa por recordarme que el precínismo se parece mucho a amplificar emociones)

Guardar

8 comentarios para “2017 PRECÍNICO”

  1. Amalio Rey

    Precioso texto, Asier. Me ha encantado. Es inteligente lo de usar «precinismo» como eufemismo más tolerable que «inocencia», que es una palabra maravillosa pero injustamente desacreditada. Estando de acuerdo con lo que dices, sobre todo con eso de «se nos olvidó creer», siempre me queda el dilema de qué pasaría si unos nos volvemos inocentes pero «los otros» siguen igual, cínicos, y se aprovechan de eso, o sea (y con perdon) nos la meten (más) doblada (si cabe).
    Por una parte la inocencia (o el precínismo) contribuye a ser más felices, porque nos ahorramos sentimientos chungos. Es bastante zen eso de dejar fluir, y a escala individual sería una recomendación perfecta de un/a psicologo/a. Pero por otra, a escala social, no sé si cambiaríamos realmente muchas injusticias que están ahí, y no se van a ir solitas. ¿»rendirnos activamente»? ¿Dejar de luchar? Mmm… no sé, compañero. Tengo mis dudas 🙁
    Como bien dices, lo «nuevo sigue siendo frágil» y eso nos lleva a protegernos, así que es normal que nos pongamos en modo «pensamiento crítico» que tiene buenas dosis de descreimiento, o sea, de cinismo: ¿renunciamos al «pensamiento crítico? ¿qué relación existe entre «inocencia» (o precinismo) y el sano «pensamiento crítico»? ¿cómo lo ves tú? Me gustaría saberlo desde tu facilidad emocional, como coach, para gestionar estos conflictos. Y no es una pregunta retórica, es una duda real que tengo como «cínico» 🙂
    Mientras tanto, y hasta que no me aclares mis dudas, empezaré a hacer ejercicios para explorar el modo «post-cínico»… a ver cómo me va.
    ¡¡feliz 2017, Asier!!

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Amigo. Touché!. Se lo contaba a otra persona por whatsapp; la practica es más dolorosa/gozosa. Uno desea solucionar sus conflictos. Tal y como me he contado mi película ha llegado un momento en el que la, licita necesidad de protección, nos hace perder la mirada y la ilusión por construir lo nuevo. Como si fuéramos expulsando ácidos disolviendo posibilidades. Como si quisiéramos que la digestión se diera primero fuera y solo entonces nos acercaremos a hacernos con los nutrientes. Es una invitación a dejarnos afectar, sabernos parte y hacer con lo que nos hace (Parafraseando a Savater hijo) En este momento creer puede ser revolucionario.

      Ese rendirnos al que me refiero tiene que ver con dejar de invertir energía en grandes batallas perdidas de antemano y ser más consciente de cuales son los lugares en los que podemos hacer palanca. Tiene que ver no tanto con la resignación como con la renuncia. No se trata de renunciar a nosotros y lo aprendido. Continuar conectado con nosotros es clave. Abiertos a otras miradas sin pretender cambiar al otro, habiendo compartido también nuestro aprendizaje.

      Y las disonancias son claras. Sobre las estructuras, el poder, la aceptación y el cambio también llevo tiempo reflexionando y gozando/sufriendo. Tengo un post largo que aun no he sido capaz de terminar. La acción directa noviolenta, la desobediencia civil y la activación de aquello que esta en nuestras manos son imágenes que me vienen habitualmente en esta reflexión. En la practica y desde los dolores la necesidad suele ser de otros impactos, otras estrategias,… De alguna forma pienso en retirarnos de lo épico, recuperar la actitud critica como un ejercicio no solo mental y enfocado hacia el exterior. Volver la cámara y repensarnos a través delas oportunidades de este roce con la vida.

      Abrazo amigo. Y otra vez más, ¡gracias!

      Responder
  2. Amalio Rey

    Suscribo lo que dices. Es todo muy sabio. Me gusta la microintervención frente a lo épico. Es un forma de crear cambio. También estoy de acuerdo con que el descreimiento, como manifestación de (auto)cinismo, ayuda poco. Se va encerrando cada vez más en uno mismo. ¡¡seguimos!! un abrazo, Asier

    Responder
  3. Julen Iturbe-Ormaetxe

    No sé si has leído La sociedad de la transparencia, de Byung-Chul Han. Un librito para pensar, en línea con lo que compartes.
    Disfruta del año que enseguida nos entra 🙂

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Urte barri on Julen. Leido. Me gusta este autor. No siempre compro todo el mensaje y a veces se me escapa de la mano. Pero en relación a las dinamicas de confianza y transparencia este libro es perfecto. Reeleré mis subrayados y los tuyos. Es muy evidente que detrás de mi deseo de precinísmo hay algo de Han 😀

      Responder
  4. Juanjo Brizuela

    «Eso que éramos antes de tener que aprender a defendernos, lo que entrenamos para que nuestro entorno aplaudiese. Le llamamos inocencia y parece que no tiene sentido hoy.»
    Me ha encantado Asier… creo que perdimos en algún momento esa inocencia para convertirnos a veces incluso hasta en indecentes.
    Creo que además perdimos también el sentido de esa palabra tan cacareada que se llama «libertad» y donde nos atropelló el «miedo a…».
    Feliz 2017. Que podamos dibujar ese dibujo que tenemos en la cabeza… con libertad.
    Gracias Asier

    Responder
  5. Fantasia de planificación. Pinchar globos e hinchar zepelines. - enredando+korapilatzen

    […] Que la sorpresa sigue siendo una emoción a compartir y experimentar. Además creo que, como en el dibujo que nos regalaba Alex, necesita de potencia. Es como si estuviera queriendo explorar un genero nuevo. Mezclar canción […]

    Responder

Deja una Respuesta