Redes, intervención social y “malos tiempos para la lírica”

“Malos tiempos para la lírica” por una u otra razón siempre hay un momento para susurrar la tonadilla de “golpes bajos”. Durante la década prodigiosa dónde el ladrillo llenaba bolsillos, la acción social andaba peleada. Fueron años de defender presupuestos, proyectos, profesiones, profesionalidad, sueldos, sector, modelos de intervención, y también personas, personas vulnerables,…

Para defender todo esto creamos asociaciones, federaciones, federaciones de federaciones, colegios profesionales, patronales, …

Sirvieron para defender nuestro trabajo, para encontrarnos, reflexionar juntos y tomar postura, para acceder a subvenciones, defender nuestra diferencia, no éramos prestadores de servicios, no competíamos por ver quién lo hacía más barato, nos hacíamos fuertes ante los técnicos que, interpretábamos, buscaban simplificar y políticos que cambiaban cada cuatro años,…

Children watching fisherman Hegerberg repair net at Fisherman's Terminal, Seattle, 1949

No sé muy bien dónde nos hubiera llevado esta estrategia de haber continuado todo así. Era un escenario dónde entre otras cosas:

  • Llegábamos a nuevas personas y servicios, – es cierto que los cambios en muchas de las vidas que acompañábamos no eran espectaculares (tampoco lo fueron en las nuestras),
  • el valle de distancia entre algunos profesionales era complejo (más que significativo que con la nueva reordenación de estudios en las universidades vascas siga habiendo dos carreras diferentes para profesionales de la educación y del trabajo social),
  • algunas entidades crecían y otras más pequeñas sobrevivían en equilibrios precarios,
  • escenificamos (en algunos casos fue brutalmente eso, una pantomima) parte contratante y parte contratada para dar entrada a otros agentes que pudieran abanderar las pancartas de los derechos laborales que tanto nos costaba hondear,
  • el concepto “derecho subjetivo” ligado a los derechos sociales era una luz, – que el termino “comunitario” surgiera entre tantas líneas de texto legislativo sonaba interesante,
  • la empresa social, el cuarto sector, los lugares “entre” buscaban poner nombres a realidades que cada vez sonaban más mestizas,

Pero todo ha cambiado. El castillo de naipes cayó y ahora si que podemos gritar lo de “malos tiempos para la lírica”. Es verdad que no teníamos sensación de haber llegado muy alto pero el suelo parece abrirse bajo los pies de todo esto que se había ido construyendo. Cuando me encuentro con los amigos y amigas que siguen gestionando recursos y organizaciones me invade una profunda tristeza.

Yo a veces, cuando hablo con compañeros y compañeras protagonistas de algunos de estos movimientos suelo entonar un “mia culpa”. Algo no hicimos bien. No es posible que durante el tiempo que “las cosas iban bien” no fuéramos capaces de construir algo más … no sé cual es la mejor expresión… ¿fuerte?, ¿flexible?, ¿adaptado a la realidad?, ¿qué respondiera a la necesidad de las personas por las que trabajábamos?, ¿más político?, ¿apuntando más alto?…

Leyendo algunos textos hace unas semanas rescataba algunas ideas sobre el trabajo en red:

Sólo el 22,6% cree que el grado de colaboración existente entre las redes es adecuado. Así mismo, más de ocho de cada diez organizaciones considera que las organizaciones del sector colaboran poco o nada. Por otro lado, sigue habiendo una proporción elevada de organizaciones que creen que el grado de conocimiento entre entidades es mínimo (70,2%), aunque las organizaciones que lo consideraban así representaban un porcentaje mayor (78%) en 2007 ( Anuario del tercer sector de Bizkaia 2010 (Observatorio Tercer Sector de Bizkaia) )

En relación con el tipo de cooperación establecida, cabe señalar la existencia de dos líneas claramente diferenciadas. Por un lado, una cooperación en la que prima el componente económico, desarrollado con la Administración, las empresas y las Obras Sociales de las Cajas de Ahorro y, por otro, una cooperación basada en el intercambio de información y el asesoramiento, mantenido con las entidades de segundo y tercer nivel y las universidades  (Anuario del Tercer Sector de Acción Social en España 2010 )

Se debe tener en cuenta que algunas entidades pertenecen a varias redes u organizaciones de segundo nivel. Y esto, que puede resultar enriquecedor, puede también obedecer a una mala articulación del sector que, nuevamente, puede resolverse mediante la convergencia o colaboración para evitar la dispersión de esfuerzos y una excesiva exigencia a las entidades de primer nivel si quieren participar activamente en varias iniciativas. ( Anuario del tercer sector de Bizkaia 2010 (Observatorio Tercer Sector de Bizkaia) )

Puede parecer que me haya quedado solo con la letra que fustiga pero desde el que escribe me parecían imágenes reales. Espero que nadie se enfade. No busco dar argumentos a los recortadores, ellos y ellas tienen mucho trabajo, y empiezan a podar por las ramas más tiernas.

Sigue moviéndose el sector (que se utilice este termino para referirse al conjunto de la acción social desde la iniciativa privada sin animo de lucro ya debía de habernos disparado alguna alarma) Ahora construimos otras redes de segundo y tercer nivel. Yo no estoy ahí, no me toca a mi avanzar esos pasos. Es momento de coger fuerza y trabajar, fundamental tejer alianzas.

La pregunta que más me resuena sería ¿Para qué? El objetivo suena a sobrevivir, a coger fuerza para permanecer,… Pensaba si pudiéramos desenfocar para volver a enfocar. Me resuenan ahora mismo dos lecturas de estos días. Una escrita por mi amigo y maestro Fernando de la Riva. “Redisueñando las organizaciones solidarias” y otra de Iñaki Garcia Maza en el blog de “Erain” “La intervención social en Tiempos de colera”

Estas líneas creo que, cambiando algunas palabras que siempre chirrían según desde miremos a la criatura, también sirven para otras realidades/sectores. Creo que alguna luz hay en el concepto de red como conexiones entre nodos autónomos, lo apunta también Fernando en el post. Sigo recomendando leer “El poder de las redes” de David de Ugarte. Reflexionando para seguir construyendo más preguntas…

6 comentarios para “Redes, intervención social y “malos tiempos para la lírica””

  1. pablo cueva

    Aupa Asier:

    Tu reflexión tiene el valor de poner un dedo en lo que parece una llaga o una herida abierta, no lo se exactamente. Señalas un punto de dolor y tus palabras buscan encontrar caminos de avance.

    Me quedo con los sueños, vamos, con el planteamiento de Fernando de la Riva. En todo este proceso la impresión que me queda es que un día dejamos de mirar al horizonte para centrarnos en la cotidianidad, un día creímos que teníamos cosas más importantes que hacer y que imaginar juntos podía esperar. Posiblemente otro día nos pareció buena idea invertir tiempo en afianzar relaciones con la administración y tuvimos que descuidar la red interna. Con el tiempo nos hemos hecho pragmáticos, demasiado, y posiblemente hayamos caído en un juego que no es el nuestro el de la competición entre nosotros por la financiación pública. Para mi el sentido de las redes es la construcción de apoyos mutuos más sólidos basados en lo compartido. Otro tipo de motivaciones me da que son pan para hoy y hambre para mañana.

    ¿Habrá segunda entrega? Esto abre el apetito!!!

    Saludos

    Pablo.

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    • asiergallastegi

      Es lo que tiene citar a los grandes que suelen contar cosas más interesantes ;D ;D ;D Si. Soñar juntos. Estos dias de asueto viajamos buscando playas y escuchamos mucha musica. Creo que una de las canciones del ultimo disco de Doctor Deseo puede ilustrar un siguiente post. Tu frase «un día dejamos de mirar al horizonte para centrarnos en la cotidianidad, un día creímos que teníamos cosas más importantes que hacer y que imaginar juntos podía esperar» también tendrá lugar. Gracias Pablo. Un abrazo

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  2. Paz Domínguez Ara

    Querido Asier,
    Me emocioné el otro día leyendo a Fernando de la Riva y sus di-sueños y hoy, leyéndote a ti.

    Nos echaron el anzuelo y caímos en la trampa. Fortificamos los colectivos, lo que íbamos aprendiendo y enseñando lo guardábamos celosamente, aprendimos a negociar lo innegociable, pactamos, les dejamos entrar con sus subvenciones y nos desmontaron el chiringuito. Y lo hicieron con nuestro consentimiento. El sistema siempre actúa así. Es un clásico: va desmembrando silenciosamente la fuerza de los nodos autónomos y un día te levantas, miras y parece que no queda nada. Pero si, seguimos estando ahí con nuestros di-sueños y continuaremos realizándolos.

    Cambiar los escenarios, olvidarse de ser “originales” y “exclusivos”, porque hay mucha sabiduría desparramada en la obtención de logros en movimientos sociales en la historia de este país, que podemos reinterpretar y usar, recrear conexiones, volver a la austeridad y al uso compartido, no solo de espacios también de proyectos, seguir preguntándonos, reflexionando…

    Excelente el post de Fernando de la Riva, excelente “El poder de las redes” de David de Ugarte.

    Me callo ya. Nos queda mucha faena. Como dice Fernando “tenemos que dedicar más tiempo a soñar”

    Un abrazo Asier

    Paz

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    • asiergallastegi

      Un abrazo enorme Paz. Te leo y me voy a algunos lugares. Me acuerdo cuando yo necesitaba que mi organización pudiera seguir dandome un lugar diferente y que respondiera a mis nuevas necesidades/motivaciones profesionales. Ha habido algo de querer que fueran algo diferente, un sitio dónde pudiéramos seguir creciendo… Y estaba bien. Era una tensión importante. Creo que mucho de lo que hicimos fue muy real, sincero, a veces egoista pero muchas veces cercano a lo que entendíamos que era una necesidad de las personas con las que trabajábamos.
      También me emociona leerte… Un abrazo

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