Miedo a escribir

Reconozco mis dificultades para escribir hoy. Leía hace unos días a Manel sobre las bonanzas del acto y las comparto. Disfruto de la lectura. Las palabras cosidas con maestría me tocan, me dan sentido, responden a parte de las preguntas, ponen la música que hace que mis pies bailen o se den cuenta de cual era la tonada que bailaban. Y eso es mucho, hoy seguramente sea de la sensaciones que más feliz me hacen.

Puedo achacar la pereza al tiempo estival. Son días raros estos del verano. Cato playa y bienestar temprano con lo que me es imposible desconectar por completo con la tarea y este malabarismo de proyectos interconectados que cobran vida con bastante autonomía en relación a mis necesidades. No soy un hombre especialmente preparado para las “trabacaciones” a pesar de mi condición de autónomo. Me cuesta engrasar la maquina que trabaja y descansa, necesito tiempo para llegar a cada engranaje, los principales y automáticos funcionan pero los más pequeños y encargados de los matices les cuesta un poco más de tiempo. ¡Me apasionan tanto mis proyectos!. ¡Disfruto tanto del descanso!

De vez en cuando retomo algunos posts de la hemeroteca, para eso están ordenados en sus categorías para que cualquiera, incluso quién los escribió, puedan volver a ellos cuando lo necesiten. Me leo y los matizaría. Algunos los borraría. Creo que sobre esto ya escribí también en el blog.

14597808800_49944ae518_o

Creo que hay algo de miedo a escribir. Es como si escribir fijara demasiado. Es como si eso que estaba cogiendo forma todavía como una especie de gelatina liquida llena de experiencias, emociones, lecturas y conversaciones, se convirtiera en algo estático, rígido. Como si las “corazonadas que colisionan” dejarán de hacerlo porque el medio se hace demasiado denso y ya no pueden rebotar entre si para crear nuevo. Es como si escribiera la palabra “ligero” con una tipo rotunda y en negrita.

Esta semana leíamos a Carlo Fabreti mantener lo contrario. Y ahí nos invitaba, yo me sentía invitado, a crear, a nombrar para que lo que no existe, exista.

Otra vez, lo uno y lo contrario. Igual esto ayuda a explicarme. A veces cuento, las veces que me toca compartir alguna ponencia, que si me oyen balbucear o tartamudear se tratará de dos ideas contrarias compitiendo entre si para llegar a mi lengua. Esta sensación de choque entre diferentes, a veces, se convierte en silencio. Hay más silencios.

Y esto también me hace pensar ¿En que momentos soy más locuaz? Cuando el tema me toca. Tengo experiencia de eso que escucho y necesito nombrarme. También hablo cuando toca defender (me). Es un hablar a veces explorativo y muchas veces de afirmación, para diferenciarme, para mostrar lo que no se esta mostrando.

A veces pensé que me desnudaba demasiado en esta casa. Y además que escribía demasiado sobre mis debilidades, que la casa resonaba demasiado a debilidades. Puedo ser muy apasionado también en mis dudas. Y complejo.

Si, no descarto otras comunicaciones más claras pero tienen que estar apoyadas por otros registros más metafóricos; fotografías, dibujos,… Me asusta caer en la simplificación. La sensación es la de caminar por una suerte de puentes vegetales como los que trenzan generaciones en el Amazonas y que cualquier resbalón me hace comprar una creencia limitada y limitadora.

Seguimos…

Un comentario para “Miedo a escribir”

  1. Mikel

    Muchas gracias por transmitir tus debilidades, tus dudas, tus reflexiones.
    Por mostrarnos un enfoque distinto de las cosas. Por ayudarnos a avanzar.

    Leer tus artículos es siempre un placer !!!

    Besarkada bat !!!

    Responder

Deja una Respuesta