A vueltas sobre el concepto “empresa social” (II)

Con mi anterior post queria compartir dos ideas:

  • La búsqueda de nuevos conceptos y palabras surge de querer superar modelos.
  • No todas las realidades y las organizaciones son tan sencillas de “trascender” como las organizaciones sociales.

Luego, pensamos que todo debe de cambiar pero creo que son el conjunto de las organizaciones sociales las que parecen tener que evolucionar de manera urgente (conecto con la necesidad de cambio pero, como creo haber dejado claro, no con que sean el sector al que apuntamos por debil y del que no podamos aprender) Además todo apunta en que esta evolución debe de contemplar siempre un impacto economico además del social.

Suelo tener la necesidad de contar algo del proceso de “maduración” del “tercer sector” o este conglomerado que conforman las organizaciones sin animo de lucro.

15M 1er Año – IX por OndasDeRuido en Flickr CC

Seguramente me mueve una sensación de cierto desconocimiento de esta realidad por parte de algunas personas que participan de estas aventuras de “salto”, de necesidad de construir algo nuevo porque lo viejo ya no vale. (Obviamente no es así en todas las situaciones claro).

Igual, para contar este proceso, puede servir esta presentación que he utilizado en un par de ocasiones para trasladar la evolución en las relaciones laborales en el conjunto de las organizaciones sociales.

Hay varios resumenes posibles. Uno hablaría de una profesionalización cada vez mayor generando una relación con la administración publica similar a la de estas con los diferentes proveedores de servicios de titularidad publica pero externalizados.

Lo comparto describiendo una vivencia. No es algo que le corresponde unicamente a este conjunto de organizaciones. Podía caber en cualquiera de los diagramas inventados para definir la evolución de un grupo o una organización.

Además soy consciente de que describimos un ciclo, que de alguna forma tocamos el final de esta espiral con el comienzo de otra.

Lo traigo acá porque quizás pudiera haber algunos aspectos de esta evolución que pudieran arrojar luz a las decisiones que vamos tomando ahora mismo en la construcción de algunos conceptos motor en el presente y futuro de la realidad de la “empresa social”.

Este desarrollo ha buscado mejorar las condiciones de vida de los y las profesionales, que los servicios fueran de responsabilidad publica, que las organizaciones sociales tuvieran un lugar en el diseño, gestión y mejora de estos servicios, …

La realidad es que de alguna manera la fantasia de seguridad se ha desvanecido; los recortes han comenzado de manera severa en estos proyectos, las organizaciones estan centradas en la gestión con muy poca capacidad de generar otras dinamicas, desconectadas de la ciudadania en muchos casos, trabajando con personas y colectivos sin capacidad de ejercer lobby, atrapados en una relación contractual con las AAPP que les deja poco margen para la denuncia y la lucha politica,…

En las decisiones por configurarnos como sector economico, por continuar existiendo a través de la gestión, rescatando nuestro impacto en el PIB, … las organizaciones sociales (parte importante de estas) han conseguido sobrevivir en una suerte de mutación que entre otras consecuencias contribuye a construir un nido para conceptos como “empresa social”

(Sigo reflexionando mientras escribo. Creo que necesito otro post más o dos. Gracias por la paciencia)

4 comentarios para “A vueltas sobre el concepto “empresa social” (II)”

  1. Maica Trinidad

    Gracias por el post Asier!
    Es muy complejo el análisis de lo que está pasando en el tercer sector. Hay muchos tipos de entidades. Me duele especialmente cómo se ha desactivado a las asociaciones a través de la concesión de subvenciones, restándole voz al movimiento social que solían tener detrás.
    Mi experiencia en los últimos años (cuando el final de las subvenciones europeas para innovación en el tercer sector estaba ya muy cerca) ha estado relacionada con la creación de «empresas de inserción». A partir de ahí me obsesioné por hacer proyectos productivos en el tercer sector, algunos funcionaron mejor y otros peor, otros los estoy empezando ahora. Me parece un camino difícil y apasionante y me alegro que alguien más esté pensando en ello.
    Un abrazo,

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    • Asier Gallastegi

      Maica. Siento haber retrasado la respuesta. Estoy dandole vueltas. Me esta ayudando escribir 😀 😀 😀 A mi las empresas de inserción me parecen una propuesta muy, muy interesante. En muchas organizaciones sociales se generaron puentes para que las personas con las que trabajábamos pudieran convertirse en compañeros y compañeras.
      En los últimos años he tenido la suerte de conocer más y mejor el desarrollo de estas organizaciones por estos lares trabajando en un par de proyectos con Gizatea. Asi que, ahora caigo en la cuenta, seguramente nos unen más personas que Jorge Jajajaja
      Echa un vistazo a esta publicación que sacamos el año pasado. http://www.gizatea.net/doc_up/gizatea/Procesos.pdf Ya me cuentas.
      Un abrazo unnotopico 😀

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  2. Amalio Rey

    Asier, te sigo, te sigo leyendo. Todavía voy encajando piezas, y me parece que lo terminaré pillando. Sí que me quedo con una idea importante que se comenta aquí, y que retoma Maica: «creo que son el conjunto de las organizaciones sociales las que parecen tener que evolucionar de manera urgente» => Esto sí que lo tengo claro, amigo. Las iniciativas individuales y aisladas, a la heroica, tienen poco futuro. Este sector sale adelante si se configura como un «ecosistema autosostenido» (perdona por la redundancia). Eso quiere decir, que se realimenta con sus propios recursos vía colaboración P2P, entre ellos, para no depender de subvenciones. Es ahí donde habría que poner el asunto, en desplegar un esfuerzo conjunto…
    Un abrazo 🙂

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    • Asier Gallastegi

      A ver si encajan las piezas. 😀 Leyendote creo que no consigo explicarme. Comparto contigo y con tantas personas que lo que tenemos no nos sirve, que esto que llamamos crisis es la alarma para que cambiemos de rumbo. Intento explicar que considero que cargamos tintas y queremos saltar el eslabon más debil. No hablamos de la cacareada y estúpida denuncia de los cuatro euros de la picaresca de los pobres en lo que llaman cinicamente «fraude social» Pero si cargamos tintas sobre una idea que es una caricatura del colectivo de las organizaciones sociales. Este es muy diverso, heterogéneo y muchas más cosas. Hay una parte importante de este que no vive de las subvenciones. Su trampa es la de la gestión de recursos públicos. Y, quizás me equivoco, pero ese es un lugar similar al que nos plantea la empresa social. Sean solventes por favor, y lo son. Gestionan servicios públicos. Sean coherentes y trabajen por construir una sociedad más justa. Lo son y lo hacen.
      Desde mi humilde opinión encosertados en un modelo dónde es difícil ser algo diferente a proveedores.
      Veo alguna luz en lo que tu y otras personas compartis. Lo voy a escribir para que no se me olvide. Eso no quita para que cada vez que alguien ligue tercer sector a dependencia via subvenciones me entren ganas de quemar «emprendedores sociales». Lease esta ultima parte como solo se puede leer esta barbaridad, como una ironia, pero por favor sin quitarle fuerza al enfado.
      Me gusta discutir contigo Amalio.
      Un abrazo enorme

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