Ciudades a escala humana y el futuro de la arquitectura

La inhabitabilidad material del barrio miserable es preferible a la inhabitabilidad moral de la arquitectura funcional, utilitaria. Por ello, debe perfeccionarse el principio del barrio pobre, es decir, de la arquitectura que prolifera espontáneamente y tomarlo como punto de partida en vez de la arquitectura funcional.

¨Manifiesto del enmohecimiento contra el racionalismo en arquitectura». Hundertwasser. 1958.

Si mi gurú particular en estos temas me invita a reflexionar sobre un tema no puedo más que decir que sí, abrir un nuevo documento en blanco, leer algunas reflexiones y comenzar a escribir mitad apasionado, mitad absolutamente desinformado.

A Manu Fernandez lo conocí hace unos meses gracias a una propuesta de proyecto que no acabó de cuajar. Yo en aquel momento trabajaba en la viceconsejeria de vivienda de Gobierno Vasco y acompañaba en esa aventura a Pilar Garrido, gran amiga y en ese momento directora de vivienda, innovación y control. Fueron un par de encuentros, mucha sintonía y accidentes ajenos a nosotros pero no al objeto de trabajo.

Pasaron las semanas y descubrí su blog. Como mucho de lo importante que me ocurre en la vida no tengo ni idea como llegue allí. No existen las casualidades. Soy un fan declarado de esa bitácora y las reflexiones que allí vierte Manu con una periodicidad, documentación y pasión absolutamente envidiables.

erandio
Erandio by gallas

En los meses que trabajé para el equipo de vivienda retome de alguna manera una de mis pasiones; la reflexión sobre la construcción de los espacios urbanos. No sé yo si voy a ser capaz de contaros el origen de esta pasión. Yo creo que es suma de tres cosas:

  1. Nativo de Getxo y con arraigo en su barrio de Algorta. Tenía una dimensión muy abarcable, el límite al norte con el mar y playas llenas de piedras. En los veintitantos años que viví allá apenas hubo expansión y las casas de “todalavida” sobrevivían. Esta sensación de chicodebarrio la cultivo yéndome a vivir al casco viejo de Bilbao.
  2. En mi mochila de emociones y experiencias hay tres años en la escuela de arquitectura. Mi padre quería que fuese ingeniero. Aun hoy no sé muy bien que hacen los ingenieros pero no me atraía nada de nada. Yo disfrutaba dibujando y no tuve huevos para hacer bellas artes. Como cuando vives entre serrín y puede que quieras construir muebles a mi me paso que me quede con las ganas de diseñar espacios para vivir y transitar.
  3. Diez años de trabajo en la asociación para la intervención social y el desarrollo comunitario; Bidegintza. Mamé desde el principio las consignas del trabajo social comunitario de Marco Marchioni, el desarrollo local, el barrio, la construcción de la comunidad, el trabajo en red con personas profesionales y voluntarias, las AAVV, reflexiones continuas sobre la participación,…

Alguien que me conozca bien os dirá que siempre empiezo y acabo hablando de mí. Creo que no es una cuestión de ego, me ayuda a contar cosas. Confío trascender un poco en las próximas líneas.

Me paso hace ya unos años que tuve la oportunidad de visitar las obras del edificio de Frank Ghery para el emporio Guggenheim en Bilbao. En aquel momento para mí era como visitar las tripas de un gran Gargantua. Los esfuerzos para levantar aquella folie amenazaban a la cultura de base, la que se construía en pequeños talleres de dibujo, teatro,…  Recuerdo que escribí algo sobre aquel monstruo y lo oportuno que pudiera ser un meteorito bien orientado hacia el mismo.

La visita fue impresionante, en aquel amasijo de hierros color oxido los espacios empezaban a adivinarse y prometían algo de lo que luego he podido disfrutar tantas veces.

Mi precario equilibrio antiguggenheim se había ido al garete.  Había que construir uno nuevo. Era algo así como… no comparto la política del arte-arquitectura espectáculo, creo mucho más en la construcción compartida, en el impulso a los pequeños espacios de encuentro cultural, el apoyo a las iniciativas más personales y brillantes y débiles, en la gestión del dinero y las plusvalías de manera más compartida,… Y además, -no caí en el error de poner un “pero” aun sin conocer la existencia de las “frases killer”-, disfruto de la genialidad de algunas personas que se sitúan contracorriente, imaginan y venden ideas tan especiales. Pasear por aquellos espacios, sobre todo el atrio del museo, me parece una de las experiencias más impresionantes.

Un ejemplo extremo es el de mi curiosidad extrema por el proyecto de Chillida en Tindaya siendo consciente de impactos, negocios mediante y oposición de colectivos a los que me siento absolutamente afín. Y es que soy una cosa y la otra. El que vibra con la construcción colectiva de un mural y el que tiene absolutamente claro lo que le gusta como resultado final y lo que no.

Esta década larga de los arquitectos estrella ha aupado los delirios de grandeza de los herederos de Brunelleschi y cia. Es muy diferente pertenecer al gremio de quienes a lo largo de la historia han reparado zapatos o hacerlo al de los responsables de todas las construcciones religiosas que han trascendido a sus respectivas épocas para contarnos la vida de sus contemporáneos a través de su interesada percepción.

La arquitectura siempre ha estado al servicio del pagador y ahora tocaba decir cosas grandes, modernas e importantes. A mí hay lugares que se han construido desde esta locura colectiva que me parecen maravillosos, otros “mecenas” han errado absolutamente y alimentado a “artistas” sin genio (acabo de leer unos cuantos textos sobre creatividad y hay varias expresiones que utilizo que se debieran de leer con cierta ironía, solo lo apunto aunque considero imposible percibirlo sin más).

A decir verdad me impresionan bastante más los interminables ensanches de pueblos y ciudades protagonizados por ese engendro que es el “adosado”. O me afectan en la boca del estomago con una rabia llena de impotencia las reformas urbanísticas y nuevos edificios en los centros históricos de nuestros barrios que no buscan ninguna conexión con lo que ya había, con la historia, con las necesidades, con los materiales de alrededor, los estilos,…

Se ha construido tantísimo que da la sensación que dentro de la minuta de algunos profesionales no entraba el paseo de rigor por el lugar, por la parcela, ni un mínimo estudio de impacto. Proyectos redactados para un lugar del mundo acaban construyéndose en otro con absoluto desparpajo. Aquí la responsabilidad es de unos ayuntamientos sin dinero para invertir, presionados por el cortoplazo de las elecciones cada cuatro años y la percepción de sus suelos como si fueran pozos de metales valiosos.

Y esto estalla. No hay dinero y además un montón de dramas personales de soga al cuello. Y la reflexión es la de la sostenibilidad, la del fin de los grandes proyectos, la reubicación de todos los profesionales del sector y en especial sobre la responsabilidad de urbanistas y arquitectos.

Sobre el impacto de los cambios en las carreras universitarias ya escuche yo ecos haya por los primeros noventa. No tengo criterio. La especialización mata la creatividad personal pero te obliga a construirla junto a otros/as. No lo sé.

Algorta by gallas
Algorta by gallas

Mantengo una particular batalla con un gran amigo. Disfrutamos con las mismas obras de arte y luego a la hora de crear yo le digo a él que es absolutamente barroco, rozando lo churrigueresco. El se despacha conmigo y mi necesidad de románico.  Luego ya hablo de mí y mis expectativas. Confío en que la crisis sea oportunidad también para la arquitectura como lo cuenta en estos días las páginas del periódico de Prisa.

Ojala vengan tiempos de:

  • apuesta por la rehabilitación con criterios de sostenibilidad en todos los sentidos –también en la social-,
  • dónde la reflexión principal sea la de la escala humana como nos recuerda en su declaración de principios el blog de Manu.
  • Dónde construyamos espacios y plazas para el encuentro,
  • dónde nuestros cobijos se puedan adaptar a nuestras particularidades,
  • cadenas de riqueza descompuestas dejen paso a la vivienda como derecho y no como un lujo,
  • los profesionales del sector vuelvan su mirada a la persona y las comunidades para volver a entender su tarea como un servicio,
  • procesos más participados con espacios largos e importantes para escuchar y pasearnos por las realidades sobre las que vamos a intervenir,

Esta mi humilde aportación a un debate que me apasiona.

Eskerrik asko Manu.

11 comentarios para “Ciudades a escala humana y el futuro de la arquitectura”

  1. Anna

    Quizás porque cada día me subyuga la belleza de lo simple, porque cada día estoy más enamorada del potencial constructivo [también en lo social ] que tienen las ideas y las acciones diarias, yo también apuesto por la visión romántica del mundo. Lo consigamos o no, nada nos impide soñar alto. Ojalá, algún día, lleguen esos tiempos que tan bien describes. Gracias por el magnífico post.

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    • asiergallastegi

      Gracias a ti Anna, bienvenida.
      Las acciones diarias, lo pequeño, lo local,… Cada vez creo más en el poder de estas inciiativas más sencillas, incluso ludicas,… Es la unica manera que he encontrado de alimentar la utopia…

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  2. Manu Fernández

    Asier, gracias por animarte a este juego-experimento. Desde luego, has demostrado que la lucidez de las madrugadas es mayor de la que pensamos. Me gusta tu texto, mucho. Un saludo,

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    • asiergallastegi

      Un placer Manu. Me gusta situarme en una esquina de la reflexión con letras mayusculas, la de fuentes contrastadas, profundidad y lucidez. Y desde ese lugar aportar algo de visceras, ideas, emociones y toneladas de subjetividad utopica. Tu trabajo e invitación me lo permite. Así que un placer. Me encantará leer ese ejercicio de sintesis o similar que prometias.
      Un abrazo

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  3. Andrés

    Hola Asier: simpatizo con tus 7 puntos de resumen, muy en particular con el nº5. Saludos desde el Mediterráneo (hoy lluvioso). A.

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    • asiergallastegi

      Estimado Andrés. Uno se mete en las aventuras que le proponen los allegados siempre que puede. Hay una certeza de apertura a otros mundos, encuentros que no buscaba,… Tu blog es una preciosidad. Tus posts, como decía un viejo y perfecto Salvador Minuchin, «caricias patada». Ya estas en mis favoritos. Al quinto habia que darle con palo! Un abrazo

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  4. Andrés

    Gracias 😉 (ya será para menos) Seguimos en contacto. ¡Un abrazo! AM.

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  5. Raúl

    Me gsta ese afan por ser curioso, ese alma de renacimiento qaue tienes… quiza lo mas certero sera decir que obedeces a ese alma, como mi churrigeresco nace de mi necesidad de cruzar por demasiados caminos antes de dar un paso… en todo caso me sigue admirando tu libertad de juego, el aire que das a los espacios que habitas y en los que juegas… y la cuerda con que lias tantos lugares comunes que los son para ti, y asi tambien para nosotros…

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    • asiergallastegi

      Jugar enredandome. Como ese juego de la goma que nunca he acabado de entender demasiado pero que tiene algo de magico cuando las piernas de las chicas se enrollan hasta equis veces para volver a librarse en el momento en el que termina la tonada. Caminamos por muchos lugares muy parecidos y a mi me gustaria ser más romanico y austero de lo que lo soy… porque entre tu y yo y ahora que no nos oye nadie… la sencillez para mi es reto.
      Un beso enorme!!

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  6. Amb lletra de pal » Sumando visiones

    […] es entonces, en ese preciso punto de la reflexión, cuando descubres el post de Asier Gallastegi. Asier concluye su entrada –que os recomiendo, encarecidamente, leer–  con un desiderata […]

    Responder
  7. Amb lletra de pal » Sumant visions

    […] és en aquest precís punt de la reflexió, quan descobreixes el post de Asier Gallastegi. Una entrada que us encoratjo a llegir i que acaba amb un desiderata excel·lent, de gran abast, on […]

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