Optimismo en tiempo de crisis


Hace unas semanas me encontre esta fotografia en una red social (Siento no nombrar a quién lo compartía. No lo apunte) Tiene un reto entre manos realmente complicado. No sé porque a mi me transmite cierta esperanza. Como si la ceguera le abriese la puerta de la posibilidad.

Las conversaciones «realistas» se suceden. No las voy a repetir porque las conoceis. Parece que todo el mundo anda haciendo nuevos agujeros a sus cinturones. En una de estas nos reiamos ante la posibilidad de convocar algo parecido a una escuela de optimismo.

Andaba yo dando puntadas a estas ideas cuando me he encontrado con este post de Julen. Esta vez se ha adelantado él. 😀

Le robo a el la prudencia inicial sintiendo y doliendome con las personas que están sufriendo brutalmente el pinchazo absoluto de la rueda de las monedas y los billetes. Un golpe al que se le suman los de la estrategia de «salvese el más fuerte» y recortemos la silueta hasta que entremos por el pequeño agujero.

Y digo prudencia porque ahora viene la de fanfarron bilbaino de adopción «Yo estoy bien y veo muchas posibilidades». Si, si, no estoy loco… yo también sufro al «21», todo sube mientras mis facturas retienen un 21% de IRPF y aplican un 21% de IVA.

Ayer escuche a Santiago Niño Becerra en el Global Innovation Day. Muchos datos para señalar, entre otras cosas, que las decadas que tenemos por delante serán las de la colaboración y las cosas importantes.

Y ya no pude escuchar más que viniera de un estrado. Los pasillos estaban llenos de personas compartiendo ideas y lanzando lazos para construir proyectos compartidos. Lo de ayer fue muy significativo pero es solo un guiño dentro de una marea de colaboraciones y posibles colaboraciones.

La sensación es que los enroques, las organizaciones que basaron su seguridad en el crecimiento, creer que los clientes son propiedad y tantas cosas más que han sido tan tipicas en las decadas prodigiosas ya no sirven. Nos sentimos más vulnerables pero no corremos a protegernos a ninguna torre, es que las han derribado.

Y para mi esto esta siendo muy importante. El dinero llega, no tengo apenas gastos de estructura; algunos viajes, comidas y libros. Y entonces colaborar con otros compañeros y compañeras es una manera de entrar en otros proyectos, aprender otras maneras de trabajar, descansar las inseguridades en red, …

Así que, seguramente procurando cierta sordera y miopia que nos defienda de los datos más objetivos, yo quiero seguir enhebrando cuerdas en agujas. Me siento muy acompañado, como si estuvieramos construyendo un movimiento de resistencia.

15 comentarios para “Optimismo en tiempo de crisis”

  1. Iván

    Pues eso, a mirar para adelante, aunque a veces soplen fuertes vientos en contra. Me ha encantado el post Asier. Muchos cambios estamos sufriendo en muy pocos años. Un abrazo desde Estambul

    Responder
  2. Asier Gallastegi

    ¡¡Gracias Iván!! Tu si que tienes callo de plegar y desplegar las velas para llevar tu barco a dónde quieres aprovechando vientos, brisas y galernas. 😀 Estambul es mucho. Bocatas en Galata, las llamadas a la oración, hammam, narguile,… Hummmm

    Responder
  3. Javi Ríos

    Me siento muy cercano a lo que cuentas, Asier. Yo me he reinventado varias veces, me he ido de empresas que no me gustaban, he empezado de cero. Y cada vez me centro más en colaborar con pequeñas empresas «que me caen bien». Yo soy optimista, pero dependemos muchos de lo que pasa alrededor, y como más gente se vaya al pozo…, aunque quedan años de incertidumbre.

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Aupa Javi. Creo que me ganas en reinvenciones 😀 Aunque pensandolo bien yo también he cambiado varias veces de piel aun continuando en el mismo proyecto. La fuerza de apostar y que las cosas salgan bien tiene un efecto mitad euforia mitad vitaminas para el crecimiento. Y si, hay una sombra en la mirada optimista, no es una posición desapegada e idilica. Solo que creo que de esta mezcla de euforia y vitaminas podrían salir mejores cosas que de las del miedo y los tranquilizantes.
      Un abrazo enorme

      Responder
  4. Visi Serrano

    Excelente reflexión, Asier.

    Soy optimista por naturaleza y conozco los efectos positivos que tiene lanzar expectativas positivas ante un reto o dificultades. En esas situaciones nuestras acciones se alinean para alcanzar nuestros sueños como Pigmalion ante su escultura. Situaciones críticas como las que vivimos en lo profesional y social son las que nos llevan a desplegar acciones diferentes para alcanzar resultados distintos.

    Aprovechemos la oportunidad y si es enredadados….miel sobre hojuelas.

    Besos.

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Aupa Visi!!
      Eso. Las ideas que aprendimos hace muchos años, aunque algunas personas aun no las hayan escuchado, que cuando las ponemos en acción en toda su profundidad cobran la energia que tuvieron cuando se descubrieron. Sencillo y complejo a la vez. Un abrazo

      Responder
  5. Alfredo Sanz

    Aupa Asier,
    A mi me pasó lo mismo al escuchar a Santiago Niño Becerra, se me puso tan mal cuerpo que decidí salirme de las charlas de los gurús y aprovechar el momento para hablar con las personas que estabais fuera (encantado de haber compartido contigo palabras con vos e imagen, por fin te desvirtualizé – aunque me sorprendiste diciéndome que eso ya habia sucedido,…. maldita cabeza!!!).
    De hecho publiqué en el twitter la foto de una slide de SNB donde presentaba el futuro hasta el 2050…..
    Pero recibí un tweet que decía «@covaeh a veces el negativismo de alguno puede empujar al pensamiento positivo de otros. Aurrera #coworking»
    y toda mi actitud cambió en ese momento.
    Un fuerte abrazo y nos seguimos 🙂

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Aupa Alfredo. Fijate que a mi la conferencia de SNB me revolvió en el sentido opuesto. Cuando explotó el juguete hasta Sarkozy hablaba de cambio de modelo y entonces, cuando pasan los años y las respuestas siguen siendo construir una nueva «Las Vegas», pues… no sé ni como llamarlo.
      Pero lo que parece demostrar este autor y algunos otros es que «ya está», que no puede ser como antes, que llega el momento de repensarnos, de volver a lo pequeño, a las relaciones, lo comunitario,… Y eso para mi suena a esperanza. Eso me ocurre a mi… Gracias Alfredo

      Responder
  6. Juana

    Las cosas que se hacen bajo tierra, o en ausencia de luz son fascinantes …. ¿dónde se generan las piedras preciosas? …. ¿y el crecimiento de las semillas? …. un amigo mio me decía cuando nació su segundo hijo: «es mágico como nacen, como se gestan ….»
    Mi sensación es que lo que se «ve» no es lo que se está gestando …. ¿alguien puede intuir lo que pasa en las zonas oscuras dondes los focos no llegan? ….

    Responder
  7. Julen

    Yo ando confundido, lo reconozco. Cada vez me cuenta más hacer caso a los supuestos gurús, pero hay que saber lo que dicen porque arrastran rebaños donde -no debería engañarme- me incluyo. La receta de buscar otras personas con las que haces química me parece la más sana. ¿Dónde están?, ¿cuántas son? Esta es la razón de trabajar en abierto. Hay quienes se acercan cuando te conocen. Si no nos conocen, nos lo perdemos. Así de simple.

    En fin, mientras hurguemos en lo que hacemos y por qué lo hacemos, no vamos mal. Sentido crítico, estado alerta y una sonrisa en los labios. Sí, mejor con una sonrisa, que suele funcionar para hacer química con otros humanos 😉

    Nos vemos.

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Con esto de los gurus tengo una relación bastante guerrera. Son como uno de puchingball preferidos. Yo estoy absolutamente perdido, absolutamente. De repente escucho a alguien que me trata como adulto y no juega a esconder datos para levantarme el animo o robarme la cartera y entonces dejo de pelearme. Y si además me dice, o le entiendo, que entramos en la era de la colaboración y lo importante… lo amo. 😀 😀 😀
      Trabajar en abierto es una opción perfecta en este momento. Yo solo puedo componer sonetos y odas a la apertura. Jugaremos hasta encontrar los limites y en estas andamos gracias a vuestro trabajo. Gracias

      Responder
  8. Manel [cumClavis]

    Doy fe, Asier de que lo que dices es cierto y absolutamente coherente con lo que estás haciendo porque recientemente he tenido la [siempre] maravillosa oportunidad de comprobarlo, lo mismo que con Julen.
    No sé si la palabra optimismo es la más acertada ya que siempre hay quien le da una connotación de irrealidad ilusoria, pero yo me quedo con ella y con ese concepto que exhalas de que avanzar es lo único que nos permite transitar no tan sólo para “salir de lo que sea” sino para llegar a cualquier otra parte en la que deseemos estar, o tan sólo por avanzar y ver mundo nuevo.
    Creo que es la intensidad de la mirada la que nos vincula a otros y genera proyectos nuevos, compartidos y posibles y que entretenerse en el análisis y valoración de pseudorealidades conlleva, entre otras cosas, empobrecer esa mirada, anidar en ella la duda e intoxicar el futuro.

    Cuenta conmigo para ese ejrecito de insurgentes 🙂
    Genial la fotografía, grande…

    Responder
    • Asier Gallastegi

      Ejercito de insurgentes trabajando entre las sombras, probandose, cambiando, maquinando, mirandose a los ojos, celebrando con buen vino cada victoria, sabiendo que no hay nada al final que lo que esta pasando es la VIDA.
      ¡¡Si!!
      Un abrazo Manel. Me siento afortunado.

      Responder
  9. Jorge Rosado

    Hace poco escuché una idea que me parece de enorme valor para seguir adelante: La principal relación en tu vida es la que tienes contigo mismo.
    De ahí parten tres preguntas: ¿Cómo te tratas?¿ Qué piensas de ti mismo?¿Eres tu mejor amigo?
    Saludos desde Yucatán

    Responder

Deja una Respuesta a Alfredo Sanz

Haz clic aquí para cancelar la respuesta.