Intervenir en silencio

Hace ya unos años viví 3 meses en un pais del que desconocía su lengua. Este fue solo uno de los viajes en un paquete de choque cultural, de ritmos, valores, colores, sabores,… El caso es que durante tiempo apenas pude comunicarme con un montón de personas con las que convivía todos los días.

Fue extraño. Yo era un adolescente que había aprendido a ser rapido en las conversaciones, a clavar puyas en los alto de los miuras, a reirme de cualquier falla, a ocupar el centro en los corros, ganar en los juegos de palabras, …

Y sin palabras en aquel idioma todo esto no servía. Descubrí los oídos y para que son dos, como suena la voz de uno cuando no tiene sonido, escribir en un diario, leer tres veces el mismo libro, los clásicos de la literatura rusa, los «national geographic» en ingles, conectar con otra persona solo estando junto a ella e intentando imitar sus tareas, atender a la musica de las relaciones impedido por no entender la letra, defender mi lugar con puños cansado de intentar explicarme por señas, …

by gbaku CC

Estas semanas un par de amigos me han devuelto algo de este mutismo contextual que a veces vuelve a reflotar recordando el placer del primer día. En las jornadas organizadas por EDEX en Portugalete me tocaba facilitar una mesa redonda. El caso es que saque un par de cartulinas de colores e inventamos el crowdmoderator. Yo marcaba los minutos y era el resto de las personas de la mesa las que avisaban a la persona que estaba hablando. Amalio hizo algún comentario en twitter llamando la atención sobre como realmente había sido Olivier el que trabajó como moderador ;D ;D ;D

Ricardo que estaba junto a Amalio en esta ocasión, recordó dias más tarde en otro encuentro («reunión de marcianos» fue bautizada en esta ocasión la reunión)  la anécdota de esta mesa redonda llamando la atención sobre mis silencios prolongados durante la conversación.

La verdad es que nos reímos en los dos momentos. Fueron comentarios amables, los recibí bien. Estaban llenos de ganas de disfrutar. Y además creo que transmitían cierta perplejidad por esta manera de estar tan diferente a la de los contextos dónde se daban.

Estaría bien escuchar a las personas que me invitaron a participar de estos encuentros. No sé cuanto de funcional les parecieron mis silencios.

No soy un hombre de grandes discursos, me gusta conversar construyendo proyectos, realidades, garabatos, con papeles y rotuladores o la pantalla del ipad… Son momentos de conexión fuerte con lo que nos reúne, las defensas caen y me muestro vulnerable, divertido, malhablado, creador, recreador, conector,…

Y a veces disfruto de escuchar en silencio viendo movimientos. Miro las posturas, los otros silencios, conecto miradas, cuento cuantas veces sale la misma palabra, si después de una propuesta surge un hachazo, si después de decir confianza sale inseguridad, después de retirada avance,… Y también a veces esa sola presencia observadora modifica cosas, relantiza conversaciones,…

Solo cuando emborrono una imagen en un papel o sobre mis propias neuronas puedo vencer el vertigo para encadenar palabras buscando devolver algo con sentido. En ese momento suelo dar con la primera o segunda palabra, nunca sé dónde terminare y como. A veces no es fácil convivir con la incertidumbre de desconocer como terminará la frase y a dónde me llevará pero parece que este soy yo.

 

8 comentarios para “Intervenir en silencio”

  1. Cumclavis (Manel)

    Pocas son la conversaciones que recuerdo que tengan la calidad verbal y la profundidad emocional como las que he tenido contigo desde el primer momento y eso que son pocas (qué seran… 3, 4?). Doy fe en este comentario del buen gusto y acierto de tu adjetivación y de haber dejado «todo» un mantel lleno de dibujos y esquemas en una cena maravillosa.
    Me gusta mucho ese post, Asier y me llena la intensidad con la que muestras lo que vives. Un abrazo!

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    • Asier Gallastegi

      Te respondo a este comentario y te pongo un mail. A ver si podemos encontrarnos dentro de unas semanas echando una caña. No hace falta comer mucho, será imprescindible un mantel de papel. ¡¡Un abrazo!!

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  2. Juan Carlos

    Hola Asier: Me estreno en tu blog, que no me faltaban ganas 😉
    A veces el silencio (me encanta la palabra) es percibido con perplejidad («¡qué estará pensando!»). Otras con incomodidad («Pero… ¡qué estará pensando!»). O con desinterés («¡bah, estará pensando!»)
    Por lo que a mi se refiere, en el caso de Portu, con respeto: «¿en qué estará pensando?» Lástima que no siempre haya ocasión de compartirlo luego. Aunque, quién sabe.
    Un abrazo.

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    • Asier Gallastegi

      Aupa Juan Carlos. Bienvenido a tu casa. Pues si. Algo compartí en twitter… lo he vuelto a leer ahora y creo que compartí mucho. ;D Algo hablamos también en los pasillos. La mesa me pareció espectacular. Disfrute mucho. Me quede con una pregunta que es la que rescato Ritxi. Me interesa ver como estas iniciativas se enredan. Hubiera sido muy chulo ver las conexiones que ya existían y las que se podrían tejer y que necesitaríamos para que esto se diera.
      Gracias por la confianza. Tenemos un año antes de la siguiente jornadas, estará genial vernos con tiempo y echar un cafe. Un abrazo

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  3. Juana

    Soy de «naturaleza» parlanchina …. pero si hay algo de lo que disfruto es de ver moverse a la gente ¡me encanta! …. sentarme y observar, solo eso ….
    ¿Cómo se comunica uno con un bebé? …. sin lenguaje …. ¿comó se puede uno comunicar con un enfermo de Alzheimer? …. sin lenguaje …. cuando alguien llora no hay lenguaje posible ….
    He estado en retiros de silencio …. a veces había un escándalo sin palabras jajajajaja

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    • Asier Gallastegi

      Jajaja Hace unos años y dentro de una formación sobre «proceso U» nos invitaron a comer en silencio. Mucha gente se quedo absolutamente sorprendida. Hubo quién se reía nervioso ;D ;D ;D Los que hemos hecho algún retiro de silencio sabemos del escándalo sin palabras. Un abrazo Juana ;D

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  4. Guiomar

    Sin palabras, amor. Cómo crecéis algunos. Un besazo enorme, todo entrañas.

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  5. Aprendizajes de un joven en Africa. Experiencia cruzada con Maider Gorostidi | enredando+korapilatzen

    […] contaba en este post sobre mi pelea con la lengua y la oportunidad para el silencio. Tuve que darme prisa porque había cosas sobre las que necesitaba […]

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